miércoles, julio 23, 2014

DEFENSA DE PABLO IGLESIAS (y explicación de la campaña en su contra)


1.- La falacia ad hominem consiste en criticar una argumentación o idea no hablando de ella sino de quien la hace. Así, por ejemplo, decir que Federico Jiménez Losantos es un fascista luego todas sus ideas deben ser necesariamente incorrectas. O que Pablo Iglesias es etarra, luego todas sus ideas deben ser necesariamente  incorrectas. Esta falacia es una mezcla de rechazo a la razón, pues no se busca argumentar sino acusar, y de desprecio a la moral, pues se trata de la crítica personal no con el fin de corregir o denunciar sino solo para derrotar al adversario en el debate.  Así, quien lo utiliza debería quedar inmediatamente desprestigiado.

2.- La reciente campaña difamatoria contra Pablo Iglesias reúne todo ese aspecto repugnante. Efectivamente, en lugar de dialogar sobre sus propuestas y las de Podemos, que a nosotros nos parecen negativas, se trata básicamente de vilipendiar al individuo concreto con información manipulada y falsa.

3.-Por todo ello, desde aquí y sin duda nuestro apoyo a Pablo Iglesias frente a esta campaña difamatoria.

4.- Creer que las acciones políticas, incluso aquellas aparentemente más personales, no tienen causa es no comprender hoy en día cómo funciona el mundo de la política, o mejor nombrado del politiqueo,  y sus asesores. Cada acción está controlada, cada tono de voz – incluyendo ese aire curil que todos muestran de convicción- está estudiado; cada mirada a cámara mientras les enfocan está obligada.  Los políticos, de Pablo Iglesias a Esperanza Aguirre, son campañas de publicidad consciente o involuntariamente.

5.- Por ello, hay algo más, siempre hay algo más. ¿Por qué razón el PP y sus afines han decidido realizar una campaña difamatoria tan agresiva y burda a la vez contra el líder de Podemos?

6.- Primero descartemos la teoría que probablemente más gusto daría al simpatizante de Podemos. Según esta teoría todo el problema estaría en el temor que tendría el Partido Popular, y ya los más lanzados añadirían la casta,  a la nueva iniciativa política por su autenticidad.
Sin embargo, esta hipótesis es puro delirio. ¿Realmente debe el PP tener miedo de la formación de Pablo Iglesias?
La finalidad última hora de todo partido político es la adquisición del poder. Como consecuencia de esto el Partido Popular debería temer a la nueva formación si realmente fuera un partido de gobierno, es decir: fuera capaz de conseguir el poder. Pero, en las mejores circunstancias posibles, las pasadas elecciones europeas, Podemos apenas llegó a una cuarta parte de los votos de la derecha. Parece, por tanto, que temer que pueda ser capaz de desbancar al PP es, cuando menos, arriesgado.

7.- ¿Entonces? Entonces habrá que buscar la causa de la campaña no en el temor de la derecha sino en la esperanza que alberga en Podemos.

8.- El PP conoce algo terrible y es que solo puede gobernar bajo dos supuestos: o bien gana por mayoría absoluta o bien la suma de votos de los partidos de espectro político “izquierdista” no consigue más diputados que ellos. Ya lo han vivido en Andalucía. Y ante ello han desarrollado ya una reacción: el intento de un golpe de estado antidemocrático que significa su propuesta sobre que gobierne el candidato más votado. Pero esa es solo su propuesta explícita. Porque la propuesta implícita es más astuta y seguramente triunfe.

9.- Podemos no ha añadido voto a la izquierda sino que lo ha logrado sin aumentar para nada el número de votantes de tendencia progresista –consulten el artículo anteriormente enlazado o únicamente echen cuentas-. Por supuesto, esto no es una crítica a Podemos sino un dato.
Hasta ahora ha sido tradición que PSOE e IU se unieran, tradición bastante lógica por cierto, para impedir que gobernara el PP.  Así, aunque el voto de izquierdas se dividía en las elecciones, cosa totalmente lógica, se podía juntar en los hemiciclos. Y eso, guste o no, era un problema para el PP.
Sin embargo, Podemos es una marca que hace gala de purismo metafísico: nunca se uniría al PSOE porque son la casta. Y así, nos guste o no, el PP gobernaría sin necesidad de cumplir las exigencias de antaño y, por tanto, de manera más fácil. Porque, ya sabemos, Podemos nunca podrá gobernar pero sí podrá negarse a entrar en una coalición para gobernar.

