1.- Maquiavelo es un autor fundamental en la teoría
política. Lejos de ser el cínico como al que
se le suele caracterizar, su idea es mucho más contestataria: sólo quien
conoce la verdadera política será capaz de dominarla. Frente a El Cortesano de Castiglione, El Príncipe de Maquiavelo nos cuenta la
verdad: la finalidad de la política es el poder y su conservación el máximo
objetivo.
2.- La rivalidad Coca-Cola
y Pepsi es legendaria. La contienda
fue al principio por ser el primer refresco
en el mercado. Pero una vez perdida esta lucha, Pepsi comprendió que ser
segundo era mejor que ser tercero. Y por no decir quedar cuarto. Lo dijo
Maquiavelo: conservar el poder. El mayor poder posible.
3.- Según una definición popular, no del todo cierta,
el Mercado funciona de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda. Según otra
declaración popular, del todo falsa, los
partidos políticos no. Tal vez Maquiavelo debería decir algo. Pero, ya no está
entre nosotros.
4.- Si un
milagro no lo remedia en España habrá nuevas elecciones. Es decir que gobernará
otra vez el PP. Cabe analizar por qué y a
quién interesa que la derecha acceda al gobierno. Porque si va a haber
nuevas elecciones es porque eso es preferible a un pacto. O dicho de otro modo: mejor que gobierne el
PP a que lleguemos a un acuerdo para que no gobierne.
5.- ¿Por qué va a gobernar el PP? Aquí no hay
problema en admitirlo. El PP ha llegado a su suelo electoral y por tanto no
parece que vaya a bajar mucho más en votos.
Así las cosas ocurrirá lo siguiente tras las nuevas
elecciones.
Ciudadanos volverá a proponer pactar con el PP, por
eso que se llama responsabilidad política, ya sin vetos a Rajoy.
El PSOE, una vez que la opción Sánchez se ha perdido,
apoyará al nuevo gobierno, a favor o absteniéndose, por aquello que se llama
estabilidad política .
Y Podemos se quedará encantado en una feroz
oposición, inútil pero muy muy feroz,
por aquello que se llama no venderse al poder.
Así cada uno dará una explicación de sus acciones
pero lo que nos importa es que gobernará el PP.
Y algo más: todos estarán contentos. Porque a todos
les interesa que haya nuevas elecciones y que gobierne el PP.
6.- ¿Todos contentos? Vale, gobernará el PP ¿Pero
quién quiere que gobierne el PP?
7.- Al PP le interesa seguir gobernando por un
motivo interno y otro extremo. El interno es lograr salir como sea de toda la
trama corrupta institucional que tiene el propio partido y que, evidentemente,
desde el poder será más fácil hacerlo pues entorpecer algo, como una
investigación, es directamente proporcional al grado de control político.
O parafraseando al pensador Peter Parker
(alias “Spiderman”): un gran poder permite una gran irresponsabilidad.
El factor externo es más complejo políticamente: la
defensa extrema del proceso
de precarización y en concreto de las reformas de la anterior legislatura
en su apoyo. La reforme laboral, la LOMCE
o la ley mordaza no son sino reflejo de ese proceso y apoyo extremo al
mismo. Y la única manera de que salgan adelante en su radicalidad es gobernando
el Partido Popular. La oligarquía y su proceso de precarización necesitan al PP
para cumplirlo en su radicalidad.
8.- Ciudadanos quiere nuevas elecciones también por
dos cuestiones principales.
La primera es porque el anterior resultado electoral
fue insuficiente de acuerdo a sus propias expectativas y esperan sacar más en
la segunda vuelta, o mantenerse pero al aumentar la abstención sacar un mayor
número de diputados. La segunda es porque van a apoyar al PP que, nos guste o
no, es su aliado natural. Efectivamente, y como ya
explicamos aquí, Ciudadanos surgió para que, ante una posible debacle
electoral del Partido Popular, este tuviera un aliado con el que formar
gobierno. En una segunda vuelta podrá
cumplirse su destino manifiesto.
