lunes, julio 11, 2016

CAPITALISMO Y DESARROLLO SOSTENIBLE/2

En el artículo anterior de esta serie habíamos encontrado la pregunta a contestar: ¿es compatible el Capitalismo con un desarrollo sostenible? Con esta pregunta, decíamos, buscábamos conocer si se podía desarrollar el Capitalismo de forma mundial sin provocar un colapso medioambiental. Ahora vamos a intentar contestar a esto.

Para ello, debemos plantearnos un análisis de los dos factores en juego: la Naturaleza y el Capitalismo.

En 1798, Malthus predijo de forma irrevocable la hambruna mundial por el aumento de población. Hoy tengo chuletitas de cordero para comer.
En 1970, el llamado Club de Roma señaló indudablemente, ahora sí, la hambruna mundial. Pero luego tengo postre y café y copa.
Cada año se anuncia un futuro apocalipsis. Para cenar, unas alitas de pollo con ensalada.

¿Cuál es el problema? Que estas predicciones se basan en un carácter esencial de la naturaleza y por tanto en la idea de esta como algo estático. Y de eso derivan dos juicios erróneos: uno de carácter político y otro económico. Expliquemos.

Cuando nosotros hablamos de naturaleza lo hacemos sin duda acerca de un sistema. Para que exista un sistema es necesario que se dé una relación entre sus elementos y que se mantenga un equilibrio. Sin embargo, el  error surge por considerar que este sistema de equilibrio es una armonía donde nada falta y nada sobra, una realidad donde hay una proporción y correspondencia adecuada entre las diferentes partes. La naturaleza es un sistema sin duda, pero no una armonía. Efectivamente, existe un prejuicio que es la creencia de la naturaleza como un sistema que busca una armonía entre sus integrantes porque se considera que el sistema ideal es el cerrado: en él nada falta y nada sobra por la perfecta proporción de sus partes. Eso se ve muy bien reflejado, por ejemplo, en el tema de las llamadas especies invasoras que son tratadas como si vinieran a romper eso que se llama ecosistema –repitan conmigo: ¡¡ningún cangrejo es ilegal!-. Y este ecosistema se presenta a su  vez como algo cerrado y estático.

Así, este prejuicio, que en realidad tiene elementos comunes con la chorrada del diseño inteligente en cuanto que considera la naturaleza como obra de arte,  inunda todo el ecologismo y es la clave para entender el malthusianismo de toda predicción. La naturaleza es un sistema cerrado y armonioso y todo elemento que lo interfiera es malo. Y como hay una armonía preestablecida toda interferencia es además inmoral. Y como es mala y antinatural resulta lógicamente imposible superar este sistema sin ser castigados, tal y como se predice cada 25 años más o menos con la catástrofe definitiva, aunque los datos señalen permanentemente lo contrario.

De esta forma, a través de transformar un mero concepto metodológico, como es naturaleza, en un sujeto real, le naturaleza, es como se construye el juicio moral ecologista sobre la maldad de intervenir en ella. La naturaleza, y esa es la clave de toda la ñoñería ecologista,  es como debe ser –armoniosa, perfecta y buena-  y cualquier acción que modifique esto será mala.

Pero en realidad no se trata aquí sino de la presencia de la vieja idea del creacionismo disfrazada con elementos evolutivos. Así, la idea clave de todo este ecologismo ñoño es la idea, como ya hemos referido, de diseño pues presupone que la naturaleza es un hecho armonioso con esencia propia en la cual, además, los humanos son la permanente especie invasora de la que hablábamos antes. Sin embargo, la naturaleza no existe como tal y lo único que existe son unas relaciones dinámicas en las cuales solo sobreviven los individuos, ni tan siquiera las especies,  que se hayan adaptados.

El segundo punto fundamental es el carácter pseudoeconómico del límite de crecimiento del Capitalismo. Esta teoría plantea que hay un límite en la producción y que por tanto es imposible crecer más allá de ello sin acabar con el planeta.  Hasta aquí la teoría en su obviedad es verdadera. El problema es que la idea tiene un presupuesto engañoso pues extrapola la situación actual a la futura. Efectivamente, el análisis de Malthus en sí mismo no era incorrecto pero tenía un error. Mientras  que él ya había admitido que la población crecía de forma geométrica, cosa novedosa, aun defendía que la producción tenía que hacerlo necesariamente, y a lo sumo, de manera aritmética como si el modelo productivo no pudiera cambiar. Y esto vuelve a ocurrir ahora con la cantinela de la producción y el consumo imposibles de mantener. Porque efectivamente el modelo de producción actual y el consumo actual son imposibles de mantener, como demuestra el calentamiento global,  pero eso no implica que el Capitalismo actual esté costreñido al consumo y producción actual. Es decir, si podemos demostrar que el Capitalismo puede cambiar su modelo productivo y de consumo sin dejar de ser Capitalismo, entonces el Capitalismo puede llevar adelante un crecimiento sostenible e indefinido.

