jueves, septiembre 28, 2006

LA SUCESIÓN

El reciente embarazo de Doña Leticia Ortiz, por cierto: aquí a todo el mundo le llamamos de usted y con su don por delante, ha traído a las crónicas periodísticas el importantísimo tema de la sucesión a la corona -fundamental en el discurso de la Modernidad, y que yo, lo que soy yo, no me iba a ir a la cama así sin resolver porque la injusticia será una cosa, una siesta más o menos…, pero lo que es la sucesión a la corona de España…-
Bien, como todo el mundo sabe la actual sucesión en la monarquía española viene marcada por el sexo: primero, hay que tener un hijo; segundo, el varón tiene preferencia. Así que el sector feminista y progresista de los partidos políticos, siempre preocupados a su vez por problemas fundamentales como ya se vio cuando se llevó y ganó en el Congreso la igualdad de sexo en la sucesión de títulos nobiliarios, ha clamado ante dicho hecho claramente discriminatorio. Y ese mismo Congreso -a su vez siempre preocupado de problemas fundamentales y de sus propias condiciones laborales como demuestran los muchísimos plenos dedicados a los muertos por accidentes laborales en España (por ejemplo)- ha decidido buscar solución a problema tan peliagudo que, junto con la crisis de Raúl, la retirada de Jesulín, y algunos otros conflictos de interés general nos tiene a todos preocupados. Así que, y aquí juntamos nuestras manos y voces haciéndola una sola, ¡hay que superar la discriminación femenina!

Pero, todo el problema de la sucesión trae un nuevo conflicto. Porque si la sucesión se arregla de acuerdo al derecho de primogenitura, ¿no será discriminatorio para los que no somos primogénitos? Efectivamente, tan irracional, y por ello tan antidemocrático, es primar al primogénito como al varón pues una cosa u otra no se corresponde con algo controlable por el sujeto, sino con algo ajeno a él que se le impone. Y, por tanto, hemos pensado en ello. Y como siempre se nos acusa de meros críticos pero no de gente constructiva, alegra hoy con nuestro impasible ademán contribuir a un mundo mejor y más justo, libre de discriminaciones para disfrute de los hombres y mujeres de las clases privilegiadas.
Y desde aquí nos lanzamos a ellos.
Y proponemos un

CONCURSO OPOSICIÓN PARA ACCEDER AL PUESTO DE HEREDERO AL TRONO

Efectivamente, si hay algo democrático es ese espíritu que ahora nos llena de la igualdad de oportunidades. Pero como diría un político, ello no nos puede llevar a la pérdida de la responsabilidad. ¿Porque se imaginan ustedes de reinas de España a sus madres o de reyes de España a sus padres? Gente que, casi seguro, no han estudiado fuera de España, quizá ni han estudiado, gente que no habla cuatro idiomas, ni sabe pedir faisán en dichos cuatro lenguas y otras tres que ahora aprenden. E incluso gente, porque hay gente así, que no es capitán general y almirante de todos los ejércitos a la vez. Así que sí, por supuesto, una opción democrática pero con condiciones. Y dentro de nuestro espíritu de responsabilidad, que debe acompañar a todo político que se precie justo después de las elecciones, proponemos desde aquí las condiciones que deben regir ese concurso-oposición.

