viernes, mayo 28, 2010

ESPÍRITU EMPRENDEDOR

AGENCIA ATLAS 28-05-2010

La Princesa a los jóvenes: "Con esfuerzo conseguiréis todo lo que os propongáis"
Doña Letizia preside en Asturias las Jornadas del Día del Emprendedor

La Princesa de Asturias, doña Letizia, ha presidido las jornadas del Día del Emprendedor en la localidad asturiana de El Entrego. La Princesa ha animado a los jóvenes a ser "valientes" y confiar en que "con esfuerzo conseguiréis todo lo que os propongáis". Después ha recorrido los puestos del Mercado y ha hecho unas compras de productos típicos de la tierra, para degustar finalmente un culín de sidra antes de volver a Madrid. En el proyecto participan 1.300 estudiantes de 41 colegios asturianos.

Mi sobrina, de cuatro años, de mayor quiere ser princesa.

miércoles, mayo 26, 2010

TOMAR MEDIDAS/ Y 2: PRESENTE Y (¿)PORVENIR(?)

Zapatero habia recibido órdenes de reducir el defícit y el problema era cómo. Podía haber varias formas generales hipotéticas pero todas se dividían en dos: o reducir gastos o aumentar ingresos. Pero también podía haber fórmulas mixtas en las cuales se unieran ambas realidades: reducir gastos a la par que conseguir ingresos. En realidad, Zapatero escogió una formula mixta y, para calificarla en un lenguaje facilmente comprensible, reaccionaria socialmente pues se trataba de recortar derechos. La primera medida tomada hace tiempo fue una espectacular subida de impuestos. Pero no todos los impuestos son iguales y Zapatero ni volvió a poner el de patrimonio ni tocó a las SICAV, sino que subió la carga impositiva en el IRPF, con la desaparición de los caciquiles 400 euros que implicó a su vez para muchos una bajada efectiva de sueldo, y los impuestos indirectos que todos pagan por igual, IVA y de carburantes, tabaco y alcohol. La primera medida de aumentar ingresos ya era así reaccionaria en cuanto implicaba un retroceso social no por el mero hecho de subir impuestos sino por subir, en concreto, determinados impuestos en detrimento de otros.

Pero más interesante era la segunda medida a tomar. Si había que reducir gasto, ¿de dónde reducir? No se trataba sólo, como se quiere presentar, de un problema de eficacia sino también de decisión política: lugares para recortar hay muchos. Pero al tiempo, y lo contrario sería caer en la demagogia, se trataba de conseguir el máximo dinero en el mínimo tiempo posible: los mercados mandan. Así, la decisión política era complicada, seamos sinceros. Y hubiera hecho falta un político en el gobierno. No lo tenemos, pero sí tenemos un político, y tal vez de los mejores, en las elecciones. Es ingenuo, mucho, pensar que Zapatero es tonto. Antes bien, Zapatero, como hábil político, ha logrado algo impensable: el mayor recorte social de la democracia con el menor costo político y social. Por menos le hicieron huelga general al PSOE de González y al PP de Aznar. Pero, ¿cómo lo ha hecho?

Primero, las medidas consiguen dinero inmediato. Una medida centrada en impuesto directos no lo haría sino hasta recaudarlos, al menos un año, mientras que las tomadas empiezan a notarse a partir de junio, en un plazo de días. Además, esto mejora inmediatamente la estadística en cuanto a dinero ahorrado y se presentaran como tales en las elecciones autonómicas y ante la UE.

En segundo lugar, y más sutil, la medida dirigida contra el funcionariado tiene un perfil interesante. Primero, porque se dirige a un sector vilipendiando socialmente, de forma justa o injusta y eso es otro tema, y que no va a recibir apoyos extraños a ellos mismos. Efectivamente, la clase asalariada percibe al funcionariado como privilegiado en relación al mercado laboral, cosa que sin duda es cierta, y no está dispuesta a movilizarse para apoyarle. Además, el gobierno conoce que los hasta ahora callados sindicatos, con más de cuatro millones y medio de parados, no se van a atrever a presentar una huelga general porque se les reprocharía, con razón, que por qué no antes. De esta forma, Zapatero sabe que una huelga general es inviable y entiende que una huelga limitada de un sector percibido como privilegiado no le dañará. Pero además hay algo más, y mejor.