La clave de todo esto está en analizar la producción capitalista. La idea clave es si necesariamente la producción capitalista debe ser altamente contaminante. El drama aquí es confundir Capitalismo con industrialización.

Efectivamente, la producción industrial es una condición necesaria del desarrollo capitalista pero no es el Capitalismo. La esencia del Capitalismo no es la industria sino la mercancía. Su finalidad, por tanto, no es producir objetos sino producir mercancías   Desde luego, hay ciertas mercancías que además son cosas u objetos, pero ser mercancía no implica ni tan siquiera tener existencia empírica ¿Qué significa eso?

Necesariamente, el desarrollo del Capitalismo se relaciona con la producción incesante y creciente de mercancías y esa es precisamente la esencia del Capitalismo. Pero el hecho de que sea la producción de mercancías y no de cosas nos ayuda a entender algo. Pongamos un ejemplo.

¿En que se basa el Capitalismo financiero? En la producción de mercancías. Lo que ocurre es que estas mercancías, que es el dinero -no confundir con su representación que son billetes y monedas- físicamente no existe y sin embargo produce valor y beneficio siendo así una mercancía. ¿Qué quiere esto decir? Que la producción necesaria e incesante de mercancías, eso sí, para el Capitalismo no implica siempre  un proceso industrial de transformación de la naturaleza  física. De hecho, la industria del software y virtual  sería un ejemplo de todo un proceso industrial, y así es en todos sus sentidos, sin apenas soporte físico en su consumo. Por tanto, una parte del  desarrollo capitalista se ha independizado de la producción material y se puede desarrollar sin tocar nada físico o con un mínimo de soporte material. Y eso es así porque la esencia de la mercancía no es producción material  sino valor económico.

Sin embargo, y en segundo lugar, no cabe duda de que hay otro factor de producción de mercancías, inevitable a su vez, que necesita de la transformación industrial. Y es aquí donde aparentemente surge la cuestión: resulta imposible compaginar el incremento productivo necesario para esta producción de mercancías con el equilibrio ecológico. Sin embargo esto es también una falacia.

Hasta la fecha la naturaleza no ha sido mercancía sino materia prima de la producción. Esto lo han tenido en común todos los sistemas productivos de la historia. Sin embargo, el salto cualitativo en este aspecto es que, siguiendo la lógica capitalista en su totalitarismo, todo absolutamente, como ya se ha hecho así con la vida humana o la cultura, debe convertirse en mercancía. Para decirlo con una sola frase que solemos repetir: si la gente muerte de hambre en África, y no en Europa, no  es porque  la explotación sea mayor allí sino al contrario, porque el moribundo subsahariano no es mercancía y el rollizo europeo, sí. De esta forma, entramos así en una dinámica nueva: si el equilibrio sostenible -es decir, si la conservación de la naturaleza y la propia naturaleza- pueden convertirse en mercancía sobrevivirá. Pero además, con ello, se conseguirá un nuevo triunfo del Capitalismo como sistema totalitario pues llegará al punto máximo de su extensión convirtiendo en mercancía el mundo humano –el propio ser humano y la cultura-, la producción manufacturada –los productos técnicos y tecnológicos- y la propia naturaleza –yendo más allá de su propia realidad como materia prima-.

¿Lo conseguirá? Ya se lo cuento, porque ahora yo me voy a la cama. Aunque de la emoción no sé si voy a dormir.

12 comentarios:

loli loligo dijo...

Vale, a ver si ordeno mis ideas…
Empezando por el final, no, no creo que llegue a ser viable (a corto plazo, bueno que yo lo vea, no se si eso es corto o largo plazo), que no se si compatible.
La idea no parece así de entrada mala, pero está basada en pocas premisas, muy pocas, como todo modelo que se precie. ¿Y qué hacemos con todos los factores que no ha tenido en cuenta, y que ni siquiera se pueden tener en cuenta (por desconocidos o inviables)?

