miércoles, febrero 25, 2009

UNA VÍCTIMA

Emilio Gutiérrez, quien rompió los cristales exteriores y asaltó el interior de una taberna del entorno de ETA en Lazkao, no es un héroe: es, con la información con la que hoy cuento para enjuiciarle, una víctima. Por supuesto su acción no debe ser tomada como la de un héroe o como ejemplar pues eso correspondería a aquellos, concejales del PP y del PSOE fundamentalmente y algunos otros individuos, que desde hace años se enfrentan al grupo terrorista, sus cómplices y una sociedad callada. Pero sí resultaría una acción lógica y humana, en el sentido noble de la palabra, en cuanto al ambiente en que se ha realizado: un ambiente de silencio ante el permanente control social que los terroristas y sus cómplices han creado -cómplices entre quienes se encuentran no solo quienes votan a cualquiera de las siglas que han dado amparo a esta gentuza sino también aquellos que con su silencio o su propia acción han compartido ayuntamientos con ellos hasta que mataron a un vecino, pues ya se sabe como que en el racismo hay humanos de primera, vascos-vascos, y de segunda, todos los demás-.

A escasos 500 kilómetros de donde yo vivo, no se vayan a Gaza o a Darfur, hay un lugar donde uno debe pensarse muy mucho qué puede decir, y que no, en un aula si es que quiere seguir llevando una vida tranquila, es decir: cómplice, callada y humillante. A escasos 500 kilómetros de donde yo vivo hay carteles en diversos pueblos que permanentemente cuelgan alabando a los asesinos totalitarios de ETA y que nadie se atreve a arrancar. A escasos 500 kilómetros de donde yo vivo hoy ya han aparecido carteles acusando a Emilio Gutierrez de fascista pero no hay ninguno contra ETA.

Y a escasos 500 kilómetros de donde yo vivo, en fin, a este pobre hombre le puede caer, imagino que le caerá, una multa importante o pagar una indemnización para que el entorno etarra lo gaste en munición, las pistolas ya la robaron cuando se convirtieron en la izquierda abertzale, que supongo no podrá pagar. Así que ya les digo que, y sé qué no seré el único, en cuanto me entere cómo y dónde le ayudaré a pagarla. Y digo que no seré el único porque hay que reconocer que esto no es un asunto de derechas o izquierdas sino sólo de decencia. Pero también es un asunto de derechas o izquierdas o, al menos, es un asunto que se dirime entre quienes creemos en la libertad y quienes no.

Y ahora viene algo que uno evita pero de vez en cuando debe decir: porque soy de izquierdas apoyaré a Emilio Gutierrez con los datos que ahora tengo. Y puede ser, porque soy de izquierda, que si los datos cambian mañana no le apoye. Pero como soy de izquierdas se lo explicaré. Y no con un chiste, con una frase o con unas palabras fetiches -¿se acuerdan de proceso de paz?,¿qué tal memoria histórica?, ¿y si cantamos todos juntos Ay, Carmela?- sino con un rollo de artículo porque el razonamiento será lo importante y no los lugares comunes ni las consignas. Porque soy de izquierdas nunca sentaré a nadie a mi espalda, como se hace ahora en los mítines, y cuando entre la televisión diré una frase convenida para que aplaudan y se levanten.

En definitiva, porque soy de izquierdas escribo este blog con artículos aburridos y largos, muy largos, porque tengo que justificar mis opiniones. Incluyendo, algo que ya he hecho y se puede comprobar mirando los artículos relacionados con ETA, mi apoyo hacia Emilio Gutierrez. Y yo le apoyo, no como héroe sino como víctima, porque soy de izquierdas.

martes, febrero 24, 2009

VIDA INTERIOR/20: MARTES DE CARNAVAL

¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará.Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser feliz

lunes, febrero 23, 2009

VIDA INTERIOR/19: LUNES DE CARNAVAL

¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará.Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser feliz


Es carnaval, dicen.
Ah, ¿es que dejó alguna vez de serlo?


viernes, febrero 20, 2009

EL PAÍS ME EXPLICA LA NOTICIA

Uno agradece siempre que le digan lo que debe pensar: así ahorra energías y las puede dedicar a planificar, por ejemplo, dónde pasará sus vacaciones y no a asuntos banales como pueda ser intentar comprender por sí mismo la realidad. Esto es especialmente relevante, además, si uno quiere tener un cartel de chico progresista y de izquierdas: hay que estar a la moda. Por eso, en estos tiempos de crisis y más cuando uno, a pesar de lo que escribe y lo que hace, gana fama de ser derechas frente a aquellos que defienden dictaduras o sus privilegios, viene bien que un periódico le diga cómo debe interpretar los hechos para recuperar un lugar en sol de la autoproclamada izquierda. Por eso ante este titular sólo puedo dar las gracias a D. Fernando Garea y al períodico El País por indicarme el camino correcto.

