miércoles, febrero 24, 2010

MÁS SOBRE PENSIONES (dedicado a D. Guapo)

Este artículo surge de la necesidad de contestar el, como siempre, interesante comentario de D. Guapo sobre el anterior escrito publicado en este blog en relación a las pensiones. En ese artículo se señalaba que la llamada de alerta sobre la previsible quiebra del sistema de pensiones, y en el que basa la propuesta de trabajar hasta los sesenta y siete años, no respondía a una realidad técnica sino al intento de favorecer a las entidades financieras privadas. Efectivamente, se argumentaba en contra de tal medida, en España se podía aumentar el número de cotizantes a las pensiones disminuyendo el número de parados -de un 20% actual- el de trabajadores en la economía sumergida -que ocupa seguramente otro 20% del Producto Interior Bruto- y, por último, el de mujeres, cuya población activa está por debajo de la media europea y muy por debajo de, por ejemplo, los países del norte del continente por motivos relacionados, además, con el escaso gasto público español. Pero había algo más, pues actualmente el dinero de las pensiones se saca solo de las cotizaciones sociales cosa que era factible de cambiar haciendo que dicho presupuesto fuera también enriquecido vía impuestos.

En definitiva, en el artículo se pretendía demostrar que generar inquietud sobre la viabilidad de las pensiones públicas no era sino una estrategia que buscaba favorecer a las entidades financieras privadas con el fin de generar una doble vía, pública y privada, tal y como ya se ha hecho en educación y sanidad. No era tanto privatizar, nunca se pretendió eso, como repartir el negocio.

Tras este brillante, cuando menos, análisis vinieron los comentarios. Todos ellos resultaban muy interesantes, pero había uno radical, en cuanto a que venía a criticar la raíz del artículo y era el firmado por D. Guapo. Decía así:

Sólo acierta en la primera parte de la exposición.En lo demás, no. La razón del anuncio era propagandística, y los destinatarios, los mercados.No se pueden crear nuevos impuestos para cubrir el déficit del sistema de pensiones porque está prohibido. Y no se pueden incrementar los que existen porque drenarían la demanda y afectarían a la competitividad.Cambiar el destino de los existentes (acabar con las CCAA, como insinúa) es un brindis al sol, ya que éstas gastan casi todo en sanidad, educación y servicios sociales, y el aparato administrativo que gestiona se gasto, no es fácil de reducir.El sistema de reparto funciona bien, y el pacto de Toledo (tanto se ingresa, tanto se gasta) es su garantía.El impuesto que significan las cotizaciones (30% del salario para las empresas y 7% para los trabajadores) es finalista y bien gestionado por la TGSS. Lo único que se hace es adecuar el cálculo (que es lo que se hará) aumentando el prorrateo de años. Se hizo en 1985 y en 1995, pasando de 2 a 8 años, en el primer caso y hasta 15 en la actualidad.Perder parte de la pensión es un efecto intrínseco de cualquier sistema de reparto, ya que siempre estará sometido a los avatares demográficos y económicos.Lo del si trabajaran más mujeres... si no hubiera economía sumergida...etc es desconocer cómo se forma el minuendo que, como le dije, es el que es, y siempre lo ha sido así en cualquier época y en cualquier sociedad.Por cierto, la patronal que agrupa a los gestores de fondos de pensiones, ya se manifestó en contra de la reforma fiscal que limitó la deducción en IRPF por aportaciones a fondos y planes de pensiones. Fue una reforma absurda, pues esos instrumentos de ahorro capitalizado, ilíquidos y conservadores, son un fabuloso instrumento de inversión. En el futuro, sólo significará más carga para el sistema público.En los temas económicos de carácter estructural, como el de las pensiones, utilizar el futuro pluscuamperfecto del subjuntivo y llegar a conclusiones filo conspirativas, es una equivocación.
De verdad.


El comentario -por cierto y volvemos a repetir, muy brillante- presentaba desde nuestro punto de vista dos ideas fundamentales. La primera era una serie de hechos particulares en contra de nuestras ideas. La segunda, y de ahí su radicalidad antes enunciada, iba a más pues pretendía señalar que el problema concreto, como otros económicos, escapaba a la interpretación política y se trataba exclusivamente, y ahí esta palabra es clave, de una cuestión técnica. Y es esta parte la, sin duda, más interesante por ir más allá de un tema que, creo que ahí estamos ambos de acuerdo, no se va realmente plantear en, por lo menos, esta legislatura fuera de proclamas propagandísticas.

