La controversia sobre el islamismo parece ser uno de los temas fundamentales de la política actual. Y lo debe ser no tanto por el problema del terrorismo, que no necesariamente va unido a esta religión de forma necesaria tal y como ha demostrado la historia, aunque, indudablemente, ayude en su desarrollo, sino sobre todo en lo que podríamos llamar su conflicto con la Modernidad. La pregunta que cabría responder aquí es si islamismo y Modernidad son compatibles o no. Pero, esta pregunta nos llevaría a una nueva cuestión, que creemos que se obvia en el debate, sobre si cristianismo y Modernidad, a su vez, son compatibles o no. Y, llevados por ello, algo más, ¿qué es la Modernidad?
Generalmente se suele hablar de la Modernidad sin definirla con lo cual al final no se sabe bien de qué se está hablando al contraponerla al islamismo y no hacerlo, por ejemplo, con el cristianismo. Para centrar un poco la cuestión, nosotros entendemos por Modernidad, de la forma más aséptica posible, el movimiento social, cultural y político iniciado en Occidente a partir del Renacimiento y cuya idea básica sería la autonomía de los sujetos guiados exclusivamente por la Razón (tanto política, con la democracia, como intelectual, filosofía moderna) frente a su subyugación por cualquier poder. Así las ideas clave de la Modernidad serían el Sujeto y su Autonomía y la Razón y el movimiento paradigmático de la misma la Ilustración del siglo XVIII.
Ahora bien, al darse en occidente parecería que cristianismo y Modernidad son compatibles de forma perfecta y, no solo eso, sino que además la Modernidad sería algo así, en su versión más reaccionaria, como un apéndice del cristianismo. Pero la cosa, y esa es nuestra tesis, realmente es muy distinta: cristianismo y Modernidad son incompatibles del mismo modo que islamismo y Modernidad. Pero, ¿por qué son incompatibles? Y casi más importante, ¿cómo entonces, desde esa incompatibilidad, pudo surgir la Modernidad en una sociedad cristiana?
Para comprender estas cuestiones hagamos un giro en nuestro desarrollo y comparemos antes cristianismo e islamismo. Lo primero que salta a la vista, y de forma clara, es que el cristianismo surgió como una religión interior que a lo sumo implicaba un modo de vida personal pero nunca una realidad sociopolítico determinada. Esto fue así, fundamentalmente y frente a la ley judía que sí implica siempre un cierto modelo social, porque el cristianismo buscó expandirse sobre la base del Imperio Romano cuya complejidad social y política era inmensa e inamovible impidiendo un modelo sociopolítico alternativo. Pero es que además, el cristianismo en su intento de expansión (de evangelización según su propia doctrina) se tuvo que enfrentar a una cosmovisión caracterizada, en cuanto a elite cultural, por la filosofía griega. Y tuvo la suerte de contar con la figura de S. Pablo que fue el que podemos decir inició el proceso de complejidad del cristianismo pasando desde las leves y bienintencionadas enseñanzas morales y religiosas de Jesús a un cada vez mayor marco teórico. Así, el cristianismo construyó una teología no sólo fideísta sino, en su intento, racional, llegando a disfrutar de la presencia de santos filósofos especialmente San Agustín y Santo Tomás. Y por eso, el cristianismo, y en especial el catolicismo, no solo no desdeñó la razón sino que pretendió dominarla para convertirse en filosofía (y ese fue su error estratégico que condujo, ante su propia contradicción filosófica, al desarrollo del ateísmo).
Sin embargo, el islamismo surgió desde el principio no sólo como una religión personal sino como un auténtico sistema social y político, como una forma de dominio no sólo de la vida privada, como lo fue el cristianismo, sino también de la vida pública y social -como lo demuestra por ejemplo su división entre Chiítas y Suníes-. Pero además, el islamismo al presentar un dios trascendente de forma absoluta, y ahí tenía razón el Papa, impidió la reflexión sobre ese mismo ser. Y de hecho la filosofía islamica, que la hubo y con mucha fuerza al iniciarse la Baja Edad Media, fue languideciendo hasta hacerse prácticamente inexistente o convertirse en eso que se llama mística (y que no es filosofía). De esta forma, la Razón cobró un papel exclusivamente instrumental en el mundo islámico pero no filosófico ni rector, reducido dicho papel a la fe, y por ello no pudo crear ateísmo filosófico. E incluso el hecho de que no tuviera una casta sacerdotal definida, una iglesia como institución, paradójicamente no contribuyó a la liberación sino que al contrario, logró una coacción aún mayor. Pues la confusión entre poder político y religioso del islamismo a lo que condujo fue a que cualquier debate religioso o político fuera político-religioso sin distinción y por lo tanto imposibilitará su desarrollo. Sin embrago, en occidente, el debate político y religioso, si bien iba mezclado, no fue indistinto siempre, como demuestra la reforma protestante apoyada por monarquías o príncipes alemanes frente a la iglesia “de Roma”, y por ello pudo fortalecerse nadando, como vulgarmente se dice, entre dos aguas y aprovechar así la corriente unas veces de un lado y otras de otro.
