Un recuerdo. Era el nueve de marzo de 2009. Decía yo hablando sobre las empresas y el paro en España:
Pero el problema surge de que en el juego de alianzas inherente a esa situación unos siempre ganan, pues tienen más fuerza, y otros pierden. Y ya el BBVA ha conciliado la postura de los dos grupos más fuertes: bajar las cotizaciones sociales al empresario –¡yupi!- y subir el IVA, el impuesto indirecto por excelencia, para beneficiar a la clase política –¡que guay!-. El perjudicado queda claro.
Ahora dice el gobierno esto: el IVA subirá dos puntos, las cotizaciones de las PYMES bajarán en cinco puntos.
Y vuelvo a decir yo. ¿Todos esos que me decían indignados que yo era un fascista y que Zapatero era de izquierdas, reconocerán ahora su error?
Por cierto -y esto quizá es lo más importante de este escrito- gran película, mejor que el cómic sin duda, V de Vendetta.
6 comentarios:
Mesa, algunas cosas.
1.- Equivoca usted las cotizaciones a la seguridad social (a lo que se refería el BBVA y la CEOE) con el impuesto de sociedades.
Las primeras, se abonan por las empresas (un 33% sobre salarios) y los trabajadores (un 7,5% sobre salarios, mire su nómina), por existir relación laboral y al margen de cualquier beneficio de la actividad. Son de las más altas de Europa y sirven para financiar las pensiones y parte de la sanidad. Llevan sin tocarse unos 10 años.
El Impuesto de sociedades es lo que van a reducir en 5 puntos, en algunos casos, y es un gravamen sobre las ganancias de las empresas.
2.- El gobierno ha hecho bien en subir el IVA y en reducir el IS, pero mal en modificar el tipo de las ganancias de capital y en reducir el tema de los 400 euros. Si tengo tiempo, lo explico para que se entienda. La tendencia española debería ser la de modificar la imposición indirecta al alza, reducir la directa y consolidar el gasto (que es la madre del cordero).
3.- Lo de la vendetta es infantil. En realidad, sólo hay una salida. Otra cosa es que sea muy difícil de aceptar por la izquierda, izquierda en la que le incluyo.
Pues busque tiempo para explicarlo Don Güapo, porque no me cuadra. El IVA es un impuesto indirecto, es decir, grava a los más pobres y no contribuye a la distribución de la riqueza. ¿Y aún dice que hay reducir los impuestos directos? Aquí y en Lima eso es una política de derechas, que por otra parte es lo que siempre ha hecho el gobierno de Zapatero.
Para colmo sube un exigüo 3% las rentas de capital, por lo que va a ingersar una miseria, pues la mayores rentas están a buen recaudo bien escondidas en las SICAV.
Coincido con Vd. Sr. Mesa, 'V' es una excelente película.
Saludos
Dejando claro que el problema presupuestario español no está en la vía de los ingresos, sino del gasto, al ser éste estructural, rígido y nacido en época de extraordinaria bonanza tributaria, que no volverá en muchos años, las propuestas fiscales que tratan de reducir la brecha deficitaria, no van mal encaminadas en general, aunque no servirán para taponar la sangría que ahora se cubre con recurso a la deuda.
Generalmente se olvida que España ha perdido la soberanía monetaria. Eso significa que no se puede devaluar para ser competitivo, y que tampoco se puede utilizar la política fiscal de tal forma y manera como si no existiese esa Europa que nos financia.
Como entre los estados existe competencia fiscal, los impuestos directos, IRPF (donde se incluyen las rentas de capital) e I.Sociedades, tienden a bajar. Si suben, las personas y las empresas se deslocalizan a otros estados, pues el mercado es único y los capitales pueden moverse libremente, sin que los gobiernos puedan impedirlo.
Esa tendencia trae como colofón una bajada de los impuestos directos.
Por qué es acertada la subida del IVA (en tres puntos, je). La respuesta es múltiple. Primero, no causará tensiones inflacionistas en este momento de deflación. En segundo lugar es un incentivo muy importante para exportar. En tercer lugar, su difierimiento sirve para adelantar decisiones de gasto importante (coches, pisos) y en cuarto lugar su recaudación es más sencilla.
Es un acierto no tocar el tema SICAV ya que, al contrario de lo que la gente cree, tributan más que los fondos de inversión ordinarios, son transparentes en cuanto a su política de inversiones, canalizan debidamente la propiedad de empresas estratégicas, implican excelentes recursos para las entidades financieras vía comisiones de gestión, atraen mano de obra muy cualificada en su gestión, y evitan la deslocalización de patrimonios a otros lugares.
La subida de la tributación del ahorro ordinario es un error, ya que además de significar poca cosa en tiempos de tipos bajos, aleja las decisiones clásicas de ahorro hacia otros instrumentos más ilíquidos como los seguros, alimenta la elusión hacia el exterior y detrae para el consumo recursos previos a la decisión de gasto.
La bajada de 5 puntos del IS debería generalizarse a todo el impuesto, y profundizarse en el futuro si queremos que vengan empresas y que las que hay, no se larguen.
No obstante, la recaudación no solventará el problema presupuestario, ni el económico productivo interior, pese a que la crisis financiera toca a su fin, por ahora.
Los amantes de los impuestos altos, olvidan siempre el coste de la ineficacia administrativa, de la inutilidad de las decisiones de gasto de interés político, y de la rémora de la filosofía de la subvención.
Créame que le agradezco su exhaustiva explicación Don Güapo. Impregna toda ella una lógica inexorable y sin embargo posee algo de diabólico en el transfondo. Si no toco al capital tendré que pagar todo yo, pero si lo toco él me lo hará pagar más caro. Es sin duda lo más parecido a estar de rodillas con las manos en la cabeza.
La pregunta es muy sencilla, al margen de las repercusiones financieras, mercantiles y fiscales, ¿qué presonas ganas y cuáles pierden con cada una de las medidas?
Encuentro muy razonable la explicación de Don Güapo, en mi barrio Carabanchel y en una de sus principales arterias, General Ricardos, cierran los comercios y talleres autóctonos y sólo se abren los negocios con 5 años de exención fiscal de los chinos, o los de los “latinos” que también disponen de algún típo de facilidades fiscales.
Lo que demuestra que una actuación fiscal favorable, estimula la creación de empresas. Y a pesar de lo que diga la Vicepresidenta, solo habrá trabajo si hay empresas abiertas.
Lo que no entiendo es lo beneficioso del aumento del IVA.
El IVA a las empresas no les afecta, sólo lo recaudan.
El sufridor del IVA es el consumidor —el último de la cadena—, que ve aumentado el precio de absolútamente todo lo que consume y sin discriminar si tiene unos ingresos de pensionista o de un liberado sindical.
Eso de que la pelicula V de Vendeta sea mejor que el cómic de Alan Moore..... no estoy de acuerdo
Saludos
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