¡¡¡¡GRACIAS!!!!
¡¡¡GRACIAS!!!

Cada día, pero poco a poco, me iré autoproclamando tan de izquierdas como ustedes.

miércoles, febrero 18, 2009

CRISTIANISMO Y PIEDAD (pero no compasión)

El encarnecimiento realizado sobre la pobre doña Eluana Englano, la señora italiana que tras diecisiete años en coma ha logrado morir, por parte del gobierno Berlusconi y de la Iglesia Católica es un tema de interés. Y lo es no tanto por lo que se corresponde al primer ministro italiano, que al fin y al cabo cada día demuestra su miseria moral y aquí no habría hecho sino refrendarla, sino principalmente por la jerarquía católica, sus fieles y su actuación en este suceso. Y es interesante porque la propia religión cristiana se autodenomina religión del amor y, sin embargo, no ha dudado en mantener el sufrimiento sin sentido de una pobre persona hasta límites insufribles, para ella y su familia, cabiendo aquí una doble causa: o bien la jerarquía católica y un montón de sus fieles son un conjunto de desalmados que gustan del sufrimiento ajeno; o bien, y como preferimos nosotros, se está obrando con coherencia de acuerdo al propio credo y entonces lo que hay que analizar no es ya la buena o mala voluntad personal -y estamos convencidos de que la mayoría de los católicos son buenas personas- sino a esa misma religión y su concepto del amor. A eso vamos.

La civilización se define también por evitar el sufrimiento. Por eso, una manera correcta de medir el desarrollo civilizatorio es ver la lucha que desarrolla contra el dolor y como busca convertirlo en innecesario. Y por eso, por ejemplo, la aparición de algo aparentemente tan prosaico como la epidural aplicada al parto es un logro civilizado de primer orden al lograr evitar el dolor innecesario de la madre y superar la maldición del dios rencoroso que no quiso que fuéramos como él. Y en este hecho de empeñarnos en superar el sufrimiento tiene importancia un concepto nuevo de la civilización occidental y que, curiosamente, tiene un origen en el propio judeocristianismo: el tiempo concebido de forma lineal.

Efectivamente, prepárense que va rollo, el tiempo lineal tiene una cualidad intrínseca que es la existencia del futuro como algo absolutamente nuevo en lo fundamental y que además se puede crear por el individuo: la vida le pertenece al tiempo que admite el imprevisto como una negación de ese proyecto. En un tiempo circular, sin embargo y que es el característico de las sociedades antiguas y que guarda relación también con la producción agrícola y la ausencia de una tecnología transformadora, el futuro no se entiende como cambio y transformación sino como un mero acontecer. Así, el cristianismo con su escatología de salvación y segunda venida de Jesús a la tierra, sobre todo cuando los discipulos vieron que esta se retrasaba como Godot, comenzaron a pensar el tiempo de un modo original: como futuro. Simplificamos sin duda, pero vale a nuestro propósito disculpándonos por ello, al decir que el concepto de tiempo del cristianismo rompe de esta manera absolutamente con la tradición clásica en cuanto que presenta una humanidad que camina hacia un logro, el reino de los cielos, y que dicho camino se da en la propia historia, tal y como señaló S. Agustín. Y que dicho camino no es solo global sino también personal: la vida se nos abre a cada uno. Pero hay, también, imprevistos que traicionan ese futuro.