10.- Ahora piensen con astucia y si fueran del PP ¿No les interesaría que Podemos saque el mejor resultado posible? Pues hagan una campaña durísima, y repugnante, contra su dirigente para tres cosas:
Primero, asegurar que los que han votado a Podemos sigan haciéndolo porque es el que “más daño hace a la casta”.
Segundo, provocar que el voto sociológicamente de izquierdas de PSOE e IU, especialmente de este último, se vaya a Podemos porque ellos sí que “hacen daño a la casta”.
Y, tercero, esperar que haya elecciones y Podemos saque muchos votos para que se niegue a entrar en coalición. Y, oh sorpresa, gobierne el PP.
Y debe quedar claro. No se trata de que Podemos sea el malo de esta historia, es en realidad el más inocente, sino que es, precisamente, el más inocente.

11.-
a) El otro día me acordaba de Eugenio, un humorista de la década de los ochenta del pasado siglo -¡el pasado siglo!- cuya gracia consistía en contar chistes de manera muy seria. Siempre comenzaba con una frase: saben aquell que diu…? A la que esperaba que todos mentalmente contestáramos que no. Y así poder contar el chiste.
b) Marx a veces era muy gracioso escribiendo. Y a veces escribía muy bien. Una vez, ya lo he dicho, empezó un libro escribiendo algo genial: Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa.   
c) Saben aquell que diu un país que tuvo una guerra civil y sus muchachitos de izquierdas se dedicaron a hacer revoluciones y perdieron la guerra?  Y el PP se calla para no estropear el espectáculo, pero se lo sabe.


miércoles, julio 16, 2014

ADHESIÓN: MANIFIESTO: LIBRES E IGUALES

Les invito a unirse a este manifiesto en contra del nacionalismo como elemento reaccionario. Si lo desean hacer pueden hacerlo aquí www.libreseiguales.es. Yo ya lo he hecho.

España vive un momento crítico.

El secesionismo catalán pretende romper la convivencia entre los españoles y destruir su más valioso patrimonio: la condición de ciudadanos libres e iguales. El nacionalismo antepone la identidad a la ciudadanía, los derechos míticos de un territorio a los derechos fundamentales de las personas, el egoísmo a la solidaridad. Desprecia el pluralismo social y político, y cuando trata de establecer fronteras interiores arrincona como extranjeros en su propio país a un abrumador número de ciudadanos.

El secesionismo catalán se hermana con el populismo antieuropeo y promueve la derrota de la democracia española. Evitar esa derrota es responsabilidad de todos y la primera obligación de los partidos políticos.

Hasta ahora el desafío secesionista no ha recibido la respuesta que merece. España es hoy un Estado a la defensiva y en sus élites prevalecen el tacticismo y la resignación. No existe un auténtico debate público sobre el fondo gravemente reaccionario del nacionalismo ni sobre las consecuencias de su proyecto para la libertad, la igualdad y la seguridad de los ciudadanos. En cambio proliferan maniobras opacas para ofrecer nuevos privilegios al nacionalismo a costa de la soberanía de los españoles.

En estas circunstancias, los abajo firmantes, ciudadanos radicalmente comprometidos con los principios constitucionales de la libertad y la igualdad, entendemos que es imprescindible abrir un debate público que informe y comprometa al conjunto de los españoles. Nosotros asumimos la responsabilidad y pasamos a la acción.

Reclamamos al Estado que aplique toda la ley y advierta con claridad de las consecuencias de violarla. Ninguna infracción debe quedar impune y ninguna sentencia puede ser desacatada.
Pedimos a los partidos políticos que se identifican con los principios de libertad, igualdad, justicia y solidaridad que demuestren su compromiso con hechos. El Partido Popular, el Partido Socialista, Unión Progreso y Democracia, Ciudadanos, y cuantas formaciones quieran preservar las bases de nuestra convivencia democrática, deben:

1. Reivindicar la Constitución como consigna de ciudadanía y convivencia, sin renunciar a las reformas cíclicas que permitan que España sea una nación cada vez más integradora y de mayor calidad democrática.
2. Rechazar cualquier negociación que con el pretexto de evitar el conflicto que plantea el secesionismo catalán limite la soberanía del conjunto de los ciudadanos y el ejercicio de sus derechos.
3. Alcanzar un pacto público, solemne y conciso que establezca un compromiso transversal de unidad de acción frente al secesionismo y garantice la decisión de someter al referendo común cualquier alteración de las bases constitucionales.

Finalmente, nos dirigimos a todos los ciudadanos españoles.

Les pedimos que trabajen organizadamente por la deslegitimación intelectual y política del nacionalismo y que se movilicen con nosotros en defensa de la comunidad de libres e iguales que es responsable de la época más justa y fértil de la historia de España.

