domingo, septiembre 09, 2007

IDEA DE ESTADO/1: ZAPATERO

La idea de estado de la socialdemocracia es el estado garante en un doble sentido. Por un lado, y eso lo comparte con el estado liberal, es la garantía de los derechos políticos de los ciudadanos y del cumplimiento de la ley emanada del parlamento. Pero, y ahí se diferencia del ideal liberal, hay una segunda garantía que se ofrece en la socialdemocracia: los derechos sociales. En la socialdemocracia, al contrario que en el liberalismo, la economía no es un libre mercado sino un mercado vigilado donde deben prevalecer los derechos sociales de la ciudadanía. Así, sin venir ahora al caso ni el origen de esto ni analizar su realidad social, queremos subrayar como en una teoría socialdemócrata el estado es garante de derechos políticos y sociales que pertenecen al ciudadano en sí y, por ello, el estado socialdemócrata los garantiza pero no los concede: se consideran propios del individuo. Efectivamente, se considera que el estado es garante porque dichos derechos no son concedidos por él, no son una gracia, sino que, en su filosofía política, pertenecen y surgen de la persona y la sociedad. Así el estado es árbitro entre el Capitalismo como economía y la sociedad como clave de progreso -de hecho una crítica a la socialdemocracia sería esa idea de capitalismo como mero sistema económico- y en su arbitraje tenderá a defender esos derechos. Y por eso la socialdemocracia tiene una política económica determinada y propia que no sólo afecta a la creación de una estructura estatal concreta, el estado del bienestar, sino también al modelo industrial, financiero, laboral y fiscal que busca ese estado.

Hasta aquí la teoría política, vayamos a la práctica. ¿Es esta la idea de estado del presidente del gobierno?

Primero analicemos la política económica. ¿Tiene el actual gobierno una política económica socialdemócrata? No, no existe diferencia fundamental en este aspecto entre PP y PSOE, y tal vez porque ya no puede haberla. Efectivamente, los cuatro pilares clásicos del modelo económico (modelo industrial, fiscal, laboral y financiero) son similares entre uno y otro partido. Primacía de un modelo industrial basado en la construcción y en los servicios –y no en la gran industria con su desarrollo tecnológico como en la socialdemocracia-; política financiera y fiscal de aire liberal –bajada de impuestos y grandes corporaciones bancarias pero no industriales-; y, por último y consecuentemente, un perfil laboral eventual y poco cualificado debido a los modelos anteriores. Así, el modelo socialdemócrata no se da en la política económica del gobierno Zapatero.

Pero, ¿y la política social? Se podría aducir que Zapatero sí mantiene una política social de derechos y por tanto es, al menos en parte, un socialdemócrata. Es esto lo más interesante de todo y que merece una detallada, y tal vez aburrida, reflexión. Efectivamente, el interés social parece una característica de ZP y a su vez de la socialdemocracia. Parecería ahí, por tanto, que hay un punto de unión. Sin embargo, es importante recordar lo bicho anteriormente: en la socialdemocracia la asistencia social se entiende como un derecho ciudadano. ¿Cómo lo entiende Zapatero? Cada nuevo curso político ZP da un mitin en el que anuncia una nueva medida social. Generalmente, además, estas medidas guardan relación con sectores sociales determinados y repetidos anualmente: los pensionistas de renta baja y los trabajadores con empleo poco cualificado y que cobran el salario mínimo (aunque la subida del SIM luego pueda afectar a otras por convenio, esto no se presenta nunca en la propaganda). Interesa aquí esto por dos motivos: primero, es el mismo presidente en un mitin quien lo presenta, no el gobierno o el Parlamento; segundo, es con los sectores más débiles socialmente, lo que conlleva la sombra del voto cautivo. Uniendo estos dos hechos comenzamos a barruntar que ZP no considera estas medidas como derechos sino como concesiones que él, personalmente, hace. Incluso, como ha ocurrido recientemente con la demagógica propuesta de la Junta de Andalucía –por cierto, lean el titular de los periódicos y el artículo de la ley porque no dicen ni por asomo lo mismo- se entra en colisión entre la política económica y la concesión efectuada con lo que parece que ésta última no es sino un esfuerzo del presidente y ciertos políticos y no un hecho del estado. Así, ZP es, diciéndolo de forma elemental, el bueno que se esfuerza en conceder cosas a pesar de la propia política económica de su propio gobierno. ¿Contradicción? No, populismo. El ideal de ZP no es la socialdemocracia, que precisa de una estructura estatal y una planificación económica para existir, sino los movimientos populistas sudamericanos tipo peronismo y, sobre todo, este norteamericano, el PRI.

