Los alegres muchachos de IU en Valladolid han hecho, con gran esfuerzo imaginamos, un vídeo sobre un tema de cadente vigencia: el botellón. Resulta interesante, por sus posibilidades críticas, que una organización autoproclamada de izquierdas y encima juvenil, lo pone hasta en su nombre quizás para no dar origen a la duda, trate un tema así. Pero resulta aún más interesante el modo en que lo trata. Analicemos.
Si ustedes se pasan por el blog que esta organización ha abierto observarán que los grandes temas teóricos no existen para nada -de hecho, los únicos artículos presentados son vínculos que redireccionan a otros medios-. Pero de ocho entradas publicadas hasta la fecha, el 50% se refiere al fascinante asunto del botellón (con el vídeo incluido y su correspondiente campaña publicitaria). Nada de educación, nada de trabajo, nada de teoría política o social. Pero cuatro entradas, de ocho, hablan del denominado ocio. Es decir, la prioridad de los problemas para la organización juvenil de IU en Valladolid queda clara.
Segundo, analicemos ahora el vídeo. Y, primero, analicemos su forma: brillante, discurso totalitario, la manera en que está rodado. La misma técnica brillante, discurso totalitario, de los anuncios de televisión. Y esto resulta ya muy sintomático. Vean ustedes y observen dos hechos: primero, la utilización de las técnicas publicitarias en la forma lo que implica planos cortos, sucesión de imágenes, ritmo precipitado (y que llega a su paroxismo en la presentación de los subtítulos fragmentados y las frases cortas, esquemáticas). Efectivamente, la finalidad es impedir, como en cualquier anuncio, que el espectador sea capaz de meditar sobre la escena, de estudiar el mensaje. La velocidad, clave de la negación de la reflexión, es así aliada de la inmediatez. Se trata de que el espectador quede aturdido y encantado porque no le han dado tiempo a pensar: le han servido sus propios prejuicios. Es, en definitiva, un vídeo que sirve de panegírico para los ya convencidos sin pretender, ni en lo mínimo, plantear la menos cuestión sobre el botellón (por ejemplo, ¿por qué la juventud prefiere el botellón a leer o a estudiar? ¿Y está bien que sea así?).
Pero lo mejor viene en el carácter de fondo. En primer lugar, y como señalábamos más arriba, no hay un solo planteamiento del botellón en sí. Se da por hecho que es bueno, que debe darse y, por tanto, su problema es su gestión: ¿habrá servicios públicos para poder orinar? Que una, autoproclamada, izquierda ni tan siquiera se plantee si el botellón es ideológico, en cuanto a falsa conciencia sobre la realidad y como forma de entontecer a la juventud, o no llama cuando menos la atención. Pero, esta autoproclamada izquierda, no lo hace. El botellón, con escenitas incluidas de consumo de alcohol a granel, pasada de material para fumar (¿qué será, será?) y buen rollito entre autodenominados colegas queda legitimado exclusivamente porque les gusta. Así desaparece el elemento de progreso que una vez tuvo la izquierda: su crítica a lo real pensando que no todo lo que existía era justo. En otras palabras: se elimina el concepto de Ideología como aquello que busca ocultar la realidad a las personas. Una juventud malcriada, pija y que lo tiene todo decide exigir que la calle se convierta en bar porque, oígase y créase, las bebidas en los bares son caras. No dudamos de que seguramente en las próximas elecciones IU exija una subvención para bares y pubs que permitan bajar el precio a las bebidas –lo veo venir: gobierno castellanoleonés y de izquierdas-, pero mientras tanto, y aún después, el argumento es el típico del niñato pijo: lo que yo quiero para pasarlo bien debe dárseme. Y todo ello, claro está, barato. Porque para algo está el estado (aparte de para haber pagado sus estudios, su salud y, ahora tal vez, su universidad).
¿Resumen? Tristeza. Y pensaba yo acabar este texto con una cita de George Orwell y su libro Rebelión en la granja, cuando, al final, ya no se distingue entre cerdos y humanos. Pero lo he pensado mejor y, adaptándome a los nuevos tiempos y nuevas izquierdas, reedito una vieja pregunta de pijos pero la doto de profundo contenido izquierdista:
Y si se pelearan el cocodrilo de Lacoste y el Che Guevara, ¿quién ganaría?
