El mundo notará poco ni mucho tiempo recordará lo que decimos aquí, pero nunca podrá olvidar lo que ellos hicieron. Somos nosotros los vivos los que debemos dedicarnos aquí a la obra inconclusa que aquellos que aquí pelearon hicieron avanzar tan noblemente. Somos nosotros los que debemos dedicarnos a la gran tarea que tenemos ante nosotros: que tomemos de estos honorables muertos una mayor devoción a la causa por la que dieron su última cuota de devoción, que tomemos la noble resolución de que estos muertos no han de morir en vano, que esta nación, protegida por Dios, nacerá de nuevo en libertad, y que este gobierno, del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, no perecerá jamás.
Abraham Lincoln, Discurso de Gettysburg
El pasado día 23 COVITE, FORO DE ERMUA y BASTA YA lanzaron un manifiesto leído por el cada vez más ejemplar ciudadano Fernando Savater. Dicho manifiesto es el aquí presentado y con él va mi adhesión.
Manifiesto 23 de marzo
Los aquí reunidos representamos a tres movimientos vascos de resistencia contra el terrorismo etarra y por la reivindicación de sus víctimas. Creemos haber acreditado suficientemente nuestro compromiso con la defensa de los valores constitucionales, así como nuestro conocimiento de primera mano de la situación social y política creada en nuestra tierra por la intimidación de los violentos, que ya dura décadas. Entre nosotros hay votantes de distintos partidos. Recogemos así el pluralismo de la sociedad vasca, sin que por ello respondamos a la obediencia ni a las consignas de ninguno. Queremos hacer hincapié en que la contienda electoral entre los diversos partidos, con su legítimo intercambio de críticas y mutuas reconvenciones, enmascara a menudo el problema de fondo de lo que nos jugamos en la lucha para derrotar a ETA. Aunque se trata sin duda de una lacra que afecta a todos los españoles, somos los ciudadanos en Euskadi quienes sufrimos más directa y continuamente no sólo la amenaza terrorista, sino sus efectos en la libertad de expresión, en las campañas electorales, en la información audiovisual, en la educación y en general en la vida cotidiana. No sólo quienes han padecido en carne propia los atentados son víctimas de ETA: también lo hemos sido y lo somos cuantos vemos cercenadas nuestras libertades ciudadanas. Nuestra principal preocupación se resume así: después de que la violencia de ETA haya logrado que cuanto no es radicalmente nacionalista sea difícilmente visible y audible en Euskadi, no queremos que el cese del terrorismo conlleve como premio o consecuencia la consolidación definitiva de esta espuria hegemonía.
Hemos encontrado graves motivos de preocupación en las últimas actuaciones del Gobierno español en este tema y sobre todo en las declaraciones realmente irresponsables de algunos de sus portavoces. El mal llamado “proceso de paz” se mantuvo desde un principio –en contra de lo acordado en el Parlamento- pese a la existencia del terrorismo callejero y de la extorsión terrorista a los empresarios. Resulta evidente que en estas condiciones la negociación con ETA emprendida por el Gobierno deroga de hecho el Pacto Antiterrorista, tal como siempre han pretendido tanto los nacionalistas que gobiernan como los que ejercitan la violencia, pues ven en ese Pacto el principal obstáculo político y democrático a sus proyectos de hegemonía independentista. Aunque oficialmente interrumpido tras el atentado de Barajas, hay razones para suponer que el proceso de negociación entre el Gobierno y ETA prosigue de modo extraoficial y oculto, incluso cuando la kale borroka no solo perdura sino que ya ha causado la primera víctima mortal de su historia. Lo más flagrante ha sido la encubierta excarcelación del terrorista Iñaki de Juana Chaos, en lo que nos parece indudablemente una cesión por razones políticas a su chantaje. Queremos recordar que el chantaje es siempre el instrumento del terrorismo: “cuando me des lo que pido, te dejaré en paz”. Y cuando el Estado cede a este chantaje, sean cuales fueren las justificaciones tácticas o jurídicas que se esgriman, está deslegitimando a las instituciones democráticas y, de manera especial, a todas las personas que desde sus puestos de trabajo, responsabilidades familiares o cargos públicos, llevan décadas resistiéndose cívicamente al permanente chantaje del terrorismo. Nada de lo que pueda ganarse así compensa lo que definitiva y radicalmente se pierde.
