viernes, marzo 27, 2009

DEBE DE SER

Debe de ser muy triste ser diplómático de carrera y ganar una pasta y tener prestigio, al menos un poco. Debe de ser muy triste que te nombren ministro y que no te dejen ni escoger tu equipo pero tú callarte. Debe de ser muy triste que alguien te pase por encima, que sea ella, la ministra de Defensa, quien meta la pata y que seas tú, el ministro de Exteriores, quien tenga que mentir y decir que ya lo sabías. Para mantener el coche oficial y el cargo. Aunque tengas la comida asegurada y la dignidad ya perdida.

Debe de ser muy triste no saber cómo llegaste a ministra. Quizás por ser guay. Debe de ser muy triste levantarte cada mañana y preguntarte qué hiciste para conseguir el cargo y, como tantos otros, solo encontrar una respuesta: ser fiel. Debe de ser muy triste meter la pata y hacer que otro, con tan poca dignidad como tú misma, mienta y diga que él, el ministro de Exteriores, ya lo sabía. Y tú, ministra de Defensa sin saber cómo, sonreír con gafas de diseño. Y pensar que tal vez eres el delfín y que tu mérito sigue: ser fiel, ser fiel, ser fiel…

Y, por supuesto, debe de ser muy triste ser tan poca cosa intelectualmente.

Pero alegre debe ser tener un cargo.

1 comentario:

off topic dijo...

Y además pecan de injustos, ilegales y corruptos.

No tienen ni una mínima base de ética.