jueves, septiembre 23, 2010

HUELGA GENERAL: ¿YO VOY?

1.- Lo primero que toda persona debe plantearse ante un dilema no es qué hacer, sino si conoce lo suficiente para juzgar sobre el mismo. Conocer no es necesariamente opinar. Cualquiera puede opinar sobre cualquier tema -enciendan su televisor, escuchen su radio, entren en internet, lean los periódicos o miren este blog- sin embargo, no parece que cualquiera conozca. Por eso, las decisiones no deben estar unidas a esas emociones primarias y ridículas que van desde la solidaridad obrera -la izquierda cada día parece más el domund- hasta la expresión tan en boga de que los sindicatos son una antigualla. Uno tiene que intentar meditar y decidir fuera de simplonas identificaciones con ser de izquierdas o de derechas. En esta circunstancia. En cualquier otra. Nada hay tan ridículo, y brutal, que identificarse con un yo soy de izquierdas de toda la vida -los borregos también son borregos de toda la vida-. Algunos, sin embargo, solo lo somos tras pensar, tal vez equivocadamente y con eso contamos para repensarlo de forma cotidiana.

2.- El día 29 de septiembre hay convocada una huelga general. Causa: la reforma laboral. No conviene dejarse llevar por la histeria. ¿Reforma laboral? No toda reforma laboral tendría que ser mala (en el sentido de negativa para los trabajadores asalariados). Seguro que es necesario una reforma laboral porque el mercado de trabajo es indignante. Y aquí todos de acuerdo. Pero, ¿por qué es indignante? ¿Cuál es la causa que nos mueve a la indignación?

3.- Analicemos el mercado laboral español. Un 25% de la población activa tiene un contrato temporal. Curiosamente, la cosa del contato temporal se reparte equitativamente entre las administraciones públicas y la empresa privada. Así, el mercado laboral español es claramente dual. Por un lado, hay un sector de indefinidos, en la pública y en la privada, y por otro un sector de eventuales, en la pública y en la privada. Y esta dualidad, no lo olvidemos para luego, creó empleo en la precarización del mercado de trabajo.
Pero hay ahora un 20% de paro. Y la pregunta es sencilla: ¿por qué hay ahora tanto paro en España y no en el resto de Europa?

4.- La derecha, incluyendo al PSOE, ha fundamentado un discurso: la culpa máxima del paro la tiene la escasa flexibilidad del mercado laboral. Cuando se habla de flexibilidad se refieren, fundamentalmente, al coste del despido de los empleados fijos (45 días por año trabajado). Ya hemos tratado aquí extensamente este punto. Por ello, resumiremos. La alta tasa de paro en comparación con la de Europa no tiene que ver con las fórmulas de contratación, que por supuesto habría que cambiar pero por otro motivo, sino con la estrategia seguida industrialmente en España por parte de la oligarquía política y la oligarquía industrial y el beneficio permanente de la oligarquía financiera. Que la base de nuestro tejido productivo fuera construcción y turismo es lo que ha generado el alto para actual –del mismo modo, por cierto, que fue lo que produjo su descenso anterior-. No se trata, así, de que la estructura de contratación impida crear empleo, sino de que la estructura industrial, de la cual son los menos responsable los asalariados, lo que por fin ha fallado. Y, a su vez, esta estructura industrial cayó por la crisis financiera que llevó a la falta de crédito y con ello a la pérdida de unas industrias cuya base era la facilidad crediticia.

5.- De esta forma, el 20% de parados no lo es porque haya un mercado laboral rígido –donde hay un 25% de empleados con contrato temporal en trabajos que no son temporales y donde hay un 20% de parados: curiosa rigidez- sino porque la estructura industrial española, ocupacional para este menester, estaba mal planificada. Y es ahí, curiosamente y no en cambiar el mercado laboral, donde está la clave de la Reforma Laboral planificada por el gobierno. Porque efectivamente, como ahora explicaremos, la Reforma Laboral no tiene su finalidad fundamental en el mercado laboral sino que este es el medio para otro fin: generar una determinada estructura productiva.

