Almendralejo es un pueblo de España. En otro momento deberemos contar algo de ese mito que hay sobre la autenticidad, frente a la malvada ciudad, de la vida agrícola y aldeana: solo hay que ver que fue surgir las ciudades, entre otras causas, y el paraíso medieval de libertad y conocimientos repartidos entre todos cedió. Además, Almendralejo tiene 25.000 habitantes y sería injusto, de hecho lo es, poner un titular que señale que ha sido todo el pueblo el que se ha rebelado frente a una orden judicial tan normal y sensata en democracia como que en un colegio público no debe haber signos religiosos –aunque sean de una religión que predica cosas tan racionales y demostradas como que hay un alma inmortal, un dios que ha impuesto un orden natural y que los muertos no mueren para siempre. Tiene para ello, sin duda, pruebas y argumentos-.
Pero es cierto que una parte de la población de esa localidad ha salido hoy a la calle en contra de retirar los crucifijos del colegio público. Al parecer, se informa, entre otras pancartas se señalaba que Cristo vive –curioso: el mismo error histórico adorna un tejado en la excelente Harry el Sucio- y alguien, D. Francisco Lamoneda se nos dice, ha explicado que el crucifijo no es un símbolo religioso sino socio-cultural. Bueno, sin duda la cruz gamada nazi -y que conste que no comparamos exactamente porque hasta hace más o menos 700 años el catolicismo fue un elemento progresista y hasta hace unos 300 lo fue el protestantismo- es también un elemento socioguióncultural. Y el canibalismo o los sacrificios humanos lo son. Eso, por tanto no es decir mucho a su favor.
Pero además ese alguien ha declarado, desde un conocimiento intelectual que yo le envidio pues no he leído tanto para poder asegurarlo con ese dogmatismo, que "cualquier antropólogo o sociólogo, por mínima que fuere su cualificación o dotación intelectual, no puede negar que arrancar la cruz de una pared de todos es pretender ingenuamente arrebatar el alma a nuestro propio ser, renegar absurdamente de nuestro patrimonio histórico-cultural más indiscutible". ¿Se habrá leído D. Francisco Lamoneda a todos los antropólogos y sociólogos, incluyendo a los de baja cualificación y dotación intelectual, para poder decir algo tan tajante? Como yo, sin duda menos culto y al tiempo menos informado, no me he leído a todos, no diré nada sobre esta opinión de experto.
Por supuesto, estaba, se informa en un genial último párrafo de la noticia, la representante del PP.
Sin duda, el cristianismo siempre tuvo cariño por la gente sencilla. Tan cariñoso fue con ellos que llenó los pueblos de iglesias donde les hacia repetir incansablemente las letanías de la fe y no fundó escuela alguna. Durante la época en que el cristianismo dominó Europa, desde el siglo IV hasta el XIX, cualquier confesión impulso la fe pero ninguna enseñó a leer masivamente a sus feligreses. Eso es, sin duda, el amor a la gente sencilla: el amor a los analfabetos. Y a los pobres de espíritu porque ellos heredarán el reino de los cielos al morir y cuando su alma inmortal se separe del cuerpo para ir al paraíso.
Y usted se lo cree, ¿verdad?
Pero es cierto que una parte de la población de esa localidad ha salido hoy a la calle en contra de retirar los crucifijos del colegio público. Al parecer, se informa, entre otras pancartas se señalaba que Cristo vive –curioso: el mismo error histórico adorna un tejado en la excelente Harry el Sucio- y alguien, D. Francisco Lamoneda se nos dice, ha explicado que el crucifijo no es un símbolo religioso sino socio-cultural. Bueno, sin duda la cruz gamada nazi -y que conste que no comparamos exactamente porque hasta hace más o menos 700 años el catolicismo fue un elemento progresista y hasta hace unos 300 lo fue el protestantismo- es también un elemento socioguióncultural. Y el canibalismo o los sacrificios humanos lo son. Eso, por tanto no es decir mucho a su favor.
