domingo, febrero 08, 2015

ISLAM Y DEMOCRACIA

En toda religión se pueden distinguir dos elementos. Uno, es lo que podríamos llamar dogmática que consistiría en el conjunto de creencias, más o menos increíbles pero generalmente bastante, y de ritos relacionados con ellas. El segundo elemento sería lo vivencial, que contiene las acciones y forma de vida que implicaría seguir dicha religión y que incluye su repercusión social.

En cuanto a su dogmática, toda religión es contraria a la democracia de principio. Efectivamente, toda religión implica heteronomía mientras que la democracia sería autonomía. En las religiones, lo importante es entregarse ante un poder transcendente. Que sea como en las religiones primitivas, por temor a unos dioses que podrían castigarnos, o que sea como en las modernas, donde el individuo busca la unión con la trascendencia, da lo mismo. Lo que importa aquí, para decirlo con bella metáfora gramatical, es que la trascendencia es el sujeto y los seres humanos un complemento del predicado.

Frente a esta heteronomía esencial de la religión, la democracia es autonomía. Efectivamente, la petición de principio del modelo democrático es que el individuo sea capaz de gobernarse a sí mismo de hecho y como ideal. De hecho, porque la expresión un hombre un voto es el principio de toda democracia y del que se parte como derecho inalienable. Como ideal, porque la democracia no busca nada más allá de ella misma: la autonomía del individuo se agota lógicamente en sí mismo. Así, la democracia busca una sociedad que en sí misma permita desarrollar esa autonomía mientras que la religión, toda religión, busca la heteronomía del absoluto. En democracia, otra vez la metáfora, el sujeto es el ser humano.

De esta forma, la dogmática de toda religión es contraria a la democracia por motivos esenciales y sin distingo entre unas y otras. Da lo mismo, por ejemplo, budismo, cristianismo o religión musulmana: todas son heterónomas pues sitúan la finalidad de la vida en algo ajeno al propio sujeto racional como es la trascendencia.

Sin embargo, no ocurre lo mismo en su aspecto vivencial y ahí no toda religión es igual. Por aspecto vivencial de la religión, como señalábamos más arriba, entendemos cómo esta influye en la vida cotidiana de los individuos y, por ende, en  las relaciones sociales. Y aquí sí puede haber, y de hecho las hay, diferencias fundamentales. Para entenderlo comparemos las llamadas religiones de libro: judaísmo, cristianismo e islam.

El judaísmo es una religión nacional. Se trata de una creencia que presenta un modelo de sociedad concreto, con unas rígidas leyes de obligado cumplimiento en la vida diaria, pensada para un colectivo determinado y cuya finalidad es preservar ese colectivo a través de la dominación. Así, ser judío es más, mucho más, que profesar una religión y se transforma en una forma de vida determinada por una reglamentación. De esta forma, y desde sus orígenes, el judaísmo es algo más que una creencia religiosa y llega a ser una forma de dominación cuya finalidad última es la homogeneización social.

¿Es lo mismo el cristianismo? No, y por dos motivos: en cuanto su origen y por su derrota ideológica y social en la época moderna.

En cuanto a sus orígenes, hay un doble motivo. En primer lugar el cristianismo nace en pleno Imperio Romano y, por tanto, en una sociedad ya estructurada social y políticamente. Además el cristiano ve en su génesis la destrucción del templo de Jerusalén por parte de las tropas romanas al intentar sublevarse, lo que es un aviso sobre competir con el poder imperial. Así, el cristianismo se ve impelido a adaptarse  al mundo circundante, o sea al mundo romano, si quiere sobrevivir. Pero, además, si quiere expandirse una vez expulsados de la sinagoga judía, debe hacerlo entre los gentiles. Y para conseguirlo, el nexo de unión es la cosmovisión grecorromana que incluía un modelo ya establecido de sociedad y no las costumbres judías.

A esto, hay que añadir dos elementos teológicos en su genesis. El primero, de ascendencia judía y por propia necesidad doctrinal, fue la idea de la interpretación, y no la literalidad, de los textos canónicos pues había que hacer auténticos malabares para relacionar las profecías con Jesús como mesías. La segunda, la idea apocalíptica de los primeros cristianos para quienes el fin del mundo estaba próximo y, por tanto, resultaba ocioso ponerse a discutir sobre teoría política. Incluso cuando se vio que el fin no llegaba, la idea de que los textos sagrados estaban inspirados por Dios, pero no dictados, sirvió para dar una explicación más o menos plausible, menos menos, de esta pifia.