6.- Efectivamente, la finalidad última de la reforma no es estructurar un nuevo mercado laboral sino generar un nuevo modelo de sistema productivo tras caer el basado en la construcción y el turismo. ¿Pero esto no estaría en contradicción con la famosa Ley de Economía Sostenible? Oh, sí. Pero para eso habría que creerse tamaña ley. España tiene ahora mismo no solo un 20% de paro, sino un 30% de fracaso escolar. Es decir, la población activa española es una población fundamentalmente de baja cualificación. Y de hecho, esto se ve en el desempleo. Así, pretender cambiar el modelo productivo español por uno de innovación tecnológica y absorber a su vez el paro es una quimera porque la cualificación de un importante grueso de parados no es útil para ello. De esta manera, la forma de cambiar la estructura productiva, que es la causante del paro, tiene que ser otra.

7.- ¿Y cómo entonces hacer un modelo productivo competitivo y que reduzca a su vez el desempleo? Pues alguien, sobre todo si escucha esas famosas tertulias televisivas o radiofónicas, podría pensar que mejorando la productividad, a saber y grosso modo: el rendimiento de los trabajadores. Pero hay algo curioso, y al ver esto lo confirmarán como curioso, y es que la productividad española es sorprendentemente buena. De hecho, estamos por encima, por ejemplo, de Dinamarca o Reino Unido y al lado de Suecia. Y en la zona alta de la tabla. Es decir, nuestra productividad no se puede mejorar, desde la realidad, mucho más. ¿Y entonces? Pues de ahí no se puede modificar mucho y de hecho, para el nivel de cualificación español, la productividad es excelente.

8.- ¿Luego qué? Pues si usted no puede aumentar el beneficio aumentando la productividad tiene que buscar otro componente para hacerlo. Y este es el más sencillo de todos: reducir el coste laboral, es decir: reducir lo que le cuesta cada empleado y aumentar así el beneficio al mantener estable la productividad. La competitividad se gana de esta forma no ya a través de una mejor cualificación y con ello de empleados que al saber más producen mejor sino directamente reduciendo el coste personal que tienen. Y como la esclavitud está prohibida, porque no es rentable, surge ahí la Reforma Laboral.

9.- ¿Reforma Laboral es reforma de la estructura productiva? En la medida de sentar las condiciones para la segunda, sí. Lo que se busca es realizar una estructura de mercado laboral tal que permita una competitividad concreta bajando costes laborales. Por eso la idea clave de la reforma laboral es repetir un modelo que ya funcionó en la época anterior y que consiste en dualizar el mercado laboral. Pero ahora con una novedad: se dualiza el de los contratos fijos (que son, no olvide, el 75% de la población laboral). Y al dualizar, se abarata con las distintas medidas que se adoptan.

10.- Efectivamente, la idea última de todo este proceso es que la competitividad industrial española se haga sobre la base no de la productividad ni de un modelo productivo tecnológicamente poderoso, algo que hay que descartar por el nivel de cualificación bajísimo al cual llevaron con el modelo anterior, sino con abaratar el coste laboral. Y ahí está la auténtica clave de toda la reforma: el mercado laboral es la estrategia de generar un nuevo modelo productivo en el que España se incluya a los países pobres de la UE, que compiten en lo barato de su mano de obra, frente a los países ricos, que compiten en innovación tecnológica.

11.- ¿Y los sindicatos? De este artículo no saldrá una sola palabra de respeto hacia ellos. De hecho, si han convocado la huelga es con un mero interés propagandístico como se ve en el hecho de haberla convocado después de que todo esto ya se haya votado en el Congreso y tenga difícil solución. Lo único que los sindicatos buscan en realidad es lavar la conciencia de quienes le estuvieron riendo las gracias al peor gobierno de la democracia y ahora tienen que hacer una huelga donde ni tan siquiera han tenido el valor de señalar al enemigo, el gobierno, refugiándose en la conjuración judeomasónica, o neoliberal que a veces ya me confundo.

