miércoles, octubre 05, 2016

EL FIN (ya definitivo) DEL PSOE

En este artículo pretendemos explicar lo ocurrido este sábado día 1 de octubre en el Partido Socialista español con una doble lectura: internacional y nacional. Así pues, analizaremos dos cosas brevemente: la primera la causa de la caída de los partidos socialistas en la Europa actual; la segunda, la causa nacional que, unida a aquella, ha intervenido en el PSOE.

Empecemos por la situación internacional. La caída de los partidos socialistas tiene que relacionarse necesariamente con el desarrollo del Nuevo Capitalismo y el fin del modelo europeo socioeconómico. Recordemos que este modelo, el llamado Estado del Bienestar, era un modelo keynesiano y con tintes socialdemócratas, en el cual el Estado nacional tomaba un papel fundamental no sólo en el desarrollo económico sino también en las reglamentaciones del mismo. Esto era así por el modelo capitalista al cual servía y que era un capitalismo nacional e industrial necesitado de inversiones en la propia industria y las infraestructuras y en el que existía una amplia clase trabajadora fabril. Además, no hay que olvidar la existencia del bloque soviético que era una permanente amenaza y que se podía usar como método chantajista, y bien usado por cierto, para conseguir derechos sociales. Así, los partidos socialistas, siempre y cuando abandonaran el marxismo, como lo fueron haciendo paulatinamente todos, eran el partido no solo hegemónico sino el modelo absoluto social, por su apoyo al estado social, y su éxito estaba garantizado.

Sin embargo, la aparición del Nuevo Capitalismo, al que ya hemos dedicado aquí varios artículos, cambia totalmente esa situación. En primer lugar, el Nuevo Capitalismo se basa en un plano internacional, donde la regla la marca el mercado económico transnacional y no las leyes de los estados nacionales. Además, la integración de cada vez un mayor número de personas a la órbita capitalista en los países emergentes, que redunda necesariamente en su bienestar para que puedan consumir y producir beneficio, permite que los hasta ahora limitados paraísos capitalistas occidentales puedan ser progresivamente depauperados pues el beneficio se puede conseguir igual aumentando el número de consumidores y no es necesario ya mantener una calidad de nivel de vida y consumo alto en los pocos que hay. De esta forma se originan dos elementos que van a permitir acabar con los partidos socialistas.

Por un lado, el fin del Estado nacional como regulador del Capitalismo pues este ya ha superado la mera frontera de lo patrio para lanzarse a la aventura cosmopolita. Por otro lado, la destrucción de las clases trabajadoras europeas como modelo de explotación capitalista y que serán sustituidas por la explotación absoluta de la vida humana a través de la producción económica que implica la dualidad trabajo/consumo. Así, los seres humanos ahora son explotados tanto cuando trabajan como cuando consumen y por lo tanto las teorías de contenido socialdemócratas, que se centraban exclusivamente en la mejora de las facetas productivas y sus derechos, ya no tiene por qué ser cumplida. Es una teoría limitada ahora ante un marco mayor al que es incapaz de responder.

Sin duda, el Capitalismo utilizó a los partidos socialistas para conseguir desarrollarse en el continente europeo sin tensiones revolucionarias, cosa que por cierto hay que agradecerle a la socialdemocracia pues logró importantísimos triunfos en derechos políticos y sociales, pero ahora estos mismos partidos socialistas han resultado ser superfluos pues ya no están hablando de la realidad tal y como existe sino de una época de posguerra europea que está muy alejada del momento actual. Sobran en definitiva porque su discurso centrado en derechos sociales, paradójicamente, de antiguo puede llegar a ser incómodo para una oligarquía que ha encontrado en ese Nuevo Capitalismo sin leyes nacionales una forma mayor de rapiña. Los partidos socialistas se han vuelto incómodos con su empeño en los derechos sociales ya innecesarios para desarrollar el consumo capitalista y la oligarquía, que ve en la globalización una oportunidad única, los abandona.

Y ahora vamos al caso español. Aquí también se ve cómo a través de la serie histórica el Partido Socialista, tras haber construido un modelo de bienestar en España, ha ido poco a poco desangrándose hasta convertirse hoy en día en una farsa de aquello que fue. Por supuesto, esta construcción  no debe entenderse como un exclusivo mérito de dicho partido y que lo hiciera en contra del desarrollo capitalista, sino que lo que hizo fue, como en Europa, amoldar el sistema social español al desarrollo capitalista de la época. Pero, también es verdad que de haber gobernado la derecha hubiera sido de una manera mucho menos social. Es decir, no existe una excepción española sino que aquí también cumplió el socialismo su papel europeo.

