Autoretrato con Bacon al fondo, en el Metropolitan de Nueva York
Se preguntó si el retrato de la habitación cerrada habría cambiado. Seguramente no seguiría tan horrible como era. Quizá si su vida se purificaba sería capaz de expulsar toda señal de perversa pasión de su cara. Quizá las señales del mal habrían desaparecido ya. Iría a verlo.
Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray
No hay comentarios:
Publicar un comentario