lunes, octubre 10, 2011

CAPITALISMO E IDEOLOGÍA/ 2

En el anterior artículo analizábamos la idea de ideología en Marx. Según esta, la ideología era el conjunto de teorías e ideas que buscaban crear en la población una falsa conciencia -una interpretación falsa- sobre la realidad para que la dominación pudiera ser efectuada de una manera más efectiva y mantener así el sistema capitalista -o cualquier otro sistema anterior-. Además, en el análisis de Marx la ideología tenía a su vez un interés para la clase dominante, que buscaba con ella engañar a la población para perpetuar su poder y sus intereses. Así, quedaba estructurada, decíamos, lo que podríamos llamar como teoría clásica sobre la ideología -nota: dejamos aparte todo el tema del fetichismo de la mercancía, donde creemos que habría un giro, más intuido que desarrollado, sobre un nuevo proceso ideológico-.

Lo que ahora nosotros queremos presentar es si esta teoría clásica, dentro de aquello que podríamos denominar marxismo normalizado, puede aplicarse al capitalismo actual. Y para ello vamos a centrarnos en tres aspectos que consideramos fundamentales y que buscaremos si pueden aplicarse o no a la realidad moderna. Primero, la relación entre ideología e interés de clase dominante, tema clásico en Marx; segundo, el carácter exclusivamente cultural -en cuanto a ser un conjunto de ideas- de la ideología; y, tercero, si acaso se comprobara que no se puede aplicar el concepto clásico de ideología al capitalismo actual, contestar entonces a la pregunta de si hay o no aún ideología. En definitiva lo que queremos saber es si existe o no la ideología en el capitalismo actual con el mismo modelo que el anterior y, en el caso de existir, qué características tiene y si permanece igual que antes o ha variado.

¿Es la ideología actual una ideología de clase dominante? Por un lado, resulta evidente que sigue existiendo una manipulación ideológica de los colectivos sociales a través de la expansión pública de ideas y su utilización. Sin embargo, resulta evidente también que esto se corresponde más a manipulación partidista, en cuanto a ciertos sectores sociales, que a ideología en sentido estricto ya que su finalidad no es la salvaguarda del sistema capitalista en cuanto tal sino atender a los intereses de un grupo social determinado. Por tanto, no es igual que antes. Y no lo es por dos motivos.

En primer lugar, porque el capitalismo actual no se corresponde con una explotación de clases. Efectivamente, ya hemos analizado en esta serie (1 y 2), el hecho de que el capitalismo actual no se corresponde esencialmente con una explotación de una clase sobre otra. Por eso, se puede afirmar que el interés de una clase, sea una oligarquía con gran poder o no, no se puede identificar con el sistema capitalista como tal. Y por esto, a su vez, la manipulación social de este colectivo podrá existir, y de hecho existe, pero no tendrá como finalidad objetiva mantener el sistema sino preservar el interés particular del colectivo en cuestión. No deberemos, por consiguiente, considerarlo ideología en sentido estricto, pues incluso puede tener como finalidad cambiar sustancialmente el status quo social como, por ejemplo, la actual ofensiva contra el déficit público que busca ampliar el negocio de la oligarquía financiera. Y hay algo más, la emergencia de colectivos sociales permite a estos emitir su propia manipulación frente a otros colectivos y no haber solo una unidireccionalidad en el engaño como había básicamente antes.

Así, la creencia en la ideología como pensamiento de clase se desmorona. En primer lugar, porque el capitalismo ya no se corresponde con una estructura de explotación de clases. En segundo, y como consecuencia del primero, es que entonces no se da que el interés de una clase sea el interés del sistema, pues este puede ir más allá e incluso, como ocurre ahora con la oligarquía financiera, ser contrario al propio interés del sistema capitalista -nota: suena raro, pero es así, ya lo explicaremos-. Ideología y clase social, por tanto, ya no van juntos.

Y surge ahora el segundo problema: el carácter cultural de la ideología. ¿Es la ideología hoy solo ideas o elaboraciones intelectuales o algo más? Hemos analizado aquí que una característica básica del nuevo capitalismo es su globalización. No nos referíamos con ella tanto a la expansión internacional del mercado como a la superación de la diferencia entre el tiempo de vida productiva en el trabajo y la vida no productiva fuera de él. Así, decíamos, en el capitalismo todo es producción. Pero ello implica que exista una vida, paradójicamente, dedicada al ocio, productivo pero ocio, en el cual se consumirán productos culturales con mensajes determinados. Aparentemente se podría ahí ejercer una labor ideológica determinada, extensa e intensa. Pero para ello haría falta de forma indispensable controlar socialmente los discursos dados ya mediante la censura, ya mediante la distribución. Es decir, la prueba de fuego de ese modelo ideológico sería la existencia de ese mismo control social. Sin embargo, la prueba de fuego sale aguada. Cualquiera puede acceder a obras supuestamente subversivas, aquí tienen ustedes este blog, e incluso a obras realmente subversivas como esas con tintes rojos y estrellitas que pueblan la red. Incluso, el libro más vendido llama a la indignación presuntamente progresista. Marx, y este sí es real, entra en el examen de selectividad. Las ideas circulan libres porque ya no son importantes. El carácter meramente cultural, en cuanto a hecho intelectual, de la ideología es pieza de museo o de historia. Incluso es tan falso que puede ser objeto de memoria histórica.