Los sistemas, tanto natural, como económico, están constituidos por una gran cantidad de variables, unas conocidas y otras no. Como bien dice, esas variables interactúan entre ellas, dando lugar a sistemas altamente complejos.
No se el caso del económico (por aquello de que es relativamente artificial), pero en el sistema natural es absolutamente imposible un estudio de todas las variables conocidas, ya ni hablamos de las aún no identificadas. De modo que se simplifica, se eligen las menos posibles, pero que a la vez supongan una representación de la resiliencia del sistema.
Así lo habitual es que la realidad (Naturaleza en acción) supere a la ficción (en este caso los estudios en modelos), ya se sabe…”el todo es más que la suma de las partes”.
Su exposición es igual, son solo partes, y muy interesantes, pero el todo suma más.
Esa naturaleza a la que alude, esos ecosistemas, son, como dice, todo menos estáticos y armoniosos (otra cosa es que los señores economistas o políticos no se hayan enterado). Están en proceso constante de cambio y como mucho podría considerarse como estado de “armonía” aquel en el que se alcanza la mayor biodiversidad (clímax del ecosistema), lo que supone las relaciones tróficas más complejas, que en realidad solo implican más oportunidades en el juego de “quién se come a quién”, así que de armonía poco (salvo que se entienda la menor probabilidad de que te toque ser el menú del día).

Entre los otros muchos factores que intervienen uno fundamental que no menciona es el tiempo. Tal y como explica da la impresión de que está utilizando el tiempo a escala humana (lo lógico), pero la naturaleza no tiene el mismo reloj. Sus tiempos van en escala geológica, de ahí que ningún biólogo o geólogo tenga problemas con las extinciones, cambios globales, climáticos, etc, siempre y cuando se mantenga la escala temporal. De lo contrario estamos contando historias diferentes. Las especies invasoras lo son como consecuencia de la acción humana (escala de tiempo humano), a escala de tiempo geológico (o de la naturaleza) no se producen estos acontecimientos, es simplemente un reemplazo evolutivo, y no nos sorprende, asusta, o genera ñoñería melancólica. El problema con esas especies invasoras (tiempo humano) es que modifican la resiliencia del sistema, con lo cual las cadenas tróficas quedan alteradas, y, como un castillo de cartas, todo se puede venir abajo (echaría a perder su mercancía).
Los ecosistemas, a escala de tiempo natural (geológico), están interrelacionados unos con otros (es imposible establecer los límites de un ecosistema), de modo que son sistemas abiertos (no cerrados, como Ud. indica, hay un intercambio constante de energía y materia entre ellos). El único ecosistema que podría considerarse cerrado es el propio planeta Tierra…y aun así la norma de intercambio de materia está transgredida…así que no se.

(ainss...tengo que cortarlo)

loli loligo dijo...

(..sigo con el rollo...)
Y aquí llegamos al punto en el que considerar la naturaleza (ecosistemas) como mercancía para ser sostenible con el capitalismo.
Como decía antes la naturaleza tiene su propio reloj, y eso es fundamental en el planteamiento que propone. Se requiere entender (en tiempo geológico) los procesos de los ecosistemas, no alterarlos y respetarlos como base para mantenerlos y poder llegar al planteamiento de mercancía.
Otro problema (factor que tampoco tiene en cuenta) son los límites. Como decía los ecosistemas no son cerrados, pero el ser humano no ha tenido eso en cuenta y actúa como si los ecosistemas tuvieran las dimensiones que más le convienen en cada momento. Así surge un “extraño” problema, el llamado “efecto isla”. Los seres vivos no entienden de fronteras, de modo que muchos de ellos “salen y entran” sin preguntarse por “provincias”. Pero en el momento en el que hemos parcelado estas zonas (con construcciones, deforestando, etc) los organismos quedan aislados, no pueden “salir o entrar” (esto lleva a perdida de diversidad, de vigor híbrido, disminución de las poblaciones, endogamia y finalmente la desaparición de las poblaciones, bla, bla, bla…en España esto se nos ha dado muy bien). El caso es que el tamaño importa, ahora parece que esto empieza a tenerse en cuenta y se proponen “corredores ecológicos”, precisamente para poder conectar las zonas y evitar los problemas.

