En un reciente artículo, Nacionalismo, lengua y dominación, explicaba yo, mal que bien, que el verdadero problema lingüístico español no era sino la utilización del idioma por parte del nacionalismo para homogeneizar la sociedad y buscar así su dominación. Y explicaba, mal que bien, como este proceso había comenzado en la administración pública a través de las oposiciones y la petición del conocimiento, para sacar la plaza y no a posteriori, de la lengua regional. Así, decía, se conformaba una administración pública afín al nacionalismo como primer paso para extender una sociedad fiel a los partidos nacionalistas (ahora que ya incluso el PSOE lo es).
En esto que estaba yo con otros. Los otros eran también profesores y algunos, afortunadamente para la educación de este país, habían sacado la plaza en la oposición de profesores de secundaria convocadas en Madrid. Y entre los que allí estábamos, unos nueve o así, éramos minoría los que habíamos nacido en la misma comunidad madrileña. Y salió el tema. Y yo, que soy un indudable fascista como todos los que hemos firmado el manifiesto en apoyo a la lengua común, hice una pregunta: ¿no sería curioso comparar cuánta gente de fuera de Madrid ha sacado plaza en las oposiciones a profesor de la Comunidad de Madrid frente a cuánta gente de fuera saca plaza en las oposiciones a profesor de otras comunidades? Y añadí con afán sociológico: ¿pongamos en las últimas tres convocatorias, por ejemplo?
En fin. Era tarde. Nadie lo hará, tranquilos. Pero yo, llevado sin duda por mis ideales de extrema derecha e incluso de derecha extrema, no descanso.
En esto que estaba yo con otros. Los otros eran también profesores y algunos, afortunadamente para la educación de este país, habían sacado la plaza en la oposición de profesores de secundaria convocadas en Madrid. Y entre los que allí estábamos, unos nueve o así, éramos minoría los que habíamos nacido en la misma comunidad madrileña. Y salió el tema. Y yo, que soy un indudable fascista como todos los que hemos firmado el manifiesto en apoyo a la lengua común, hice una pregunta: ¿no sería curioso comparar cuánta gente de fuera de Madrid ha sacado plaza en las oposiciones a profesor de la Comunidad de Madrid frente a cuánta gente de fuera saca plaza en las oposiciones a profesor de otras comunidades? Y añadí con afán sociológico: ¿pongamos en las últimas tres convocatorias, por ejemplo?
En fin. Era tarde. Nadie lo hará, tranquilos. Pero yo, llevado sin duda por mis ideales de extrema derecha e incluso de derecha extrema, no descanso.
2 comentarios:
Sería interesante conocer el dato.
Saludos,
Diego
Es evidente que a todo el mundo le gusta emigrar de su lugar de origen y de su nucleo familiar para fastidiar a los madrileños.
Ahí acierta usted plenamente.
Igual que en lo de llamar fascistas a los que firman el manifiesto, tamoco será para tanto digo yo, pero no creo que ande muy desencaminado.
saludos cordiales
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