La ideología ha dejado, efectivamente, de ser algo con un contenido concreto intelectual, unas ideas o teorías determinadas, con valor social. Y esto es debido, también, a la realidad productiva donde prima la producción no de útiles determinados sino de mercancías independientes a su contenido concreto. Así, lo que importa realmente no es el contenido presentado sino su presentación social: todo se constituye como mercancía. Y la industria cultural, de la que yo mismo sin cobrar formo parte, genera mercancías.

Pero, hay aún una mercancía mayor que en sí misma encierra el contenido ideológico actual. ¿Qué queremos decir? Lo desarrollaremos en el último artículo de esta serie, pero adelantamos algo. La propia vida es la ideología actual. Y adelantamos algo más. Esto no quiere decir que la vida anterior fuera auténtica, no somos reaccionarios, sino que nunca ha existido la vida individual como tal, excepto para la clase ociosa y dominante, hasta el desarrollo del actual del capitalismo. Y que este mismo sistema la convierte en pura ideología. Pero la explicación, otro día.

5 comentarios:

ElSrM dijo...

Interesantísimo.

Entiendo, de sus anteriores escritos sobre clase social y explotación de clase que:

1) Siendo la explotación de algo el uso de ese algo explotado para obtener un beneficio económico por el explotador,

2) no habría efectivamente hoy en el Occidente altamente industrializado explotación de una clase social (las clases pudientes o adineradas, los súper ricos, las clases altas, élites, vanguardias, propietarios de grandes fortunas, etc.) sobre otras clases sociales (las clases populares, clases sociales medias de rentas medias y bajas y clases trabajadoras)

3) puesto que tras las 3 revoluciones industriales, incluso ya tras la segunda, durante el fordismo, la producción de masas seguida de consumo de masas convierte a toda clase en explotada, en el sentido de que toda clase produce beneficio económico haga lo que haga en todo momento

Deduzo, por mi parte, que:

4) El término "explotación", de todos modos, puede inducir a confusión del lector, pues vulgar o coloquialmente no se usa con el significado técnico de obtención de beneficio económico que yo he explicitado, sino con un significado más amplio que lo asemejaría a "dominación"

5) Y dominación de clase sigue habiendo. Las clases adineradas siguen ejerciendo un gran condicionamiento (rozando la determinación) sobre las condiciones de vida de las clases populares en todo o casi todo el Mundo.


De esta serie presente de escritos sobre ideología en sentido marxista y Capitalismo, a su vez, entiendo:

1) que no podemos hablar de ideología en sentido clásico marxista puesto que ya no existe explotación de clase sino "simplemente" dominación, que no es poco

2) por lo cual la ideología de clase ya no sería ideología del sistema político-económico en su conjunto, sino solamente de un grupo socioeconómico

Y deduzco:

3) De todos modos, sí que existiría un pensamiento dominante, una opinión mayoritaria mantenida con muy pocas variaciones en los medios de comunicación;

4) a ese pensamiento p.ej. el prof. Vicenç Navarro lo llamaría "la sabiduría convencional" y el prof. Sampedro "la opinión mediática"; ambos coinciden en señalar que dicho pensamiento responde en lo básico al interés de las élites, a un interés de dominación cultural para mantener, conservar o, incluso, profundizar un estado de las cosas o statu quo beneficioso para dichas élites; Sampedro lo definió recientemente como "la suplantación de la opinión pública por la opinión mediática"

5) Vemos, por ejemplo, que se ha conseguido inyectar en la conciencia social ideas o tópicos que tienen poco de certeza y que, no por casualidad, son ideas que benefician el mantenimiento del estado de dominación de unas clases sociales sobre otras

6) P.ej.: que lo gestionado por la empresa privada con ánimo de lucro siempre es más eficiente que lo gestionado por una organización pública sin ánimo de lucro; que una Política Fiscal potente, progresiva (no regresiva) y redistributiva provoca una reducción de la inversión económica productiva; que la Economía española es menos productiva que p.ej. la alemana ¡porque los salarios españoles son altos! y no al revés; y muchos etc. posibles

7) Se nos ocurre una explicación posible a que no haya una censura total a p.ej. contenidos como este buen blog suyo o p.ej. a los chicos de ATTAC (Asociación para la Tasación de las Transacciones financieras especulativas y la Acción Ciudadana).

