lunes, septiembre 24, 2007

Principio de Causalidad: PRISA, La Sexta/MEDIAPRO y Zapatero.

Una de las claves del pensamiento racional es la causalidad: los hechos se generan en causa-efecto. O diciéndolo con Aristóteles: todo lo que ocurre tiene una causa. Sin entrar aquí a juzgar la problemática filosófica de dicho principio, vamos a intentar un juego de causa-efecto.

Soy suscriptor de El País. Hace tiempo, unos ocho meses tal vez, me llamó una empresa para hacerme una encuesta sobre este periódico en mi condición de suscriptor. Entre otras preguntas recuerdo ahora dos: mi adscripción política en una tabla entre extrema derecha y extrema izquierda (me fue muy difícil responder y estuve a punto de decir aquello de qué quiere usted decir cuando habla de extrema izquierda) y si creía o no que el periódico había bajado de calidad en este tiempo. Conteste que sí lo creía, me resulta evidente, y no le di mayor importancia. Este mes de septiembre se acababa mi suscripción a El País. PRISA siempre, durante los tres años anteriores, me había enviado un correo electrónico muy cortés para informarme de ello. Este año no lo ha hecho así, aunque bien es cierto que me ha llamado por teléfono pero yo no estaba. Total, que PRISA me ha renovado, es legal, la suscripción automáticamente por primera vez. Y me resultó raro: no encontraba el motivo.

Pero nada comparado con la bomba del pasado día cuando El País se rió, literalmente, del gobierno con su nuevo plan de vivienda. Era la primera vez, consulten hemerotecas, que este periódico se mostraba tan crítico con Zapatero, del cual había defendido hasta lo indefendible -lo cual en este caso concreto es casi todo-. Mi sorpresa fue mayúscula y como soy persona desconfiada no pensé en la libertad de prensa, en la racionalidad, en que no estarían de acuerdo, ni nada de eso. Busqué una causa distinta. Porque tenía que haber, un pequeño homenaje a Aristóteles, una causa.

Hará poco más de un año el gobierno de Zapatero decidió regalar una nueva televisión a un grupo amigo: La Sexta. Al principio me resultó extraño porque ya tenían el grupo PRISA y parecía como que la cosa era negativa para esté (aunque a ellos les regalaran Cuatro). No sabía qué pensar. Desconocía y buscaba, ansía de saber, la causa.

El grupo PRISA, y en concreto la Cadena SER, hizo un esfuerzo ingente para desenmascarar las mentiras del gobierno del PP el 11-M. Para ello no dudó a su vez en mentir buscando generar un estado de opinión que pudiera aprovechar el PSOE para, en una carrera contrarreloj, lograr el triunfo. Luego vinieron las manifestaciones tan espontáneamente dirigidas y la lucha entre poderes, inefable Telemadrid contraprogramando una película sobre ETA, para ver quién manipulaba más. Ganó PRISA: Zapatero supo que le debía el cargo. Esta vez el principal causante del triunfo estaba claro.

La denominada guerra del fútbol resulta el acontecimiento político por excelencia (aunque el nuevo director de Público ya nos ha dicho que no nos interesa y a callar todo el mundo). En él se la juega el grupo PRISA que observa cómo el gran negocio se le puede hundir por culpa de Mediapro y La Sexta (que curiosamente publicará Publico, que curiosamente fue una cadena regalo de Zapatero y qué curiosamente desconozco de dónde va a sacar tanto dinero para los contratos que está firmando). Pero además el grupo PRISA nota algo más: el gobierno aún no ha comentado nada al respecto. Lo único dicho ha sido por la vicepresidenta que se ha limitado a señalar que a ver si se ponen de acuerdo. Ni un apoyo ni una promesa de mediación. PRISA se queda solo en el mercado. Sólo Felipe González, el viejo PSOE, ha salido en su auxilio. Y piensan, y pienso, que tiene que ser por algo.

Y ahora aparece Público, el nuevo diario para la nueva gente (o algo así). El diario ya se autoconsidera de izquierdas y progresista (en otro momento hablaremos del diario este y su campaña). Los nuevos diarios han durado poco en España y Público aparece seis meses antes de las elecciones, sin tiempo a desaparecer hasta, al menos, marzo. Curiosamente, un problema del PSOE será la abstención y Publico -qué nombre, qué falsedad- se vuelca en el grupo social que presumiblemente se abstendría: jóvenes y con (autoproclamadas) ideas izquierdistas. Y lo financia el grupo al cual Zapatero le regaló, ya saben, una televisión. Y consigue vender, curioso, a la mitad de precio que los otros periódicos. ¿Dónde está la causa?