Empecemos por la parte más técnica. Siendo de letras, entre otras cosas porque una mayoría de pésimos profesores de matemáticas y física nunca me enseñaron a admirar la ciencia como ahora la admiro y lamento no saber más, la idea de minuendo, la primera cifra de una resta, al principio me desconcertó. Imagino que D. Guapo, y con él todo el elenco que defiende dicha medida, se refiere al número de cotizantes que pueden contribuir y al que se le restaría el sustraendo, esto es: los pensionistas. Bueno, según D. Guapo este número es fijo, pero, y para eso se puede volver al artículo, la idea es falsa pues precisamente en España, donde la población activa no es estructural en cuanto a que se mantenga constante, este número varía obviamente. Así, en el artículo se señalaba cómo precisamente se podía aumentar dicho minuendo a través no del coito reproductivo sino de la ampliación de la propia población activa, mujeres y parados, de carácter legal, economía sumergida. Es decir, el minuendo no era permanente.

Pero, cubriendo posibilidades, tal vez D. Guapo se refiera con el minuendo precisamente a lo contrario: el número de pensionistas, que al aumentar generan, restando como sustraendo, o sea la cifra de abajo, tal diferencia que resultaría inviable el sistema. Para ejemplificarlo: un número muy alto de pensionistas llevaría al traste el reparto pues no habría suficiente dinero para hacerlo. Pero también esto es una falacia. Y lo es porque olvida tres cosas: la producción de riqueza, Producto Interior Bruto, la posibilidad de generar más dinero al fondo con otros impuestos, y no solo cotizaciones, y el escaso gasto social de España en comparación con la UE. Efectivamente, si el problema ya no es el número de cotizantes sino de pensionistas, es decir: demográfico, lo importante no es el número de personas que cotizan sino el total de dicha cotización: cuanto dinero se consigue. Ahí es donde entran los tres factores citados anteriormente.

En primer lugar, al aumentar el número de cotizantes aumentaría el dinero de las cotizaciones, como ya se ha señalado.

En segundo lugar, si se recogiera este dinero, el de las pensiones, además de las cotizaciones de los impuestos se podría aumentar sin duda su contenido. Sin embargo, esto D. Guapo lo evita señalando dos cosas: es ilegal y, segunda, provocaría una caída de la actividad económica. Al argumentar lo primero D. Guapo, por primera vez, reconoce que el tema ya no es estrictamente técnico sino político: es ilegal. Aquí, y ahora viene un ejemplo con cierta trampa, D. Guapo se desenmascara: dice es ilegal, pero no dice es imposible. Nadie señalaría que es ilegal que los objetos no cumplan la ley de la gravedad pues enunciaríamos, sin duda, que es imposible. Pero al señalar su ilegalidad no se señala su imposibilidad sino que se reconoce que es motivo de elección. Y tal vez presuponiendo esto, como D. Guapo es sin duda un adversario muy inteligente, señala algo: eso implicaría subir los impuestos pues no hay de donde recortar. Dos cosas sin embargo: sí hay donde recortar -por ejemplo, y es la guinda y se reconoce, en altos cargos-; pero, segundo y más importante, cabe negar la mayor. Efectivamente, la carga impositiva en España es baja en comparación con la UE. Pero hay más. Resulta que, al contrario que lo que mantiene D. Guapo, las cargas impositivas altas van parejas a mayor nivel de vida y de libertad política.
Así, cuando no se quieren utilizar los impuestos para garantizar el gasto de pensiones no es por motivo estrictamente técnico sino político.
Pero queda el tercer punto: el gasto social. El gasto social español es más bajo que la media de la UE. Y al tiempo, frente a lo que pueda creerse, el salario real medio no ha aumentado en los últimos años. Además, la media salarial es ínfima. Así las cosas, un español necesita un alto salario neto, es decir, una baja carga impositiva porque no es un salario real alto, para vivir pero al tiempo, y esto es la clave, para que el estado ahorre dinero y lo pueda gastar en otras cosas, sin duda imprescindibles, como estatutos a provincias leales o altos cargos. Ello conlleva que ni el salario neto ni las pensiones puedan ver aumentadas, o creadas, una carga impositiva pues significaría la pérdida de la supervivencia. Es decir, si hubiera un mayor gasto social el sueldo neto se podría reducir aún con ganancias para el individuo, pero al no haberlo se necesita hasta el último céntimo. ¿Problema técnico?, no, problema político.

Así, vemos como el primer punto, el problema técnico, nos muestra el camino para el segundo: el problema radical de la realción entre política y accion técnica. Efectivamente, el problema de las pensiones no es algo puramente estructural y técnico sino político. Esto quiere decir que en él no rige la necesidad, como en la gravedad antes citada, sino la contingencia: se puede asumir desde una perspectiva u otra. Sin embargo, y ya tal vez extrapolando, creemos que la idea de D. Guapo iría más allá y sería, y repetimos que extrapolamos y quizás no recojamos su pensamiento, señalar que hay ciertas cuestiones que no deberían ser políticas, sujetas para enterdernos al pensamiento ideológico, sino solamente técnicas. Sin embargo, las consecuencias a extraer de esto son tantas que ya rendidos, y ustedes si han llegado hasta aquí sin duda aburridos nos lo agradecerán, las dejamos para otra ocasión.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Más cosillas de Aznar, los derechos humanos, el terrorismo de estado y otros delitos: http://www.elconfidencial.com/espana/aznar-moncloa-archivos-informaticos-borrado-zapatero-20100223.html

-_- dijo...