Sin embargo había una trampa en el juego hermoso de un cristianismo tan progresista. El tiempo lineal implicaba efectivamente una pregunta sobre el sentido de la historia y de la propia vida pues ambas se habían convertido, o al menos se podrían convertir, en creación siempre nueva y cuyo presente y pasado revertirían en el futuro. Así, cabía preguntarse por el sentido de esa propia historia y la propia existencia y por cada momento que en ella pasara: cabía preguntar por qué ocurría eso y para qué. El cristianismo se aplicó a la hstoria e inventó la teoría de la providencia: todo formaba parte de un plan divino imposible de comprender por nuestro limitado intelecto. Pero hubo que esperar a la Modernidad y a la idea de sujeto para que esa cuestión esencial se aplicará a la individualidad personal y su sufrimiento. ¿Por qué el cristianismo nunca hizo una reflexión profunda de él? Poque esta pregunta se evitó de principio, falsamente, recurriendo de nuevo al tiempo lineal, pero esta vez presentándolo en su prolongación indefinida. Efectivamente, el cristianismo se basó en la eternidad de Dios y la inmortalidad en el alma para ver el tiempo desde la infinitud y no desde la urgencia de una vida reducida a, en la estadística actual, solo unos ochenta años. Así, la importancia de la vida individual como tal se diluía en la visión divina que todo lo percibía desde su propia eternidad y grandeza intemporal: él, producto de la propia imaginación humana, no tenía que moriri para siempre. Y de esta manera la religión cristiana adoptó en su moral una visión de la eternidad que incluía, necesariamente y no como algo adyacente a la teoría, la denominada otra vida: una eternidad personal en la resurrección. De esta forma el tiempo de existencia en el único mundo que existe, este valle de lágrimas, se volvió insignificante y como consecuencia el sufrimiento presente, en un cálculo especulativo que pasó a denominarse economía de salvación, resultaba minimizado frente a la dicha de la inmortalidad con la contemplación beatífica del rostro de Dios. Doña Eluana podría estar entubada años entero sin esperanza ni conciencia pues la inversión para ese sufrimiento era la vida eterna de felicidad. Pero después, eso sí, de esta.

La religión del amor, y que como tal tuvo un importantísimo y progresista papel histórico, se había así deshumanizado frente a la aparición de la Modernidad y su idea de sujeto, pues su medida temporal para juzgar los hechos no respondía a lo humano sino a las fantasías místicas y trascendentes, que no son sino superstición, de la eternidad. Por eso el cristianismo reclamó la piedad -donde surge la lástima desde la intercesión de Dios y se refuerza así la fe- pero careció, y carece, de compasión -la capacidad de sentir con el otro- pues para eso la condición es la igualdad de ambos, quien compadece y quien es compadecido, en el tiempo de la mortalidad: que el sufrimiento no es inversión para nada sino solo dolor innecesario. Seguramente alguien estará pensando que es esto una llamada al hedonismo -como la tonta campaña esa de los pseudoateos avergozados que tras plantear la posibilidad de que Dios no exista, ¡pues vaya ateos!, invitan a la gente a disfrutar de la vida-. Lejos de eso, y como ya hemos señalado en otras ocasiones, es el propio cristianismo el que acabó convirtiendo la vida en pura búsqueda hedonista pues su finalidad es la felicidad perfecta en la eternidad. Y por eso puede dejar sufrir, con total coherencia, a cualquier persona durante un breve plazo de tiempo -algo así como todo el resto de su vida, algo así como diecisiete años de una media estadística de ochenta- pues esperan ilusionados, en todos los sentidos de la palabra, la posterior vida eterna. Y al negar dicho cálculo, lógicamente, los malos y criminales somos aquellos que no queremos el sufrimiento sin sentido. No tenemos eso que se llama espíritu de trascendencia. No somos, en definitiva, supersticiosos.

lunes, febrero 16, 2009

IZQUIERDA ALTERNATIVA/y 2

Almudena Grandes, en El PAÍS, 16-02-2209. Sobre lo valioso que es la coeducación (que las aulas sean mixtas) para aprender lo siguiente:

Respeto. Igualitarismo. Dignidad. Sentido de la equidad. Solidaridad. Compañerismo. Naturalidad. Habilidades sociales. Entropía.
¿Entropía?

Conciencia del cuerpo. Conciencia del cuerpo del otro. Educación cívica. Educación sexual.
Sí, vale, ya veríamos, pero ¿Entropía?

Educación física. Comprensión. Tolerancia. Capacidad para apreciar las diferencias y para valorar las similitudes. Un conocimiento más profundo de la estructura de la sociedad.
Que sí, que sí… Pero Entropía

Una profundización de los valores democráticos. Una democratización de la vida escolar. Libertad para elegir, para decidir, para aprender a cocinar o a jugar al fútbol. Libertad... Hasta aquí, sólo algunas de las ventajas de la coeducación.
Pues sí que hay cosas, sí.