Pero hay más, ¿y si se trata de especies migratorias? ¿cómo se gestiona?, no es solo cuestión de la política de un país…en ecología los problemas se inician a nivel local, pero sus consecuencias son a nivel global. Ya de mares y océanos ni hablo…



Plantear los ecosistemas como bienes en sí mismos (mercancía), y no como fuentes de materia prima es interesante… pero aquí me surge una duda…¿qué parte es útil como mercancía?, ¿qué pasa con la que aparentemente no es útil (ejemplo microorganismos que no se ven…u otros seres aún no conocidos, o parásitos, se me ocurren mil ejemplos más, pero creo que se entiende la idea), ¿se pueden destruir sin mayor problema?
Su visión también me resulta un poco creacionista…al menos me recuerda al Génesis con aquello de dominar a los peces, las aves y todo lo que habita sobre la Tierra…

Yo no creo en la importancia de la naturaleza en función de lo que aporta (ni como materia prima, ni como mercancía), me importa como proceso, como acontecimiento insólito en un planeta, y ese es para mí el valor más importante por el que debería preservarse (entiendo que formo parte de ella y dependo de ella). Sin embargo, si su propuesta es el mecanismo que permite su conservación en lugar de su explotación, aceptado.

Pero creo que Malthus seguiría vigente. Si no tenemos presente esa discrepancia entre el tiempo humano y el natural el problema siempre existirá. Las previsiones a futuro realizadas por políticas o economías se realizan a escala de tiempo humana, pero los ecosistemas no siguen ese reloj. De modo que seguirá siendo inviable un aumento permanente del crecimiento económico, son dos relojes que nunca van a converger. Creo que aunque nosotros seamos más “inteligentes” la naturaleza nos lleva ventaja en cuanto a años de experimentación…y al final siempre terminamos copiando sus modelos. Ninguna población natural sobrevive con un crecimiento continuo, así que deberíamos situarnos en un punto por debajo de la fase estacionaria, antes de quedar abocados a la de declive…copiemos millones de años de experiencia si de verdad se quiere un desarrollo sostenible.

(¡Oh!...necesito más espacio)

loli loligo dijo...

(ya acabo...lo siento)
Y así llegando de nuevo a la pregunta, no, no creo que llegue a ser viable. Por poner solo un ejemplo, fíjese que en algunos países de África se hace ya algo parecido. Se considera mercancía los espacios naturales, los safaris fotográficos, las rutas por paisajes únicos…y sin embargo habitualmente no revierte en la ciudadanía. Así que antes hay que cambiar muchas ideas, muchos sistemas políticos, se requiere una cooperación entre todos los países…demasiados factores, como decía al principio.

¿Es posible controlar (entiéndase organizar) un sistema multifactorial de dimensiones planetarias como es el caso?...me gustaría que fuera posible, desde luego redundaría en beneficio para toda la humanidad…pero no veo como, me falta creatividad

Anónimo dijo...

“El milenarismo va a lleeeegaaaaar” que desde los mas inescrutables caminos de su preclara racionalidad nos predecía Arrabal.

Desde el “Apocalipsis” San Juan a la profecía del “Calendario Maya”, pasando por “Una verdad incómoda” del Algore, siempre hemos tenido algún espabilado sacando partido a la dialéctica materialista que como nos recuerda Doña Loli Loligo en su comentario, dice que el Universo está en constante movimiento y, además, que las Leyes de la Termodinámica nos garantizan un final no sólo a todo bicho viviente sino también universal, al menos, por congelación. La Biblia en el “Epílogo” terminaría con “... y finalmente Dios cortó la luz y volvieron las tinieblas a cubrir el abismo...”

Soy incapaz de recordar quien fue el que dijo algo así como “Si bien es cierta la noticia, es, quizá, algo prematura” respondiendo con ello a un periodista cuando le mostraba que había aparecido en la prensa la falsa noticia de su muerte.

El problema de las profecias no es, sólo, la utilización de nuestra irracionalidad, lo peor es que siempre hay alguien interesado en que se cumplan. La profecía “autocumplida”.
Hace unos día aparecía en prensa una noticia cuyo titular decía: “109 nobeles acusan a Greenpeace de ‘crimen contra la humanidad’ por los transgénicos” y continuaba “Los laureados arremeten contra la organización ecologista por su rechazo a los organismos modificados genéticamente en general y el arroz dorado en particular”. Greenpeace es el mecanismo por el que las profecías, que Ud reseña, de Malthus o el Club de Roma pudieran autocumplirse.

Ud nos ha mostrado que en el capitalismo actual la mercancía es el ser humano explotado en su trabajo y en su ocio. Se me ocurre otra forma más en que el hombre es mercancía pero no se como encajarla en sus “11 Tesis ”, es la miseria.