Decía Aristóteles, y luego y antes lo hemos dicho todos, que no hay efecto sin causa. Zapatero siente que PRISA, que lo ha tratado como su testaferro, es ya un estorbo para su dominio y, de acuerdo a una vieja consigna, ha ayudado a generar un nuevo grupo de poder que compita. Este grupo, La Sexta/Mediapro -y Público-, ha entrado con la finalidad de erigirse en el nuevo referente mediático no del PSOE sino exclusivamente del sector Zapatero, quien así busca a su vez independizarse del partido como aparato todavía gobernado por la vieja guardia (y por eso el otro día Felipe González saltó a la yugular). A su vez, La Sexta/Mediapro, cuyo auténtico interés es la televisión y en concreto el negocio del fútbol, hace un favor a Zapatero sacando un periódico cuya única finalidad, observen el atrevido vaticinio, será movilizar la abstención para que ZP gane las próximas elecciones y MediaPro se quede con el fútbol televisado –y pueda, seguramente, en un par de años ponerlo en PPV (pago por visión)-. PRISA conoce esto y comienza, a su vez y buscando un nuevo espacio, a desmarcarse del gobierno esperando ocupar un espectro crítico y de (autoproclamada) izquierda centrada. Y mientras tanto, para asegurarse un dinero, me renueva, que es legal, automáticamente. Y yo me gastó el dinero.

Pero, esto último no me importa tanto ahora que lo pienso porque confío en que el gobierno de aquí a las elecciones saque una ayuda para suscriptores de periódicos. O al menos, una desgravación fiscal.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen análisis. Aunque algunos lo han anticipado antes. Le llaman
En todo caso, interesante la hipótesis de una guerra entre distintas facciones del PSOE.

Anónimo dijo...

Interesante análisis y no desprovisto de razón, en líneas generales, aunque discreparía en algunas cosas concretas, que no señalaré, porque no merece la pena. Sin embargo, creo que desprecia usted demasiado al nuevo periódico.

Y voy a explicarme. Hay mucho dinero e intereses en juego, y aunque es cierto que el negocio de Mediapro es la TV -no sólo el fútbol, porque Mediapro produce muchísimos programas y series de televisión que vende a otras emisoras- un periódico no se pone en marcha solamente de cara a unas elecciones.

Que pueda sobrevivir o no a las elecciones es otra cosa. Yo creo que sí lo hará. Pero creer que realmente se ha puesto en marcha para un recorrido de seis meses es un poco ingenuo.

¿Puede ser de izquierdas un periódico? He hablado de ello en mi blog. Hay dos opciones para un periódico de izquierdas: la vía militante y la vía profesional-empresarial. La vía militante está condenada al fracaso, según nos enseña la historia, mientras que la vía profesional empresarial está condenada al pacto entre los intereses empresariales y las posturas más o menos izquierdistas de la redacción o de algunos de los sectores que la impulsan. EN la medida en que ese pacto sea viable, o mejor, mientras sea posible, el diario satisfará a sus lectores declarados izquierdistas.

En mi opinión, no dudo que por intereses empresariales, en Público van a tener cabida informaciones y opiniones que hasta ahora no han tenido cabida en los medios de comunicación. No sé durante cuanto tiempo, pero a mí eso, de momento, me parece muy interesante.

Anónimo dijo...

No tiene usted en cuenta la opinion de nuestro querido amigo Ricardo Royo, quien junto a sus fieles seguidores piensan que es la gran oportunidad de ver un diario de izquierdas y solemnemente periodístico e indepedendiente. Una contradicción. Ya leo por ahí que van a empezar a reglar DVD's. Yo les he dicho que se preparen a ver la independencia en cuanto los derechos del Barça estén en juego, pero creo que no me creen. Y es que todos confundimos buen periodismo con lo que queremos leer. O eso me parece.

Anónimo dijo...

Don Berlin: está usted enfadado conmigo por algunas cosas que le he dicho últimamente. Le suego me disculpe, si le he ofendido, pero es que es lo que pienso.