Y además, … ENTROPÍA.

IZQUIERDA ALTERNATIVA/1

Entrevista a Cayo Lara, en EL PAÍS, 16-02-2009.
Sobre la cuestión de la dictadura en Cuba, contesta:

Ellos [los cubanos] tienen elecciones, sólo que con partido único.

Pues eso: elecciones con Partido Único.
¿Pero qué eligen?


viernes, febrero 13, 2009

COSAS QUE YA SABÍAMOS

Hay ciertas votaciones que uno se imagina que se hacen en una taberna, rodeados de cañas y amigotes. Una vez analizado el fútbol, y visto lo visto en pólítica, luego se pasa a decidir quien es la actriz más guapa. Y es algo, sin duda, agradable. Pues, si bien a partir del segundo puesto se ve la mano de jovencitos que no saben mucho, aquello que es el ideal queda claro.

Audrey Hepburn, en Desayuno con diamantes, cantando Moon river.


jueves, febrero 12, 2009

KANT

Muchos nos hemos educado en el cine del oeste. Y nos hemos educado creyendo que la justicia estaba por encima de nuestros deseos. Y que el bien era más importante que nosotros mismos. Luego, descubrimos que eso era, también, Kant.

Hoy, 12 de febero, se cumplen 205 años de la muerte, para siempre, de Kant. Es ingenuo pensar que esto pueda ser un homenaje a aquel que no nos enseñó filosofía sino a filosofar. Es, por ello, sólo un recuerdo. Y como tal recuerdo y como homenaje dejamos una idea suya que consideramos la más noble que jamás se tuvo y a su lado, como también nos enseña la propia filosofía, la referencia exacta donde pueden encontrar esta idea expresada por el propio autor -y tal y como se hace en filosofía remitiéndonos a la denominada edición príncipe de la Crítica de la Razón Pura (en A 234)-, para que ustedes puedan conocer si nuestra interpretación es correcta o no. Pues sin duda este breve artículo quedaría mejor sin la anterior acotación pero también más falso. Y en filosofía hay un compromiso, pase lo que pase, con la verdad. Y por ello es lo más hermoso que hay.

Decía Kant, en definitiva, que lo más importante no es ser feliz, sino ser digno de serlo.

martes, febrero 10, 2009

POE: 200 AÑOS

Tradicionalmente se suele relacionar la obra de Poe con el delirio y el consumo de alcohol o de opio: fuerzas ocultas y salvajes que emergerían desde el subconsciente –aparte lo que sea semejante cosa-. Generalmente, se le suele presentar como un autor de escritura arrebatada y romántica, que fue maestro en el género de terror por ese espíritu irracional y evocador de los sueños que tanto se gusta de presentar como subversivo. Es esa la imagen que la literatura maldita -¿maldita?- francesa decimonónica, a la que siendo justos hay que agradecer su descubrimiento, nos ha legado. Es sin embargo, una imagen falsa porque precisamente la fuerza que pervive en Poe radica en la racionalidad propia de su obra.

El cine gore es un cine de sangre y vísceras. Y es un género fundamentalmente aburrido. En él, las escenas de impacto no pueden sustituir su gran problema: la ausencia de un argurmento. Pero, el argumento implica la relación de hechos y ésta a su vez la racionalidad. Surge así la argumentación para los acontecimientos: un enlace de escenas que se unen no por tener el mismo protagonista o por ser una sucesión de crímenes sino por estar enlazados precisamente en su desarrollo de causas y efectos. Así, tanto en el gore como en el cine japonés de fantasmas, que muchos conoceran por su adaptación estadounidense como por ejemplo The ring, el miedo surge por la imposición de una presencia terrorífica: es el asesino en serie o el espíritu que no descansa en paz. Es decir, son pesadillas y no relatos y como tales realizaciones oníricas al prolongarse en el tiempo aburren al final. Su ausencia de racionalidad, de desarrollo argumentativo, les condena.