No he echado números pero a simple vista creo que podría demostrar facilmente que la explotación de un foco de misería es mas rentable que una mina de diamantes de Sierra Leona. No es una novedad la creación de grades fortunas a cuenta del desvió fraudulento de las ayudas humanitarias en desastres naturales y guerras. Ahora es lo mismo pero ya dentro de la legalidad. El beneficio de los traficantes de armas en una guerra se ve superado, como ocurre en el cine, por el beneficio de su merchandising para ONGs y todo tipo de grupos pretendidamente solidarios.
Debería de publicarse un indice de cotización del Kg de carne palestina comparada con la carne judía, cristiana o yazidi; del Kg de carne de víctima de género comparado con el de victima de accidente laboral o suicidio; para estimular inversiones.

Esta industria de la misería no altera el ecosistema. El beneficio está en no modificar nada, dejar las cosas como están y rentabilizarlo. En el peor de los casos como ocurre con cristianos, judios y yazidis en Oriente Medio, la desaparición de una especie conlleva la ocupación de su lecho ecológico por otra especie similar.

Un Oyente de Federico

loli loligo dijo...

Lo primero, para que no se me olvide...revisando el capítulo previo de esta saga, he visto su respuesta estimado Oyente de Federico (siento que no haya sido antes) en la que hacia alusión a mi defensa de un "ecologismo holístico". Le quedaría muy agradecida si me explica en que consiste, es la primera vez que oigo el término, y ando algo perdida. Gracias de antemano.

Volviendo al presente artículo, no recuerdo haber mencionado (y por más que lo repaso no lo encuentro) mi referencia al Universo y su destino final...de todas formas tampoco se quede con la idea de la congelación (hombre ahora con el calorcito que hace lo mismo hasta es apetecible), le puedo ofrecer más modelos (perdón profecías), está el universo estacionario, el universo en contracción, el universo en expansión acelerada...y buenos, en la "profecía" de los multiversos puede Ud. "casi" hasta elegir que ser.
En cualquier caso, lo dicho, no se preocupe, antes de que se acabe el Universo desaparecerá nuestro planeta (por culpa nuestra o no), en cualquier caso nuestro Sol se "apagará" mucho antes.

Y es que es lo que tenemos los de "ciencias", somos básicos, cuadriculados, y nos gusta el principio de cautela. Aunque al menos con este último lo mismo en determinadas ocasiones Ud. también está de acuerdo, por ejemplo, cuando se pasan años de experimentación con medicamentos hasta confirmar que son aceptables (y me quedo con esa palabra porque fíjese en los prospectos y los efectos secundarios), y aun así mire la talidomida...
"Los de Greenpeace" se basan en ese principio de cautela...a mi me parece bien, pero no significa que esté tajantemente en contra de los transgénicos. Pero sí en contra de la manipulación de la información, de no contrastarla o de no argumentarla lo suficiente...fíjese, le añado 1 premio Nobel más, fueron 110, pero me es indiferente, la mayor parte de ellos no trabajan en nada relacionado con la biología (me dediqué a buscar sus currículos, ¿quién más lo ha hecho?) así que para mí poca validez tiene ese argumento "lo dice un premio Nobel en superconductores, ohh!!!"... por poner uno de los ejemplos. Le paso la lista por si quiere cotillear.
http://supportprecisionagriculture.org/view-signatures_rjr.html
Y curiosamente los únicos que si han sido victimas de ataque terrorista fueron "los de Greenpeace" que cosas, https://es.wikipedia.org/wiki/Rainbow_Warrior

No hay que quedarse nunca con una única versión, menuda ciencia sería esa, ¿un único experimento valida el resultado? Estuve también buscando publicaciones relacionadas con el arroz dorado, apenas hay, y una de ellas retirada...le pongo un enlace de un profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, en alusión a toda esta polémica, http://www.observatorio-omg.org/blog/arroz-dorado-en-tinta-de-calamar

(...sigo...soy una pesadilla, lo se)

loli loligo dijo...

Y ahora volviendo al tema del artículo de D. Enrique. Lo mismo pasa con mi exposición inicial, planteo dudas sobre las variables que hay que tener en cuenta, que son muchas, y que han de tenerse en cuenta. Se necesita tener una información lo más clara posible antes de iniciar cualquiera de estos procesos, que luego las consecuencias tienen mala solución en los ecosistemas.
Le pongo dos ejemplos, creo que conocidos de sobra:
- Las Cuevas de Altamira- Visitadas durante muchos años se observa degradación de las pinturas, ¿lo dejamos así, o hacemos estudios de que puede pasar y tratamos de tomar medidas? Si se deja finalmente se perderán, adiós a la mercancía.
- La Pedriza- lugar de baño de los madrileños por muchos años. Ahora prohibido, misma situación que la anterior.
Así que si se quiere convertir en mercancía la Naturaleza previamente hay que hacer análisis de las variables que influyen...eso son estudios científicos, no profecías...