Ha tocado usted unos de los argumentos centrales en la mayoría de los escritos que hago en mi página.

Si en Escandinavia hay cosas eficaces, deseables, que son perfectamente posibles, entonces en el resto de sitios tienen que poder hacerse iguales o, como mínimo, parecidas.

Saludos cordiales,

Don Güapo dijo...

Gracias por sus comentarios, pero creo que no me explicado bien.

El minuendo, los ingresos, son los que son en cada momento osea que no son fijos precisamente, al contrario de lo que escribe.

El símil del minuendo es perfecto, en mi opinión, para comprender muchas cuestiones de índole económica.

Por regla general, si sigue los comentarios de la gente lega en materia económica, podrá observar cómo, sin casi excepción, las soluciones que ofrecen nacen siempre de incrementar ese minuendo (ingresos) a través de procedimientos imposibles, ficticios, ilegales, pintorescos, etc., que dejan de lado siempre la otra cara de la moneda, que no se llama sustraendo, sino ineficacia. En realidad razonan así porque desconocen el funcionamiento exacto de las tripas del sistema.

El caso de las pensiones, pese a ser mucho más transparente debido a la objetivización del binomio ingreso-gasto, funciona igual.

COMO FUNCIONA EL SISTEMA

El sistema funciona a través de un impuesto (cotizaciones sociales) que gestiona la Tesorería de la Seguridad Social. Esa gestión es bastante buena si la comparamos con el resto de tributos, dado que la confluencia de obligaciones legales, derechos afectados y modernidad del sistema, conforman un trinomio de eficacia comprobada.

Por parte del sustraendo, el INSS reparte (que es la palabra correcta) siguiendo los parámetros legales que están establecidos para poder ser sujeto de prestación.

COMO SE EQUILIBRA EL SISTEMA

A través del pacto de Toledo, que en síntesis no es más que una adecuación previa para mantener el binomio en equilibrio.

POR QUÉ SE CUESTIONA EL SISTEMA AHORA.

En principio, para calmar a los mercados.

Un error garrafal, por cierto, porque estando bastante equilibrado el sistema, al menos desde el punto de vista del devengo (el de caja no lo dicen), lo único que debe hacerse es una previsión conservadora de qué ocurrirá si se dan equis circunstancias. Y si no se dan (años 1997 a 2008) aumentar el fondo de ahorro que alcanza ya 60 MM€.

Pero hay que hacerlo, sí o sí, alargando los años de cálculo, retrasando la edad de jubilación, ajustando los coeficientes de actualización, y eliminando algunas prestaciones menores.

Esa es la garantía de que la gente, a su jubilación perciba su pensión.

POR QUÉ NO SE DEBE AUMENTAR EL MINUENDO.

Se podrían aumentar las cotizaciones, directa o indirectamente, pero ello iría en detrimento de la competitividad de las empresas que, le recuerdo, son la fuente de los ingresos.

Se podría aumentar impuestos indirectos, pero la consecuencia es el drenaje de la demanda interna, ya que el coste de la ineficacia administrativa y de las decisiones de gasto político, conllevan una pérdida importante de actividad.

Crear nuevos impuestos no es posible en ningún estado de derecho, y menos en un Estado que pertenece a la UE donde los impuestos, algunos, para su modificación necesitan autorización al afectar a un mercado único.

Y no hay más maneras directas de aumentar la recaudación, pero como sí se sabe que aumentará la expectativa de vida, ante un escenario de depresión económica de horizonte indefinido, habrá que proceder a reprogramar los cálculos.

No hay conspiración, aunque sí, mucha ineficacia informativa del gobierno actual.

LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA ECONOMÍA

A mí me parece que usted busca enlazar la economía real con el sistema particular de pensiones, que le he detallado someramente, a través de un razonamiento lógico que de validez a sus propuestas. Por eso habla del gasto social, la incorporación de la mujer al mercado, el combate de la economía sumergida y demás.

Pues bien, como esas propuestas no se van a dar porque no dependen de decisiones políticas sino de eficiencias de mercado (o no son posibles, o su coste es mayor que su rendimiento, o existen razones culturales y sociales que lo impiden en la actualidad), la reforma del sistema, como han dicho desde el BCE, no debería demorarse.

Jordi dijo...