Es lo tercero. El gobierno se ha asegurado que pase lo que pase con la futura reforma laboral no triunfará ninguna huelga general. ¿Por qué? Por algo sencillo. En el caso de que las condiciones de despido se modifiquen, y se van a modificar a peor, y los afectados, es decir: los trabajadores de la empresa privada, pretendieran realizar una huelga general se encontrarían ahora de frente con el funcionariado, que les recordaría su escasa solidaridad anterior. Y una huelga general para tener éxito implica, necesariamente en España, el apoyo del funcionariado. Así, la atomización de la respuesta sindical, algo que no pudo conseguir ni González ni Aznar, la ha conseguido Zapatero de la mejor forma posible para sus intereses: al ir primero contra los funcionarios, y encontrar un silencio cómplice social, ha ido contra todos porque ha eliminado cualquier respuesta general. La propia atomización del mercado laboral, entre temporales, fijos y funcionarios –permitida por los sindicatos- ha llegado a un extremo en el cual los distintos intereses son tan dispares que no hay posibilidad de conciliación ni de respuesta conjunta. Cuando Zapatero toma en primer lugar la medida contra los funcionarios, que son trabajadores a cuenta ajena, y el resto de trabajadores se muestra contento no hace sino romper la unidad que hasta ahora había habido en las huelgas generales anteriores. Se cubre la espalda. El sindicalismo de clase tan pretendido por UGT y CCOO queda ridiculizado al haber vendido su alma al diablo.

¿Pero y los pensionistas? Pues otro grupo fácil de presionar pues nadie, realmente, les respalda. Podrá haber fiesta del abuelito, pero a la vista está que la protesta social cuando se violan sus derechos será nula.

Así las cosas caben dos interpretaciones. Una, la de medio plazo. Se la cuento. Después del verano vendrá mucha memoria histórica, mucha guerra de los abuelitos y mucha tontería ideológica, ahora sí en su sentido marxista como falsa conciencia. Además, habrá un impuesto para los “ricos” y algunas palabras malsonantes para los “especuladores” por parte del gobierno. Luego toda una campaña de tonterías varias esperando que la situación internacional empiece a generar empleo, en algún momento tiene que ser. Y si las encuestas remontan, adelanto electoral.

A largo plazo, sin embargo, la cosa es más grave. Porque lo que todo esto significa políticamente es un cambio fundamental político y social. Político, en cuanto que el epicentro de poder ya no es el parlamento elegido democráticamente –da igual nacional o europeo- sino la Unión Europea como gobierno no elegido. Social, porque la finalidad última es finiquitar el estado del bienestar europeo no tanto en sí mismo como en cuanto una realidad pública y estatal. Así, lo que se juega en la crisis no es, como pensaba al principio la eufórica y desinformada izquierda, el capitalismo sino aquellos elementos que aún pervivían, como era la función pública, ajenas a la entrada de la capitalización –sin por ello, por supuesto, querer decir que el estado del bienestar tradicional fuera algo así como la emancipación ilustrada-. Pero todo esto, otra vez, otro día.


martes, mayo 25, 2010

UN DETALLE (co-PAGO)

Cuando el gobierno habla, esperando imaginamos que la UE u Obama le diga qué tiene que hacer, de copago en la Seguridad Social, ¿ a qué se refiere? Porque que uno sepa la Seguridad Social ya la pagamos.

¿No sería más exacto llamarle REpago?

viernes, mayo 21, 2010

SER NOTICIA

Hoy hay una noticia fundamental en la prensa: se ha creado artificialmente una célula. Para entendernos ha sido así: se ha copiado el código genético de una bacteria en un tubo de ensayo, y se ha creado un ser vivo. Como si fuera una receta de cocina. No se trata de crear una vida, pues se ha copiado, sino de generar un ser vivo a partir de, simplificando, productos químicos en un laboratorio.
¿Crear a un ser humano?
¿Sería un ser humano?
Otro día esperamos volver con más calma a ello.

Pero ahora solo hay una pregunta: ¿cuánto se habrá comentado? Y una pista: búsquenla en los titulares de los periódicos. Revisen sus conversaciones.

miércoles, mayo 19, 2010

ENTRADA NÚMERO 666


El ángel caído, de Bellver, en el Parque del Retiro de Madrid

Lucifer, tras ser expulsado del Cielo, arenga en su nuevo hogar, el Infierno, a sus derrotados demonios.