8) Primero, hay algunas dificultades para llevarlo a cabo: una censura que llegase a todas partes (que fuera bien eficaz) podría ser "mala para los negocios", como decían los chicos de la Mafia. Si se intentase poner en práctica (tipo Irán, China, etc.), el coste podría ser alto: se podrían taponar o entorpecer también las vías de negocio que no cuestionan y operan dentro del sistema capitalista.

(...)

ElSrM dijo...

(...)

9) Podría esa acción de censura y control, además, generar una movilización ciudadana al verse las (ya precarias pero aún bastante aparentes) libertades democráticas atacadas. Y dicha movilización podría llegar a cuestionar al propio Capitalismo. El coste de taponar nuestros blogs, con nuestras nanoaudiencias (siempre con todos los respetos y comparados p.ej. con un medio de información y persuasión de masas), podría ser demasiado alto para las élites.

10) El progreso tecnológico también habría favorecido estas grietas en el control de la opinión. Como decía Larra en sus artículos de costumbres, "las diligencias no sólo llevan personas (...) en ellas también viajan ideas". De todos modos, algunos individuos pertenecientes a dichas élites ya han llegado a manifestar, incluso públicamente, algo tan tremendo desde el punto de vista democrático como que, de haber previsto hasta dónde podía llegar la comunicación horizontal ciudadana en la Red, no habrían permitido (se entiende que usando su gran poder fáctico, económico, político, mediático, militar, etc.) su desarrollo tal como hoy la conocemos.

11) Segundo. Al mismo tiempo, como decía Gandhi (y, en cierto modo, en la línea de pensamiento estratégico oriental de Sun Tzu, del Taoísmo, etc.): antes de atacarte (reprimirte o censurarte, en nuestra conversación), es mejor ridiculizarte y, mejor aún, ignorarte.

12) Las opiniones contrarias al discurso dominante son tildadas, cuando han adquirido cierta notoriedad, rápida y masivamente de: utópicas, de ignorancia, de anticuadas... y quienes las manifiestan son chiflados, desinformados, populistas, piojosos, resentidos...

13) Pero, antes de todo esa marginación, ridiculización o desacreditación, si nuestro impacto es pequeño en la movilización social cívica, política, democrática... si nuestra influencia no representa un peligro importante para los intereses elitistas comparados con la capacidad de propagación de ideas de los medios de persuasión de masas, lo más inteligente entonces es dejarnos ir haciendo sumidos en la penumbra.

14) Lo de que el interés de la Oligarquía financiera sea contrario al sistema capitalista me ha llamado mucho la atención. No sé si intuyo correctamente por dónde irá: que las "peleas de súperricos", si se decantan por el lado de logros de los súper especuladores financieros producen financiarización de la Economía, lo que a su vez puede estrangular todo el sistema económico y favorecer la posibilidad de un cambio en lo político-económico.


Cordialmente,

Enrique P. Mesa García dijo...

D. SrM:
lo ha entendido usted perfectamente, pero permítame algunas considernciones.
1.-Observe que cita usted a dos profesores universitarios, uno incluso en EEUU, para aseverar su opinión: la ideología como pensamiento ha muerto. Porque si siguiera viva, sería absurdo que esa gente fueran profesores universitarios (Marx, si me lo permite tenía mejor obra, nunca lo fue ni hubiera podido serlo).
2.- Por supuesto sigue habiendo pensamiento dominante, eso no se niega en el artículo, e intento de manipulación. Pero no solo de la derecha, también de la autoproclamada izquierda. Y ese es el problema de la unidireccionalidad que habla el artículo. Por ejemlo, ideológicamente es muy interesante la distinción entre especulación y bolsa (como si toda bolsa no implicara la especulación).
3.- Su último punto es muy correcto menos en una cosa. La posibilidad de otra cosa solo es, actualmente, a peor. Es decir, la oligarquía sí puede entrar en conflicto con el desarrollo capitalista pero eso solo va a perjudicar a los derechos reformistas de los ciudadanos -que son muy importantes, por cierto-.

Y otra cosa más. Es usted admirable.

ElSrM dijo...

Pues quedamos a la espera de la siguiente entrega. Y algo abrumado por el cumplido, que agradezco :-P

¿Algo peor que el Estado Social devorado por el Capitalismo financiero? ¿Hacia dónde iríamos? Uno podría pensar en el anterior Estado Liberal mínimo, el de principios del s.XX y que colapsó, o en los autoritarismos y totalitarismos que le sucedieron (y que llevaron en los años 30-40 a lo que llevaron) junto con el Estado Social, el cual ahora desmantelan.

La intuición me dice que piense en el estalinismo chino como modelo inspirador de algún elitista/s psicópata (con perdón) estadounidense y europeo. Y es un pensamiento aterrador.

ElSrM dijo...

Fíjese en el penúltimo párrafo de:
http://celtibetico.blogspot.com/2011/10/sanchez-drago-un-verso-no-tan-suelto.html

Cordialmente,