Y me viene a la cabeza otra cuestión, pero esta ya económica, y que no controlo, y que espero que en otra entrega D. Enrique nos desvele.
Las mercancías se pagan...así que zonas actualmente de acceso libre a todo tipo de niveles socio-económicos dejarían de serlo...¿pagar para ir de excursión al campo, a la playa?...¿y la gente que no pueda permitírselo?, ¿no aumenta esto la desigualdad?, ¿como se soluciona?
Soy siempre un universo de preguntas, que le vamos a hacer.

Anónimo dijo...

Estimada Doña Loli Loligo, a su primera pregunta sobre el “ecologismo holístico” le diré que antes de contestarle he ido a mirar al RAE para asegurarme de que quería dedcir lo que yo pretendía que dijera:
Holismo: 1. m. Fil. Doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen.
En la Wikipedia.
Holismo: El holismo (del griego ὅλος [hólos]: "todo", "por entero", "totalidad") es una posición metodológica y epistemológica que postula cómo los sistemas (ya sean físicos, biológicos, sociales, económicos, mentales, lingüísticos, etc.) y sus propiedades, deben ser analizados en su conjunto y no solo a través de las partes que los componen.

En realidad podría haber dicho sólamente “ecologismo” pues ya va implícito lo de “holístico” pero lo utilice para diferenciarlo, más claramente del “ecologismo sostenible” que era al que se refería Don Enrique.

En cuanto a lo otro, lo del Universo es algo más complicado de explicar. Primero, y como atenuante, le diré que tengo tendencia a expandir lo que leo. Y este es uno de los casos.
Ud. escribe:
“esos ecosistemas, son, como dice, todo menos estáticos y armoniosos”
Mi neurona interpreta:
“Marx y Engels, los fundadores de la teoría marxista toman de Hegel la dialéctica, de Feuerbach, la concreción de lo real. La dialéctica concibe al universo en constante movimiento, en permanente cambio producido por las contradicciones internas.”

Lo de la “Leyes de la Termodinámica y el fin del Universo” no iba relacionado a su comentario, aunque por mi mala redacción pudiera parecerlo, sino a cuando digo: “...a la dialéctica materialista...”. Pareciendo que el “además” va relacionado con Ud. y no con la dialéctica.
En cualquier caso insisto, sea el Universo de expansión, contracción o mediopensionista, si son acertadas las Leyes de la Termodinamica, inevitablemente se le acabarán las pilas y ya, nunca jamás, ningún meteorito viajara por el espacio sideral millones de años luz para terminar extrellándose contra un lejano planeta provocando la extinción de unos grandes saurios que serán sustituidos en su lecho ecológico por unos mamíferos que harán posible el iPhone.

Sobre Greenpeace y los Transgénicos.
Un conocido, investigador sobre “células madre” me explico como es el proceso que tiene que pasar un medicamento para poder estar a la venta. Me pareció tan exhaustivo que redujo mis miedos a la mínima. Por lo que he leído con los transgénicos, ese proceso, es muy similar. Doy por supuesto que como en todo hay/habrá alguna trágica excepción. Pero es uno mas de los precios a pagar por ser civilizados y hasta ahora creo que compensa. Seguramente la penicilina ha salvado más vidas de las que la talidomida ha destrozado.Y seguramente los cultivos transgénicos tienen más culpa de la superplobación que los tradicionales. Pese a los Roberts Mugabe del mundo. (Continua...)

Un Oyente de Federico

Anónimo dijo...

(Continuación...)

En la web de Greenpece esta colgado el comunicado de prensa, con fecha julio 1, 2016, que contestaba a los nobeles y comenzaba así: “Ante la carta firmada por 109 Premios Nobel que se presentó el pasado miércoles 30 de junio,...”
El Periódico “El Mundo” que es donde yo lo leí decía “110” igual que Ud. dice. Creo que la explicación a esa diferencia pudiera estar en lo que he leido en uno de los enlaces que Ud ha puesto y es que uno de los científicos ha muerto.