Pero además ese alguien ha declarado, desde un conocimiento intelectual que yo le envidio pues no he leído tanto para poder asegurarlo con ese dogmatismo, que "cualquier antropólogo o sociólogo, por mínima que fuere su cualificación o dotación intelectual, no puede negar que arrancar la cruz de una pared de todos es pretender ingenuamente arrebatar el alma a nuestro propio ser, renegar absurdamente de nuestro patrimonio histórico-cultural más indiscutible". ¿Se habrá leído D. Francisco Lamoneda a todos los antropólogos y sociólogos, incluyendo a los de baja cualificación y dotación intelectual, para poder decir algo tan tajante? Como yo, sin duda menos culto y al tiempo menos informado, no me he leído a todos, no diré nada sobre esta opinión de experto.
Por supuesto, estaba, se informa en un genial último párrafo de la noticia, la representante del PP.
Sin duda, el cristianismo siempre tuvo cariño por la gente sencilla. Tan cariñoso fue con ellos que llenó los pueblos de iglesias donde les hacia repetir incansablemente las letanías de la fe y no fundó escuela alguna. Durante la época en que el cristianismo dominó Europa, desde el siglo IV hasta el XIX, cualquier confesión impulso la fe pero ninguna enseñó a leer masivamente a sus feligreses. Eso es, sin duda, el amor a la gente sencilla: el amor a los analfabetos. Y a los pobres de espíritu porque ellos heredarán el reino de los cielos al morir y cuando su alma inmortal se separe del cuerpo para ir al paraíso.
Y usted se lo cree, ¿verdad?
2 comentarios:
Hace Ud. trampa don EP:
“...una orden judicial tan normal y sensata en democracia...”
Puede que como Ud dice –también yo lo creo— que sea una “orden judicial sensata”.
Pero sobra lo de “en democracia”, pues es cualquier cosa menos “democrática” esa orden.
¿Se pidió la opinión a todos los padres para retirar la Cruz de las aulas?
Lo que dice el Sr. Lamoneda —“no es un símbolo religioso sino socio-cultural”—, es lo mismo que argumenta la izquierda cuando justificababa no prohibir en Españala la ablación del clitorix, o justifica la poligamia, el burka/hiyab/shador, el sacrificio halal, cuando elimina el cerdo de los menús escolares, o cuando regala permisos de residencia a los imanes y no lo hace a los, científicos, ingenieros, electricistas, carpinteros..., porque según el argumento del régimen laico y progresista de izquierda que manda en España, son mediadores “culturales”.
Ud, se niega a reconocer el caracter científico de las normas morales. Y repite, en varios de sus comentarios, que el Cristianismo fué progresista.
Explíquenos, cuando pueda, donde residió ese progresismo, si no fué en sus normas morales.
Las Leyes, no son otra cosa que la secularización de la moral religiosa.
Ese es el exito del Cristianismo, la secularización de su moral: Declaración Universal de los Derechos Humanos, Legalidad Internacional...
Ud. lo negará, porque para eso este es su blog, pero es evidente que sólo en el ámbito cristiano, se da la democracia y se ha erradicado la esclavitud. Por algo será.
También culpa Ud. a la Iglesia del analfabetismo de los pobres en una época en la que incluso los reyes no sabían leer ni escribir.
También es más que evidente para un observador imparcial, que la Iglesia ha sido el único acceso a la universidad de la gente humilde a través de sus seminarios e instituciones.
Pero me sorprende su afirmación “no fundó escuela alguna” ¿Si no fue el clero, quien fue el que se ocupó de la transmisión del conocimiento hasta la aparición de las primeras universidades seglares?
¿Que quemaron los demócratas españoles en 1931, para que 25.000 escolares se quedaran sin escolarización?
Efectivamente, como Ud. dice, la cruz gamada asi como la hoz y el martillo, son símbolos sociculturales. Pero que contrariamente a la cruz cristiana que representa el exito sociocultural, esos símbolos representan el fracaso del laicismo, pues su único planteamiento sociocultural, el socialismo, no produce otra cosa que atrocidades, miseria y represión: comunismo, nazismo, fascismo...
Tan represivo como el régimen feudal, el cual está integrado en un ámbito cristiano ¿no?
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