En segundo lugar, el cristianismo es derrotado ideológica y socialmente a partir de la Modernidad Efectivamente, es ingenua históricamente la creencia de que el cristianismo apoyó el proceso de modernización europeo cuando lo único que hizo, con la persecución sistemática a las nuevas ideas y la alianza política con poderes reaccionarios, fue perseguir a la Modernidad y, con ello, a la Ilustración. Lo que ocurrió en occidente es que la religión fue derrotada intelectual y socialmente y no tuvo más remedio que buscar refugio en la vida privada como un objeto más de consumo. Y es por esto, por la claudicación de la propia religión, a lo que sin duda contribuyó la especificidad del propio cristianismo ya descrita, por lo que la religión no cuenta socialmente en occidente, aunque se pueda seguir ejerciendo de forma individual.

Así, el cristianismo está hoy afortunadamente en el basurero de la historia. Sería interesante saber cuánta gente, cuánta poca gente afortunadamente, sigue de alguna manera la moral cristiana en aquellos elementos en que se diferencia de la común como, por ejemplo, la sexual: ni los curas. Igualmente, toda la cosmovisión cristiana del universo, que es el creaciónismo, y del ser humano, el dualismo alma-cuerpo,  hace tiempo que dejó de tener sentido. En occidente, lo cristiano es un souvenir de bodas, bautizos y comuniones, o, en su vertiente protestante, cánticos dominicales y actos de fe en los billetes de dólar.

Pero, ¿ocurre lo mismo con el islam?

En cuanto a su carácter social y político, el islam nace en una sociedad de estructura tribal. Lejos de haber un poder fuerte centralizado, como en el Imperio Romano, la religión de Mahoma surge en un ambiente social desmembrado  lo que le permite, al igual que antes al judaísmo, concebirse como modelo social hegemónico. La reglamentación social, de la que carecen los escritos sagrados o canónicos estrictamente cristianos pero que resalta en los musulmanes, tiene así la función de homogenizar típica del judaísmo y que para los  cristianos ya estaba previamente establecida por Roma. De esta forma, el islam implica una forma social determinada que es intrínseca a su propia fe frente al cristianismo cuyo modelo social es adyacente. No se trata, por supuesto, de que la religión musulmana pretenda homogeneizar y el cristianismo no, sino que el modelo de dominio es diferente. En el islam la propia religión se identifica con el hecho político y social mientras que en el cristianismo el modelo político es extraño y debe ser objeto de alianza.

Y de hecho, por eso el islam suní mayoritario no tiene casta sacerdotal, frente al cristianismo, y sí la tiene la minoría chií. Cuando una religión no necesita casta sacerdotal es porque se identifica plenamente con el poder político y social y la hegemonía ya esta así garantizada. Sin embargo, las religiones donde este hecho no se da, necesitan una casta dirigente que garantice el control de la fe y social de los creyentes que no hará la autoridad estatal: eso es, por ejemplo, la santa madre iglesia.

Además, hay otro factor estrictamente teológico de la religión musulmana que la hace menos permeable a lo social que la cristiana.  Frente al carácter interpretable de los textos cristianos, solo inspirados por Dios, el Coran está dictado directamente por Alá. Así, incluso cualquier traducción a otro idioma distinto del árabe es infiel, en el doble sentido de la palabra y demostrando que Alá no es políglota y ni tan siquiera bilingüe, y cualquier interpretación de los mismos sólo cabe como mínima. 

El cristianismo inventó la hermeneútica, que luego y no curiosamente tan querida le es a la posmodernidad, para poder adaptar la biblia a cualquier circunstancia novedosa. Pero como el texto coránico está dictado por Alá, y aún sin saber si luego hubo control de faltas ortográficas, no es el escrito el que deba adaptarse sino nosotros al siglo VII y a las tribus del desierto. Recientemente hubo cierta polémica y gente que se autoconsidera de izquierdas nos explicó que no debíamos burlarnos del islam. Resulta difícil no hacerlo cuando en occidente nos hemos burlado, y nos seguimos burlando con razón, del cristianismo. Al fin y al cabo, no nos parece más racional que el arcángel Gabriel se ponga a dictarle a Mahoma aquello que Alá le ha contado.

