jueves, agosto 03, 2006

NO CONFUNDIR

Recuerdo que el 1 de mayo fui a la manifestación. Porque sépanlo ustedes, todavía hay manifestación y todo. Antiguos, quizás. Pero bueno. De hecho, al ser funcionario, o sea: un privilegiado, tampoco tenía que haber ido. Voy así, sin ton ni son. Pero bueno, ya se sabe, aquello de la solidaridad del movimiento obrero, aquello del sindicato de clase, aquello de las condiciones de trabajo, … En fin, cosas de antes. Cosas del movimiento obrero. Pensando en un poco más allá de mis condiciones, pensando en un poco más de mi trabajo. Antiguos, quizás.

Recuerdo un día en el claustro del instituto. Hará unos 3 o 4 años, tal vez 5. Alguien pidió votar que se pidiera a la dirección territorial que se concediera el día 30 de abril como festivo. Yo imaginaba, entonces, que sería para preparar la manifestación con los sindicatos. Me explicaron que no, que era para tener puente. Y todos votaron a favor. Menos yo que siempre estoy, como dijo una vez un insigne miembro de ese mismo claustro, tocando los testículos. Bueno, él dijo huevos pero yo es que soy así, tan antiguo.

Todos tienen carrera universitaria. Sin duda. Y encima la mayoría aprobaron una oposición.
¡Una oposición!
Vamos, como ganar el premio Nobel. Demostrando tantos conocimientos …
Y me comentaron que los sindicatos, todos, y los sindicalistas, todos, estaban vendidos al poder. Y que ellos no, ellos van por libre. Porque ellos son así. Y mientras miraban dónde iban a pasar las vacaciones lo comentaban. Y así ya les comenté que si lo pensaban de verdad la próxima vez que los sindicatos llegaran a un acuerdo con la Consejería de Educación que no lo asumieran. Que negociaran ellos de uno en uno con la Consejería. Y me contestaron con indignación, con estupor, con cierta dosis, tal vez, de orgullo: y tú que sabes. Porque ellos son de izquierdas. Y progresistas. Quizás yo no. Por antiguo, me pasa por antiguo.

Y ahora, los trabajadores de tierra de Iberia del aeropuerto de Barcelona. Para defender sus condiciones han decidido sencillamente tomar las pistas, sembrar el caos y secuestrar a la gente impidiendo sus derechos. Sin avisos, sin reglas, sin medida.

Tal vez una moraleja. Y tal vez muy antigua. No se debe nunca confundir al movimiento obrero con la gentuza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Arriba la dictadura del proletariado! Viva Trotski y Spanair. Abajo los pilotos y Ramón Mercader.