Por tanto, desde nuestra experiencia y compromiso contra el terrorismo, que pensamos mantener en el futuro pese a quien pese, solicitamos del gobierno de España:
Primero. Que se mantenga con firmeza y sin rodeos la exclusión de Batasuna del sistema político, impidiendo que participe en las próximas elecciones municipales, autonómicas y forales si no se desvincula explícita e inequívocamente de la actividad terrorista de ETA, y no de la violencia en general. Mientras la violencia terrorista persista y ETA no se disuelva, no cabe aceptar ninguna transacción política con Batasuna o con cualquier otra organización que pretenda dar voz política y participación institucional al terrorismo nacionalista. Por ello, no son aceptables fórmulas de encubrimiento que, a través del partido EHAK o de otras organizaciones, acaben colocando a los representantes de ETA en los Ayuntamientos y Diputaciones vascas A este respecto, conviene recordarle al Gobierno que no es lo mismo lo meramente legal que lo políticamente decente, ni siquiera que lo aceptable por simple prudencia.
Segundo. Rechazar con absoluta claridad cualquier forma de entrega de Navarra a la comunidad de la Gran Euskadi con que sueñan los terroristas. Por un camino u otro, aunque sea sinuoso y “light”, los de ETA y Batasuna consideran esencial para su proyecto político –y como precio al final de la violencia terrorista- apropiarse de Navarra. Para quienes constitucionalmente se les resisten debe ser igualmente crucial que no lo consigan. Y el partido socialista tiene una buena ocasión de acallar a sus críticos, manifestando su inequívoca decisión de no unir sus votos a los nacionalistas para ninguna forma de asimilación encubierta de Navarra al País Vasco
Tercero. Una vez que acabe efectiva y totalmente la actividad terrorista, sólo deberá hablarse con ETA, y exclusivamente sobre la propia ETA, sobre su disolución y el modo en que sus militantes asumen las responsabilidades penales en las que hayan incurrido. No son aceptables mesas de partidos que obtengan refuerzos para la hegemonía nacionalista con pretexto del final de la violencia o que sencillamente fomenten dudas sobre la “insuficiencia” de la democracia estatutaria y constitucional hoy vigente.
Cuarto. Es urgente e imprescindible que los poderes públicos emprendan la investigación y en su caso el castigo penal de los pagos a ETA de particulares o entidades corporativas, extorsionadas por la banda mafiosa. En ese campo, la eximente de necesidad por miedo insuperable se convierte en franco amparo de la complicidad. Sin dinero, ETA se acaba: no debe haber más dinero para ETA. Dado que hasta ahora ningún gobierno se ha tomado este tema realmente en serio, es una buena ocasión para que el actual se reivindique ante los escépticos y confirme su liderazgo antiterrorista.
COVITE - FORO DE ERMUA- BASTA YA
Abraham Lincoln, Discurso de Gettysburg
El pasado día 23 COVITE, FORO DE ERMUA y BASTA YA lanzaron un manifiesto leído por el cada vez más ejemplar ciudadano Fernando Savater. Dicho manifiesto es el aquí presentado y con él va mi adhesión.