9. ¿Y Podemos? El caso Podemos es algo más complejo
pues en él se juntan una característica ideológica de la autoproclamada
izquierda como es la presunta superioridad moral, con el problema de la cuota
de mercado.
Podemos sabe que sus militantes tienen una
conciencia de pureza política y superioridad moral frente al resto de partidos.
Por eso, discursos como el de la cal viva o "no nos van a
domesticar": discursos huecos intelectual y políticamente pero llenos de
autosatisfacción. Así las cosas pactar desde su actual posición de segundón
resulta complicado pues implica necesariamente ceder mucho.
Efectivamente, cuando se pacta desde una posición de
liderazgo las concesiones pueden ocultarse mejor, como por ejemplo en el
Ayuntamiento de Madrid donde se puede crear una campaña mediática progue con
cambios de calles y no remunicipalizar servicios como se había prometido. Pero
si se pacta en una condición de inferioridad es mucho más difícil. Así, toda la
presencia mediática de Iglesias desde la noche electoral tiene este sentido -presentar
como irrenunciable el referendo catalán, lo de los ministerios o incluir en los
puntos una pseudorenta básica, qué tiempos aquellos de las elecciones europeas
cuando se podía prometer un sueldo para
todos y todas, o ahora subiendo el órdago exigiendo ya no un referendo de
autodeterminación catalán sino para todas las tribus y aldeas- no es sino la
campaña de la superioridad moral guay: nuestros ideales son irrenunciables. Y
es que Podemos no quiere pactar.
¿Y por qué Podemos no quiere pactar? Ya
lo dijimos: porque su estrategia, y para lo que fue apoyado, es desbancar al
PSOE como oposición al PP y como no lo consiguió durante el partido, las
últimas elecciones, espera conseguirlo en la prórroga. Y tiene para ello dos
expectativas. La primera es que el PSOE se hunda solo. Y la segunda es la
esperanza de que aumentará su cuota de mercado con, de nuevo, el PP en el
gobierno, pues sabe que su militancia se basa en la indignación, impostada -
con la presunta superioridad moral- o real. Y para ello nada mejor que gobierne
quien te da votos. Repitan conmigo: desahucios son votos, desahucios son votos...
10.- ¿Y el PSOE? ¿Por qué querría nuevas elecciones?
Porque existen Pedro Sánchez y los barones: aquí el problema es de guerra civil
por el poder.
Pedro Sánchez quiere que haya gobierno porque siendo
él su presidente se asegura el cargo de secretario general del PSOE. De hecho
su única posibilidad de seguir siéndolo es esa: preservar el poder, recuerden a
Maquiavelo.
Para el resto de los barones, que Pedro Sánchez no
sea presidente implica una oportunidad. Efectivamente, todo el torpedeo del
Comité Federal a las negociaciones no hay que verlo como una cuestión de
principios, ¿principios? recuerden otra vez a Maquiavelo, sino como una lucha
de poder. Si Pedro Sánchez llega a ser presidente ahora nadie podrá disputarle
el poder; si no lo es, otra, usemos lenguaje inclusivo, podrá ser secretario
general y futura candidata.
¿Pero entonces no debería cambiar el PSOE de candidato en unas segundas
elecciones? Eso forma parte también de la trampa antiSánchez. Efectivamente,
son ahora los barones los primeros interesados en que Sánchez se presente pues
ya conocen que va a ganar el PP y van a obligar a un Sanchez, ya sin futuro
político, a abstenerse para acabar de hundirlo a él y al partido. Así, la nueva
secretario general, el lenguaje inclusivo que no falte, podrá campar a sus
anchas en tierra quemada.
y 11.- Maquiavelo es sin duda un grande. Pero
también es verdad que tuvo a César
Borgia y Fernando el Católico para inspirarse. Y el espíritu del Renacimiento.
Yo no soy tan grande. Pero, tambien es verdad que
solo he tenido a Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera. Y el espíritu de la nueva
política. En fin, ellos y yo, todo tan provinciano…