¿Exageramos? Veamos más. Hablamos de un estado socialdemócrata. Un estado socialdemócrata se sustenta precisamente en esa idea de estado del bienestar, es decir: la estructura del estado tiene una finalidad nacional clara que subyuga las administraciones inferiores. Así, la mutua interdependencia en el estado, ya federal o no, se sustenta en la consecución del objetivo a nivel nacional (y no federal): las partes están al servicio del todo que es el estado del bienestar. Sin embargo, en los movimientos populistas, el PRI por ejemplo, la clave es la comunión de intereses de un determinado grupo social y con ella el clientelismo. Las distintas partes no se relacionan en un fin común sino de acuerdo a sus intereses como tales partes. La relación del gobierno con los nacionalistas es así en este caso: Zapatero sabe que los necesita para gobernar y por ello no duda en la concesión permanente ante ellos, como se ve en las sucesivas reformas estatutarias. A su vez, la clase política nacionalista sabe que su límite es precisamente su región, lo que ellos llaman rimbombantemente nación y esas cosas, y entran en el juego guiados por ese interés caciquil de adquirir poder. La telaraña establecida sólo responde a los intereses propios y genera el clientelismo de los nuevos reinos de taifa (como ocurre en México con los gobernadores). Pero aún hay algo más que se asemeja. Del mismo modo que el PRI vivió durante años impidiendo la existencia de un partido con posibilidades de poder, está la campaña del PSOE de cercar al PP de cualquier posible coalición –campaña, por cierto, hábilmente refrendada por el propio PP- impidiéndole su acceso a la Moncloa por falta de apoyos: si este me da más, ¿para qué irme con el otro?

¿Quiere esto decir que Zapatero no es demócrata? Por supuesto que no. Zapatero es un demócrata pero su idea de estado es el caudillismo americano del PRI. El estado es una máquina que no se diferencia del gobierno y éste, a su vez, es quien dicta en el partido. Esta legislatura no es sino el inicio de este modelo que se desarrollará en la próxima si gana. Lejos, muy lejos, de la socialdemocracia.

¿Votar entonces al PP? Pues en un próximo artículo analizaremos la idea de estado de Esperanza Aguirre, olviden ya a Rajoy, y verán que el miedo es el mismo. ¿Estado liberal? Y un cuerno. Pero, eso en otro momento que ya nos hemos aburrido bastante.

5 comentarios:

RicardoRVM dijo...

Qué sorpresa, oiga, qué artículo más interesante. Le he contestado en mi blog. Y haga el favor de pasarse por la invasión del Ejército Rojo, que están los comunistas acusándome de anticomunista, oiga.

Anónimo dijo...

Hombre, le ha faltado nombrar a PRISA como remedo de Televisa y la guinda estaría puesta.

Yo comparto con usted lo que dice de José Luis.

Pero como sabe, no me creo la milonga de los "derechos sociales", eso de que pagarme el colegio "es un derecho" y no una prestación. Tambien creo que depender de la gracia del estado que decide cuando sube mi pensión, o cuánto colegio me da y cuantos dientes me blanquea es la forma de vivir de un siervo.

Con la socialdemocracia los ricos hacen lo que quieren y procuran huir de donde les esquilman de impuestos y los pobres son siervos que votan a la élite que les mantiene, en vez de dejarles elegir quien quiere que les enseñe o les cure. Por eso toda socialdemocracia es PRI, si me permiten la afirmación gruesa: no quieren que vayas al cole, sino a su cole. No te dan sanidad, quieren que vayas a su médico. No quieren que te informes, sino que veas su telediario y su cultureta y la de sus amigos.

Pero le llaman redistribuir la riqueza y queda finísimo.

Yo, como Güevos, estoy pensando en mudarme a un pueblo andaluz: que me paguen casa, que me den unas peonadas y si se me pican las muelas me ponen unos empastes a cambio de nada. Y a escribir novelas, por lo que cualquier día podré pedir una subvención como nuevo creador.

bacus dijo...

Para mi socialdemocràcia es otra variante de socialismo o sea empresa pública i funcionarios.

Si el estado tiene que proveer servicios basicos puedo estar de acuerdo pero solo los tiene que pagar . Crear un monopolio publico con sus funcionarios solo hace que sus funcionarios pasen a depender de un partido político y como es sabido un funcionario dispone de unos beneficios laborales muy superiores a un trabajador privado creando "desigualdades". Y bien facil que es decir si votas al pp te privatizara la renfe entre otros.


Yo prefiero el salario basico de ciudadania, pon unos 600 euros al mes para cada ciudadano y con esto que se pague lo que quiera y donde quiera.

Para mi es mejor regular para que el trabajador con su dinero sudado tengo un mínimo de nivel de vida que no regalando servicios. Es mas util subir el salario minimo a 1500e que seguir con el de 500 y regalando migajas por un puñado de votos.

PD: No has hablado de las libertades civiles, como legalizar la hierba, el aborto, la prostitución, la autenasia.... etc... Todo esto no vale dinero es un puro tema de libertades pero parece que no lo entiendan ya que si fumo es mas gasto para la SS y acaba siendo un pez que se muerde la cola.

creo que los social-democratas (ex-comunistas) son tan conservadores en esto que la derecha conservadora de siempre.

Anónimo dijo...

Resumiendo:

Todo los políticos nos engañan y nos toman el pelo.

Que si variante de esto o de lo otro. ¡Que nos toman el pelo hombre!

Anónimo dijo...

«que están los comunistas acusándome de anticomunista, oiga.»

Tal y como usted se ha definido anteriormente.

Aunque seria mejor el decir anti-PCE.

Innit? (in cockney accent)