12.- (uno más que Marx). ¿Entoces yo, y perdonen la petulancia, hago huelga? Un modelo productivo concreto implica una sociedad determinada. Incluso en términos reformistas de lucha de los derechos civles y sociales, que son muy importantes, si es cierto todo el rollo anterior el futuro es tenebroso, al menos tanto como el modelo productivo del pasado reciente. Si este, basado en la construcción y turismo, convirtió la educación en algo prescindible para los sectores socialmente más desfavorecidos de la sociedad –que acababan ganando grandes sueldos sin necesidad de estudiar lo cual, paradójicamente, es política conservadora cuando no reaccionaria- el nuevo sistema que apunta la Reforma Laboral es aún peor porque ya implica la globalización de aquello que era básicamente, aunque no en exclusiva, para ciertos estamentos sociales. Se trata de globalizar un país cuya competitividad se basará en la precariedad laboral y, por ello, en el bajo coste laboral.

y 13.- El 29 de septiembre haré huelga. Pero eso sí, espero que ningún inútil y cómplice sindicalista –nota: otro día hablar de los sindicatos- se apunte mi reducción de haberes. Al fin y al cabo el sueldo solo me lo quitan a mí.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias por un artículo tan preciso y claro. voy a difundirlo por ahí.



odradek

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con su artículo. Creo que debería ser uno de los fundamentales que están en la columna derecha.

Anónimo dijo...

he leído por ahí que la reducción de haberes por secundar la huelga también alcanza a liberados y delegados sindicales, con lo cual en esto no le dejarán solo.

POCHOLO dijo...

"¿Pretender cambiar el modelo productivo español es una quimera?

No se trata, así, de que la estructura de contratación impida crear empleo, sino de que la estructura industrial, (...) , lo que por fin ha fallado.

sino porque la estructura industrial española, ocupacional para este menester, estaba mal planificada.

Así, pretender cambiar el modelo productivo español por uno de innovación tecnológica y absorber a su vez el paro es una quimera porque la cualificación de un importante grueso de parados no es útil para ello.

Efectivamente, la idea última de todo este proceso es que la competitividad industrial española se haga sobre la base no de la productividad ni de un modelo productivo tecnológicamente poderoso, algo que hay que descartar por el nivel de cualificación bajísimo al cual llevaron con el modelo anterior, sino con abaratar el coste laboral. Y ahí está la auténtica clave de toda la reforma: el mercado laboral es la estrategia de generar un nuevo modelo productivo en el que España se incluya a los países pobres de la UE, que compiten en lo barato de su mano de obra, frente a los países ricos, que compiten en innovación tecnológica."

Argumentos estúpidos.
La finalidad última de la Reforma laboral es simplemente reducir los costes laborales. Es es toda la planificación. Y esa es la política que el gran capital está siguiendo en toda Europa, desde Suecia, hasta Grecia pasando por Alemania. Lo que importa son las ganancias, no el modelo económico. Esto es un sistema capitalista y no un sistema de economía planificada.

Esta desquiciado Mesa, alienado más bien. Su fuerte es partir de la realidad para analizar las cosas, pero a veces su realidad no le permite ver correctamente la globalidad del asunto. Este caso sería paradigmático de ese problema. Atrapado dentro de su mundo usando categorías obsoletas y parciales para intentar analizar una realidad que no comprende. No le culpo Mesa, es usted un español y como tal ha recibido una educación deficiente. ¿Sienta mal no ser especial?

Un Oyente de Federico dijo...

El problema no sería trabajar barato.

El los 60 Corea trabajaba igual de barato que Egipto. 50 años después ahí tiene Ud a una y a la otra.
Corea, como Japón supieron aprovechar esa opción y la utilizaron como escalón para situarse en la cabeza del progreso económico y social.
Mientras a Egipto, teniendo infinitas más posibilidades, sigue sumida en basuras, trabajando barato y limitada por consignas religiosas.

A nosotros nos pasará como a Egipto, seguiremos en estado de postguerra permanente y cada vez entre más basura.

Anónimo dijo...

el sueldo no solo se lo quitan a usted Sr. Mesa, sino a todos los trabajadores (entendiendo trabajadores aquellos que defienden su puesto de trabajo, los demás son "empleados")

y se olvida usted de mi sector, jóvenes que no tienen posibilidad de trabajar(no hay oferta laboral estable para la juventud), y que, por tanto están perdiendo su sueldo continuamente, y salen a reivindicar mejoras laborales y más derechos, más que nada, para poder tener garantía de que no nos vamos a morir de asco.

por ganas de trabajar, que no falte. pero no a cualquier precio. con derechos y garantías.