En Madrid, a 15 de julio de 2014

jueves, julio 10, 2014

VIDA INTERIOR/134: REBELDÍA

¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará. Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser  feliz.

Que sí, todos muy antisistema, pero luego el gintonic 
que si Martin Miller's,
que si tónica azul,
que si...
Yo sí soy antisistema,
yo sí soy rebelde.




martes, julio 08, 2014

VACACIONES DE PROFESOR

¿Son excesivas las vacaciones de los profesores? En primer lugar una aclaración: no todos los profesores están ahora de vacaciones. Muchos, por obra de sus patronos privados, en una vieja modalidad ya secular, y públicos, en una modalidad que tiene tres años, están en el paro para volver a trabajar en septiembre. Por tanto, no nos podemos referir a ese grupo aquí. Mejor, refirámonos al mío. ¿El suyo? Sí, porque resulta que yo soy funcionario de carrera (es decir, por oposición) en el cuerpo de profesores de secundaria. Y resulta, además, que desde el 1 de julio estoy de facto, aunque no técnicamente pues me hallo en teoría a disposición de la administración –como se ve en los tribunales de oposición, por ejemplo-, de vacaciones. Dos meses de vacaciones a las que habría que añadir otro mes sumando navidades y semana santa.

¿Son excesivas las vacaciones de los profesores? Pues a todas luces, sí.

Pero las respuestas categóricas pueden guardar una falsedad. Y la falsedad aquí es sutil. Porque les voy a contar algo: si yo mañana me presentara en mi centro no tendría nada que hacer.

Perdón, dirán ustedes, ¿nada que hacer? Efectivamente, y esto es lo curioso pues resulta que yo no estoy tanto de vacaciones como de paro empresarial. Mi empresa,  que es la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, es una inútil absoluta y me tiene en casa porque ella misma me impide desarrollar mi trabajo. Es decir, mis jefes me niegan que pueda trabajar y de hecho si lo hago  incluso por mi cuenta, reformando como cada verano los apuntes de mi página web La lechuza de Minerva, mis jefes no me lo considerarán. Para mis jefes es igual, en definitiva,  que yo en julio trabaje por mi cuenta o que me rasque el pie.

Pero, ¿realmente les da igual? No, y aquí empieza lo interesante: mis jefes, es decir la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, esperan ansiosos que me rasque el pie. O dicho de otro modo: no quieren que trabaje en julio –ni en realidad el resto del año-. Mis jefes buscan que yo me rasque el pie en verano pues su objetivo último va unido a esa desidia y la precisa. Porque si yo y mis compañeros trabajáramos en julio de acuerdo a lo que a continuación se va a explicar no cabe duda de que la educación pública mejoraría. Y la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid está, precisamente, para impedir eso.

Pero, expliquemos.

Como ya hemos señalado en la actualidad yo, y como yo todo el resto del profesorado, no podemos hacer nada concreto en julio. No es que no queramos, que podremos querer o no, sino que sencillamente no tenemos nada que hacer ¿Por qué? Porque yo, y como yo el resto del profesorado, a estas alturas no sabemos en qué instituto vamos a estar y, por supuesto, tampoco sabemos qué materias y qué cursos vamos a tener. Efectivamente, resulta que los profesores no sabemos aún, y así es cada año, qué vamos a dar el año que viene lo que nos imposibilita prepararnos el curso próximo. De hecho, no lo sabremos hasta, aproximadamente, el día cinco de septiembre, a una semana de principio de curso. Es decir: sabré, yo y mis compañeros, lo que vamos a dar cuando solo queden pocos días para empezar el curso y ya no podamos prepararlo sino a contrapié.

Pero, ¿tantas materias podemos dar? ¿No será esto una excusa? Pues miren, solamente yo, con Filosofía, podría ejercer en
Educación para la Ciudadanía de 2º de ESO
Ética de 4º de ESO
Historia de las religiones de 3º de ESO
Historia de las religiones de 4º de ESO
Medidas de Atención Educativa de 1º, 2º, 3º o 4º de ESO
Filosofía de 1º de Bachillerato
Historia de la Filosofía de 2º de Bachillerato
Psicología de 2º de Bachillerato
Y tutoría

Es decir, yo podría dar hasta doce cosas distintas –sin contar aquellas materias que sin ser de mi especialidad podría dar por necesidades del centro como Lengua, Historia,…-. Pero, un profesor de Lengua podría dar otras doce. Y así, cualquiera. De esta forma, como no sé qué voy a dar y ni tan siquiera sé en qué instituto voy a estar hasta ese cinco de septiembre no puedo hacer nada para el año que viene ni prepararme nada pues sería como jugar a la lotería.

