Efectivamente, una conversación inteligente es un placer.
Pero aquí no se cumple, aquello que se decía “según la ley de Mahoma tan inteligente es el que da como el que toma”, creo que el placer, en este caso, es del que toma. El que escucha a alguien inteligente es quién más disfruta. Escucharle a Ud. es un placer.
Apunte, en esa relación de amor entre los filósofos con sus parientas, el ejemplo de Don Gustavo Bueno, que sólo pudo sobrevivir 5 días sin su esposa.
Efectivamente, una conversación inteligente es un placer.
ResponderEliminarPero aquí no se cumple, aquello que se decía “según la ley de Mahoma tan inteligente es el que da como el que toma”, creo que el placer, en este caso, es del que toma. El que escucha a alguien inteligente es quién más disfruta. Escucharle a Ud. es un placer.
Apunte, en esa relación de amor entre los filósofos con sus parientas, el ejemplo de Don Gustavo Bueno, que sólo pudo sobrevivir 5 días sin su esposa.
Un Oyente de Federico