Pero ahora, este Partido Socialista ha sido absolutamente abandonado por todos los miembros de la oligarquía social que le habían apoyado.  Y  su caída tiene la misma causa que en el resto de los partidos europeos. Por lo tanto, la primera razón por la cual el partido socialista español ha caído como partido hegemónico es el propio desarrollo del Nuevo Capitalismo y es la razón ya explicada como internacional.

No obstante, como en todo caso particular hay también causas más concretas. Y algunas de ellas tienen que ver con las características propias del partido socialista español.

Efectivamente, con la llegada para el PSOE del poder autonómico, el aparato del partido, entre otras cosas por la propia acción de Felipe González, se convierte en una oligarquía de barones territoriales. Esto se hace para que González logre un control absoluto del aparato nacional pues los barones deben parar a los críticos en su territorio, por su propio interés, antes de que lleguen a disputar el poder central: es un sistema de doble barrera. Pero, al ser de doble barrera hacia arriba, lo nacional, también lo es hacia abajo, lo autonómico: la debilidad del secretario general puede implicar la debilidad del líder autonómico. 

Y aquí es donde surge el problema. Y es un problema que se origina por la lucha de poder pero que implica una estrategia diferente en la configuración del partido. Efectivamente, no hay diferencia en la ambición personal entre Susana Díaz y Pedro Sánchez y lo único que ambos buscan es el poder. No creemos que ninguno de los dos tenga unas convicciones ideológicas muy complejas, a la vista de los discursos públicos que hacen que se reducen a los más elementales dogma simplones, pero sin embargo esa misma necesidad de poder llevaba a dos comportamientos distintos que es por lo que todo se ha precipitado.

Así, el auténtico  problema para los dirigentes del PSOE, e incluso más que el tema de la abstención que solo era una consecuencia, era las dos estrategias distintas para conseguir y mantener el poder. La estrategia de Pedro Sánchez pasaba necesariamente por la militancia. Sánchez sabia que su única manera de mantener el control del partido era una permanente relación con la militancia a modo asambleario. Así, Sánchez confiaba en dirigir el partido escapando del control de los barones territoriales a través de, ya como amenaza ya como realidad, la consulta permanente. Es decir, la estrategia de Sánchez implicaba una nueva relación de poder en el partido y la consiguiente pérdida de influencia de los barones territoriales en la dirección nacional. Resultaba así una nueva estructuración del poder del partido donde perdían los barones territoriales.

Mientras, la estrategia de Susana Díaz pasaba necesariamente por los barones territoriales y el aparato del partido excluyendo a la propia militancia. Es decir, era mantener el propio modelo felipista que además, siendo ella la lideresa de la federación más fuerte, curiosamente la encumbraba hacia el poder aunque estuviera dispuesta a estar donde la pusieran sus compañeros. Sánchez, en su propio interés, pretendía reconstruir el PSOE desde la militancia, pero no por motivos democráticos sino peronistas; Díaz, en su propio interés, quería que todo fuese igual. De este modo, lo ocurrido el pasado 1 de octubre era una mera lucha de poder personal que, sin embargo, implicaba mucho más: la estructura de control del partido.

Pero en política los motivos personales no cuentan, sino solo los resultados reales. Y el resultado real aquí es crucial para España. La militancia socialista es eminentemente una militancia de izquierdas y una militancia de un contenido socialdemócrata clásico muy claro y evidente. Esta militancia cree firmemente en la existencia de derechos sociales y políticos y no está dispuesta a que le sean arrebatados en aras de un bien mayor prometido y en realidad nunca declarado. Por lo tanto, esta militancia resulta un escollo, al menos social, al proceso de precarización social y económico que interesa a la propia oligarquía y por ello debe ser eliminada como sujeto político y reconvertida en meros consumidores de partido, tal y como ya están haciendo todas las formaciones políticas actuales. Por ese motivo, la oligarquía española, desde la derecha política a los medios de comunicación como PRISA o Atresmedia, ay la Sexta, apoyó a Díaz. Rajoy debe gobernar para seguir adelante con el Proceso de Precarización: el PSOE debe abstenerse, nos van a contar, por usted y por mí. Es por ellos.

Pero tranquilos. Nos van a dejar a la nueva política: Ciudadanos y Podemos. No van a gobernar, pero van a ser muy, muy críticos.
Uy, qué miedo.


6 comentarios:

loli loligo dijo...