¿Y quién es el culpable de este hecho? La Consejería de Educación que es la que me nombrará, a mí y a todos los profesores que estamos en esta situación que somos mayoría, ese cinco de septiembre en vez de haberme nombrado en mayo o junio.

Mayo o junio… Efectivamente, ahora es donde viene aquello que debería hacer la Consejería: nombrar las plantillas de profesores en mayo o en junio, algo perfectamente posible. Así, cada uno ya sabría en ese mes dónde va a estar y qué va a dar el próximo curso y se dedicaría el mes de julio a preparar el material y la docencia teniendo que ir al centro, incluyendo el trámite administrativo de programaciones y demás chorradas, para empezar en septiembre con unos profesores que han tenido tiempo de prepararse aquellas materias que van a dar y de renovar su docencia trabajando en ella no con urgencia sino con plazos razonables.

Pero, ¿no puede nombrarnos antes la administración? Por supuesto que sí. Técnicamente es tan sencillo que no implica dificultad alguna: para explicarnos, es tan fácil técnicamente como quitarnos la paga extra. Sin embargo, no lo hace ¿Por qué no lo hace? Es más, nunca lo ha hecho ¿por qué nunca lo ha hecho?

De nuevo, las respuestas no son categóricas. Si nunca lo había hecho, hasta hace un lustro aproximadamente, fue porque hasta entonces el funcionariado docente era una, con palabras de moda, casta.  Efectivamente, a partir de la segunda mitad de los 80 y durante los 90 y primera década del nuevo siglo, toda la organización escolar estaba pensada básicamente para satisfacer las exigencias corporativas de la casta profesoral –aquí Fernández Enguita sobre esto y aquí yo también sobre esto-. Así, la escuela pública cumplía las exigencias del colectivo profesorado, que no eran desde luego para trabajar mucho, hasta hace unos siete u ocho años.

Pero, seamos justo, esto ya no ocurre así. En la actualidad la escuela pública ya no está pensada corporativamente en torno al profesorado, como se ha visto en las medidas adoptadas los últimos años. Pero que no esté pensada para el interés corporativo del profesorado no quiere decir que esté pensada para el interés público.  En la actualidad, la escuela pública está dirigida con el único fin de acabar con ella. Y es por eso ninguna medida que pudiera favorecerla se tomará por parte de la administración. Esta solo piensa en medidas que ahorren dinero, para salvar las finanzas de la oligarquía o poder bajar los impuestos a los ricos, y que al tiempo destruyan lo poco que tenía, o lo mucho, la enseñanza pública de este país como derecho social. Por eso, una medida que no costaría nada de gasto y que sin embargo implicaría una mejora de la enseñanza, pues muchos profesores nos podríamos preparar las clases reales que íbamos a tener, no se toma. 

Hace poco instalé aire acondicionado en casa. El primer día que lo puse cayó una granizada impresionante: funciona. Estar de vacaciones en julio y en agosto es sin duda un privilegio. Lo llamamos así, y no un derecho, porque el único fin que persigue es, en la actualidad, la destrucción sistemática de la enseñanza pública al tiempo que los profesores, tampoco todos,  toman despreocupados el sol. Las vacaciones en julio, en realidad como ya saben paro empresarial, son un mes menos para una enseñanza pública realmente concebida como servicio público. Pero igual el año que viene, con aire acondicionado a pleno rendimiento, diré que es mi derecho.

miércoles, julio 02, 2014

¡¡NOVEDADES!!

Todos ustedes, o sea: usted y yo, se preguntan angustiados: ¿dónde está este hombre? Pues es verdad que llevo unos meses como alejado, pero es solo apariencia. Sigo aquí. Pero hay un lío aquí y otro allá que me impiden  publicar tanto como quisiera.Y luego está la siesta. Porque yo soy un  tío comprometido, y también sufro con el hambre en el mundo,  pero llega después de comer y me da una modorra... 

En fin, que esto no es para contarles mi vida porque primero debería tenerla. Y uno ya tiene una edad para no hacer tonterías.

¿Entonces para qué es? Para advertirles de algo. Mi blog es un desastre de organización, así que he decidido ordenarlo este verano mientras escribo  mi obra magna: La Realidad Ontológica: una metafísica sobre el Capitalismo. Por ello, verán aparecer, junto a la serie Una pequeña historia de la Filosofía, un conjunto de artículos cuya finalidad será permitir a los lectores, y a futuros estudiosos, tener sencillo el seguimiento de nuestras opiniones.  

Y esto era todo.
Bueno, todo, todo...