lunes, enero 19, 2015

EL PAPA Y LAS HOSTIAS...

Cuidadito con lo que decimos contra la fe.
El papa amenaza con repartir hostias.
Y no solo en misa...

 Ah, no, que ya no puede. 
¿Ven? La diferencia con el Islam.

domingo, enero 11, 2015

EL PP Y PODEMOS

1.- Comencemos nuestra historia con una vuelta al pasado. En las elecciones autonómicas de 2009 ocurre un hecho muy interesante. Es un hecho doble y que sucede en dos lugares distintos: Extremadura y Andalucía.
En Andalucía se da un clásico de la política española: el PP no gana por mayoría absoluta lo que permite gobernar al PSOE con el apoyo de Izquierda Unida.
Pero el hecho más interesante para nuestro análisis sucede en Extremadura. El PP tampoco gana por mayoría absoluta y sin embargo va poder acceder al gobierno pues la Izquierda Unida extremeña se niega a pactar con el PSOE.
De este hecho sin duda el Partido Popular saca una lección. Sí se consigue crear una izquierda que no pacte con el PSOE, la derecha no necesitará mayoría absoluta para gobernar. No se trata, por supuesto, de creer que se van a inventar un nuevo partido sino de algo más sutil. Si surge la oportunidad, hay que apoyar la creación de un nuevo partido de izquierdas que rompa con la tendencia clásica del pactismo que hasta ahora han demostrado Izquierda Unida y el PSOE. Hay que crear una izquierda con apariencia radical pero lo principal es que no pacte.

2.- Algo después de estos hechos, y a partir de los movimientos de los autodenominados indignados, surge un nuevo grupo que va a resultar la semilla de lo que hoy en día conocemos como PODEMOS.

3.- Curiosamente, este grupo empieza a adquirir relevancia social a través de su presencia en las televisiones privadas, los malvados y capitalistas medios de manipulación, en concreto y especialmente en La Sexta –aunque también Cuatro-.
Un excurso para entender todo esto. La Sexta es una cadena de televisión que surge bajo el amparo del gobierno de Zapatero para eliminar la influencia que el Grupo Prisa tenía sobre el PSOE. La idea de Zapatero era crear un nuevo grupo de comunicación que fuera afín a sus intereses y que le permitiera marcar distancia con el que hasta ahora había sido el grupo de apoyo del partido socialista. Cuando esta jugada sale mal, cuando todo el zapaterismo estalla como la pompa de jabón que era, el grupo de La Sexta comprende que el PSOE va a seguir apoyándose en el grupo del fallecido Polanco y no a buscar aventuras. Así, La Sexta se vuelve huérfana y busca una forma de presión que le permita resultar si no imprescindible sí al menos importante en el futuro reparto de las comunicación.

4.- Así, ya tenemos los elementos fundamentales que van a permitir el triunfo social de PODEMOS. No se trata, como podría creerse, de una teoría de la conspiración en la cual defendamos que este partido es fruto por un lado del PP y por otro de la cadena de televisión de La Sexta. Lejos de eso, somos conscientes de que los dirigentes de PODEMOS son seguramente sinceros en su simplicidad. Pero, no cabe duda de que en la historia de la transición española han surgido muchos grupos parecidos en sus ideas –las que tenían hasta otoño, no las nuevas- y ninguno de ellos ha contado con tanta atención ni de los medios ni en la respuesta de los políticos. El silencio es la mejor respuesta cuando algo se quiere hacer pasar desapercibido y sobre PODEMOS no ha habido silencio sino gritos.

5.- Pero todo este análisis resultaría también falso sin analizar el objeto en sí. No basta solo, efectivamente, con estudiar el contexto para comprender la realidad sino que hay que también pensar sobre lo concreto. Realmente qué se esconde detrás de PODEMOS para que no haya sido silenciado.
Y tratándose de un partido político parece que resultaría evidente dirigirnos a su programa y analizando sus ideas poder conocerlo. Sin embargo, seguramente tampoco únicamente en este caso, el análisis de las ideas de PODEMOS es prácticamente irrelevante para conocer el objeto. Efectivamente, bastaría comparar el programa electoral con el que se presentaron a las europeas y las nuevas ideas que acuñan para darse cuenta de que la fidelidad ideológica de este partido resulta, diciéndole en términos posmodernos que a ellos les serán sin duda muy queridos, frágil. PODEMOS carece de ideología concreta. Pero, esta  levedad posmoderna no debe sin embargo resultarnos extraña. Zapatero fue, sin duda, su máximo su precursor: la ausencia de ideas no refleja una mente vacía necesariamente sino la posibilidad de llenar una estantería en el supermercado con los productos más a la moda.