Por otra parte, le ruego también que no ponga en mi boca cosas que yo no he dicho. Y en concreto, yo no he dicho que espero que Público sea o vaya a ser un periódico independiente. Tengo ya unos cuantos años de experiencia en el trato directo -no como simple lector- con los medios de comunicación, y además no soy idiota, tal y como usted parece creer. Si usted se ha molestado en leerme -sé que lo ha hecho- ya sabrá que soy perfectamente consciente de que la independencia no es que sea imposible, es que no existe. Ni para los periódicos, ni para las empresas que los sustentan, ni para los periodistas que los elaboran.

No hay independencia. Y no sólo en relación con los partidos políticos; tampoco en relación con los intereses empresariales o con los mucho más de andar por casa -pero igualmente intensos en según qué ámbito- de acudir gratis al teatro o darte una comilona por cuatro perras gordas o incluso por ninguno.

Como no soy idiota no le pido independencia a un periódico, para considerarlo de izquierdas. Ni siquiera le pido honestidad. Eso es cosa de cada cual. Yo tengo mi propio criterio y soy capaz de intuir -porque conozco el percal- qué intereses pueden estar moviéndose en cada momento detrás de qué me cuentan y de como me lo cuentan. Lo que yo pido a un periódico para considerarlo como progresista es lo que he escrito en mi blog. Se pasa por ahí y lo lee. y si no está demasiado enfadado conmigo, comenta allí.

En cuantro a esa acusación que ya le he leido en alguna otra parte de que consideramos buen periodismo lo que queremos leer, pues no la comparto. Leo, por razones de trabajo varios periódicos cada día, y créame que encuentro cada día buen periodismo en muchas cabeceras: y en ABC lo hay todos los Dïas, en El País, igualmente. Así que no van por ahí los tiros, al menos en mi caso.

Anónimo dijo...

Perfecto análisis. Exacto lo de dirigirse a los mileurista que van en metro para que no se abstengan, con promesas sobre la vivienda (esa será la manera y el tema estrella).

Pero le falla a Ud una cosa, imperdonable en un buen marxista. Dice Ud: "A su vez, La Sexta/Mediapro, cuyo auténtico interés es la televisión y en concreto el negocio del fútbol".

No. Les interesa otra cosa en la que veo, no ha caído, muchísimo más lucrativa. Salir a bolsa, dar el pase y el correspondiente pelotazo.

Apunte esto. Ya lo verá.

La única duda es si PRISA morirá matando.

Anónimo dijo...

Me parece un buen análisis coincidente en muchos apartados con mi propio análisis, pero, siguiendo con el tema, me gustaría plantear un interrogante:

¿Se puede decir de izquierdas un medio de comunicación, en este caso un diario, si está apoyado por el gobierno de Zapatero? Desde luego independiente, no lo puede ser, pero para ser de izquierdas supopndría que ZP lo es ¿no?

Un Oyente de Federico dijo...

El regalo de Zapatero no sólo constó en una televisión en el regalo iba incluida la publicidad necesaria para que esa TV tuviera beneficios.

¿Y de donde saldría la publicidad necesaria para que esa TV regalada produjera dinero?
Pues de donde sale todo el dinero de la izquierda, del Estado, ese dinero que como dice la Ministra de Cultura „no es de nadie‰.

Zapatero desmantela TVE (Radio-Televisión Española) la TV de todos pero de nadie y le quita el 60% de publicidad para abastecer a la TV de su amigo.
Logicamente hay despidos y „eutanasia laboral‰ para mayores de 52 años con prejubilaciones que se pagan con el dinero que no es de nadie.

Los sindicatos callan porque están como ausentes, que diría Neruda.

En cuanto a las mentiras el PP el 11-M, le vuelvo a remitir a la Comisión 11-M *www.congreso.es‰ seccion de publicaciones, donde quedó absolutamente claro que Acebes hacía público lo que la Policía le iba notificando.
A Acebes la policía le confirmó que había explotado Titadine, incluso Garzón dijo que había sido titadine.

Hacía poco que se había detenido en Cañaveras a unos etarras con una furgoneta cargada con 500 K de explosivo y mapas del Corredor del Henares con las estaciones marcadas. Y curiosamente la furgoneta fue robada en el callejón donde vivía Trashorras, el confidente y proveedor de explosivo a los moros traficantes que volaron los trenes el 11-M

En los documentos de la Comisión 11-M esta transcrita la confesión de Zapatero de su llamada a los directores de los periodicos para notificarles que “había dos terroristas suicidas”. Preguntado sobre quien le había notificado ese dato Zapatero este contesto “no lo recuerdo”.
Zapatero miente desde el primer día, que persona normal no recordaría un dato así.

Después supimos que en las llamadas de Zapatero a los directores de periódicos en la que tuvo con Pedro J. Ramírez, añadió que Felipe González creía que era un “atentado por encargo” que ETA se lo había encargado a los musulmanes.

El PSOE se negó a incluir entre los declarantes de la Comisión 11-M a Iñaki Gabilondo, para que explicara quienes eran esos “tres altos mandos de la Lucha Antiterrorista que le habián confirmado la aparición de suicidas rasurados y con varias capas de ropa interior.

La izquierda exigió la verdad a Acebes fundamentandose en:
– EL COMUNICADO DE ETA negando su implicación. La izquierda argumentó entonces que ETA nunca había mentido, sólo en el caso de Hipercor había obviado el comunicado, pero mentir, nunca.
Hoy dicen lo contrario para negar la publicación de “Las Actas de la Negociació”.
– LA NOTIFICACIÓN DE ZAPATERO de los “dos terroristas suicidas”
– LA NOTICIA DE GABILONDO de los tres altos mandos…
– LA LLAMADA A LA CADENA SER de la forense relatando sobre una espina dorsal de un suicida. Negada esta llamada por la propia forense.
– UNA CINTA encontrada supuestamente en una papelera, donde el atentado lo reivindicaba un Grupo islamista que solía reivindicar todo.
– UN GOLPE DE ESTADO DEL PP que hizo público Almodóvar.

Con estas “verdades” la izquierda exigió verdad y la exigíó tan intensamente que asaltó y quemo sedes de los que no les confirmaban sus “verdades”. Y lo sigue haciendo.

Hoy la izquierda desde el gobierno nos sigue dando “verdades” incluso regalan películas con esas “verdades”.

Anónimo dijo...

Don Ricardo, Don Ricardo, pofavó, pofavó, ¿cómo voy yo a estar enfadado con usía? Le voy a tener que decir lo que dice Losantos, que afirma que por la radio la ironía no se ve. No sabemos si se oye. Pero en estos cacharros que llamamos blogs, ni se ve ni se oye.

Y sobre el tema: yo escribí mi comentario antes de que se publicara el suyo, porque el sr. Mesa, que no obstante no hace censura, tiene los comentarios controlados para evitarse trolls, vendedores de extensiones de pene y otros desmanes. Así que si se refiere a que pongo en su boca (su pluma, que es más poético y retro) cosas que no dice, una de dos: o no estaban cuando escribí o simplifico sobre cosas de su blog, donde ya le contesté.

En todo caso, su explicación es amplia, variada y satisfactoria: no es para menos viniendo de usted. En todo caso, yo quería rebajar su optimismo e ilusiones. De una gran empresa de comunicación, todas dependientes no de su mercado, sino de favores institucionales de todo tipo (incluidas esas simpáticas subvenciones a la edición catalana de El Periódico, una garantía de indepedencia) no se puede esperar ninguna coherencia ideológica.

A más a más, añadir que eso que dice el Sr.Escolar de que las instituciones no tienen opinión, no deja de ser una bella declaración de intenciones por no tener un editorial. Y constato la contradicción entre declarar un ideario y decir que no se publicará opinión del diario sobre esa opìnión. Implica que si, efectivamente deseo poner en marcha mi ideario y no tengo donde escribirlo, deberé hacerlo en las noticias, que dice el cánon que debieran centrarse en los hechos que, como se sabe, debieran no ser opinables. Algo iluso, es cierto, pero debiera ser la aspiración de la información.

En definitiva, este proyecto tendrá todos los males de la prensa moderna tarde o temprano, porque la prensa como tal, la que ensoñamos en el mito del cuarto poder, el watergate y toda su épica, si alguna vez existió, es un cadáver con mal olor. Sólo puede parecérselo algo que usted bien conoce como es la red, donde hay de todo y por todos, por lo que precisamente todo es posible: como en un lema de IU.

Le confesaré algo: tengo un pasado oscuro y una vez fui periodista. También me dijeron que no escribiera feo de un ministro, que iba a dar una tele que luego nunca dió. Lo que le puede indicar a qué grupo de prensa le dio por tenerme en sus cuarteles. Por pura casualidad, es cierto.