jueves, julio 11, 2013

RECUERDO


Miguel Ángel Blanco.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde hace tiempo pienso que en sus comentarios no siempre creo que tiene Ud. razón, pero si que me gustaría que la tuviera.
Siempre, sus razonamientos van repletos de fundamentos éticos, democráticos y sin odio.

Pero acontecimientos como el actual golpe de estado al gobierno islamista en Egipto, si realmente es lo intencionadamente democrático que parece, le van dando la razón en asuntos que yo jamás pensé que Ud. la tuviera.

Este recuerdo suyo al asesinato de Miguel Ángel Blanco, es un oasis perdido en el desierto del pensamiento único de la izquierda.

Por contra, no veo posible relación entre un soldado del Batallón (no es Brigada) Lincoln, sicario y defensor de las atrocidades de Stalin, cuyo objetivo e ideales, cuando vino a España, no eran otros que instaurar en España el mismo régimen de terror que padecían los ciudadanos de la URSS; con los ideales democráticos de Miguel Angel Blanco.

Un Oyente de Federico

Enrique P. Mesa García dijo...

D.Oyente:no cre oque los integrantes de las brigadas internacionales fueran sicarios de Stalin y defendieran sus atrocidades. Una cosa es lo que objetivamente se defiende y otra lo que se cree defender y los brigadistas creían defender la libertad. De hecho, había distintos grupos entre los brigadistas, entre los republicanos y, también,entre los nacionales. No eran homogéneos.
Por cierto,y si puedo, ¿en qué me da la razón lo de Egipto? Es que le voy a nombrar abuela adoptiva,qué elogios.

Anónimo dijo...

Las Brigadas Internacionales se formaron por la orden de Stalin a los partidos comunistas. Se reclutaron en las sedes de los PC de Paris, Londres y Nueva York. Aunque se alistó algún idealista despistado o algún aventurero (el jornal que les pagaba la República era de 15 pesetas diarias, un magnifico sueldo en esos años), el 80% las formaban militantes comunistas. Troskistas y anarquistas no formaron parte de ellas. Orwell a pesar de ser troskista, fue brigadista pues se alistó a través del PC ingles.
Al llegar a España se les retiraba el pasaporte y este era enviado a Moscú. Para Stalin, los pasaportes de los brigadistas americanos, era un tesoro del que, posteriormente, sacarían provecho sus servicios de inteligencia y rara vez se devolvió a sus propietarios. Los ciudadanos de la URSS tuvieron prohibido el alistarse en las Brigadas.

Cuando los brigadistas llegaron a España en el 36, Stalin ya había exterminado a 7.000.000 de ucranianos (Holodomor, 1932-1933). Y esto ya había sido publicado en la prensa USA. Stalin, al ver que el genocidio era ya de conocimiento internacional, dijo que era una mentira inventada por la prensa anticomunista del magnate Hearst (Ciudadano Kane). Es obvio que los integrantes del Batallón Lincoln cuando llegarón a España ya tenían conocimiento por la prensa (demócrata) de su país, de las atrocidades de Stalin y su ideología.

Los brigadistas, llegaron a España sin ningún interes por la democracia burguesa. El lema de la democracia, sólo era una táctica que ayudaría a que el PC tomara el poder.

No creo que ningún demócrata internacional tuviera interés en arriesgar su vida defendiendo lo que era la II República Española después del 1933. De hecho, hasta los propios demócratas españoles tuvieron que huir de esa República. Clara Campoamor uno de los muchos ejemplos.

Sobre Egipto.
El golpe de estado del ejercito egipcio, le da a Ud. la razón, cuando comentando los sucesos de las primaveras árabes o de la Plaza Tahrir (en un post suyo que no enlazo porque me da pereza ponerme a hacer búsquedas), Ud. veía demócratas donde yo sólo divisaba islamistas. Entonces le consideré un ingenuo.

Por lo demás, si no tuviera buena consideración de Ud. por lo que se vislumbra de sus textos, confirmada, también, por la opinión que de Ud. manifiestan sus alumnos, no sería razonable emplear todo el tiempo que empleo en leer, reflexionar y tratar de aprender de sus comentarios.
Le aseguro que si entro en su blog no es sólo por las fotos de chicas guapas que publica.

Un Oyente de Federico