¿Es esta la región, el suelo, el clima,
dijo el caído arcangel, el lugar
que permutar debemos por el Cielo;
esta oscuridad triste por aquella
celeste luz? Sea así, puesto que
si aquel que es soberano puede ahora
disponer y ordenar lo que sea justo,
mejor para nosotros estar lejos
de aquél a quien por razón igualamos,
mas la fuerza en Supremo ha convertido
sobre todos los que son sus iguales.

¡Adiós, felices campos, donde mora
para siempre la dicha! ¡Salve, horrores,
salve mundo infernal, y tú, profundo
Averno, recibe a tu nuevo señor,
aquél cuyo designio nunca puede
alterarse en el lugar y el tiempo.
La mente es su propio lugar y puede
hacer en ella un Cielo del Infierno
y del Infierno un Cielo. ¿Qué importa,
si sigo siendo el mismo, lo que sea
y donde esté, solamente inferior
a aquél a quien el rayo hizo más grande?
Aquí al menos tendremos libertad;
pues el Altísimo, que por envidia
no ha creado aquí, no nos arrojará;
podemos pues reinar seguros.

Y en mi opinión reinar vale la pena,
aunque sea en el Infierno: mejor es
reinar aquí que servir en el Cielo."

John Milton (1608-1674), El Paraíso perdido, libro I

lunes, mayo 17, 2010

TOMAR MEDIDAS/1: EL PASADO

Las recientes medidas tomadas por la UE Y EEUU para España y anunciadas el pasado miércoles por Zapatero son, sin duda, el mayor recorte de derechos sociales de la historia de la democracia. Sin embargo, no por ello debería llevar necesariamente a protestar, pues si, por ejemplo, fuera necesaria no cabría sino el lamento pero no la queja. Por ello, fuera de maniqueísmos fáciles, es importante analizar no solo las medidas en sí sino también las causas de ellas y sus consecuencias para analizar su necesidad. Y para ello, lo mejor es ir desde el pasado al presente y, de este, al porvenir –si es que lo hay en lo que significa tal palabra de positivo-. Y lo es porque analizar algo implica también no dejar de lado su rastro.

En el año 2008, y justo antes de las elecciones, el presidente Zapatero negaba persistentemente la crisis. Fue sólo hace dos años. Al tiempo, prometía y concedía 400 euros lineales en el IRPF o cheques bebés de 2.500 euros mientras, eso sí, mantenía el gasto social del estado por debajo de la media de la UE. Eran tiempos donde la demagogía debía permitir ganar elecciones. Una vez ganadas con el aplauso de la autodenominada izquierda, incluyendo hechos esperpénticos como ver a Llamazares proponerse de ministro o cancioncitas relativas a la alegría, la cosa siguió por derroteros parecidos con promesas de que nunca, pero nunca, se tocarían los derechos sociales representados por pensionistas y trabajadores. Mientras tanto, el paro ascendía hasta el actual 20% y se vivía, curiosamente, un idilio entre gobierno y sindicatos, que no protestaban por nada. Así, España se presentaba como un lugar donde los derechos sociales se presentaban como la esencia de lo social cuando en realidad no era más que peronismo encubierto: lejos de hacer reformas realmente progresistas, consolidar una estructura social más allá de la familia y la caridad pública, el presidente Zapatero, con la complicidad de la autoproclamada izquierda que le reía incansables las gracias pero también de una derecha autonómica que no dejaba deuda sin superar, mantenía una política que solo vaciaba las arcas públicas.

El sueño se rompió cuando la UE, y la economía mundial, comprendió algo: se podía rescatar a Grecia pero no a España porque su volumen económico era demasiado grande. Y la quiebra de España implicaba la quiebra del euro y la quiebra del euro era la de la economía mundial. Es decir, el castillo de naipes amenazaba con caer. Y España se intervino. El segundo fin de semana de mayo la UE decidió explicarle a nuestro presidente qué debía hacer y luego Obama llamó para recordárselo –es un eufemismo-.

Sin embargo, el problema de crediblidad de España no era tanto su economía como su dirigente. Al fin y al cabo, la economía española parecía remontar el vuelo, poco a poco, y su principal problema era algo que nunca ha preocupado ni a Europa ni a los mercados financieros: el paro. Es decir, el sector financiero español es sólido, de lo mejor en el aspecto internacional, y no parece que fuera a caer. Además, España tiene actualmente una deuda que no es de las peores de Europa, y en eso tiene razón Zapatero. Pero, ahí está la clave del ajuste: ¿por qué entonces, si los datos actuales no lo avalan, la UE actúa con tanta contundencia en la economía española? Porque no se teme el presente sino el porvenir. Es decir, nadie se fía de quien puede dirigir, por llamarlo de alguna manera, esto. Es la desconfianza hacia Zapatero, mejor sería decir el terror a lo que pudiera hacer por sí mismo, lo que ha movido el ajuste. La UE y EEUU no han actuado ante la economía española tanto como ante la posibilidad de que se continuara con el criterio típico de ZP. Y seamos sinceros, este terror es coherente.

