lunes, diciembre 22, 2008

EXPLOTACIÓN CATALANISTA Y DE IZQUIERDAS

Recientemente, ha salido en el periódico que los inmigrantes para regularizar en Cataluña su situación deberán acreditar el conocimiento del catalán. Y algo más: el catalán será la lengua vehicular para ellos. Las casualidades en política no existen y esto sale en época de crisis, ¿por qué ahora?

Varias veces hemos hablado aquí de cómo el nacionalismo no es sino la coartada ideológica de unas élites para mantenerse en el poder. Por un lado, hay una élite política provinciana que sabe que no puede acceder al poder central y le interesa, por tanto, una mayor concentración de poder regional para desarrollarse como tal élite y medrar. Por otra, hay una oligarquía financiera, compuesta en provincias no solo por grandes fortunas, cuyos intereses son más universales por regla general, sino también por medianos empresarios y pequeña burguesía que han comprendido hace tiempo que el esencialismo idiomático es la mejor medida proteccionista contra la competencia económica y por eso defiende esa posición al ser, en buena lógica, su posición de clase y una esencia de sus privilegios.

La inmigración ha traído mucho dinero a estas dos oligarquías al permitir, entre otros factores, un crecimiento económico. Al fin y al cabo los inmigrantes han realizado los trabajos que los españoles no han querido realizar. Sería así muy interesante, y tal vez ayudara a acabar con la xenofobia, que se mostraran las cifras de parados de larga duración entre el año 2002 y el 2007, justo antes de la crisis que nuestro actual presidente negó, y se precisara cuántos inmigrantes había y cuantos españoles de nacimiento en esa lista. Porque quizás los que viven y han vivido de los servicios sociales, y eso no quiere decir que todo parado de larga duración lo haga pero sí que los hay, no eran aquellos trabajadores inmigrantes sino ciertos compatriotas apegados a la sopa boba. Pero eso es ahora otra historia.

Cataluña es una de las cumbres de región -donde pone región lean oligarquía- llorona: es una forma ideológica que beneficia a sus élites. Hace poco han conseguido pasar al rango de provincias leales, como la vasca y la navarra, con un estatuto vergonzoso que sin embargo la autoprocalamada izquierda y autoproclamada federal defendió aún a sabiendas de que era imposible de llevar adelante con el resto de las regiones españolas. Pero, la élite política catalana sabe cuál es su techo de poder y quiere garantizarse más recursos – y aquí no seré demagogico y diré que es para tunear algún coche- sin duda para llevar Cataluña a lo más alto y con ella a sus propios dirigentes autoproclamados catalanistas y de izquierdas. Al fin y al cabo Cataluña, despojada de sus misticismo, es la élite pólitica y la élite socioeconómica. Y su rebaño.

La situación económica ha cambiado ciertamente. Y con ella ha cambiado la situación de los inmigrantes. Antes eran una necesidad, ahora son, casi y este casi es importante pues siguen haciendo falta, un estorbo al pretender cobrar las prestaciones que se han ganado con su trabajo. Ya hemos mostrado aquí la cara menos amable del autodenominado progresista gobierno de España. Pero siempre hay gentuza peor. Los inmigrantes mientras fueron necesarios para la prosperidad económica, que incluía y de qué manera a estas élites, fueron bien recibidos como una fuente multicultural fundamental de progreso y todas esas cosas, ya saben: hemos escuchado mucha tonteria de buen rollo. Pero ahora hay que librarse de un colectivo numeroso manteniendo, sin embargo, a otra parte porque siempre hará falta un ejército industrial de reserva, e incluso titular, para la economía y la productividad que nunca harán los españoles. Así pues hay un doble juego: echar y permanecer. Y sobre todo es importante el carácter de subordinación que para permanecer deben tener estos inmigrantes en el tejido social: no deben ser ciudadanos sino súbditos.

