En mi opinión, hay algo que debería ser raro pero que desgraciadamente es usual. Todos sabemos, aunque Esperanza Aguirre intente disimular con actos tales como llevar el Metro de Madrid tanto a zonas tradicionalmente de residencia de las clases altas como a otras que no lo son tanto, cual es el perfil ideológico y económico del núcleo fijo de votantes de la presidenta madrileña, y ella lo sabe también. Por tanto, lo que sería realmente raro es verla traicionando a su tradicional columna de apoyo, principal responsable de su poder político durante estos años. Aún a riesgo de andarme con obviedades, cuando el capitalismo al que ha sido tan fiel le proporciona una excusa perfecta en forma de lo que llaman crisis para una vez más perjudicar a la clase obrera recortando servicios públicos, y además no recaudar el impuesto del patrimonio le permite reencontrarse con sus votantes tradicionales (por si alguno se ha despistado por el camino), ¿cómo dejar escapar la oportunidad?
3 comentarios:
Rarísimo. Como lo de los 90 millones que destina a los padres que lleven a sus hijos a la educación privada.
En mi opinión, hay algo que debería ser raro pero que desgraciadamente es usual. Todos sabemos, aunque Esperanza Aguirre intente disimular con actos tales como llevar el Metro de Madrid tanto a zonas tradicionalmente de residencia de las clases altas como a otras que no lo son tanto, cual es el perfil ideológico y económico del núcleo fijo de votantes de la presidenta madrileña, y ella lo sabe también. Por tanto, lo que sería realmente raro es verla traicionando a su tradicional columna de apoyo, principal responsable de su poder político durante estos años. Aún a riesgo de andarme con obviedades, cuando el capitalismo al que ha sido tan fiel le proporciona una excusa perfecta en forma de lo que llaman crisis para una vez más perjudicar a la clase obrera recortando servicios públicos, y además no recaudar el impuesto del patrimonio le permite reencontrarse con sus votantes tradicionales (por si alguno se ha despistado por el camino), ¿cómo dejar escapar la oportunidad?
¡Viva a las matemáticas de la maligna !
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