Así, la causa fundamental del ajuste económico draconiano en España es precisamente no solo la inutilidad manifiesta de nuestro presidente sino su irresponsabilidad. Empeñado, como siempre, en que esto se arreglaría solo –solo y entre todos en lenguaje político es lo mismo- se dedicó a realizar una serie de medidas que iban envueltas en hacer del gasto público un reguero de votos. La UE, pues, no actuaba por la crisis especialmente grave de España, ya hemos señalado que a la UE y a la propia economía nunca le ha interesado el paro, sino porque la confianza, hecho fundamental en el mercado, era nula. No se actuaba en España, se actuaba, así de claro, contra Zapatero: las medidas prpouestas el miércoles pasados son para parar al presidente. Y él las dijo.

Pero ser un incompetente y un miserable puede ir unido a ser un gran poítico y, no creo que quepa duda, Zapatero lo es. Porque lejos de generar una inconsecuencia alejada del realismo, cada uno de sus pasos fue dirigido hacia la idea de que todos fueran coresponsables extendiendo la crisis en red. Efectivamente, Zapatero consiguió una realidad en la cual cada sector político o social –incluyendo el PP, la banca, los empresarios o los sindicatos- se manchaban con el despilfarro y la deuda: le debían algo. Así, permitió la sobrecarga de defícit autonómico incluso jaleando los cambios de estatutos que, a imitación del de la oligarquía catalana, pretendían recibir más dando menos. Evitó subir impuestos a la oligarquía financiera e incluso tranquilizó al mercado cuando con una voz unívoca, algo sin precedentes en este gobierno, se negó a volver a instaurar el impuesto sobre el patrimonio o tocar a las SICAV. Y agració a los sindicatos UGT y CCOO con un dinero extra que nunca viene mal en estos tiempos. Y a todo ello hay que sumar las múltiples subvenciones dadas que, hasta la fecha, no han sido recortadas a todo tipo de organizaciones y asociaciones –que van desde autodenominados artistas hasta la mantenida Iglesia Católica-.

El patrón confeccionado por el inútil sastre cuadraba sorprendentemente bien en los cuerpos deformados de una oligarquía política y financiera que vivía la crisis entre reproches mutuos pero al tiempo como si realmente no existiera para ellos. Tal era así, que los sindicatos con un 20% de parados callaban complacidos y que el auténtico problema de la autodenominada izquierda era algo de plena actualidad como la memoria histórica y la república de 1931. Tal era así, que todos estaban en contra del presidente, un incompetente sin duda, pero al tiempo todos cogían contentos lo que este les daba. Tal era así, en definitiva, que la crisis era, como para el emprendedor de la vieja utopía liberal, oportunidad.

Y llegó el miércoles. Y vino, por fin, el presente para desterrar al pasado. ¿Por qué esas medidas y no otras? Algo tendrá que ver con lo que acabamos de describir.

miércoles, mayo 12, 2010

CONTAR HASTA DIEZ

Te lo dicen: si estás muy indignado cuenta antes hasta diez.
Ha hablado el presidente del gobierno.
uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete,
ocho,
nueve

martes, mayo 11, 2010

¡MARDITOS ESPECULADORES!

Cuando yo era niño el gato Jinks perseguía a Pixie y Dixie con un acento inconfudible: ¡Marditos roedores! Por supuesto, al final nunca los cazaba pues su mera existencia era consecuencia de la supervivencia de los ratones. Con ellos muertos, él no podría existir.


Cuando ya soy mayor la autoproclamada izquierda y su heraldo el diario Público saca esta portada
-Subrayo lo de contra España: UNA, GRANDE Y LIBRE-

Y luego esta

Y, en fin, eso.