Triste a lo que se ha llegado.
Han vendido un partido, han vendido a un conjunto de la sociedad.
Han demostrado que sus intereses personales prevalecen, ya no representan a la ciudadanía, se representan solo a ellos mismos. Han pasado a mostrar las pruebas, para que ya no le quede a nadie ningún atisbo de esperanza.
Pero, ¿cuánto tiempo les queda de vida? ¿han contado con ello?...en los ecosistemas homogéneos la diversidad de especies se reduce drásticamente, y es lo que nos/les está ocurriendo.
La globalización que conlleva el Nuevo Capitalismo implica esa homogeneidad, por otro lado muchos ciudadanos, creyéndose capaces de poder "comprar todo" se amparan en esa idea para soñar con que no les faltarán los derechos; mientras los que nos declinamos hacia la izquierda vemos un túnel con una salida demasiado lejana, a la que no llegaremos...no habrá hasta dentro de mucho un gobierno de izquierdas, no hasta que surjan nuevos nichos que demuestren la necesidad de de una izquierda potente, no hasta que los ciudadanos despierten de lo que creyeron un sueño y no fue mas que una pesadilla...entonces recordaran que había derechos, y querrán recuperarlos...y eso si despiertan...

Luis Conde dijo...

Opino que no se trata simplemente de una lucha por el poder en la que intervienen la ambición humana, unos malvados varones territoriales, una militancia inocente, y aparatos de poder jaleados por PRISA o Atresmedia, ay [también] la Sexta, y el Nuevo Capitalismo. Tampoco veo el fin del Estado nacional de cuyas crisis no se puede esperar nada bueno, es cierto, ni un Capitalismo leviatanizado, quizá lamentablemente ausente también.
Recuerdo perfectamente el discurso de tres horas de Enrique (Tierno Galván) en Oviedo, la primavera de 1977; primer mitin conjunto de la izquierda en España desde la misma estación cuarenta y un años atrás; mitin conjunto en el que la izquierda iba de los sectores izquierdistas de la democracia cristiana y liberales “políticos”, a los maoístas, troskistas y anarquistas. Por cierto los psoecialistas, en la realidad anfitriones, participaban un poco a regañadientes.
Allí analizó “el individualismo burgués decadente” como ideología dominante y desarrolló una tesis en la que sostenía que era el auténtico peligro y enemigo, ya perceptible en España desde los sesenta pero que la progresiva incorporación a occidente agigantaría, no solo a nivel particular y privado sino colectivo y político; magistral el engarce que realizó entre la misma y los poderes económicos, entonces se decía multinacionales, que iban asomando por nuestro país.
En cuanto al contexto próximo de la izquierda en nuestro país, me viene a la memoria con añoranza aquello que dijo Marx que sucedía en España hace poco mas de doscientos años: ideas sin actos por un lado, actos sin ideas por otro (guerra de la Independencia y cortes de Cádiz). ¿Hay teorías aquí, hay praxis ahora? ¿Bastaría con confrontar ambas? Considero necesario hacer autocrítica y no sólo del partido. Sugiero tres ámbitos necesitados de clarificación por y para el conjunto de la ciudadanía.
Por qué no realizar una interpretación compleja de la transición y de su inserción en ella de la izquierda (Gómez Llorente opinaba que la izquierda se precipitó en el acceso al Gobierno); por qué no pararse a recapitular sobre las llamadas enfermedades del estado de bienestar; por qué no concretar ese otro mundo posible a la rectificación de Europa, en clave social, y a la aportación de su mejor tradición (también ilustrada) a los países emergentes y la por venir organización internacional de los mismos.

Enrique P. Mesa García dijo...

Vamos por partes.
Doña Loli Loligo: el Nuevo Capitalismo no tiende a la homogeneidad sino al contrario. Lo que sí tiende a la homogeneidad es el proceso de precarización que no es una necesidad del Nuevo Capitalismo

D. Luis: en mi opinión, "el individualismo burgués" ya no es la ideología dominante sino otra cosa diferente. Aquí analizo la nueva ideología del Nuevo capitalismo http://epmesa.blogspot.com.es/2014/08/analisis-del-capitalismo-indice.html. De todas formas, yo creo que hay que distinguir entre Nuevo Capitalismo y proceso de Precarización porque no son exactamente iguales.

loli loligo dijo...