Su artículo es esclarecedor. Respecto a Don Guapo. Supongo que es el mismo que se llamaba a si mismo Sabiopelotas. No sé a mi me parece una persona repugnante, un sociopata, una mala persona, alguien despreciable, prepotente, un asco. Normalmente, ni lo leo y espero que sea mutuo. Es diferente del Oyente, el Oyente intenta explicarte sus argumentos, Don Guapo directamente te aplasta con los suyos.
Me recuerda a mi jefe; al cual, bueno le hice saber el jueves de la semana pasada que el martes 23 no haría horas extras y que me iría a mi casa después de cumplir con mis ocho horas de jornada, se lo recordé el viernes y el lunes. Mi jefe me dijo que ni hablar que me quedaría hasta que se acabase la faena (Eso debiéndome 3 meses y sin pagar nunca las horas extras) Le dije que no que a mi hora me iría. El martes volvimos a discutir: me había preparado un servicio a las 15.30 y yo empiezo a trabajar a las 8.00, sin derecho a desayunar ni a comer, bueno al final le dije que sí, si el servicio terminaba entre las 16 y las 17 horas lo haría. Cuando llegue al pintor (En Terrasa), me dijeron que en el taller donde montan los expositores se habían retrasado a la hora de entregar los expositores y que no comenzarían a pulverizarlos hasta las 15.35 y que no estarían paletizados hasta las 16.30, luego cargar, luego transportarlos, descargarlos... Total que hubiera acabado a las 17.30 por lo menos, porqué según unos compañeros era un pedido urgente y probablemente hubiera terminado todo mucho más tarde (Entre 19 y 20 horas) Así que dejé a mi jefe tirado y después de avisar al cliente llegué al parquing a las 16.15. Y a las 18.30 estaba con el puño en alto y tatareando la internacional en Barcelona. Mi jefe es tan hijo de puto que me acusó de alargar una baja y de intentar hundir la empresa después de haber sido aplastado por un palet de 500 kgr incorrectamente flejado. Según él un autónomo habría vuelto al tajo en menos días y yo estuve de baja 7 días más de la cuenta por lo cual la empresa, que gestiona pésimamente, presentaba números rojos. Don Guapo es lo mismo que mi jefe un hijo de puta sin sentimientos, una puta mierda. Con el Oyente puedes más o menos sentir cierta empatía, piensas el tío está equivocado pero que en el fondo no es mal tío. Don Guapo es una puta mierda.

Enrique P. Mesa García dijo...

Antes de nada, D. Pocholo. Su jefe, y no tengo razones para dudar de su versión, merece sin duda el atributo que usted le plantea. Ahora bien, no entiendo el motivo por el cual lo extrapola a D. Guapo. D. Guapo defiende aquí unas ideas con las que yo no estoy de acuerdo en absoluto -bueno, solo acierta en su gusto por Pixar y en ciertas ideas sobre cine- pero no creo que defender esas ideas señale nada sobre su forma de ser. De todas formas, si me lo permite, es interesante que se haga esta extrapolación porque, sin pretenderlo sin duda, en él hay un pensamiento totalitario al juntar las ideas políticas con lo personal hasta límites excesivos. Así, quien es liberal, para poner este caso, es peor persona que quien es socialista, por caso, cosa sin duda falsa. Pero, si me permite, me gustaría contestar en ese artículo sobre la torre de marfil prometido.
Pero una cosa más. Sé que usted piensa, y tiene parte de razón, que yo soy así porque sin duda mi situación laboral es mejor que la suya. Sería falso negarlo y por tanto es cierto. No obstante, también, me permitirá, que mantenga que cuando usted insulta, y le rtuego que deje de hacerlo, a contertulios de este blog lo hace llevado por cierta proyección que sin duda verá como injusta.

odradek dijo...

I

Pocholo, modérese, hombre, que me va a quitar el papel de borde y malhablado.
Tome ejemplo de Mesa y recurra más al eufemisno inane y el tecnicismo descontextualizado en sus ataques. Y cuando no tenga argumentos, salga por peteneras y haga como que no ha leído todo el comentario. Pero no insulte, que eso va contra la libertad de expresión.

Esa misma historia suya de abuso constante me la han contado mil veces y la he vivido en mis magras carnes, por eso me quité de la empresa privada, porque no me creía los cuentos ésos del éxito, no quería trepar ni convertirme en un puto esclavo de un capullo explotador que me robaba horas extras sin pagármelas, intentaba estafarme parte del sueldo -y no lo hacía porque ya ahí le amenacé con los tribunales- me vigilaba con una cámara y encima me exigía una sonrisa y gratitud porque la calle está llena de parados que lo harían por menos de lo que yo cobraba. Porque la violencia obrera es terrorismo, pero su egoísmo suicida amparado por la violencia del poder, es decir -tome nota, Mesa, ya que tampoco ha leído a Foucault ni Agamben- los dispositivos de control social (económico, policial, militar y judicial por lo menos) no lo es. Es responsabilidad y conocimiento teológico de las deidades económicas. Gente lega en materia económica, no mindundis como los demás.