Osssssea.
Si ustedes se pasan por el blog que esta organización ha abierto observarán que los grandes temas teóricos no existen para nada -de hecho, los únicos artículos presentados son vínculos que redireccionan a otros medios-. Pero de ocho entradas publicadas hasta la fecha, el 50% se refiere al fascinante asunto del botellón (con el vídeo incluido y su correspondiente campaña publicitaria). Nada de educación, nada de trabajo, nada de teoría política o social. Pero cuatro entradas, de ocho, hablan del denominado ocio. Es decir, la prioridad de los problemas para la organización juvenil de IU en Valladolid queda clara.
Segundo, analicemos ahora el vídeo. Y, primero, analicemos su forma: brillante, discurso totalitario, la manera en que está rodado. La misma técnica brillante, discurso totalitario, de los anuncios de televisión. Y esto resulta ya muy sintomático. Vean ustedes y observen dos hechos: primero, la utilización de las técnicas publicitarias en la forma lo que implica planos cortos, sucesión de imágenes, ritmo precipitado (y que llega a su paroxismo en la presentación de los subtítulos fragmentados y las frases cortas, esquemáticas). Efectivamente, la finalidad es impedir, como en cualquier anuncio, que el espectador sea capaz de meditar sobre la escena, de estudiar el mensaje. La velocidad, clave de la negación de la reflexión, es así aliada de la inmediatez. Se trata de que el espectador quede aturdido y encantado porque no le han dado tiempo a pensar: le han servido sus propios prejuicios. Es, en definitiva, un vídeo que sirve de panegírico para los ya convencidos sin pretender, ni en lo mínimo, plantear la menos cuestión sobre el botellón (por ejemplo, ¿por qué la juventud prefiere el botellón a leer o a estudiar? ¿Y está bien que sea así?).
Pero lo mejor viene en el carácter de fondo. En primer lugar, y como señalábamos más arriba, no hay un solo planteamiento del botellón en sí. Se da por hecho que es bueno, que debe darse y, por tanto, su problema es su gestión: ¿habrá servicios públicos para poder orinar? Que una, autoproclamada, izquierda ni tan siquiera se plantee si el botellón es ideológico, en cuanto a falsa conciencia sobre la realidad y como forma de entontecer a la juventud, o no llama cuando menos la atención. Pero, esta autoproclamada izquierda, no lo hace. El botellón, con escenitas incluidas de consumo de alcohol a granel, pasada de material para fumar (¿qué será, será?) y buen rollito entre autodenominados colegas queda legitimado exclusivamente porque les gusta. Así desaparece el elemento de progreso que una vez tuvo la izquierda: su crítica a lo real pensando que no todo lo que existía era justo. En otras palabras: se elimina el concepto de Ideología como aquello que busca ocultar la realidad a las personas. Una juventud malcriada, pija y que lo tiene todo decide exigir que la calle se convierta en bar porque, oígase y créase, las bebidas en los bares son caras. No dudamos de que seguramente en las próximas elecciones IU exija una subvención para bares y pubs que permitan bajar el precio a las bebidas –lo veo venir: gobierno castellanoleonés y de izquierdas-, pero mientras tanto, y aún después, el argumento es el típico del niñato pijo: lo que yo quiero para pasarlo bien debe dárseme. Y todo ello, claro está, barato. Porque para algo está el estado (aparte de para haber pagado sus estudios, su salud y, ahora tal vez, su universidad).
¿Resumen? Tristeza. Y pensaba yo acabar este texto con una cita de George Orwell y su libro Rebelión en la granja, cuando, al final, ya no se distingue entre cerdos y humanos. Pero lo he pensado mejor y, adaptándome a los nuevos tiempos y nuevas izquierdas, reedito una vieja pregunta de pijos pero la doto de profundo contenido izquierdista:
Y si se pelearan el cocodrilo de Lacoste y el Che Guevara, ¿quién ganaría?
Osssssea.
6 comentarios:
ARRIBA EL BOTELLON!!!!!!!
Esta juventud nuestra, tan oprimida por el capitalismo, se ve abocada a formas de expresión revolucionarias tales como la socialización del "pedo" o "borrachera solidaria". Qué mejor manifestación del descontento que un maletero "tuneado" rebosante de envases con diversas mezclas alcohólicas colectivizadas. Un buen "canuto" es una forma de "comercio justo" en solidaridad con el Magreb.