Por homogeneidad me refería a que la globalización busca que el tipo de economía (Nuevo Capitalismo) sea global (todos formando parte de ese mismo sistema), lo que lleva a que el sistema político "necesario" sea solo aquel que lo apoya/fomenta (homogeneidad política)
Distinto es que genere una heterogeneidad de productos para satisfacer al ciudadano-consumidor-productor.
Entiendo que en su forma de verlo pueda existir un Nuevo Capitalismo independiente a los procesos de precarización, pero me parece un concepto más teórico que práctico (en cuanto a que, por lo que veo, los grandes defensores de este sistema parecen ser impasibles a la precarización hasta ahora generada)

Pero es lo que yo he creído interpretar...por supuesto interpretación que puede ser perfectamente errónea.

Gracias por las aclaraciones.

Ricardo dijo...

Enrique, una cosa es lo que a uno le gustaría que pasara, como por ejemplo evitar a toda costa que gobierne el PP, y otra muy distinta es pensar objetivamente lo que es mejor para el PSOE (que no tiene por qué coincidir con lo que es bueno para nosotros o pensamos que es bueno para nosotros). Si el PSOE quiere actuar de tal modo que tenga un futuro, creo que lo que toca ahora es dejar gobernar al PP. Ya sé que es molesto, y que muchos creen que es malo para España y seguramente lo sea, y que siempre quedan cartas que jugar para bloquear al PP; ya lo sé. Pero lo cierto es que cuanto más dilatara esta posición atorada para sí mismo y para todos los demás, peor le iba a ir. El PSOE necesita reflexionar sobre qué tipo de partido quiere ser y en qué punto ideológico quiere ubicarse. También tiene que reflexionar sobre qué líder va a gestionar ese camino. Y tiene que obrar para contar con tiempo suficiente para construir un proyecto con el que competir con Podemos. Y todo eso es clave para su supervivencia. No ha ganado las elecciones ni en diciembre, ni en junio, y de hecho ha perdido votos. Los españoles han votado aún más al PP la segunda vez. Está claro que este proyecto socialista que representaba Pedro Sánchez estaba agotado en este escenario. Ha tenido dos oportunidades y ha perdido. Ahora toca saber perder, negociar duro y reconstruirse para dar la batalla de forma digna la próxima vez, con un líder que pueda seducir a alguien. Cualquier otra cosa es pan (chungo, por cierto, porque ni gobierno tendríamos) para hoy, y hambre para mañana. Y podrá bloquear al PP unos meses, o un año, pero al final, terminará gobernando, porque los españoles les han hecho ganar las elecciones dos veces. Cuanto antes lo acepte el PSOE, mejor para el PSOE, pero no para éste, sino para el que quiere ser, y que debería empezar a pensar en ser cuanto antes. Así, no tiene que ser el fin ya definitivo del PSOE. Y de hecho, no creo que lo vaya a ser.
Me da la sensación de que la virulencia y la contundencia, en mi opinión exagerada, vaticinando el final del PSOE, está motivado más bien por el hecho de que lo último que tú deseas es que gobierne el PP, y estás arremetiendo contra el PSOE a pesar de que está haciendo lo mejor para sí mismo y para la izquierda de este país. Sí, lo creo, para la izquierda de este país. Creo que la gran izquierda presidenciable de este país es el PSOE, y si no deja gobernar hoy al PP, como ha hecho siempre que ha perdido las elecciones, va a tener más difícil volver a ganarlas para volver a gobernar, que es lo que todos esperan de un partido tan crucial como el PSOE, que representa una izquierda democrática y razonable, y no como la de otros fundamentalistas.
Ricardo.

loli loligo dijo...

Y ha llegado el momento...mañana, a estas horas, nos instalaremos en otra tanda de años de tinieblas...peores si cabe que los anteriores. La ciudadanía, es un estado aparentemente hibernante, parece no ser muy consciente de que los cambios que se aproximan dificílmente serán reversibles...y lo peor, tal como yo lo veo el PSOE no va a hacer demasiado por oponerse a las decisiones del PP.
En caso de que PSOE optara por intentar bloquear algunas (junto con otros grupos, y se lograra) serían resultados de los que rápidamente se apropiaría el PP, que vendería como propios, y la gente, ante las siguientes votaciones optaría por aquello del "más vale malo conocido que bueno por conocer" De modo que si lo más "grave" ha sido "corregido" por la presión de otros grupos, el PP reforzaría su situación...así que al PSOE le interesa protestar pero no presionar...
Pocas esperanzas me quedan ya...sobretodo cuando parece que las estrategias políticas han de imponerse a las necesidades sociales...
Ligado queda todo a sus anteriores exposiciones:
https://epmesa.blogspot.com.es/2016/08/no-rajoy.html

https://epmesa.blogspot.com.es/2016/06/elecciones-26-de-junio-y-proceso-de.html