Así, existen diferencias muy profundas, estas y otras, que separan islamismo de cristianismo y que permitieron distintos desarrollos históricos. Y de esta forma ocurrió lo impensable para la religión cristiana que fue el surgimiento de la Modernidad. Pero con esto no queremos decir que la Modernidad surgiera del cristianismo sino que éste puso las condiciones, de forma inconsciente e incluso paradójica, para su surgimiento. Y de hecho, como veremos en un artículo posterior, hizo falta una “herejía” religiosa, el protestantismo, para que la Modernidad tuviera base sólida en su desarrollo. Así, el cristianismo, tanto católico como protestante, hizo todo lo posible para evitar el triunfo de la Modernidad pero no lo consiguió. Y de eso, tanto de las condiciones de posibilidad que creó el cristianismo como de su ataque enérgico contra esa misma Modernidad, tratará nuestro próximo artículo para luego intentar responder ya si es posible la conciliación entre islamismo y Modernidad.
Generalmente se suele hablar de la Modernidad sin definirla con lo cual al final no se sabe bien de qué se está hablando al contraponerla al islamismo y no hacerlo, por ejemplo, con el cristianismo. Para centrar un poco la cuestión, nosotros entendemos por Modernidad, de la forma más aséptica posible, el movimiento social, cultural y político iniciado en Occidente a partir del Renacimiento y cuya idea básica sería la autonomía de los sujetos guiados exclusivamente por la Razón (tanto política, con la democracia, como intelectual, filosofía moderna) frente a su subyugación por cualquier poder. Así las ideas clave de la Modernidad serían el Sujeto y su Autonomía y la Razón y el movimiento paradigmático de la misma la Ilustración del siglo XVIII.
Ahora bien, al darse en occidente parecería que cristianismo y Modernidad son compatibles de forma perfecta y, no solo eso, sino que además la Modernidad sería algo así, en su versión más reaccionaria, como un apéndice del cristianismo. Pero la cosa, y esa es nuestra tesis, realmente es muy distinta: cristianismo y Modernidad son incompatibles del mismo modo que islamismo y Modernidad. Pero, ¿por qué son incompatibles? Y casi más importante, ¿cómo entonces, desde esa incompatibilidad, pudo surgir la Modernidad en una sociedad cristiana?
Para comprender estas cuestiones hagamos un giro en nuestro desarrollo y comparemos antes cristianismo e islamismo. Lo primero que salta a la vista, y de forma clara, es que el cristianismo surgió como una religión interior que a lo sumo implicaba un modo de vida personal pero nunca una realidad sociopolítico determinada. Esto fue así, fundamentalmente y frente a la ley judía que sí implica siempre un cierto modelo social, porque el cristianismo buscó expandirse sobre la base del Imperio Romano cuya complejidad social y política era inmensa e inamovible impidiendo un modelo sociopolítico alternativo. Pero es que además, el cristianismo en su intento de expansión (de evangelización según su propia doctrina) se tuvo que enfrentar a una cosmovisión caracterizada, en cuanto a elite cultural, por la filosofía griega. Y tuvo la suerte de contar con la figura de S. Pablo que fue el que podemos decir inició el proceso de complejidad del cristianismo pasando desde las leves y bienintencionadas enseñanzas morales y religiosas de Jesús a un cada vez mayor marco teórico. Así, el cristianismo construyó una teología no sólo fideísta sino, en su intento, racional, llegando a disfrutar de la presencia de santos filósofos especialmente San Agustín y Santo Tomás. Y por eso, el cristianismo, y en especial el catolicismo, no solo no desdeñó la razón sino que pretendió dominarla para convertirse en filosofía (y ese fue su error estratégico que condujo, ante su propia contradicción filosófica, al desarrollo del ateísmo).
