sábado, marzo 10, 2012

GALLARDÓN Y EL ABORTO o IZQUIERDA Y DERECHA EN EL COSMOS

Hay algo muy divertido en todo el asunto de las declaraciones de Gallardón. Es cómo si el mundo se hubiera vuelto al revés y la derecha, Gallardón, utilizara argumentos de la izquierdas y la izquierda, presunta, argumentos de la derecha.

Vamos a presentar el argumento de Gallardón sobre el aborto. Señala que hay una violencia estructural que lleva a las mujeres a abortar y especifica entre esa violencia estructural al mundo empresarial. Es decir, un liberal reconoce que existe un chantaje por parte de los empresarios para impedir el libre desarrollo de las personas y que frente a ello el estado debe actuar para garantizar ese libre desenvolvimiento. Pensamiento de izquierdas de toda la vida. Y lo es tanto en la idea general, la función del estado no es neutral entre las partes sino activa en favor de los más débiles socialmente pues se niegan sus derechos, como en la particular, el trabajo asalariado está sujeto al chantaje que atañe incluso a la vida privada y no es un mero acuerdo entre partes libres. Los empresarios no son empleadores sino chantajistas que impiden a la mujeres desarrollarse como personas.

Y ahora viene la tonta izquierda a responderle. Y, lógico teniendo en cuenta quienes están por ahí, lo hace mal. Porque el argumento principal esgrimido en contra de Gallardón es que las mujeres son libres de abortar o no. O dicho de otro modo, no se permiten ni reconocer la violencia estructural del empresariado pues al pensar, ideológicamente claro, tan libre a la mujer para abortar la trascienden de cualquier escenario social. Pura ideología liberal: el mundo laboral es un contrato entre dos partes libres. Pero además, se añade en tono radical -y tan radical es que su raíz es de extrema derecha- que las mujeres pueden resolver libremente su maternidad, eso parece, porque su cuerpo es suyo. Y aquí está el segundo hito de derechas: la propiedad privada extrapolada hasta tal punto de que el hecho que algo ocurra dentro de dicha propiedad implica necesariamente que eso sea de quien posee el medio de producción. O sea, como dice la ñoñería feminista: nosotras parimos, nosotras decidimos. O como dice el magnate de Eurovegas, y sin necesidad de gritarlo, yo contrato yo decido.

Y ahora, lo que habría que hacer desde una izquierda seria.

Cuando Gallardón haya dicho eso en el Congreso pides la palabra y le felicitas efusivamente al explicarle que estás de acuerdo con lo que ha dicho porque ha dicho eso que está arriba explicitado. Y que te alegra que haya un ministro del PP que aplique esquemas interpretativos tan de izquierdas a sus opiniones. Y le preguntas, muy en serio porque esto es clave, que si no le parece que la reforma laboral aprobada por su gobierno forma parte también de esa violencia estructural, que por cierto es absolutamente real, al limitar los derechos de las madres. Es decir, le demuestras que el PP forma parte de esa misma violencia estructural, junto con los empresarios, que impide a las mujeres decidir libremente si son madres o no. O dicho en plata: es usted un hipócrita.

Y ya algo más, que nadie lo olvide:

1.- El tema del aborto es un problema moral importantísimo que no se resuelve con chorradas feministas de exaltación de la propiedad privada tipo mi cuerpo es mío. La verdadera pregunta, y que es también muy compleja para resolverla con chorradas supersticiosas sobre el alma, es qué es un ser humano y si un feto lo es o no (aquí mi opinión).
2.- La izquierda tiene la obligación de defender el derecho a las mujeres para no ser madres, que no es lo mismo que el derecho a abortar necesariamente, pero también tiene la obligación de defender el derecho de la mujeres a ser madres cuando así lo deseen y que el estado las apoye.
y 3.- Una mujer, como un hombre, puede desarrollarse como persona perfectamente sin necesidad de tener hijos, pero también puede desear tenerlos. Y es cierto que el mercado laboral español imposibilita a las mujeres esto último. Y es cierto, por tanto, que hay una violencia estructural.


1 comentario:

Anónimo dijo...

De dar razón a la medievalista ley del aborto planteada por las chicas del PSOE; en la que a un ser vivo (Aido dixit), en algún momento, determinado legalmente, de su existencia el Dios/Diosa de la Ciencia le insufla la humanidad; también deberíamos darle razón, por los mismos enunciados, al planteamiento del infanticidio por los filósofos italianos:
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/03/01/noticias/1330600984.html

Su planteamiento, Don Enrique, siempre ha sido impecable. No puede analizarse el aborto en el siglo XXI si no es exclusivamente desde la ética.

Hace algunos años Boadella dijo que la izquierda tenía que inventarse un Franco cada vez peor para poder salir airosa de la comparación.
Ud., con todos mís respetos, a menudo hace una trampa dialéctica similar, adjudicando estrafalarios planteamientos a la “derecha” y “la iglesia”, para que los suyos no coincidan con ellos. Y este es uno de esos casos.

Un Oyente de Federico