Igualmente, hace poco el papa nos amenazó con pegarnos si criticábamos su fe. Precisamente eso demuestra su derrota porque en otro tiempo nos hubiera quemado vivo y ahora solo puede esperamos a la salida: tan vulgar.

Pero, fuera bromas, en el mundo musulmán, y no solo por los terroristas, todavía puedes morir o ser encarcelado por decir algo contra el islam.

Occidente llegó a la democracia, entre otros factores, derrotando a su religión. Los países musulmanes tienen como condición necesaria, aunque no única, derrotar a la suya. No se trata de que ya no haya creyentes musulmanes, en occidente sigue habiendo cristianos, sino de que la religion como fenómeno de dominación social deje de existir. Se trata, en definitiva, de la vieja lucha ilustrada entre cultura y barbarie. Y, por supuesto, está claro de qué parte está el islam.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

"Cuando una religión no necesita casta sacerdotal es porque se identifica plenamente con el poder político y social y la hegemonía ya esta así garantizada. Sin embargo, las religiones donde este hecho no se da, necesitan una casta dirigente que garantice el control de la fe y social de los creyentes que no hará la autoridad estatal..."

¿Qué me puede decir entonces de la religión egipcia? Una religión perfectamente identificada con el Estado y con la autoridad político-social que tenía una masa de sacerdotes que llegaban a acaparar competencias civiles como Gobernadores de Provincia y que llegaron a situarse a sí mismos a la altura del propio faraón en los últimos momentos del Reino Nuevo.
¿Está completamente seguro de que las religiones que se identifican con el poder político y social no necesitan de una casta sacerdotal? Porque en el antiguo Egipto, al menos, la casta sacerdotal era de suma importancia en la religión y también en las labores del gobierno territorial, como ya he dicho. La religión en Egipto era razón de Estado, y tenia una manifestación sacerdotal muy bien definida y necesaria. Y en la antigua Mesopotamia, más de lo mismo encontramos.


Un admirador de su persona

Enrique P. Mesa García dijo...

Muy bien hecha la cuestión. Contesto brevemente.
En Egipto no había casta sacerdotal porque era imposible distinguirla de la administrativa,como usted mismo reconoce. Solo podemos hablar de una casta sacerdotal cuando se diferencia de la administrativa.
De todas formas, reconozco que eso no quedaba claro en el artículo así que gracias por la intervención.

Enrique P. Mesa García dijo...

Debo informar que se ha censurado un comentario que contenía insultos personales. Si su autor desea volver a hacerlo sin dichos insultos será incluido en el blog.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con usted, pero no es posible llegar al extremo de afirmar que la casta sacerdotal en Egipto no existía. Lo que si aceptaría sería hablar de una casta sacerdotal que, según lo que yo mismo he estudiado, adquiere competencias civiles cada vez mas evidente conforme se descentraliza el poder estatal. En ningún caso podemos reducir la casta sacerdotal a la no existencia porque los sacerdotes siempre continúan ejerciendo sus funciones religiosas aun poseyendo competencias administrativas.

Un saludo

Anónimo dijo...

Desde mi comprensión, me parece correcto todo su comentario pero difiero en sus coclusiones.

Hasta no hace mucho, se pensaba que la religión apareció como consecuencia de que la especie humana se asentó hace 8000 años y así tuvo tiempo para meditar sobre su trascendencia.
Después de el hallazgo en el Kurdistán turco del santuario de Gobekli Tepe, datado en unos 12.000 años de antiguedad, lo sitúa cuando los humanos todavía estábamos en la fase cazador-recolector; puede entenderse que fue la religión el cimiento para que apareciera la civilización.

Por eso debería Ud considerar ser un poco más tolerante con el hecho religioso. Que si bien en su comentario reconoce su repercusión social, lo hace de forma peyorativa, como si Ud. supiera que sin ellas a la humanidad le hubiera ido mejor. Cuando la realidad histórica demuestra que a los proyectos sociales sin religión debemos las mayores atrocidades sufridas por la humanidad: Revolución Francesa, Nazismo, Fascismo, Comunismo, incluso en el Laicismo se encuentran casos como el de Ataturk como continuador del genocidio de los católicos armenios.

