Efectivamente, la Sra. Aguirre nos tienta intelectualmente, en una entrevista concedida a El País el día 14 de septiembre, a ” que me digan qué gesto he hecho fuera de la línea liberal". Como nosotros no tenemos ningún aprecio por lo liberal e incluso despreciamos la teoría nos vamos a permitir ponerle dos ejemplos a la señora Presidenta de la Comuidad de Madrid.
Primer ejemplo.
Doña Esperanza nos decepciona usted. En su concesión de licencias televisivas se ha señalado que se ha hecho de semejante modo y se han concedido dichas licencias buscando garantizar la pluralidad informativa. Y ahí está nuestro dolor: a qué cabeza liberal se le ocurre intervenir gubernamentalmente para prohibir que una empresa ejerza su actividad económica frente a otra por motivos políticos. ¿Dónde está su liberalismo doña Esperanza? Usted ejerce de intervencionista diciéndole a la gente lo que puede ver para “preservar el pluralismo”. ¿Y la libertad individual de ver todos lo mismo?
Segundo ejemplo.
Pero lo peor Sra. Presidente es su política educativa. Usted y su gobierno ceden suelo público a la escuela concertada. ¡Doña Esperanza! ¡No, no y cien veces (que bien invertidas pueden ser 1000) no! La concertada es competencia desleal ante la escuela privada. Una escuela subvencionada a fondo perdido, sin responsabilidad económica y que resulta gratis frente al audaz empresario que arriesga en su negocio. Vale que haya escuela pública (los emigrantes deben leer las instrucciones de la aspiradora que limpia nuestro hogar, Sra. Aguirre), pero la concertada es el típico nicho de vagos y parásitos que viven de papá estado. ¡Basta ya de intervencionismo en la empresa educativa!
En fin Sra. Aguirre, el tiempo es oro y no puedo perder más. Pero sepa usted que su intervencionismo social está lejos del liberalismo. Cada gesto suyo es para lanzar a la máquina administrativa sobre la economía. Ni liberalismo ni nada parecido. El socialismo es lo suyo.
Primer ejemplo.
Doña Esperanza nos decepciona usted. En su concesión de licencias televisivas se ha señalado que se ha hecho de semejante modo y se han concedido dichas licencias buscando garantizar la pluralidad informativa. Y ahí está nuestro dolor: a qué cabeza liberal se le ocurre intervenir gubernamentalmente para prohibir que una empresa ejerza su actividad económica frente a otra por motivos políticos. ¿Dónde está su liberalismo doña Esperanza? Usted ejerce de intervencionista diciéndole a la gente lo que puede ver para “preservar el pluralismo”. ¿Y la libertad individual de ver todos lo mismo?
Segundo ejemplo.
Pero lo peor Sra. Presidente es su política educativa. Usted y su gobierno ceden suelo público a la escuela concertada. ¡Doña Esperanza! ¡No, no y cien veces (que bien invertidas pueden ser 1000) no! La concertada es competencia desleal ante la escuela privada. Una escuela subvencionada a fondo perdido, sin responsabilidad económica y que resulta gratis frente al audaz empresario que arriesga en su negocio. Vale que haya escuela pública (los emigrantes deben leer las instrucciones de la aspiradora que limpia nuestro hogar, Sra. Aguirre), pero la concertada es el típico nicho de vagos y parásitos que viven de papá estado. ¡Basta ya de intervencionismo en la empresa educativa!
En fin Sra. Aguirre, el tiempo es oro y no puedo perder más. Pero sepa usted que su intervencionismo social está lejos del liberalismo. Cada gesto suyo es para lanzar a la máquina administrativa sobre la economía. Ni liberalismo ni nada parecido. El socialismo es lo suyo.
3 comentarios:
Oiga, don EP, es usted un copión. Esa foto de Espe entre los dos matones comunistas y ala había publicado yo.
Don EP, mis más sinceras felicitaciones por un artículo brillante.
Gracias D. Miguel.
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