Lo que le pasa a don güapo y a la gentuza como él es que han caído en un lado del tapete en el que están muy bien a la vez les importa media mierda cómo estén los demás. Sus fuentes de pensamiento, totalitarias ambas, son exclusivamente dos: un catolicismo nominal, sumario y primario para hablar de lo moral (que confunden interesadamente con lo psicológico, porque no les importan las personas) y un ultraliberalismo pretendidamente aséptico pero en realidad totalitario para la economía. y no hay más. acaso algunas aficiones pequeñas. para ellos esa doble vertiente ideológica constituye una teología y una cosmología. lo que queda fuera no existe. y los que piensan el mundo desde fuera de esas categorías son enfermos mentales, tribus atrasadas, tontos o indocumentados. o bestias subhumanas. Es así desde que la revolución industrial tomó el relevo del sistema feudal, y por ver esa conexión precismente mi pensamiento se une a lo verdaderamente emancipador y no es totalitario como pretende Mesa, que me lee sólo por encima y desde sus prejuicios y no entiende ni la mitad de lo que digo por su acusada falta de lecturas de pensamiento político contemporáneo postmarxista.

odradek dijo...

No puedes discutir con ellos porque encarnan la verdad absoluta, madura y sobre todo dominante. una verdad trascendente e impersonal que opera al modo de la divinidad en el pensamiento religioso. nada personal, todo es determinación económica, del dios dinero, ellos sólo son un instrumento, no el sujeto político que manipula unas estructuras. lo visten de ciencia pero es esa misma mierda de toda la historia hecha a la medida de sociópatas espabilados que se identifican sólo con un pequeño sector del conjunto de lo social, lo humano y lo ecológico.
el truco metodológico es primario: las ciencias naturales tienen como objeto el mundo de lo material mientras los saberes sociales tienen como objeto lo humano. pues bien, ellos presentan la economía como si fuera una ciencia natural que permite establecer juicios sintéticos a priori, como exigía kant, pero la economía es un saber social, humanístico, y por tanto no puedes hablar de determinsimos y presentarla como si hablaras de geología o química. no es que sean tontos y no lo sepan, es que no les interesa verlo de otro modo.

a la gentuza de esa derecha liberal-católica le suda la polla qué coma usted mañana, cómo le afecta su trabajo o qué sucede con la biodiversidad -rentable a largo plazo y preferible para el bien común- mientras sus dividendos crezcan rápidamente. y luego acusan a la gente obrera que no se identifica con ellos de violentos, terroristas, envidiosos tirando de esa terminología clerical que aprendieron de pequeños y nunca más revisaron.


Freudianamente lo que hacen se llama proyección. Cuando esa gente le mira a usted, no le ve a usted ni escucha lo que usted tiene que decir. Es lo que marx llamaba la reificación. viene del latín res rei y significa cosificación. Usted es una cosa, la pieza que le falta a la máquina, así que se le pide que sea eficaz y todo el resto de su ser no cuenta. Ni lo que dice, ni lo que piensa ni lo que siente ni sus propios intereses.
Así, cuando tratan de pensar qué es lo que piensa usted, como no le escuchan y se la soplan sus circunstancias, lo que hacen es atribuirle a usted lo que ellos piensan. De paso le quitan la voz.
Y como ellos sólo piensan en la pasta, el poder y el status, si usted se manifiesta por ejemplo contra la guerra de iraq o si reclama una subida salarial justa por su productividad, lo que sucede es que usted es un ladrón o un envidioso. No un sujeto político igual ante la ley que reclama su lugar y defiende sus intereses y su pensamiento sino un idiota que no sabe o un rebelde que saca los pies del tiesto y amenaza con joderles su paraíso exclusivo.

Si usted protesta visiblemente contra los postulados que esa gentuza sin escrúpulos defiende y cuela como determinaciones físicas, será usted un enfermo mental, un chantajista, un terrorista o un totalitario indocumentado que va contra la libertad de expresión.
(en palabras de mesa un paramilitar y en las del oyente una milicia manipulada. paradójicamente, el hecho de que usted no quiera ser heterodirigido por ellos será visto como una manipulación por parte de otra instancia en un bucle paranoico digno de analizarse con más detalle).
Siempre habrá un marxista de derechas como Mesa dispuesto a defender esos intereses desde otro cascarón conceptual -obviamente por intereses conscientes o inconscientes de clase, en este caso pequeñoburguesa- y usted a tragar como es debido. Pero de buen rollo.

Así que acepte su lugar, jódase y sea bueno, amable, pulcro y educado.

-_- dijo...

