lunes, noviembre 21, 2005

EL NIÑATO DE GUTI

Hay cierta tendencia últimamente a ser un niñato. El niñato es un elemento social que se caracteriza por el capricho, la ausencia de responsabilidad, la demagogia, la falta de sacrificio y la capacidad permanente de una pseudocrítica parecida al bebé que llora: eso no me gusta. Es la rebeldía cómoda del pijo (que puede ser punki, macarra, heavy, rapero y demás: todos pijos) ante las personas normales y sensatas.

Guti, niñato, ha dicho:
“Sabemos que el equipo no ha estado a la altura, pero me duele, como madridista, que tu propia afición aplauda a nuestro gran rival».

Yo soy socio del Madrid desde hace treinta años. Y, me imagino, soy madridista. Pero soy madridista de los que pagan y Guti quizá lo sea, pero él cobra. Llevo treinta años pagando y yendo al fútbol y sólo a un niñato malcriado que no es nadie se le puede ocurrir, después de hacer el ridículo una vez más, criticar que yo, que pago mi entrada, aplauda a quien mejor juega al fútbol. Porque, Guti no lo entenderá ya que quizás no gasta su dinero en libros, yo voy al campo a ver jugar al fútbol y no a ver a un conjunto de estrellitas mirar pasar el balón y poner luego carita de “madridistas” mientras critican al socio y al aficionado que primero lo es, o lo debe ser, al fútbol y luego, a su club. Seguramente Guti, y como él otras estrellitas sobrevaloradas por un prensa deportiva que no sabe nada de fútbol y que se dedica a calentar, día tras día, la competición para vender basura que hace pasar por periódicos, crea que debo rendirme a su melenita y sus aires pijos. Y, seguramente, prefiera a los descerebrados de los ultras: sur, boixos nois o del frente.

Pero lo que el niñato Guti y los que son como como él nunca comprenderán es que el otro día los aficionados del Madrid, y podrían haber sido los del Barça, pues yo ya lo he visto. o los del Atleti, no hicimos algo heroico o extraordinario, sino normal como es aplaudir a quien hizo aquello por lo que fuimos, y vamos, al campo: jugar de verdad al fútbol. Y, por lo tanto, aplaudimos al Barcelona.

Guti, niñato pretencioso, repetimos que no lo entenderá. Pero al menos, y por una vez, he podido utilizar un campo de fútbol en clase como ejemplo de racionalidad.
Algo es algo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, no me gustaría ser victima de su descarga, pero bien, le ha dejado en su sitio. Podría Guti pasarse por aquí y leerlo.

Anónimo dijo...

Olé y que bien dicho