El idioma es dominio. Cuanta menos gente hable un idioma la forma de dominación es más sencilla pues limitará la facilidad para buscar una mejor situación en otro lugar. Es decir: si yo soy griego y solo sé griego, por poner un ejemplo, y hay una crisis económica en Grecia tenderé a rebajar mis pretensiones económicas para conseguir un empleo pues emigrar me implica aprende un idioma nuevo lo que me genera una dificultad que, por lógica, consideraré un escollo grande. Y al situarme en la idea de que el idioma que sé -o los dos si por ejemplo soy inmigrante marroquí en Grecia- no tiene presencia más allá del territorio limitado al que emigré o de la propia zona de la que partí, entonces seré más sumiso en mis peticiones socioeconómicas y más proclive a admitir un trabajo peor que si mi idioma me facilitara un territorio más extenso. Y lo que vale para Grecia vale para Cataluña independientemenete del indudable hecho diferencial catalán y de su importancia, sin duda mayor, en la formación del pensamiento occidental.

Y ahora, definitivo, Cataluña. Cuando el gobierno catalanista y de izquierdas, nunca olviden esto, y sus aliados firman ese acuerdo de regulación de inmigrantes y ponen tanto enfásis en el idioma están, precisamente, defendiendo lo anteriormente descrito. Si revisan los datos (ver INE) verán cómo Cataluña es la región española donde mayor presencia hay de inmigrantes africanos, incluyendo un colectivo fundamental marroquí, y asiáticos. Es decir, inmigrantes cuya segunda lengua no es la española y por tanto inmigrantes que al venir aquí deben obligatoriamente aprender una lengua, cosa que no pasa con los inmigrantes sudamericanos. Al pedir el catalán se consigue así un doble objetivo. En primer lugar, se limita la presencia sudamericana, demasiado española, de la región en un auténtico juego étnico donde se busca ante todo la catalinidad –que al final suele resumirse en ser del Barça y ser fiel a la oligarquía de la provincia o de la región-. En segundo lugar, se buscan inmigrantes sin raíces españolas, africanos y asiáticos, y a los que no se les darán dichas raíces únicamente para explotarlos de una forma más efectiva. Efectivamente, estos inmigrantes podrían aprender catalán o español, pero el gobierno catalán, acorde con la oligarquía financiera regional, les pondrá sencillo aprender la primera mientras le dificultará la segunda, por ejemplo utilizando el sistema educativo para sus hijos o a través de leyes como la que aquí se trata. Así, lógicamente, el inmigrante aprenderá el catalán y quedará reducido a mano de obra cautiva pues la lengua que controla solo le permite trabajar en un estrecho territorio frente a toda España pues desconocerá el español. Y de esta forma cuando la situación socioeconómica imponga condiciones laborales peores -es decir: ahora- deberá tragar con ellas pues fuera de allí debería aprender otro idioma y empezar de nuevo: la mano de obra no cualificada cautiva por el idioma.

Es, en definitiva, la integración idiomática para los ciudadanos, la élites que se benefician de ella, y los súbditos.



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Claro, claro... el aprender catalán impide aprender castellano al mismo tiempo... ¡Son idiomas tan diferentes! Prácticamente es imposible encontrar personas que sean capaces de hablar estos dos idiomas al mismo tiempo.

Entiendo su postura ya que usted supone que en Cataluña no se habla castellano más que en pequeñas reuniones clandestinas y que hacerlo en público puede poner en peligro la integridad física del valiente que se atreva... En fin, que ignora usted por tanto la realidad lingüística catalana, como tantos otros españoles de "raza", no es extraño.

Por cierto, muy bonita su teoría maquiavélica sobre esas malvadas élites antiespañolas y judeomasónicas que testarudamente conspiran en secreto contra nuestras más sagradas tradiciones, pero admita que no es suya, al menos yo ya me la sabía desde hacía tiempo. Y no cuela.

Saludos

Anónimo dijo...