Se considera a Poe, y con justicia, el creador del relato de terror como género. Y esto es una gran responsabilidad. Pero para comprender en toda su grandeza la labor de Poe convendría quizás, y antes de nada, hacer una distinción no tanto académica como necesaria en el mismo género. El motivo del terror puede ser natural, algo de la vida cotidiana, o sobrenatural, lo relativo a espíritus y monstruos. Poe se decantó, de manera abrumadora, por el primer motivo: todo lo que ocurre en sus cuentos es un desarrollo donde la vida diaria cumple un papel protagonista. Incluso, cuando aparece un elemento extraño, como en el genial William Wilson, tiene ese aire de realidad que huye de lo mágico como forma: lo que importa aquí no es el doble sino el desarrollo de la relación entre el protagonista y su copia. Efectivamente, en la obra de Poe brilla por su ausencia el aspecto sobrenatural: no hay lugar para el monstruo o el espíritu y cuando aparece, como en el caso de La máscara de la muerte roja o en el ya citado William Wilson, su presencia es más alegórica que terrorífica pues aquello que aterroriza es la acción de los humanos: nuestra acción.

En Poe además lo natural es identificable, hasta el descubrimiento del horror, con lo cotidiano. Bien es cierto que en su obra juega un papel fundamental la locura, como elemento que escapa a esa racionalidad, pero aquella nunca es la responsable última del crimen. El protagonista de Poe tiene una complejidad intelectual que se van desvelando en su argumento y precisamente lo fascinante del relato no es tanto la acción irracional del crimen cometido en un breve periodo de tiempo sino el antes y el después del mismo. Es algo doble relacionado con la propia racionalidad: por un lado, la estructura del propio relato que va añadiendo elementos para la resolución final, por otro, la propia acción del protagonista acompañada de su racionalidad. Efectivamente, el horror que se genera en el cuento viene generado en un desarrollo: los personajes no responden a su propia realidad mental alienada, no actúan así porque esten locos, sino por la realidad exterior. Así, la locura del personaje no es la clave de la historia sino un elemento que es aprovechado por el autor para, como un engranaje más, percutir la trama. La consecuencia es que no es el loco el causante del horror sino la víctima. En el cuento de Poe,de esta manera, el terror es una consecuencia del desarrollo y no algo primigenio que se sobreponga sobre lo cotidiano porque el terror ya está en lo cotidiano. Por eso para el autor también los objetos son clave del relato. El cuervo que sólo repite una palabra (nunca más); un ojo ciego en El corazón delator; El gato negro... Elementos todos de la vida cotidiana que sin embargo cobran horror por la complejidad argumentativa en la que se representan. Y por ello tiene explicación que sea el mismo autor el creador del género policiaco con detective racionalista, Auguste Dupin, que luego tendría epígonos como Holmes o Poirot. Al fin y al cabo lo que cuenta en ambos géneros, el terror y el policíaco, es el desarrollo argumentativo.

Es así, por esa racionalidad que es el argumento, por lo que el horror de Poe se genera. Lejos de existencias sobrenaturales y paralelas, como luego sí haría Lovecraft en su cosmogonía de monstruos y mitos, el mundo de Poe se elabora en nuestro mundo tanto que su protagonista es la primera persona. Efectivamente, los cuentos de Poe se escriben en forma de confesión de un yo atormentado como queriéndonos decir que el propio horror no es ajeno a nosotros sus, hagamos la gracia, hipócritas lectores. Se trata, en el propio cuento, evidentemente de un recurso estilístico pero que sin embargo unido a esa necesidad de argumentación cobra nueva fuerza. La escritura en monólogo presenta a un protagonista no ajeno sino propio. El terror de Poe es de todos y cada uno. Es nuestro, y tan nuestro, terror. Soportado y también producido.

A finales del siglo XVIII, curiosamente el siglo de la Ilustración, pintó Goya un capricho titulado El sueño de la Razón produce monstruos. En él, como es bien sabido, un personaje dormita mientras a su alrededor se forma aprovechando su sueño una caterva de criaturas que surgen de la noche. El negro cuervo del poema de Poe acaba su revoloteo alzado sobre el busto de Atenea, la diosa de la sabiduría. Y desde allí, y con los ojos de un demonio que sueña, mantiene su lema de nunca más buscando imponerse a la razón y con ella a la esperanza. Y es esa pesadilla que nos presenta tan racional, tal vez, la grandeza y la tristeza, al unísono, de la inmortal obra de Poe.

miércoles, febrero 04, 2009

LA TRAGEDIA Y LA FARSA (o el juicio a Sócrates revivido)

Dice Marx en alguna parte que cuenta Hegel en alguna otra que los grandes hechos y personajes de la historia universal se repiten dos veces. Pero, según Marx y seguramente tenía razón en esto, Hegel olvidó añadir algo: una vez era como tragedia y la otra, siempre, como farsa.