1. Creo que deberíamos resaltar que de los comentarios de "gente lega en materia económica" se deberían sacar a los economistas, profesores universitarios, doctores honoris causa, premios Nobel, etc. como el Dr. V. Navarro, J. Stiglitz, P. Krugman...

Y éstos, por ejemplo el impagable Dr. Navarro aquí en nuestra propia casa, están señalando, utilizando su profundo conocimiento, soluciones alternativas y mucho más deseables que las que los Gobernadores bancarios Trichet y Fernández Ordóñez dicen que son inevitables y las únicas que la técnica aconseja aplicar.


2. Una lectura restrictiva del nuevo Tratado europeo de Lisboa, texto paraconstitucional —cuyo voto se ha negado que sea directo universal y, donde era obligatoria su votación, caso de Irlanda, con un resultado del "no"; se ha repetido el referendo hasta que ha salido el "sí"— europeo,
bien podría hacer pensar que la institución de nuevos impuestos por parte de los Estados Miembros de la U.E. chocan con el derecho comunitario si afectan al Mercado Único.

Por numerosos viciosos, que podrían ser objeto de discusión, el Tratado de Lisboa ha nacido tocado de muerte. Si queremos el bien de la Europa política y económica, de sus gentes, es un tratado que, apenas habiendo echado a andar, debe ser reformado. O si no, interpretado de una manera laxa y nunca restrictiva.

Por lo mismo de lo que se avisaba machaconamente antes de que fuese aprobado desde algunos sectores, sobre todo izquierdistas no bipartidistas, aunque fuesen silenciados mediáticamente. Porque nos ata de manos (en políticas económicas y otras) y nos impide proponer soluciones que en determinados momentos podemos necesitar.

No creo que nos convenga efectuar esa interpretación restrictiva del mismo, porque en ninguna parte dice que los Estados Miembros hayan cedido su soberanía en la Política Fiscal. En España se pueden instituir, lo mismo que abolir, impuestos con los únicos requisitos que manda la Ley General Tributaria.

Si vamos a considerar que la protección del Mercado Común y su progresiva armonización recogida en el T. Lisboa, ha convertido en ilegal nuestra legislación, más nos valdría, de no reformarse o reinterpretarse esos pasajes del tratado comunitario, salirnos de la U.E.


3. Es indignante el abuso laboral que nos relata el Sr. Pocholo. Quiero expresarle mi ánimo y mi solidaridad. Defiéndase con uñas y dientes. Siempre conforme a Derecho, huelga decirlo.

Su problema es el problema de gran parte del país y, si miramos más allá, del mundo occidental industrializado, conocido no con demasiado acierto como "primer mundo".

Esta clase de abusos nos están apuntando algo. El otro día, en la manifestación sindical de Barcelona, escuchaba las conversaciones de los que había a mi alrededor, como suelo hacer. Eso cuando el puro que fumaba el señor de delante no me dejaba sin aliento hasta que conseguí apartarme de él en medio del gentío.

(...)

-_- dijo...

errata: donde pone "viciosos" debería poner "vicios" :-)

(...)

Unos chicos junto a mí decían que la contrarreforma laboral ya ha sido aplicada de facto. Que lo que ahora toca es rubricar la ley que la reconoce.

Da qué pensar. Caballeros, como la gente no despierte y haya un revolución —pacífica, gandhiniana; las otras no valen— cívica, no nos transformaremos en suecos. Sí, a medio plazo, en americanos estadounidenses. Ese país que es el primero del mundo en P.I.B. y que tiene un sistema sanitario cuya calidad está en el número 34 mundial. A largo plazo, nos habremos transformado en chinos. ¿Queremos eficiencia y competitividad? Ahí la tenemos.

Me gustan muchas cosas chinas, pero creo que debemos siempre tener en mente aquel dicho: "copia de tus vecinos sus virtudes, no sus defectos". Valga lo mismo para con los yankees y los suecos.

También le decía el otro día a una persona que tanto la democracia como el libre mercado funcionan. Lo que pasa es que "funcionar" para cada uno puede ser una cosa distinta.

Resumiré la reflexión que hice entonces apuntando a que la Democracia funciona en el momento en el que si la mayoría de los ciudadanos no ejercen, defienden, cuidan y miran de extender sus derechos, el resultado, el que estamos viendo, es que el sistema considera que dichos derechos son prescindibles. Lo mismo en sentido contrario debería de funcionar.

Llevo un enfado personal desde hace dos días con una persona muy querida que se negó a acompañarme entre treinta y sesenta minutos a la manifestación sindical por los derechos laborales del otro día.

Está terminando unos días libres que disfruta por compensación de horas extraordinarias. Me dijo que estaba cansada y que pronto volvería a su trabajo. No le apetecía. Al día siguiente se fue al cine a ver la última película de los estudios Disney.

