Es viernes 3 de septiembre y El País nos deleita con un reportaje sobre la vuelta al colegio en su suplemento de Madrid. Y allí, la consejera de Educación Lucía Figar ante el dato de que la privada de pago, lógicamente por la crisis, baja su número de estudiantes -la concertada es privada también que se financia con impuesto y hace dumping a la pública pagando menos a sus profesores y haciéndoles trabajar más horas como si fuera una empresa de Pakistán, por ejemplo, pero dentro de España- suelta:
El descenso se debe a que las familias se han dejado seducir, según la consejera, por "el mayor atractivo de los centros concertados y públicos bilingües".
O sea, que hay un atractivo en la concertada y en la pública bilingüe. Pero en la pública no bilingüe, no. Es la educación de la élite frente a la educación de la chusma, dejada de la mano de (su) Dios tras los recortes.
Y ya puestos, ¿hay alguien que conozca la diferencia de preparación entre Lucía Figar y Leire Pajín? Sobre esto, nota: pronto algo sobre los partidos políticos a cuento del caso Tomás Gómez.
El descenso se debe a que las familias se han dejado seducir, según la consejera, por "el mayor atractivo de los centros concertados y públicos bilingües".
O sea, que hay un atractivo en la concertada y en la pública bilingüe. Pero en la pública no bilingüe, no. Es la educación de la élite frente a la educación de la chusma, dejada de la mano de (su) Dios tras los recortes.
Y ya puestos, ¿hay alguien que conozca la diferencia de preparación entre Lucía Figar y Leire Pajín? Sobre esto, nota: pronto algo sobre los partidos políticos a cuento del caso Tomás Gómez.
1 comentario:
supongo que no ha explicado a qué se debe que aumentando el número de alumnos y la ratio por aula descienda el de profesores y los presupuestos estén racionados hasta las fotocopias.
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