Manifiesto 23 de marzo
Los aquí reunidos representamos a tres movimientos vascos de resistencia contra el terrorismo etarra y por la reivindicación de sus víctimas. Creemos haber acreditado suficientemente nuestro compromiso con la defensa de los valores constitucionales, así como nuestro conocimiento de primera mano de la situación social y política creada en nuestra tierra por la intimidación de los violentos, que ya dura décadas. Entre nosotros hay votantes de distintos partidos. Recogemos así el pluralismo de la sociedad vasca, sin que por ello respondamos a la obediencia ni a las consignas de ninguno. Queremos hacer hincapié en que la contienda electoral entre los diversos partidos, con su legítimo intercambio de críticas y mutuas reconvenciones, enmascara a menudo el problema de fondo de lo que nos jugamos en la lucha para derrotar a ETA. Aunque se trata sin duda de una lacra que afecta a todos los españoles, somos los ciudadanos en Euskadi quienes sufrimos más directa y continuamente no sólo la amenaza terrorista, sino sus efectos en la libertad de expresión, en las campañas electorales, en la información audiovisual, en la educación y en general en la vida cotidiana. No sólo quienes han padecido en carne propia los atentados son víctimas de ETA: también lo hemos sido y lo somos cuantos vemos cercenadas nuestras libertades ciudadanas. Nuestra principal preocupación se resume así: después de que la violencia de ETA haya logrado que cuanto no es radicalmente nacionalista sea difícilmente visible y audible en Euskadi, no queremos que el cese del terrorismo conlleve como premio o consecuencia la consolidación definitiva de esta espuria hegemonía.
Hemos encontrado graves motivos de preocupación en las últimas actuaciones del Gobierno español en este tema y sobre todo en las declaraciones realmente irresponsables de algunos de sus portavoces. El mal llamado “proceso de paz” se mantuvo desde un principio –en contra de lo acordado en el Parlamento- pese a la existencia del terrorismo callejero y de la extorsión terrorista a los empresarios. Resulta evidente que en estas condiciones la negociación con ETA emprendida por el Gobierno deroga de hecho el Pacto Antiterrorista, tal como siempre han pretendido tanto los nacionalistas que gobiernan como los que ejercitan la violencia, pues ven en ese Pacto el principal obstáculo político y democrático a sus proyectos de hegemonía independentista. Aunque oficialmente interrumpido tras el atentado de Barajas, hay razones para suponer que el proceso de negociación entre el Gobierno y ETA prosigue de modo extraoficial y oculto, incluso cuando la kale borroka no solo perdura sino que ya ha causado la primera víctima mortal de su historia. Lo más flagrante ha sido la encubierta excarcelación del terrorista Iñaki de Juana Chaos, en lo que nos parece indudablemente una cesión por razones políticas a su chantaje. Queremos recordar que el chantaje es siempre el instrumento del terrorismo: “cuando me des lo que pido, te dejaré en paz”. Y cuando el Estado cede a este chantaje, sean cuales fueren las justificaciones tácticas o jurídicas que se esgriman, está deslegitimando a las instituciones democráticas y, de manera especial, a todas las personas que desde sus puestos de trabajo, responsabilidades familiares o cargos públicos, llevan décadas resistiéndose cívicamente al permanente chantaje del terrorismo. Nada de lo que pueda ganarse así compensa lo que definitiva y radicalmente se pierde.
Por tanto, desde nuestra experiencia y compromiso contra el terrorismo, que pensamos mantener en el futuro pese a quien pese, solicitamos del gobierno de España:
Primero. Que se mantenga con firmeza y sin rodeos la exclusión de Batasuna del sistema político, impidiendo que participe en las próximas elecciones municipales, autonómicas y forales si no se desvincula explícita e inequívocamente de la actividad terrorista de ETA, y no de la violencia en general. Mientras la violencia terrorista persista y ETA no se disuelva, no cabe aceptar ninguna transacción política con Batasuna o con cualquier otra organización que pretenda dar voz política y participación institucional al terrorismo nacionalista. Por ello, no son aceptables fórmulas de encubrimiento que, a través del partido EHAK o de otras organizaciones, acaben colocando a los representantes de ETA en los Ayuntamientos y Diputaciones vascas A este respecto, conviene recordarle al Gobierno que no es lo mismo lo meramente legal que lo políticamente decente, ni siquiera que lo aceptable por simple prudencia.