Contra la globalización un buen "colocón".
Cada generación tiene sus grandes anhelos: cambiar el mundo, bajar el precio de las copas... El signo de los tiempos.
Lo peor es que alguno puede llegar a ser presidente del gobierno y entonces...
En primer lugar, quiero agradecer la posibilidad de ejercer el derecho de réplica que se nos ha ofrecido. Ya tardaba en llegar alguna crítica y es de agradecer que sea en buen tono.
Buen tono el del comentario dejado en nuestro blog, aunque algo menos el del comentario publicado en el de Enrique P. Mesa, calificando como pijos a todo un colectivo de gente al que apenas se conoce tras un vídeo de
escasos 7 minutos y un breve paseo por un recién estrenado blog. Si eso ha bastado para hacer tan sesudo análisis de la desorientación ideológica de
la izquierda, quizás informa más sobre los prejuicios de quien critica que de los que se achaca a los criticados.
El comentario crítico tiene afirmaciones gruesas como la de que se puede deducir que la principal preocupación de nuestro colectivo es el botellón.¿No es algo precipitado deducirlo de una visita a un blog, máxime cuando
este tiene poco más de un mes de existencia? De hecho se señala que se hace referencia a otras cuestiones (vivienda, urbanismo...), bien que sea
enlazando otros artículos o noticias que nos resultan interesantes. Quizás no se le ha ocurrido pensar que el dar durante poco más de un mes prioridad a un tema, no significa que sea nuestro tema prioritario, hablando en términos generales. Quizás no se ha pensado en la posibilidad de que se deba a que hayamos decidido dedicar cada mes a un tema diferente y que en los sucesivos vamos a hablar de otros como vivienda, empleo, despoblación... Es normal que no lo sepa, no tiene por qué, nadie se lo exige. Pero sí convendría menos rotundidad en las afirmaciones de lo que se desconoce.
En segundo lugar se achaca al estilo con el que está hecho el vídeo la finalidad de impedir la reflexión sobre el tema. En primer lugar, cabe decir que nunca hemos pretendido hacer un documental, ni dar una visión supuestamente objetiva sobre el tema; como explicamos en el blog, tratamos de explicar la postura que hemos tomado sobre la cuestión. Nada más. De ningún modo pretendíamos, como se afirma, aturdir al espectador e impedirle reflexionar; de cualquier modo, aunque ese hubiese sido nuestro
propósito, parece que no habría servido con el autor del comentario, quizás más avezado que los pobres e indefensos espectadores a los que pretende prevenir de nuestra supuesta manipulación.
Por último, se entra en el fondo de nuestro discurso, y se nos achaca que damos el botellón por bueno y sólo nos centramos en su gestión. Cabe recordar que en todas las entradas sobre el tema remitimos a la primera, la resolución en que resumimos nuestra postura, seguramente más propicia para la reflexión que un vídeo. De cualquier modo, nuestro objetivo era más modesto que hacer una reflexión general sobre la crisis de valores de la juventud y las causas sociales que pueden estar en el origen de las actuales formas de ocio de los jóvenes. Hacemos una referencia por encima,
ya que nuestro objetivo era otro más sencillo: criticar la manera en la que se trata de forma específica una determinada forma de consumo de alcohol, como si fuera más perniciosa para la salud de los jóvenes. Consideramos que las causas del alcoholismo juvenil son profundas y complejas, como igualmente complejas y de fondo deben ser las respuestas que le demos al fenómeno desde los poderes públicos. Pero en tanto se
toman medidas a largo plazo consideramos hipócrita actuar de forma exagerada sobre determinadas formas de consumo de alcohol mientras se bendicen otras.
Invitamos a seguir visitando nuestro blog y la web de IU de Valladolid y esperamos que la opinión sobre nosotros cambie con algo más de conocimiento.
Un saludo
Juan
Jóvenes de IU Valladolid
Muy bien, Juan. Así se responde a una crítica injusta, indocumentada, basada en prejuicios universales, y islada de la realidad.
Muy bien Juan. Tu tienes futuro como político progre. ,Spin Doctor de categoría.
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