Sin embargo, el islamismo surgió desde el principio no sólo como una religión personal sino como un auténtico sistema social y político, como una forma de dominio no sólo de la vida privada, como lo fue el cristianismo, sino también de la vida pública y social -como lo demuestra por ejemplo su división entre Chiítas y Suníes-. Pero además, el islamismo al presentar un dios trascendente de forma absoluta, y ahí tenía razón el Papa, impidió la reflexión sobre ese mismo ser. Y de hecho la filosofía islamica, que la hubo y con mucha fuerza al iniciarse la Baja Edad Media, fue languideciendo hasta hacerse prácticamente inexistente o convertirse en eso que se llama mística (y que no es filosofía). De esta forma, la Razón cobró un papel exclusivamente instrumental en el mundo islámico pero no filosófico ni rector, reducido dicho papel a la fe, y por ello no pudo crear ateísmo filosófico. E incluso el hecho de que no tuviera una casta sacerdotal definida, una iglesia como institución, paradójicamente no contribuyó a la liberación sino que al contrario, logró una coacción aún mayor. Pues la confusión entre poder político y religioso del islamismo a lo que condujo fue a que cualquier debate religioso o político fuera político-religioso sin distinción y por lo tanto imposibilitará su desarrollo. Sin embrago, en occidente, el debate político y religioso, si bien iba mezclado, no fue indistinto siempre, como demuestra la reforma protestante apoyada por monarquías o príncipes alemanes frente a la iglesia “de Roma”, y por ello pudo fortalecerse nadando, como vulgarmente se dice, entre dos aguas y aprovechar así la corriente unas veces de un lado y otras de otro.
Así, existen diferencias muy profundas, estas y otras, que separan islamismo de cristianismo y que permitieron distintos desarrollos históricos. Y de esta forma ocurrió lo impensable para la religión cristiana que fue el surgimiento de la Modernidad. Pero con esto no queremos decir que la Modernidad surgiera del cristianismo sino que éste puso las condiciones, de forma inconsciente e incluso paradójica, para su surgimiento. Y de hecho, como veremos en un artículo posterior, hizo falta una “herejía” religiosa, el protestantismo, para que la Modernidad tuviera base sólida en su desarrollo. Así, el cristianismo, tanto católico como protestante, hizo todo lo posible para evitar el triunfo de la Modernidad pero no lo consiguió. Y de eso, tanto de las condiciones de posibilidad que creó el cristianismo como de su ataque enérgico contra esa misma Modernidad, tratará nuestro próximo artículo para luego intentar responder ya si es posible la conciliación entre islamismo y Modernidad.
2 comentarios:
Church of England 'being sidelined'
08/10/06
The Church of England has accused the Government of deliberately favouring Muslims in a drive to encourage interfaith relations.
In a confidential document, the Church claims the Government's attempts to integrate minority faiths has backfired, leaving Britain "more separated than ever before".
Written by Guy Wilkinson, interfaith advisor to the Archbishop of Canterbury Dr Rowan Williams, the report - which was leaked to the Sunday Telegraph - claims the Church has been "sidelined" and "preferential" treatment has been given to Britain's Muslim community.
The report, entitled Cohesion and Integration - A Briefing Note for the House (of Bishops), lists a number of Government initiatives since the London bombings, such as shelving legislation on forced marriage, and claims these efforts have undermined their interfaith agenda and produced no "noticeable impact on community cohesion".
It argues that efforts to integrate Muslims since the attacks have had "no positive impact" on community relations. It also challenges the opinion that Britain is a "multi-faith society" and says the Government's "schizophrenic" approach has instead added to disaffection between communities.
According to the newspaper, the report said: "Indeed one might argue that disaffection and separation is now greater than ever, with Muslim communities withdrawing further into a sense of victimhood, and other faith communities seriously concerned that the Government has given signals that appear to encourage the notion of a privileged relationship with sections of the Muslim community."
The report follows a week in which Jack Straw, Leader of the Commons, sparked controversy by describing the Muslim women's veil as "a visible statement of separation and of difference" between Muslim and non-Muslim communities and suggested they discard them.
It also follows reports a Muslim police officer was excused from taking part in guard duty at the Israeli embassy in London.
Dr Williams arrived in China at the weekend for a two-week long visit to meet with representatives of Christian communities.
It is believed the leaked report was presented to a meeting of the House of Bishops last week and was "well received."
NO HAY NADA COMO EL CRISTIANISMO YA QUE ES LA VERDAD Y EL QUE NO ALABA A DIOS SUFRE DIFERENTES CASTIGOS Y CUANDO UNO ESTA CON DIOS NADA LE PUEDE PASAR PORQUE ESTA BAJO LA PROTECCION Y YO SE TODO ESTO PORQUE SUFRI LOS CASTIGOS CUANDO ME ALEJE DE DIOS QUE ES EL PADRE DE NUESTRO SR. JESUCRISTO
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