Segundo. Rechazar con absoluta claridad cualquier forma de entrega de Navarra a la comunidad de la Gran Euskadi con que sueñan los terroristas. Por un camino u otro, aunque sea sinuoso y “light”, los de ETA y Batasuna consideran esencial para su proyecto político –y como precio al final de la violencia terrorista- apropiarse de Navarra. Para quienes constitucionalmente se les resisten debe ser igualmente crucial que no lo consigan. Y el partido socialista tiene una buena ocasión de acallar a sus críticos, manifestando su inequívoca decisión de no unir sus votos a los nacionalistas para ninguna forma de asimilación encubierta de Navarra al País Vasco
Tercero. Una vez que acabe efectiva y totalmente la actividad terrorista, sólo deberá hablarse con ETA, y exclusivamente sobre la propia ETA, sobre su disolución y el modo en que sus militantes asumen las responsabilidades penales en las que hayan incurrido. No son aceptables mesas de partidos que obtengan refuerzos para la hegemonía nacionalista con pretexto del final de la violencia o que sencillamente fomenten dudas sobre la “insuficiencia” de la democracia estatutaria y constitucional hoy vigente.
Cuarto. Es urgente e imprescindible que los poderes públicos emprendan la investigación y en su caso el castigo penal de los pagos a ETA de particulares o entidades corporativas, extorsionadas por la banda mafiosa. En ese campo, la eximente de necesidad por miedo insuperable se convierte en franco amparo de la complicidad. Sin dinero, ETA se acaba: no debe haber más dinero para ETA. Dado que hasta ahora ningún gobierno se ha tomado este tema realmente en serio, es una buena ocasión para que el actual se reivindique ante los escépticos y confirme su liderazgo antiterrorista.
COVITE - FORO DE ERMUA- BASTA YA
9 comentarios:
Esto sí que es patético.
En primer lugar porque penaliza a ciertas víctimas. Por la misma regla de tres, yo propongo, qué digo propongo, exijo, que se encarcele a aquellos que mueran como consecuencia de los atentados etarras, ya que con sus muertes contribuyen a la causa propagandística de la banda.
En otro orden de cosas, ya me gustaría que alguien me explicara qué tiene que ver la libertad con la articulación política y administrativa de Navarra, especialmente cuando la propia Constitución establece el mecanismo mediante el cual Navarra podría entrar a formar parte del País Vasco.
Es muy sencillo, don RVM. La única razón plausible que podría tener el PSOE para modificar la articulación política y administrativa de Navarra es que los terroristas así lo desean.
En efecto, el PSOE nunca ha tenido tal objetivo en su programa, ni se sabe que los ciudadanos navarros lo hayan reclamado (de hecho, se sabe que muchos lo rechazan con vehemencia). No se ha aportado hasta la fecha, desde filas socialistas, ningún argumento, ninguna razón por la cual Navarra debería modificar su articulación política y administrativa.
Estando claro, como lo está, que este posible cambio (constitucional, claro, los actos no constitucionales no se pueden ni plantear siquiera) tendría como objetivo satisfacer las demandas terroristas para que a cambio dejasen de matar, no le cabría otro nombre que el de precio político.
Y como el gobierno ha explicado hasta la saciedad que no va a pagar ningún precio político, no tendría por qué molestarle que los que somos de natural escéptico le reclamemos esa pruebecilla, en forma de declaración expresa. Ni debería costarle mucho trabajo darnos gusto, dejándonos de paso sin un importante argumento.
Vaya por delante, don ignacio, que en principio, no soy partidario de que navarra forme parte del País Vasco. Ni contrario. No tengo opinión al respecto, y me parece que ambas cosas pueden ser igual de democráticas.