Me parece muy expuesto el definir al judaismo como “una religión nacional”. Es justamente este año 2015, cuando se cree que por primera vez desde hace casi 3000 años (desde la diáspora de las 12 tribus) viviran en Israel más judios que en el resto del mundo. Y si Ud se refiera a una Nación Genética, pero sin territorio, quiza tenga razón si nos creemos lo del “gen Cohen” que dicen que portan tanto los negrísimos Lembas de Sudáfrica, como los tostados Falasas etíopes, los rubios Askenazis, icluso los que hay de raza amarilla. Tenga en cuenta que el judaismo no hace proselitismo y que la juedidad se trasmite por vía materna.

Acusa Ud. a los cristianos de “Creacionistas”. Algunas sectas evangélicas si lo son, como también lo son todos los musulmanes, pero no los Católicos (romanos, anglicanos u ortodoxos) y son 1.500.000.000 de “personas humanas”, que son Evolucionistas.
A Ud. le he leido que las cosas ocurren porque pueden ocurrir. Después le escuché a Stephen Hawking explicar el origen del Universo de la misma manera, porque pudo. Pero a Ud. se lo escuché antes.
Para los Cristianos el origen del Universo según la Teoría del Big-Bang del sacerdote jesuita Lemaitre, sería más o menos como la de Hawking pero más latina “porque pudo y le salió de los cojones” a Dios. Que de momento y posiblemente por mucho, mucho, mucho tiempo no entrará en conflicto técnico con la ciencia “atea”.

Ese “porque pudo ocurrir” que explica Ud. es la prueba del 9 para demostrar el exito del judeo-cristianismo, y es que sólo en su ámbito se desarrolló la Democracia. El cristianismo, su sistema ético/moral, como transmisor de la filosofía griega y el derecho romano, generó, o al menos no segó, los recursos necesarios para que naciera y prosperara la Democracia.

El Islám es la losa que impide prosperar a una sociedad que paradógicamente desciende de los inventores de la civilización, por lo que contradiciéndo la tesis doctoral de Salvador Allende, no es su genética la responsable, sino su Sistema Social dictado por Dios y por tanto insoslayable. Incompatible con la Democracia.

Un Oyente de Federico

Anónimo dijo...

Bueno, en el Antiguo Egipto no existió una casta sacerdotal estable y separada hasta el Imperio Nuevo, de hecho. Durante los Imperios Antiguo y Medio, eran sobre todo funcionarios del estado los que se encargaban de las funciones sacerdotales por temporadas; de hecho, los sacerdotes egipcios no tenían, como tal, funciones influyentes sobre el pueblo destinadas a mantener la ortodoxia o a conservar el statu quo. Los sacerdotes se encargaban básicamente de cuidar del templo, realizar ofrendas, etc., cosas que estaban completamente apartadas del dominio público, que tenía absolutamente restringido el acceso a los templos. La religión popular estaba alejada de los templos, y se basaba más en una serie de supersticiones con los dioses similares a las existentes en la actualidad con los santos patronos en el Catolicismo. La única "influencia" de la religión oficial, del estado, sobre el pueblo era la figura del faraón como dios, que mantenía Egipto unido en su persona. No es hasta el Imperio Nuevo, sobre todo después de Ajenatón, cuando los faraones empiezan a perder parte de ese aura divina, y se establece una casta sacerdotal permanente que se vuelve poderosa e influyente a base de acumular propiedades y realizar oráculos, "magia", etc.

Por tanto, no sé si es posible hablar en el Antiguo Egipto de una necesidad de mantener la hegemonía de una determinada religión, dado que muchas ciudades tenían cultos propios y no había una religión unificada en todo el territorio, al no existir sacerdotes que mantengan un culto hacia el pueblo. La única idea religiosa que se imponía sobre todo Egipto era la naturaleza divina del faraón. La religión oficial está dirigida por el faraón y una clase dominante que se encargan de mantener "buenas relaciones" con los dioses de cara al buen funcionamiento del país (buenas cosechas, buen crecimiento del Nilo, ...), mientras el pueblo invoca a su(s) dios(es) preferido(s) local(es) para obtener favores personales, protección, etc.

En la Antigua Mesopotamia no sé exactamente cómo funcionaba la casta sacerdotal porque no conozco bien su historia.

Anónimo dijo...