En el año 399 antes de Cristo, Atenas votó ejecutar a Sócrates por preguntar demasiado y comenzar así la Ética. El día 3 de febrero de 2009, después de Cristo, el claustro de profesores del instituto Federica Montseny de Fuenlabrada (Madrid), lo que no quiere decir todos y cada uno de sus profesores, ha decidido que solo hay una optativa –materias que eligen libremente los alumnos- de las presentadas al mismo claustro para su aprobación, sobre un total de diez, que no se dará bajo ningún concepto el próximo curso 2009/2010: Psicología. Efectivamente, el claustro de profesores del instituto Federica Montseny de Fuenlabrada (Madrid) ha votado que se pueden dar todas las optativas que cualquier departamento ha presentado menos la presentada por el único representante del departamento de Filosofía: D. Enrique P. Mesa García. Y curiosamente, Psicología la han escogido este año el 62% de los alumnos de 2º de bachillerato del instituto Federica Montseny de Fuenlabrada (Madrid): de forma voluntaria pues es optativa de 2º de bachillerato. Ya digo: sólo un dato nada relevante.

Mi primer destino definitivo me fue concedido, en el curso 2006/2007, como único integrante del Departamento de Filosofía del Instituto Federica Montseny en Fuenlabrada (Madrid). Cuando llegué a él me encontré con que el anterior jefe de departamento daba dieciséis horas lectivas, las obligatorias para un jefe de departamento son quince, y dejaba libre una ética de un grupo de 4º de ESO. Mi primera petición, me presenté en el mes de mayo nada más conocer mi destino y luego volví en verano para confirmar mi petición, fue que yo quería dar todos los grupos de docencia correspondientes al departamento de Filosofía: así que di dieciocho horas.

En el curso 2007/2008 pedí que la Psicología se incorporara al departamento como optativa de 2º de bachillerato. El curso anterior, justo el año que yo me incorporé, esta materia, dada por una persona ajena al departamento de Filosofía, había sido elegida por un máximo del 20% del alumnado. Cuando anuncié que la iba a dar yo el curso siguiente el porcentaje subió a un 53%. Ese mismo año inauguré además mi página web gratuita y con apuntes propios para que los alumnos no tuvieran que comprar un libro de texto, ya el año pasado les daba los apuntes fotocopiados, y para poder adaptar mi enseñanza mejor a ellos. Di veinte horas lectivas.

Este curso, el 2008-2009, la Psicología ya estaba consolidada como optativa, pues la pidió el 62% del alumnado de 2º de bachillerato, pero la Comunidad de Madrid había decidido reducir la Ética de 4º a una sola hora lectiva: una vergüenza. Me hubiera quedado con dieciocho horas, pero entonces pedí ser tutor de forma voluntaria. Lo soy actualmente y no me arrepiento. Podía dar quince horas pero doy este año diecinueve.

El día 3 de febrero, ya lo he contado, el claustro de profesores del instituto Federica Montseny decidió que el año que viene ya no dé Psicología. Seguramente, imagino, lo hicieron por esa mayoría de alumnos que la elegían. Y por ese número que se incrementaba. Por el bien de la enseñanza y de la escuela pública había, sin duda, que pararlo, debieron decidir. Porque seguro que pensaban en los alumnos mientras votaban.

Platón y Jenofonte dedicaron dos textos inmortales al juicio a Sócrates. Son dos obras de imprescindible lectura pues en ellas se habla de algo que se ha mantenido a lo largo de la Filosofía: el anhelo de hacer que todos y cada uno de los seres humanos piense por sí mismo. Era también el anhelo de Kant y debería ser el anhelo de la educación. Es para lo que se educa. Los textos de Platón y de Jenofonte son, también es verdad, muchos más largos que este artículo. Sin duda, por la importancia de su protagonista. Pero también, sin duda, por la importancia individual de sus verdugos, que merecían esa explicación. Todo este hecho que me ha ocurrido a mí, sin embargo, cabe en pocas palabras. Mi protagonismo frente a Sócrates es escaso y la miseria moral se explica pronto. Y de lo trágico se pasa a lo farsa o, para ser más preciso, a lo esperpéntico como ya profetizara Marx.

lunes, febrero 02, 2009

VIDA INTERIOR/18: NUNCA GANANDO

¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará.Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser feliz
.
Ni aquí siquiera ser el un millón.