lunes, septiembre 05, 2005

Mala crítica de la izquierda

D. Fausto Fernández ha publicado un artículo en El País. Dicho artículo, como verá el lector, ha sido, de cierta manera emocionada, recogido por la bitácora de D. Ricardo Royo-Villanova. Aquí, únicamente, exponemos nuestra crítica.

Vamos por partes.
1.- Es cierto que la derecha no asumía la democracia ni durante Franco ni a su muerte. Ahora, ¿la asumía la izquierda? Curioso viniendo de un miembro (o ex) del PCE (la única izquierda visible por cierto). ¿Es que el PCE asumía la democracia como algo más allá de un mero marco formal?¿Y qué jaleaban entonces en los congresos comunistas?¿y por qué todo el que no defendiera a Moscú, Pekín o La Habana, y lo he vivido, era calificado de tibio?
2.- Vale con la democracia y sus dos principios. Ahora bien, si D. Fausto conoce que no se respeta el segundo, el imperio de la ley, ¿no debería ir a los tribunales? ¿Qué fue de la trama inmobiliaria de Madrid?¿No se iba a saber todo?
3.- Vamos a la M-30. Resulta que se han talado 25.000 árboles. Estamos pues ante un grave riesgo ecológico sin precedentes (el pulmón de la M-30 ya se sabe). Pero hay algo que se escapa. Según el Ayuntamiento se van a plantar al acabar la obra 178.000 árboles (y plantéense: vale que no creamos al ayuntamiento, pero ¿por qué sí debemos creer a Fausto Fernández?). Además, el proyecto de la M-30 fue presentado por Gallardón en su programa electoral y consiguió mayoría absoluta. Por lo tanto se produce el "demos" y si no hay cumplimiento de la ley, al juzgado.
4.- Y las televisiones privadas. De acuerdo en que el concurso ha sido una vergüenza. Del mismo modo que el nuevo canal cuatro y su adjudicación o la negativa del gobierno a que Telemadrid tenga un segundo canal.

Efectivamente, D. Fausto no da en el tema correcto. En el fondo, en la deriva socialdemócrata, escribe un artículo suave y dulce para progres de la izquierda política y, sin embargo, la derecha social. Al fin y al cabo en el sino de IU: gobernar con la derecha nacionalista en el País Vasco, gobernar con los nacionalistas de los "derechos históricos" en Cataluña y gritar en Madrid. Por lo vito aquí sí que son de izquierdas o al menos eso se repiten para convencerse.

1 comentario:

RicardoRVM dijo...

1.- Fausto Fernández no es miembro del PCE. De hecho, llevaba mucho tiempo con la militancia congelada y lo abandonó públicamente hace unos meses como consecuencia de los evidentes intentos de este partido de controlar IU como una simple plataforma electoral tras la que esconder su integrismo político. Acusar a Fausto Fernández -un hombre con una trayectoria política y democrática sin mácula- de maoísta, estalinista o de castrista es una injusticia, además de una vil tropelía y demuestra escaso interés por saber de qué se está hablando. Podrá criticarse -es bien legítimo que se haga- lo que dice, pero no podrán desacreditarse sus argumentos y opiniones acusándole de estalinista, maoísta o castrista.

2.- No manipule, don EP, que Fausto Fernández en ningún momento realiza acusaciones penales sino políticas. De la trama inmobiliaria también me gustaría a mí conocer la verdad, y es cierto que pensé que la conoceríamos antes. La conoceremos, no lo dude. Creo que lo que nos diferencia a usted y a mí es una cuestión de fe. Usted confía en la bondad natural de los políticos de derechas y en las perversidad intrínseca de los de izquierdas. Yo en cambio, sabiendo como sé que los políticos de izquierdas -con honrrosas excepciones, como la que nos ocupa- son unos lelos, creo que los actuales políticos de la derecha -con alguna honrrosa excepción también- confunden sus intereses de clase, de familia, de secta, con los de nuestra amada nación, que de eso es de lo que se acusa a Aguirre en el artículo.

3.- La M-30. No se equivoque usted, que no tenemos por qué creer a Fausto Fernández, si no queremos. Fausto Fernandez, como miembro de la oposición podrá dar sus opiniones, pero quien tiene una obligación contraída con los ciudadanos es el alcalde. Las promesas han de cumplirlas quienes gobiernan. No manipule. De lo que se acusa a Gallardón -que cuando le interesa se lleva bien con Aguirre- es de que ha utilizado una argucia legal para evitar el informe de impacto ambiental de la obra del soterramiento de la M-30. Es simplemente eso, poner las instituciones al servicio de los intereses de partido: si esperamos al informe y corregimos lo que se nos pida, lo mismo no llegamos en fechas y perdemos las elecciones, pues buscamos la forma de evitar el informe.

4.- Vale.

Colofón: no quiero faltar a nadie, pero debería leer usted mi mal entendido artículo sobre La izquierda idiota. Gobernar solos o morir en el intento. ¿Con quien hablar, cuándo ceder en parte de mi programa para aplicar otra parte, son todos malos menos yo?. No sé, pero sé que soy el único que tiene las manos limpias.