Como respuesta al otro anónimo, he de decir que evidentemente los sacerdotes ninguna función tenían que pudiera tener que ver por el pueblo. Añado que el pueblo es irrelevante para el Estado egipcio, para su supervivencia.Por lo tanto, hablar aquí del pueblo carece de importancia.

Y ahora, repito lo que dije en mi anterior comentario de que la religión en Egipto es razón de Estado, y precisamente de esto hablamos aquí: la religión se identifica con el poder político y social y necesita de la casta sacerdotal para garantizar la hegemonía al menos entra las clases dirigentes que son quien verdaderamente importaban para que el sistema fuera estable. Y la casta sacerdotal está presente desde el Reino Antiguo le guste a usted o no, y era fundamental para la estabilidad del estado aún teniendo funciones administrativas además de religiosas, le guste o no. Precisamente porque la religión es razón de Estado aun estando dirigida por el faraón.

Por lo tanto, la casta sacerdotal es necesaria en una religión egipcia que se identifica plenamente con el poder político-social, y eso es lo que venía a decir mi comentario.

Lamento las repeticiones y me largo a tomarme un Gin-Tonic

Anónimo dijo...

Pues vale. Ante argumentos tan sólidamente construidos, nada más cabe añadir.

Fdo.: el otro anónimo.

Enrique P. Mesa García dijo...

Oigan, qué nivel:
Aver.
Lo de Egipto. Es que una religión antigua no tiene sistema ético y por tantouna casta sacerdotal no tiene función de dominio social extenso sino de control administrativo y es indistinguible de los funcionarios. Pero, encantado cjon haberaprendido tanto porque efectivamente yo tenía que haber precisado más.
D. Oyente: hace usted trampas.
1.- No dudo que la religión sea un hecho humano ancestral, incluso genético (en cuanto a sus causas). eso, sin embargo,nola hace verdadera.
2.-La religión tiene que ser creacionista. De hecho usted explicar el Big Bang de forma creacionista: reléase y verá.
3.- Si la revolución francesa trajo males horribles está usted desvinculándose de la democracia.
4.- La democracia creció a pesar del cristianismo. En 1700 años de control cristiano no hubo democracia: hechos. Solo cuando surgió la MOdernidad laica, esta empezó.
Oigan, son ustedes admirables.

Anónimo dijo...

No era mi intención hacer trampas, Don Enrique.

1.- No me pareciá relevante lo de “verdadera” o no. Reclamaba un juicio más tolerante con ellas como fundamento que han sido del progreso de la humanidad.
Indiscutiblemente dependiendo del exito, o no, de su diseño, unas generaron prosperidad social y otras han sido, y son, un lastre para la sociedad dondese implantaron.

2.- Tiene Ud, razón. Creí que Ud se refería al “Creacionismo” que se aplica en algunos estados de USA que niega la Evolución y dice que la tierra se creo hace 8.000 años y que los dinosaurios fueron coetáneos del biscuter.
La Iglesia Católica, efectivamente, es “Creacionista” (Evolucionismo Teista, sería la mejor definición, creo), pero un creacionismo que no entra, todavía, en conflicto con la ciencia. Para la Iglesia cualquier descubrimiento científico es una apología de la magnificencia de Dios.

3.- El Cristianismo y los Evangelios no impidieron que surgiera (porque pudo ser) el horror paradójico de la Inquisición. Como la Revolución Francesa y su Ilustración tampoco impidieron que 500.000 comisarios políticos impusieran por toda Francia el terrorismo como técnica de control ciudadano, y que en La Vendee se aplicara por primera vez en la historia de la Humanidad las armas de destrucción masiva contra 120.000 católicos (hombres, mujeres, ancianos y niños), superando en número de asesinatos en tres días, a los de la Inquisición en cuatro siglos. La entrada más extensa de toda la Enciclopedia de Voltaire es la de “judios”. Los Reyes Católicos o Torquemada a su lado... unos principiantes.

4.- No creo que en la dialéctica del materialismo encaje “la generación expontánea” como origen de la Democracia. La Democracia apareció “porque pudo suceder” y sucedió porque había un ecosistema propicio para ello.

Un Oyente de Federico

Anónimo dijo...

Donde dije “Enciclopedia de Voltaire” quise decir “Diccionario Filosófico de Volraire.
Sorry.

Un Oyente de Federico