Bueno y algo más: ¡¡¡¡qué de izquierdas!!!!

jueves, mayo 06, 2010

VIDA INTERIOR/50: SER O NO SER

¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará. Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser feliz

We are such stuff as dream are made on, and our little life is rounded with a sleep
(Somos del material con que se hacen los sueños y nuestra breve vida culmina al dormir)
La tempestad, Acto IV, escena I


La vida a veces pone a prueba a la Ilustración.
La vida, a veces, pone a prueba a los hombres.
La vida, a veces, exige que saquemos lo mejor de nosotros mismos.
Tengo entradas el sábado a las 21 horas para ver La tempestad de Shakespeare por la increíble, se lo puedo asegurar, compañía The Bridge Project de Sam Mendes. Tengo mi abono del Madrid para ver un partido fundamental de liga.
¿Caeré yo en el alienante espéctaculo deportivo frente a la obra del inmortal autor?
¿Iré como la chusma al Santiago Bernabéu pudiendo dirigirme con mis afines, altos de espíritu, a las puertas de teatro Español de Madrid?
¿Admitiré, en fin, el alienante espéctaculo futbolero, puro incluido, frente al reflexivo silencio del patio de butacas?
Barbarie frente a Ilustración.

¡CRISTIAAAANOOOOOO! ¡CRISTIAAAAAANOOOOOOO!

lunes, mayo 03, 2010

LA DISTOPÍA

Almudena Grandes suele presentarse publicamente como persona de izquierdas. Hace bien y está en su derecho. A nadie se le puede discutir si se siente o no de izquierdas o de derechas pero sí, sin duda, si las ideas que presenta son de aquello que dice ser. Hoy, Almudena Grandes ha escrito en el diario El País una presentación de lo que para ella es un modelo de ciudad. Y lo interesante es como La utopía, así se llama el artículo, destapa al columnista.
Dice así:

La ciudad se fundó de nueva planta, sobre un terreno llano, saneado, y su propio trazado refleja la idea de progreso, de racionalismo humanista al servicio de la comunidad, que inspiró su creación. Las calles trazan una cuadrícula perfecta, a excepción de dos diagonales que se cruzan en el centro, para asegurar la ventilación y prevenir epidemias. Todas son rectas y de idénticas dimensiones, excepto en el eje principal, donde grandes avenidas acogen los edificios públicos, auténticas catedrales laicas que compiten en solemnidad monumental con el principal, y no menos grandioso, templo de la ciudad. Las dotaciones y servicios de cada barrio siguen el mismo riguroso esquema.
Las plazas, amplias, ajardinadas, pensadas también para los niños, están distribuidas equitativamente por todo el trazado. En el centro, un gran parque acoge instalaciones más ambiciosas: estadios deportivos, un lago, un zoológico, un observatorio astronómico y varios museos, gestionados por la institución más importante y prestigiosa de la ciudad, que es, por supuesto, la universidad. Pero hasta esta universidad es especial, porque todos los centros educativos de la ciudad dependen de ella. El impulso racionalista llegó hasta el punto de que la educación, como empeño más importante del bien común, se confió a la autoridad universitaria, que es la responsable del buen funcionamiento y elevado nivel académico de guarderías, colegios e institutos de secundaria.
Aunque parezca mentira, esta ciudad existe. Se llama La Plata, y fue fundada hace 120 años, a 60 kilómetros de Buenos Aires, como modelo de una nueva concepción de vida urbana, una ciudad para el progreso. Que aquella idea admirable fracasara sin remedio, como han fracasado tantas otras, no afecta a la emoción cálida, casi balsámica, que se respira hoy al pasear por sus calles.

Dejando a un lado el tono cursi -¿emoción cálida, casi balsámica?-, y el ñoño aire de perdedor de quien tiene a su disposición un espacio en el diario más importante de España, lo interesante es la idea de educación, el empeño más importante del bien común, de la utopía. Porque dice: la educación, como empeño más importante del bien común, se confió a la autoridad universitaria. Es decir, eso se llama despotismo ilustrado, contra el que estaban los ilustrados, o si bien se prefiere se llama la idea de la élites dirigiendo a la chusma. Porque que uno sepa, la universidad no es, ni debe serlo, un órgano representativo y por tanto no debe tener opción de gobierno y mucho menos dirigir la educación. No solo porque la universidad fácticamente es un desastre sino porque de admitir lo contrario se podría ser orteguiano, es decir: admitir que el hombre masa debe ser regido por la élite y por tanto la democracia no sirve, pero no desde luego demócrata. Cada uno es muy libre, por supuesto, de elegir sus utopías, pero por ellas les conoceréis –parafraseando esa otra utopía terrorífica que es la evangélica-.