6.- Pero, al igual que a Zapatero nunca se le caía de la boca la palabra libertad, PODEMOS tiene un punto fundamental en su discurso. Sí en El Corte Inglés la idea básica que recorre toda la comercialización es la confianza del cliente, si no queda satisfecho le devolvemos su dinero, y en Coca Cola es la chispa de la vida, en PODEMOS la clave está en el empleo del término casta. Efectivamente, todo lo que ocurre en este país según el análisis de PODEMOS es producido por la existencia de la casta.

7.- La casta. En realidad, ninguno de los dirigentes de PODEMOS ha dado una definición que nos permita al resto de los mortales y no expertos comprender exactamente y de forma rigurosa qué es la casta. La casta es un término sin definición y este es su éxito dentro de lo que podemos –nota: cuando me pongo irónico me pongo irónico- llamar marketing político. Al no existir la definición, casta es usado como forma de descalificación política al albur de los intereses partidistas concretos. Nadie sabe qué es la casta en concreto pero todo el mundo es capaz de descalificar al otro como casta. En la Edad Media se hacía así con las brujas.
De esta forma, la idea fuerza de PODEMOS no son sus propuestas sociales o económicas, cambiantes cada día, sino un solo lema simple y elemental: casta. Y ahora es cuando podemos, obsérvese de nuevo la feliz ironía, cerrar el círculo.

8.- La idea fuerza de PODEMOS, su lema recogevotos, implica necesariamente el sentimiento anticasta. Esto conlleva su imposibilidad de pactar con el PSOE pues perdería el único punto que realmente aglutina a su electorado ya que éste considera al partido socialista como esa misma casta que se ha criticado. Así, las alianzas postelectorales del partido de Pablo iglesias están reducidas a aquellos pequeños partidos que nunca han participado en el poder y no pueden ser calificados de casta, dos condiciones distintas, lo que viene a significar, en auténticos términos políticos, un salvoconducto para el gobierno del Partido Popular. El electorado de PODEMOS podrá perdonarle a este que permanentemente esté traicionando sus posiciones sociales y económicas, porque su electorado tampoco las tiene, pero lo que nunca le perdonaría es, como buenos indignados, transigir en el repudio ante la casta. El discurso político así no es importante sino que lo importante es lo moral. O mejor dicho, lo pseudomoral: la indignación.

9.- Pero, ¿entonces qué gana PODEMOS, qué gana el PP y, también, qué gana La Sexta?

PODEMOS busca el poder. Alguien podría preguntarse ¿pero PODEMOS con esta negativa al pacto no se estaría cerrando la propia posibilidad de gobernar? Y aquí radica el error de base. La estrategia de PODEMOS es generar un ambiente absoluto de indignación en el cual lo menos importante sea discutir la solución al problema socioeconómico español sino un ambiente de linchamiento moral, lo contrario a la moral, en el cual el ánimo de venganza y resentimiento se imponga sobre el raciocinio político. PODEMOS sabe que no podrá conseguir el poder en estas primeras elecciones y por ello dejaría gobernar al Partido Popular para aumentar ese clima de indignación y su extensión entre la clase media depauperada, y los jóvenes universitarios que básicamente ya se veían como la futura casta –la ironía me puede- y que ahora tienen sus sueños truncados, pensando con ello aumentar su voto para la siguiente votación.

Y, paradójicamente, por eso mismo el Partido Popular es el primer interesado en el auge de PODEMOS. Efectivamente y por dos razones.
Conocedor de que el número de votantes de PODEMOS se va a estabilizar pronto y dejará de subir quedándose en un tanto por ciento que les va impedir gobernar, PODEMOS sin embargo va hacer el papel de la izquierda unida extremeña. Gracias a ellos el Partido Popular, la derecha que ha roto el pacto social marcado por la constitución que determinaba este país como un estado social y democrático de derecho, podrá seguir gobernando otros cuatro años. Extremadura, y perdón a los extremeños, toma España.
Y, segundo, mientras tanto y durante esa legislatura creará una campaña de terror ante los “radicales” que buscará calar en su electorado, no necesitado ya la mayoría absoluta, para mantener, ya ni tan siquiera superar pues no le es necesario, su voto. Efectivamente, al PP ya le valdrá con mantener un tanto por cierto suficiente para ser el partido más votado pues la izquierda anticasta ha llegado para facilitarles el poder.

