viernes, julio 12, 2013

VIDA INTERIOR/122: EN TWITTERlandia



¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará. Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser  feliz.

Soy, sin duda, un tío comprometido con la sociedad y la justicia. A veces me miró en el espejo y digo: jo, que compromiso. Incluso a veces añado con la sociedad y la justicia, aunque eso ya depende de la prisa que tenga. Por eso busco todos aquellos medios posibles para hacer llegar mi mensaje al resto de la humanidad, pero siempre  desde el compromiso con la sociedad y la justicia –es que ahora no tengo prisa-.

Desde pequeñito fui un rebelde, un luchador por la sociedad y la justicia. Por ejemplo, mi hermano mayor tenía algo y no era justo que yo no lo tuviera. Así que lloraba y lloraba hasta que lo conseguía: en realidad lo que quería hacer era un mundo más justo. Y mi madre, y especialmente mi abuela, decían con emoción: qué compromiso con la sociedad y la justicia.


Empecé a lanzar mi mensaje de compromiso con la sociedad y la justicia a los vientos del pueblo allá por los años 90 en la página El Piquete Digital, hoy desaparecida, compartiendo el trabajo con D. Ricardo Royo Villanova. Pronto logramos una media de 100 lectores. Luego continué mi carrera en solitario con este blog, y con el pronto logré una media de 100 lectores. Mi mensaje, de compromiso con la sociedad y la justicia, iba calando.

Pero mi llamada solidaria no iba a ocupar solo esto sino que a medida que surgían las redes sociales mi labor y compromiso con la sociedad y la justicia se dirigió hacia ellas. Así, lo siguiente fue hacerme un perfil de facebook donde pronto conseguí 100 amigos en mi labor rebelde. Y ahora, por fin y tras incluso suplantaciones de mi personalidad que no pudieron imitar mi autenticidad y compromiso con la sociedad y la justicia, afortunadamente ha llegado el momento de twitter. Sí, estoy en twitter con mi @ep_mesa.

Y todo por una causa justa.
Todo por mi afán de compromiso con la sociedad y la justicia.
Todo por un mi afán de compromiso con la sociedad.
Todo por mi afán de compromiso.
Todo por mi afán.
Todo por mí –no, no tengo prisa, ¿por qué?-.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

disculpe la disgresión. Cuando los condenados por el levantamiento de la Comuna de Paris los llevaban a fusilar, los humildes a su paso cantaban les temps de cerises; hoy 14 de julio quiza sea un buen dia para volverla a escuchar, le recomiendo la version de edith piaf

Enrique P. Mesa García dijo...

Escuchada, gracias por la información.