Todos los nobeles relacionados con la genética los son de Medicina, Física y química, como lo son casitodos (uno es de economía) los firmantes que Ud nos enlaza. Por Ejemplo:
— Sydney Brenner: Por sus descubrimientos sobre la regulación genética del desarrollo de los órganos y la muerte celular programada.
— H. Robert Horvitz: Igual que el anterior
— Leland H. Hartwell: Por sus descubrimientos sobre los reguladores clave del ciclo celular (ciclinas).
— Tim Hunt: Igual al anterior
— Sir Paul Nurse: Igual que el anterior
Y podría seguir.
Ahora, a mi me gustaría saber cuantos Premios Nobel relacionados con la biología hay en Greenpeace respaldando su condena al arroz dorado.

El que Greenpeace sea una víctima del “terrorismo de estado” del gobierno socialista (PSF) en Francia no hace a Greenpeace menos reaccionaria. De igual manera que el “terrorismo de estado (GAL)” del gobierno socialista (PSOE) en España contra ETA, no autentifica su ideología supremacista vasca.

Estamos acostumbrados a que nos den como “guay” todo lo ecologista. Y no es así, ni mucho menos. Como todo en lo que está ideologizado por la izquierda en su mayor parte es falso (“La verdad es prescindible si no sirve a la revolución” Lenin), manipulador y socialmente nocivo. Y este es uno de los casos. La Ecología es indispensable. Hasta la Iglesia Católica ha creado el pecado ecológico. Pero la ecología en manos de la izquierda sólo es un medio para la propaganda, el agitprop y financiarse, ajeno a la verdad y la ciencia:
http://www.elmundo.es/elmundo/2002/09/27/ciencia/1033144110.htm

A su “(...sigo...soy una pesadilla, lo se)” tengo que decirle que la culpa es de Don Enrique que con su mantra de “Atrévete a pensar (Sapere aude)” va por ahí provocando. Luego pasa lo que pasa... Debería decir “Atrévete a pensar moderadamente”. Ud., Doña Loli Loligo está demostrando a Don Enrique que el tiempo que desinteresadamente dedica a compartir su conocimiento en este blog no es inutil.

Lo que a la especie humana —yo me incluyo— nos ha permitido evolucionar mas allá del apoyo mutuo de Kropotkin es la transmisión del conocimiento. La especie prosperó gracias a especímenes como don Enrique empeñados en que conozcamos y pensemos.

Un Oyente de Federico

Anónimo dijo...

(...Continuación)

En la web de Greenpece esta colgado el comunicado de prensa, con fecha julio 1, 2016, que contestaba a los nobeles y comenzaba así: “Ante la carta firmada por 109 Premios Nobel que se presentó el pasado miércoles 30 de junio,...”
El Periódico “El Mundo” que es donde yo lo leí decía “110” igual que Ud. dice. Creo que la explicación a esa diferencia pudiera estar en lo que he leido en uno de los enlaces que Ud ha puesto y es que uno de los científicos ha muerto.

Todos los nobeles relacionados con la genética los son de Medicina, Física y química, como lo son casitodos (uno es de economía) los firmantes que Ud nos enlaza. Por Ejemplo:
— Sydney Brenner: Por sus descubrimientos sobre la regulación genética del desarrollo de los órganos y la muerte celular programada.
— H. Robert Horvitz: Igual que el anterior
— Leland H. Hartwell: Por sus descubrimientos sobre los reguladores clave del ciclo celular (ciclinas).
— Tim Hunt: Igual al anterior
— Sir Paul Nurse: Igual que el anterior
Y podría seguir.
Ahora, a mi me gustaría saber cuantos Premios Nobel relacionados con la biología hay en Greenpeace respaldando su condena al arroz dorado.

El que Greenpeace sea una víctima del “terrorismo de estado” del gobierno socialista (PSF) en Francia no hace a Greenpeace menos reaccionaria. De igual manera que el “terrorismo de estado (GAL)” del gobierno socialista (PSOE) en España contra ETA, no autentifica su ideología supremacista vasca.

Estamos acostumbrados a que nos den como “guay” todo lo ecologista. Y no es así, ni mucho menos. Como todo en lo que está ideologizado por la izquierda en su mayor parte es falso (“La verdad es prescindible si no sirve a la revolución” Lenin), manipulador y socialmente nocivo. Y este es uno de los casos. La Ecología es indispensable. Hasta la Iglesia Católica ha creado el pecado ecológico. Pero la ecología en manos de la izquierda sólo es un medio para la propaganda, el agitprop y financiarse, ajeno a la verdad y la ciencia:
http://www.elmundo.es/elmundo/2002/09/27/ciencia/1033144110.htm

A su “(...sigo...soy una pesadilla, lo se)” tengo que decirle que la culpa es de Don Enrique que con su mantra de “Atrévete a pensar (Sapere aude)” va por ahí provocando. Luego pasa lo que pasa... Debería decir “Atrévete a pensar moderadamente”. Ud., Doña Loli Loligo está demostrando a Don Enrique que el tiempo que desinteresadamente dedica a compartir su conocimiento en este blog no es inutil.