¿Y La Sexta? Un círculo efectivamente no está cerrado si todos sus puntos no equidistan del centro. El juego de La Sexta, y en menor medida del grupo Telecinco pero parecido, es sin duda el más astuto. La Sexta se ha constituido como el medio de comunicación de PODEMOS. Su idea es hacer un doble juego: por un lado, si PODEMOS llegara al poder La Sexta saldría ampliamente favorecida; por otro, en el caso de gobernar el PP, La Sexta siempre podría hacer el juego a la oposición al tiempo que la controla jugando así a dos bandas –como ya ha hecho, por ejemplo, con el aviso a Pablo Iglesias en la entrevista de Ana Pastor recordándole quién manda y qué no es tan listo-. Así, La Sexta, y siguiendo su juego se une Cuatro, apoyan y controlan, de acuerdo a PODEMOS y de acuerdo al PP. Y siempre ganan.

10.- Julio Anguita, tantas veces ridiculizado, tenía un lema político racional: programa, programa y programa. La idea, adulta, era que se pactaría de acuerdo a unos contenidos políticos concretos.
PODEMOS, sin embargo, tiene un lema sencillo: casta. Y siempre el otro es casta, aunque ellos trabajen en un sitio tan alejado de las influencias y oligarquías como la universidad.

y 11.- Los niños en el patio se ponen a hacer un equipo de fútbol y siempre hay alguno que dice: yo contigo no juego que me caes mal. Bueno, son niños pensamos. Pero nunca creímos que llegaran a hacer partidos políticos.

miércoles, enero 07, 2015

OCCIDENTE Y LO HUMANO (otra vez recordarlo es importante)

Nota: este artículo se publicó originalmente en septiembre de 2008. Volvemos a ponerlo porque hoy es necesario. No buscaban matar solo a los dibujantes sino también a la Ilustración: a occidente. 

El pensamiento occidental es superior.
El pensamiento occidental es culpable.
El pensamiento occidental es la única esperanza.

El pensamiento occidental es superior. Solo esta frase ya habrá hecho que muchos dejen de leer: debo de ser un xenófobo. Sin embargo el criterio de superioridad para estimar a occidente no proviene de razones innatas entre la gente que habitó o habita este lado del planeta, eso sí sería racismo, sino que dicho criterio resulta de un hecho historico incontestable: el predominio absoluto en la actualidad del capitalismo. Efectivamente, el capitalismo se ha impuesto a nivel universal y toda la realidad, sea cual sea el lugar que analicemos, es ya capitalismo. Toda cultura, a su vez, lo que pretende es dar una respuesta a su entorno. Y así, indudablemente con mi cultura occidental moririría en la selva amazónica si estuviera solo y el indígena de allí, sin embargo, sobreviviría. Pero la selva amazónica no es el universal y, sin embargo, el capitalismo sí. De esta forma, la realización universal del capitalismo implica que aquella cultura que lo desarrolló y lo explica es la única que tiene actualidad, pues las otras, que explicaban hechos históricos pasados y muertos, son ya pura fantasmagoría y la realidad que explicaban ha quedado reducida a hecho histórico pretérito cuando no a puro resto arqueológico o folklórico despliegue.

Pero hay algo más sobre este tema, y que desarrollaremos con mayor amplitud al tratar la esperanza, pues la superioridad de la cultura occidental no es sólo real desde un puro pragmatismo, que está claro, sino desde una visión progresista de la humanidad. Si progreso va unido a emancipación humana, y esto hay que decirlo claro, va unido a su vez a occidente: espíritu de la Ilustración.

¿Pero acaso la humanidad habita ya en un mundo feliz? No, y por ello la cultura occidental es culpable de no haberse cumplido a sí misma. Efectivamente, sería ingenuo pensar que la inmensa fábrica feliz en que se ha convertido el mundo no tiene que ver con fuerzas que ya estaban presentes en el desarrollo de la racionalidad occidental. De esta forma, la realización de la idea de sujeto y su consiguiente dominio del mundo para humanizarlo pasó a ser dominio sobre el propio sujeto por una realidad externa convertida, a su vez, en sujeto universal: el capitalismo. Así, la fuerza que debería liberar a los hombres -el conocimiento- se convirtió en carcelero. Y este desarrollo del nuevo sujeto universal de explotación, que no hubiera sido posible si no hubiera habido racionalidad occidental, es, por consiguiente, responsabilidad suya. Ninguna otra cultura, aunque todas ellas hayan sido a su vez de dominación de unos hombres sobre otros, ha llegado tan lejos en la generación de un sistema totalitario: que dicha dominación no se realice ya prioritariamente desde unos grupos sociales sino que la misma realidad domine sobre todos del mismo modo. Es así el sueño cumplido de la vuelta a la naturaleza pero, tras Darwin, sabiendo que la naturaleza no es hermosa. Pero además se trata de una realidad no devenida bajo condiciones ajenas a la acción humana sino construida por el propio desarrollo de la conciencia occidental. Efectivamente, sin occidente el mundo no tendría capitalismo y dominación universal. Pero esto tampoco quiere decir que ello le hiciera libre. Pues las otras culturas tampoco se han caracterizado precisamente por el cariño a la emancipación y la autonomía del pensamiento. Sin embargo, es claro que esta es la culpa del pensamiento occidental: el desarrollo del capitalismo como dominación universal sobre los seres humanos.