Es su libre elección pero me ha escocido horrores. No por esa persona, a la que aprecio. Sinó porque es el ejemplo de una sociedad que no entiende que los derechos son fruto del anhelo de tenerlos y disfrutarlos. Que necesitan ser cuidados como un bonsái. Creen que no tienen ninguna responsabilidad para con sus derechos (y los de sus convecinos, y los de sus sucesores). Creen que los derechos están bien, pero que no pueden hacer nada por defenderlos, "que no va a cambiar nada". Esa actitud derrotada me desanima. Creo que representa la muerte de la Democracia y la calidad de vida de las personas.


4. Y termino. Debo decir que me parece mal que se insulte a la gente. En general. Incluso a los que han hecho algo mal o que, por lo menos, a uno le parece que está mal.

Lao Tse escribió hace unos miles de años en su obra maestra, Tao te kin: "lo humillado será engrandecido". La forma correcta, ceteris paribus, nos ayuda a ser eficaces en lo que hagamos; argumento egoísta. La forma correcta nos hace ser más justos con los demás seres; argumento altruista.

La forma incorrecta ocasiona un perjuicio innecesario a su receptor. Además, si se acepta su uso, nadie nos garantiza que el receptor de las incorrecciones en el futuro seamos nosotros mismos.

Y, por último, la forma incorrecta ocasiona ruido en nuestro propósito, de manera que lo que pretendemos abanderar pueda llegar a considerarse menos válido de lo que es, o incluso inválido, por haber sido mal presentado.

Digo todo esto por algunas palabras dirigidas a Don Güapo.


5. Las disculpas habituales por la incontinencia verbal. Escribir las cosas a veces nos ayuda a aclararnos las ideas. Nos estamos ahorrando mucho psicólogo por esta vía jaja


Cordialmente,

odradek dijo...

SrM: un par de cosas
es verdad que a veces uno se pasa de borde. yo lo hago como juego y presuponiendo que se entiende el trasfondo humorístico, pero puede que usted tenga razón en que sería más recomendable un tono más equilibrado.

otra cosa. eso que llaman mercado libre... analice el término. mercado libre como si no tuviera reglas. y resulta que las tiene. incluso que se podrían cambiar. no cambiar todo el sistema económico como si fuera una máquina obsoleta que es necesario reemplazar por otra sino como si fuera el reglamento de un deporte al que queremos cambiar algunas reglas porque ya no sirven a nuestros propósitos.
un ejemplo.
la famosa era dorada económica de aznar fue una mentira basada en la mentira del mercado libre. consistío en montar empresas especuladoras cortoplacistas basadas en la construcción y alimentadas en buena medida por mano de obra inmigrante poco cualificada y sin contrato, todo ello amparado por una corrupción galopante municipal, empresarial, etc. se creó un optimismo excesivo, burbuja inmobiliaria e hiperinflaión por desajueste manifiesto e interesado entre oferta y demanda, poca gente se benefició realmente de ello -esta crisis es consecuencia de esos movimientos especulativos, igual que la del 29- y además no hubo ningún avance productivo.
si se regulara de otro modo el mercado del alquiler y los precios de la vivienda en propiedad para que no se pudiera especular con ello, los especuladores tendrían que invertir en creatividad -i+d, tecnológicas, patentes, cultura...- y se garantizaría la vivienda digna como plantea la constitución.
si en vez de costarme el alquiler la mitad de mi sueldo pudiera salvar unos euros más tal vez consumiría más o invertiría en alguna pequeña empresa innovadora en vez de dar mi pasta a un parásito que se enriquece a costa del incumplimiento de un derecho fundamental y paga un porcentaje de impuestos menor al que yo pago siendo infinitamente más pobre.
pero claro, lo que llaman mercado libre es el totalitarismo económico de los que tienen la sartén por el mango y el resto que se apañen.
no es ciencia, es política y por ahí sobra la publicidad partidista mentirosa y falta coraje para cambiar esas reglas. por eso yo estoy al margen del monopartidismo económico dominante.

-_- dijo...

Mi comentario, punto cuarto incluido, lo tecleé antes de que saliese publicado el suyo. Pero tomo nota ;-)


Con lo de "mercado libre" o "libre competencia mercantil" los economistas suelen referirse a la teoría del modelo económico llamado de Competencia Perfecta. Tal modelo es teórico y utópico. No existe. Lo más que se puede conseguir es una tendencia al mismo. Lo que tenemos en la práctica son los llamados Fallos de Mercado: monopolios, oligopolios y competencia monopolística, los principales.

Los señores economistas neoclásicos (neoliberales en Europa, neoconservadores en América, para terminar de liarlo todo) se dedican a marear al personal tomando como buenas las reglas del modelo de Competencia Perfecta, como que si aumenta la oferta baja el precio, p.ej., cuando los mercados no están en Competencia Perfecta.