Luego, decirle, que se equivoca, que en el pasado, el PSOE si era partidario de que navarra y la Comunidad Autónoma Vasca fueran una sóla comunidad. Y no sóo el PSOE. Le sorprenderá saber que el artífice de la disposición constitucional que prevé la posibilidad de que esto ocurra es jaime ignacio del Burgo, aunque él lo haya negado posteriormente.
Y por supuesto que hay en navarra muchos que se oponen a esta posibilidad. También los hay que la consideran positiva y deseable, aunque bien es cierto que son menos, según mis datos.
Mire: lo condenable del terrorismo es el terrorismo en si mismo, el uso de la violencia de cualquier tipo para obtener fines políticos. No los contenidos políticos del terrorismo.
El hecho de que los terroristas sostengan posiciones nacionalistas no deslegitima esas ideas -que se lehgitimarán o no por sus porpios contenidos-. ¿CRee usted, acaso que los nacionalistas demócratas -y por demócratas entendemos que aceptan el juego democrático, no lo que algunos interpretan que hay en sus cabezas- deben renunciar a aquella parte de sus ideas y de sus objetivos políticos que coinciden con los de los terroristas?.
El terrorismo no puede marcar la agenda política, ni para acelerar algunos temas, ni para obligarnos a no debatirlos.
E insisto en como empecé: no soy partidario de la unificación vasco navarra, y además, creo que ese tema no preocupa demasiado a los navarros; quiero decir, que en realidad no creen que haya la más mínima posibilidad de que eso ocurra.
En efecto, parece que nos guía el mismo principio: es inaceptable que el terrorismo marque la agenda política. Y es por ello que me parecería un gravísimo error que el PSOE pusiera sobre la mesa ese proyecto de unión entre comunidades que hoy no forma parte de sus programas (lo que fuera hace treinta años importa poco: también estaba la nacionalización de la banca en los programas de entonces).
No sería creíble que se llegara a una propuesta así a dos meses de las elecciones por un repentino cambio de opinión: la única explicación plausible sería que se adoptaba tal programa por contentar a ETA. No es que se pudiera interpretar como una cesión a los terroristas, es que lo sería a todas luces.
Pero don Ignacio, es que el tema no está sobre la mesa. Y si lo está es por dos razones:
1.- Son batasuna y ETA los que lo han puesto sobre la mesa.
2.- El PSOE ya ha dicho por activa y por pasiva que no se plantea ese tema. Aunque si se lo planteara, sería plenamente legítimo, y democrático.
Legítimo, legal, democrático... y un pago político evidente. No sé si es mucho pedir, pero en asuntos serios no me parece que atenerse a la letra de las cosas y abstenerse totalmente de aplicar cualquier atisbo de sentido común no es una buena política.
No es la mía, en cualquier caso: si a usted le vale, allá usted. por lo que a mí respecta, verde y con asas es un botijo; en el contexto actual, cualquier cambio espectacular en el programa del PSOE que suponga coincidencia con las demandas de ETA será un pago político a ETA.
Y ya sé que no han dicho nada de Navarra. Es simplemente que no me fío, que este gobierno no me merece credibilidad después de la trayectoria seguida en el llamado proceso.
(No deja de llamar la atención, por cierto, esa venda que se pone usted antes de la herida: si se produjera ese espectacular giro, ¿lo encontraríamos a usted defendiéndolo como una decisión política corriente y moliente, sin nada que ver con las demandas terroristas y sólo casualmente coincidente con ellas?)
En cualquier caso, ya se verá.
Don Ignacio, no sé lo que diría si el PSOE de repente cambiase su posición sobre Navarra.
Pero me juego una cena de dos platos, pan, agua de vichy y postre a que no se va a producir ese cambio.
La pagaría con gusto (porque me alegraría equivocarme) pero no pretenderá que me trague dos platos cualesquiera sin vino...
A ver si va a ser usted uno de esos liberticidas antiespañoles que están (también) contra el rioja.
1.- Sí, soy liberticida. ¿No lee usted Libertad Digital acaso?
2.- Vale, con vino.
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