Pero en esta misma queja radica la esperanza. Solo quien siente la culpa posee la esperanza como objetividad. Efectivamente, el sentimiento de culpa expresa el deberia ser y este, a su vez, indica la existencia de un ideal no realizado, de una promesa no cumplida. Y en la cultura occidental esta esperanza objetiva no se define sólo por pensar que ojalá todo hubiera ocurrido de forma distinta sino que las cosas podrían y deberían ser de otro modo: objetividad. Y dicha crítica a la realidad se realiza de forma inmanente y de acuerdo a lo que la misma realidad es: son los mismos conceptos que desarrollaron el capitalismo los que se definen como inacabados en su trayectoria histórica. Así, el único punto de anclaje para un principio de esperanza está en aquello que la propia tradición del pensamiento occidental lleva en sí, la emancipación de los seres humanos, y que permanece sin cumplirse. De esta forma, las críticas desde otras culturas ajenas a los procesos mencionados no pasan ya de ser el anhelo de volver a formas primitivas de dominación pues las ideas que se utilizan en ellas pertenecen a realidades ancladas en el pasado o a residuos civilizatorios más folclóricos que actuales. Diciéndolo en frase: la conciencia primitiva no puede entender el sistema de dominación más complejo y racionalizado que nunca haya existido. Y así solo puede hacerlo la conciencia que lo creó y se sofisticó con él. La crítica a la realidad, pues, sólo se puede hacer desde el pensamiento occidental en una doble perspectiva: por un lado, la formalización del pensamiento como pensamiento racional; por otro, sólo desde las ideas que hicieron surgir el propio capitalismo es posible comprenderlo, primero, y ver tras él una potencionalidad traicionada, ver algo más de lo que pretende ser.

El pensamiento racional es el único que es capaz de comprender la propia racionalidad extrema del capitalismo. El pensamiento mítico, aquel en que la identificación plena se da en su mero aparecer, como en la ñoña mística, no puede comprender el capitalismo pues su apariencia es la del libre mercado de mercancías que sirven al desarrollo humano: su falsa apariencia se presenta como su esencia. Solo el pensamiento racional occidental escarba más allá de esa apariencia y en su búsqueda de la causa encuentra la explotación. Solo la cadena de pensamiento que occidente generó, y cuyos meritorios proyectos serían la ciencia, la filosofía y el arte, es capaz de aplicarse al capitalismo para comprenderlo como explotación aún más allá de su apariencia exitosa.

Pero además, y este es el segundo punto, aquellos conceptos que occidente creó y a los que dio sentido de emancipación en su discurso -sujeto, autonomía, libertad,…- están aún vivos en esa misma tradición y son la única esperanza frente a su propio desarrollo traicionado en el capitalismo. Esos conceptos que se usan diariamente significan más en su tradición que en su uso cotidiano y dicha tradición no es sólo pasado histórico sino que aún está presente en las obras de arte o en obras de pensamiento. Y por ello la dominación ha convertido la cultura, esa tradición, o bien en fósil para la élite o en desaparecida para la masa, incluyendo aquí el empleo de un sistema educativo demencial y reaccionario, señalándole que todo vale igual en el flujo de la mercancías donde relativismo y multiculturalismo pueden convivir sin problemas pues el único problema real es, precisamente, la cultura.

Nosotros, sin embargo, mantenemos aún realmente la esperanza. Pero este nosotros ya no cabe entenderlo como hombre blanco o negro, nacido en el hemisferio sur o el norte, cerca de un océano o de otro, macho o hembra: solo cabe entenderlo como pensamiento humano. La expansión global del capitalismo ha universalizado el mundo y la respuesta ante él, la única respuesta, está en el desarrollo de aquel pensamiento que es capaz de entenderlo y criticarlo pues a su vez lo germinó. Así, ya no existe pensamiento occidental sino solo pensamiento que podría llegar a ser de emancipación -como una vez lo fue- pues todos los demás han sido arrojados, y tal vez de forma justa, al vertedero de la historia donde ellos mismos arrojaron a sus víctimas. Sin embargo, no cabe olvidar que ese mismo pensamiento ha generado la situación actual de absoluto dominio sobre el hombre. Por ello, no es el pensamiento como museo aquel que se exige aquí sino ese otro que se realiza no solo sobre sí mismo sino, y fundamentalmente, contra sí mismo.

FRENTE A LA BARBARIE



Casablanca (1941), Dir: Michael Curtiz