Por lo tanto, el mercado con libre competencia, unas veces reaccionará según el modelo de Competencia Perfecta y otras no. Se enseña en los primeros cursos de Lógica de Predicados: si las premisas son falsas, el resultado puede ser cualquiera.

El mercado en libre competencia puede ajustar él sólo sus variables (precio y cantidad). Pero a lo mejor ese "ajuste" no nos hace ninguna gracia a los ciudadanos, por lo doloroso. Porque, y aquí entra la Política como organización de las relaciones humanas, antes que agentes económicos en la Economía somos ciudadanos en la Política, o al menos deberíamos serlo. Cuestión de prioridades.

Por supuesto que la competencia mercantil tiene unas reglas elementales. Visto que el modelo de Competencia Perfecta no se da en la práctica, lo lógico es cierto intervencionismo estatal, de cara a aumentar la eficiencia o, visto al revés, reducir las ineficiencias paretianas que se dan. El paradigma, como siempre, las economías escandinavas. La propia O.C.D.E. reconoce que son, además, las economías o mercados más dinámicos del mundo.


Leo su comentario y, efectivamente, hay un cachondeo terrible con ciertas cosas. Igual que cuando mucha gente dice "pollítica" en realidad quiere decir "partidismo", cuando mucha gente dice "capitalismo" en realidad quiere decir "monopolismo" u "oligopolismo". Y eso es lo más anticapitalista que puede haber, en el sentido más positivo que le consigamos dar al término.

Los que presumen de gurús capitalistas en los grandes medios de comunicación, y "grandes" dirigentes empresariales son monopolistas y anticapitalistas muchas veces, opino. Alguien que se llame empresario capitalista debe tener entre ceja y ceja, entre otras cosas, la productividad y el beneficio recurrente a largo plazo. En nuestro país, por desgracia, de eso, poquito. La mentalidad imperante es la de "lo quiero todo y ya". Eso son fantasías. Matar la gallina de los huevos de oro; que por donde pase uno no vuelva a crecer la hierba, etc.

Lo que dice vd. de los alquileres es un buen ejemplo. La comparación España-Alemania en ese sentido, p.ej., es una vergüenza. Pero con mayúsculas.

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-_- dijo...

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Cuando cualquiera que hable de "mercado con libre competencia empresarial" con honestidad use el término, por supuesto que lo hará en un sentido distinto de cuando se lo oigamos usar a otros como, p.ej., el ex Presidente Aznar. O al ex Presidente Bush, que se cargó buena parte de la legislación anti monopolio de su país, favoreciendo parte de lo que ha venido ahora, entre otros factores, con la concentración bancaria que propició.

Valga lo mismo para otros términos demasiado sobados y deformados como "libertad", "fascista", "democracia"...

El totalitarismo economicista de corte neoclásico es un virus que está carcomiendo las Democracias de Derecho. Si se pretende que una Política Económica sea la única válida... eso es totalitarismo. No se puede institucionalizar un programa político o económico, porque entonces se está ilegalizando el programa de multitud de partidos políticos. Y la Historia ya nos ha enseñado qué sucede cuando se hacen esas cosas. El ser humano es el único animal que tropieza varias veces con la misma piedra, dice el refrán.

En este sentido, hay voces (p.ej. la asociación A.T.T.A.C.) haciendo un trabajo de comunicación importante. Porque los medios de comunicación masivos han abrazado con entusiasmo el mensaje economicista neoclásico. Y me parece un error gravísimo.

Uno habla con los profesores universitarios, los economistas, los gestores de empresas, y encuentra diversidad de opiniones, de visiones, de escuelas de pensamiento. Eso es sano. No estamos ante algo científico porque la Economía no es una ciencia, sinó una disciplina, un conjunto de estudios.

Luego se escucha el discurso en los medios de comunicación masivos y en los partidos de masas y... hay discurso único. Eso es peligrosísimo. Es un lujo que no podemos permitirnos. El bipartidismo P.P.-P.S.O.E. nos va a dejar hechos un ocho (también en la Unión Europea) y al ochenta por ciento del electorado parece que ya les vaya bien.

Hay cosas que cuestan de entender. Si cualquier persona tiene la capacidad de entender lo que es el fuera de juego posicional, o las cosas que explica la Sra. B. Esteban a gritos en televisión, entonces no costaría nada que prestasen atención ante ciertos errores de bulto, de enfoque o, directamente manipulaciones, en estos asuntos que tanto les afectan. ¡Pero parece que no vaya con ellos!

En fin, lo que decía antes con amarga ironía. Si la Democracia al final demostrará que funciona, aunque sea a las malas. Si la mayoría de la gente se deja burrear, pues será burreada. ¿Hay algo más democrático? :-(