Lo que a la especie humana —yo me incluyo— nos ha permitido evolucionar mas allá del apoyo mutuo de Kropotkin es la transmisión del conocimiento. La especie prosperó gracias a especímenes como don Enrique empeñados en que conozcamos y pensemos.

Un Oyente de Federico

loli loligo dijo...

Aclarado D. Oyente de Federico, gracias.
Como bien dice va implícito en todas las materias de ciencias y se resume muy bien en aquella frase (que me encanta) "el todo es más que la suma de las partes" y aunque a Ud. le parezca que el desarrollo de una ecología sostenible no conlleva incluir todo (es decir, ese concepto de holístico), es imposible...no se pueden separar las partes, no en la realidad, otra cosa es en el momento de idealizar modelos, que es lo que yo comentaba. Y de ahí lo del principio de cautela, imprescindible aplicarlo cuando se trata de sistemas vivos (y un ecosistema lo es).
Si como bien dice tiene claro todo lo que hay detrás de la comercialización de un medicamento (yo para bien o para mal tengo a medica familia metida en el asunto, ya no es que lo conozca, es que termino harta) entenderá que hay que ser igual de precavidos con los trangénicos. El caso es que los procesos no son los mismos para generar por ejemplo vacunas transgénicas, que alimentos...y eso es lo que no suelen contar....Pero cambiará a mejor, hay nuevas técnicas mucho más eficaces y precisas que eliminan muchas de las dudas de los "métodos tradicionales".

Y por el Universo, jejeje....no pierda la esperanza, hay muchas leyes, no solo termodinámica, y se tiende a pensar en procesos cíclicos...aunque no estaremos aquí para verlo.

loli loligo dijo...

D. Oyente, no había leído la continuación de su comentario.
Yo creo que Greenpeace es reaccionaria en cuanto a que quiere despertar conciencias, más allá de eso poco. Sus acciones son siempre para mostrar visibilidad, y alerta, poco más (les conozco desde su instauración en España). Y creo que ha ayudado mucho a solucionar cuestiones importantes (que seguro que cambiarían antes o después), pero con su presión se ha logrado mucho antes. Esa es la finalidad de las asociaciones ecologistas.

No creo que la izquierda esté precisamente utilizado la ecología de ninguna manera...ni la derecha...más bien creo que todos pasan de todo (salvo para intereses particulares, para eso se modifican leyes divinamente). De ahí la importancia del modelo que propone D. Enrique, intentar "meter" el medio ambiente en el desarrollo de un país, y considerarlo un valor más, pero siempre siguiendo ese principio de cautela. No dejarlo de lado, olvidado, en un "a ver que ocurre".

Y en mi caso, el "ser una pesadilla" viene de fábrica. Mi presencia en este blog es muy reciente, por suerte para D. Enrique...aunque ya empieza a arrepentirse, seguro, jejeje. No creo que se pueda pensar moderadamente, aunque sí expresarlo (intentaré aplicarme el cuento). De todas formas ni de lejos llego al "Sapere aude" de D. Enrique, aquí estoy precisamente para aprender...¡y ya lo creo que lo hago!

loli loligo dijo...

¡Ah! por cierto, el tema de las firmas de los Nóbeles de la carta, dije lo de 110 porque da igual que sean más. Evidentemente alguno sí trabajará en dicho campo, y de los demás no digo que no que puedan tener unos conocimientos extraordinarios en el tema de los transgénicos, pero a título personal, no como un premio Nobel, y ahí es donde está el engaño. Su Nobel no acredita su justificación al firmar la carta.

Y bueno, los conocimientos no dependen en exclusiva de tener un premio Nobel (detrás de lo que hay mucha inversión económica actualmente), pobre ciencia sería entonces la española...y sin embargo no es así, es brillante...aunque como siga la tendencia actual puede que fugaz, espero que no. (No voy a incluir a Cajal, por no actual; ni a Ochoa porque todo lo que le condujo al Nobel fue en otro país, a mi lo de donde naces no me dice mucho).