AEROPUERTO
Se inaugura la terminal cuarta de Barajas. Y el primer día es un desastre absoluto con aviones retrasados y vuelos perdidos. Sale la ministra de Fomento en la prensa. Y señala que hay dos culpables: el primero, la comunidad de Madrid (del PP y la ministra del PSOE); el segundo, los propios viajeros, ya que, dice, deben acostumbrarse a venir con más tiempo. Así, todos son culpables menos su Ministerio.
INSTITUTO
El claustro debe ser rápido porque a nadie le importa. Y la jefe de estudios cuenta que hay peores resultados académicos en la primera evaluación que años anteriores. Y allí, delante de un montón de profesionales de la educación, señala al culpable: los alumnos.
Que no estudian lo suficiente.
Y como la gente se quiere ir porque yo no he aprobado una oposición (¡una oposición nada más y nada menos!, como si fuera el premio Nobel) para eso, nadie habla.
Menos uno.
Porque todos son culpables menos los profesores.
Y FÚTBOL
El Madrid pierde 6-1 con el Zaragoza. Y López Caro, su entrenador, dice que toda la culpa es suya. Cosa rara en un mundo de futbolistas que echan la culpa al árbitro y de periodistas medio analfabetos. Pero, ahí tal vez está la explicación, no tiene, el muy paleto, una oposición aprobada (casi un premio Nobel donde se ha demostrado nuestra impresionante capacidad) ni ha llegado, nada más y nada menos, que a ministra de Fomento.
Las clases cultas siempre se distinguen.
Ninguna responsabilidad y todos los privilegios.
Se inaugura la terminal cuarta de Barajas. Y el primer día es un desastre absoluto con aviones retrasados y vuelos perdidos. Sale la ministra de Fomento en la prensa. Y señala que hay dos culpables: el primero, la comunidad de Madrid (del PP y la ministra del PSOE); el segundo, los propios viajeros, ya que, dice, deben acostumbrarse a venir con más tiempo. Así, todos son culpables menos su Ministerio.
INSTITUTO
El claustro debe ser rápido porque a nadie le importa. Y la jefe de estudios cuenta que hay peores resultados académicos en la primera evaluación que años anteriores. Y allí, delante de un montón de profesionales de la educación, señala al culpable: los alumnos.
Que no estudian lo suficiente.
Y como la gente se quiere ir porque yo no he aprobado una oposición (¡una oposición nada más y nada menos!, como si fuera el premio Nobel) para eso, nadie habla.
Menos uno.
Porque todos son culpables menos los profesores.
Y FÚTBOL
El Madrid pierde 6-1 con el Zaragoza. Y López Caro, su entrenador, dice que toda la culpa es suya. Cosa rara en un mundo de futbolistas que echan la culpa al árbitro y de periodistas medio analfabetos. Pero, ahí tal vez está la explicación, no tiene, el muy paleto, una oposición aprobada (casi un premio Nobel donde se ha demostrado nuestra impresionante capacidad) ni ha llegado, nada más y nada menos, que a ministra de Fomento.
Las clases cultas siempre se distinguen.
Ninguna responsabilidad y todos los privilegios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario