miércoles, enero 30, 2008

DE ACUERDO CON EL SR. FIDALGO

Lo hemos dicho varias veces y, ante la idiotez general, lo seguiremos diciendo: Fidalgo, el secretario general de CCOO, es uno de los pocos políticos, pues un sindicalista de clase es un político también, serios de este país. Y uno de los pocos realmente socialdemócratas. Nosotros no somos socialdemócratas, eso ya se sabe, pero al menos la preocupación social de Fidalgo y su seriedad a la hora de analizar problemas nos llevan a considerarle como una persona de valía. Y, por eso, presentamos hoy aquí el artículo que ha publicado en esta misma fecha en El Mundo. Breve, sí, pero cargado de razón.

RETOS MULTIPLES Y EXIGENTES

Las circunstancias económicas han cambiado sensiblemente en poco tiempo, no sólo por la incertidumbre creada por la crisis de las hipotecas subprime y el encarecimiento del petróleo, sino por el deterioro de algunos cimientos de la economía española. El fuerte endeudamiento interno y el insostenible déficit exterior, junto con la falta de control de los precios, reflejan las deficiencias del tejido productivo español y el agotamiento de un modelo apoyado en exceso en la continua elevación del precio de la vivienda, hasta alcanzar una cifra desmesurada que impone barreras al acceso o, en el mejor de los casos, obliga a destinar una porción demasiado grande de los ingresos.

En este contexto, se dispone de unas finanzas públicas más saneadas si se mide la evolución de la deuda pública en relación al PIB, pero de menor calidad si se analiza su estructura anual: sólo hay un saldo positivo en la Seguridad Social, ya que tanto el Estado como las autonomías tienen déficit si se incluyen las múltiples partidas excluidas del cálculo del saldo presupuestario, con las que se financian buena parte de las abundantes inversiones públicas de las sociedades empresariales. Como ejemplo, cabe recordar que el presupuesto del Servicio Público de Empleo para 2008 tiene un déficit de 782,58 millones de euros, y eso que se elaboró con una perspectiva de crecimiento más optimista de la admitida ahora.

Los retos son exigentes: cambiar el modelo productivo, reforzar la red de protección social, integrar a un número importante de trabajadores inmigrantes y un proceso de envejecimiento de la población. La iniciativa pública, al lado de la privada, tiene un papel que desempeñar, y son necesarios los recursos financieros disponibles de todas las administraciones públicas. La sociedad española no tiene entre sus prioridades una bajada de impuestos, no sólo porque la presión fiscal es inferior a la media de la UE, sino porque la economía necesita, más que un impulso en el consumo, fortalecer su aparato productivo para mejorar la competitividad perdida y reforzar la red de protección social en un escenario más desfavorable.

Antes de rebajar los impuestos en un momento en el que la recaudación ya está mostrando una tendencia significativa a la baja, sería necesario articular una política pública de vivienda más ambiciosa y a la altura de las necesidades de los españoles; una política en I+D+i con más recursos y, sobre todo, más coordinada con las comunidades autónomas; una mejora sensible en la educación pública, con reflexión incluida sobre los resultados obtenidos a todos los niveles y la implantación de la enseñanza gratuita de 0 a 3 años. La Ley de Atención a las Personas Dependientes necesita de más recursos, y en esta situación sorprende que el cheque-bebé cuente con el doble de dotación presupuestaria que una política de servicios sociales que afecta a millones de personas.

La abundante y generalizada promesa de rebaja de impuestos del PP, el PSOE y otros partidos tiene un componente perverso que camina en dirección contraria de valores como el esfuerzo, la responsabilidad y el compromiso con los intereses comunes y colectivos. El mensaje cercano al gratis total, combinado con la promesa de mejoras generalizadas en las políticas públicas, intenta captar los votos dando la razón a todo el mundo -en algunos casos, con propuestas bastante improvisadas- sin incorporar esos valores comunes que toda sociedad necesita para progresar; y, lo que puede ser más grave, conociendo de antemano la imposibilidad de cumplir con las promesas, algo que deslegitima a quienes las realizan, pero también la política como elemento de gobierno.

1 comentario:

RicardoRVM dijo...

Celebro esta opinión suya tan atinada, que sin duda se complementa con esta interesante noticia:

Fidalgo muestra a Llamazares la “confianza” de CC.OO. en las propuestas programáticas de IU y su “seriedad frente a las frivolidades” del PSOE y PP

El secretario general del sindicato aseveró que “el discurso de Gaspar es el mío” y subrayó la coincidencia de sus planteamientos en materia económica con los de la formación política

Madrid, 16 de enero de 2008.- El secretario general de CC.OO, José María Fidalgo, mostró hoy su total “confianza” en las propuestas programáticas que Izquierda Unida presenta a las próximas Elecciones y apostó por su “seriedad frente a las frivolidades”, en referencia a las rebajas fiscales o los cheques sociales, del PSOE y PP. Fidalgo subrayó la similitud de los planteamientos del sindicato con los de la formación política en el encuentro mantenido con el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, para analizar la situación económica y afirmó, además, que “el discurso de Gaspar es el mío”.

Llamazares también aseguró, por su parte, que su formación y CC.OO comparten muchas “coincidencias” sobre la economía española por lo que alcanzaron el compromiso de seguir colaborando estrechamente “cada uno desde su espacio” en “la mejora de la vida de la gente”.

El candidato a la Presidencia del Gobierno rechazó que la economía se encuentre en una situación “crítica” pero a la vez alertó de que “no es para la euforia”. “Es una situación seria que debe ser abordada seriamente”, insistió tras calificar de “frivolidad” propuestas basadas en rebajas fiscales o iniciativas como los cheques sociales.

Llamazares consideró que estas medidas no hacen “un favor” ni a la situación económica ni a los ciudadanos, por lo que insistió en poner en marcha acciones encaminadas a mejorar la calidad del empleo, medidas de cohesión social y territorial y destinadas a acelerar el cambio del modelo económico en busca de un modelo “ más sólido”.

Además, argumentó que la presión fiscal en España “no es excesiva” y censuró que, sin embargo, está “muy desequilibrada”. La apuesta de IU, tal y como explicó, pasa por establecer una presión fiscal progresiva para que “pague más el que más tenga”, además de introducir algunas medidas impositivas destinadas a paliar el cambio climático y mejorar el medioambiente.

Otro de los aspectos que se abordó en la reunión fue el de la sostenibilidad de la economía. El dirigente de IU mantiene que “hasta ahora hemos tenido una economía sostenida pero no sostenible”, un problema que la formación propone solucionar “renovando el tejido económico” y orientándolo a la vez “desde un punto de vista ambiental”.

Por todo ello, Llamazares reclamó a PSOE y PP que lleven a cabo una “campaña electoral seria” en materia económica y les conminó a alejarse de posturas “de euforia y de depresión” para presentar propuestas que “vayan más allá” de “la demagogia y el populismo”.

En este contexto, el secretario general de CCOO, José María Fidalgo, advirtió de que los programas electorales del PSOE y el PP “se parecen” y apostó por medidas programáticas como las que presenta IU “si a los ciudadanos se les mejoran las cosas y la riqueza de los ricos la componemos entre todos”.

Fidalgo deseó a IU “todo el éxito del mundo” en las próximas elecciones y añadió que se trata de una formación “muy necesaria”. “Por fin hemos encontrado amigos que no creen en esas subastas –en alusión a los cheques sociales- porque coinciden con nosotros en que los ciudadanos no son tontos”, concluyó.