Estoy en desacuerdo con varias cosas: en primer lugar, el idioma en Cataluña se usa no sólo como un elemento de dominio sino como un elemento de identificación. Es decir, para las clases populares hablar en catalán es sinómimo por un lado de ser catalán y por otro lado un símbolo de estatus social que puede diferenciar a una persona que lo use de la clase baja. Por otro lado, da usted demasiada importancia a la lengua a la hora de emigrar, la verdad es que la mayoría de inmigrantes sean o no africanos aprenden antes el español que el catalán. Es decir, en Cataluña la gente extranjera ha aprendido antes el español que el catalán, dicho de otra manera los inmigrantes no son tontos y saben que el español es la lengua que se habla en España. Yo creo que se trata más bien de ideología... ¿Usted ha asistido alguna vez a algún curso del INEM en Cataluña?¿No? Mi madre sí, patrocinado por el Consell Comarcal del Priorat. Bueno, el 90% del curso no era de gramática y ortografía si no de Historia, sí desde el hombre primitivo catalán hasta el catalán actual pasando por 1714. Puro adoctrinamiento falangista. Cuando lei esos apuntes casi vomito y mi madre que no entendía que tuviera que estudiar historia para hacer un curso dedicado, supuestamente, a auxiliares de asilos de ancianos. Se trata de adoctrinar a futuros votantes nacionalistas. Finalmente, un inciso veo que usted aún no entiende a las clases populares españolas. No se trata de que los españoles no queramos algunos trabajos, se trata que no queremos salarios miserables por hacer esos trabajos. Pero usted no se preocupe que pronto aceptaremos esos salarios miserables y todos los abusos que los patronos quieran. El hambre aprieta. Resumiendo, no entiendo lo de los ciudadanos, aquí no hay ciudadanos hay súbditos.

Enrique P. Mesa García dijo...

D. Matías: se habla de inmigrantes que ya deben aprender un idoma ajeno a su lengua materna. Por otra parte, que yo sepa, no he sacado para nada algo relacionado con lo antiespañol o algo así. Sólo he dicho, y lo mantengo, que la élite catalana tiene unos intereses financieros y sociales que implica la necesidad de un colectivo social subordinado. En mis tiempos esto era un análisis de izquierdas, hoy en día imagino que ser de izq1uierdas es ser favorable a que lasa regiones ricas deben tener más ingresos que las pobres.
D. POcholo: es que eso es precisamente una lengua de dominio. Cuando la lengua sirve para marcar jerarquías sociales es una lengua de dominio. En cuanto a lo de la lengua que aprenden antes los imigrantes es cierto y por eso se quiere cambiar con un sistema educativo, como usted cita, ridículo y una ley vergonzante.
En cuanto a lo de los trabajadores españoles le dire que no es cierto y siento decirlo. Hay un colectivo de gente, y que son una clara minoría frente al resto de los trabajadores, que vive de la sopa boba y a los que les da igual las condiones del trabajo pues de hecho viven peor sin trabajar que haciéndolo. Y por supuesto que las condiciones laborales que han tenido los inmigarntes han sido vergonzosas: por eso interesa que se queden pero en las peores condiones de competencia posibles. Y eso implica el idioma.

Anónimo dijo...

D.MatíasP.: Me parece que es usted el que no conoce la realidad lingüística catalana o, al menos, no toda. Es bastante probable que un inmigrante que aprenda catalán en Barcelona pueda aprender castellano casi al mismo tiempo, pero quizá debería pasarse usted por la zona de Gerona para comprobar que no es tan sencillo aprender ambos idiomas y que, de hecho, una parte importante de la población habla solamente catalán y es incapaz de ligar dos frases seguidas en castellano. Y estoy hablando de personas de todas las clases sociales, con estudios o sin ellos, adultos y niños.
Si se pasea por uno de los barrios de inmigrantes que hay cerca de mi casa verá que los hijos de los "nouvinguts" hablan su lengua materna y el catalán, pero ni una palabra de castellano, algo que no es de extrañar dado que no hay ningún espacio en el que se pueda adquirir un nivel de castellano adecuado a menos que sea el idioma que hablan en tu casa.
Que conste que no estoy en contra del catalán, pero creo que es importante que también se aprenda correctamente el castellano, y eso no se consigue con un par de horas de clase a la semana.
Y una última cosa referente al sarcasmo del primer párrafo: aprender catalán puede resultar sencillo para una persona cuya lengua materna es el castellano(y viceversa), pero no lo es tanto para alguien que empieza desde cero con uno de los dos idiomas.

Un Oyente de Federico dijo...

Bon Nadal i Feliç Any Nou