Lo más interesante del fracaso momentáneo de la llamada Ley Sinde –que no piensa dimitir, ¿y usted?- es el empleo de la palabra creadores, y la extensión a cultura, refiriéndose a un sector de la producción económica enmarcado en la industria de la cultura. Si yo, o usted, tenemos una web, o incluso dos, con material hecho por nosotros y gratis, ¿no somos creadores y cultura? Parece claro que sí. Pero no pertenecemos a la producción económica con ello. Por lo tanto el término “creadores” no resulta preciso pues no define lo que pretende. Mejor sería llamarles trabajadores de la industria cultural. O productores de mercancías para el ocio ¿Por qué no se les llama así? Porque entonces el centro del debate se desplazaría a otro elemento que es el de la propiedad privada de los medios de producción y las mercancías –ya sean obras supuestamente culturales o no-.
Pero es ese, precisamente, el debate real.Más aburrido.
Menos romántico.
2 comentarios:
Yo tengo una reflexión parecida aunque más extensa sobre este tema. Aquí te dejo la dirección del blog:
http://filosofiamoratalaz.wordpress.com/
Échale un vistazo. El problema de los creadores y el gobierno es que han confundido derechos de propiedad intelectual con Copyright con todo lo que eso conlleva. Hay miles de creadores que dedicamos nuestro tiempo a escribir por amor al arte y nos da igual la remuneración pecunaria de nuestra obra.
Pues D. Temporalización, llevo dos semanas intentado leer su blog, creía que era una cuestión navideña, y no lo consigo. Sospecho que su link, o algo más porque he buscado en Google el nombre y no sale, es erróneo.
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