1.- Se debe establecer un concurso-oposición abierto a todos los españoles, si somos muy progresistas y de izquierdas se puede incluir a los inmigrantes, para seleccionar, de acuerdo a los criterios de publicidad, mérito e igualdad, no olvidar esto, al sucesor del sucesor, puede calentar en los pasillos de Palacio, de la corona de España.
2.- Dicho concurso-oposición tiene dos fases, y de ahí su nombre concursoguiónoposición. En la primero se baremarán los meritos de los candidatos, en la segunda, y mediante pruebas objetivas, se seleccionará a los mejores. Para que los méritos puedan ser tomados en cuenta se deberá aprobar la fase de examen.
3.- En la fase de concurso se establecerá un concurso de méritos. Dichos méritos guardarán relación con:
a) Vínculos familiares: si papi y mami son o han sido reyes de algún territorio, excepto reyes magos, puntuarán hasta 2 puntos. Si son o han sido nobles, excepto nobles de espíritus, un punto. Por ser ciudadanos, 0’5 puntos. Inmigrantes ilegales: 0 puntos.
b) Formación permanente: como no sería de recibo pretender premiar más a los varones que las hembras, la formación permanente para ser rey se considerará directamente proporcional al número de cursillos sobre el tema que se hayan recibido. Dichos cursos deberán constar de un certificado y ser impartidos por organismos previamente autorizados por Patrimonio Nacional. Igualmente, y para garantizar la igualdad de oportunidades, en los planes de estudio nacionales e incluso autonómicos se incluirá una nueva materia: educación para la monarquía.
c) Experiencia onomástica: por cada nombre de pila se dará un punto completo. Si el sujeto tiene un nombre relativo a otros nombres (tipo: de todos los santos) conseguirá un punto por cada nombre que aparezca en el santoral.

4.- En la fase de examen habrá dos pruebas con carácter eliminatorio.

Prueba A: consistente en una composición escrita sobre el tema “Mi Familia”. En ella el comité de selección puntuará la calidad literaria, el compromiso familiar, el grado de no discriminación en el vínculo familiar y, por supuesto, quién es su familia.
Prueba B: examen teórico consistente en la Monarquía Hispánica. Aquellos opositores que ya hayan contestado a esta pregunta en la prueba A quedarán exentos de hacer este examen siendo puntuados con la máxima nota.

Aquel opositor que haya alcanzado la nota más alta en la suma de la fase de concurso con la fase de pruebas será nombrado Heredero en Prácticas. Durante un año a partir de la fecha de su nombramiento deberá superar dicha fase de prácticas de acuerdo a las normas que se publicarán en su momento. Una vez superadas dicha fase de práctica será nombrado Heredero de Carrera con todos los efectos que marca la ley.

Creemos y lo decimos sinceramente, que con estas medidas solucionamos de manera no discriminatoria la sucesión a la corona y cumplimos con nuestra tarea de ayudar a España.

lunes, septiembre 25, 2006

EL RAMADÁN Y UNA PEQUEÑA CUESTIÓN

Vaya por delante algo: esto es muy serio. Porque yo nunca me tomaría en broma,
pero nunca nunca,
algo tan serio
y profundo
(¡oh sí profundo!)
como es la trascendencia,
aquello que está más allá de lo físico y lo material,
aquello espiritual que uno siente como una energía
o fuerza interior
y que cual bebida isotónica, marca red bull,
da alas para seguir viviendo
y dar gracias al Altísimo por lo bien que nos trata
en este mundo sin miseria
ni injusticia
en este, en fin,
paraíso.

Y por eso, ante la llegada del Ramadán y en aras de la alianza de civilizaciones y el respeto que deben merecernos las supersticiones ajenas, y también las propias, sólo quisiera hacer una modesta pregunta:
¿puedo comer de día sin que la comunidad musulmana lo considere una provocación?

Bueno, y otra:
¿Y el jamón, eh? ¿Qué pasa con el jamón?

domingo, septiembre 24, 2006

EL PP Y LA ESTRATEGIA DEL 11-M

Comenzamos desde una tesis: toda la teoría de la conspiración alentada por el periódico El Mundo en torno al 11-M es absurda por un detalle fundamental: implica que los conjurados conocían al detalle aquello que el gobierno de Aznar iba a hacer ante los atentados. Y si el gobierno hubiera actuado con la normalidad con la que todos los gobiernos españoles habían actuado anteriormente ante los atentados, incluso él mismo, cabría la posibilidad de predecir con cierto éxito la actuación gubernamental y, por tanto, admitir la conjuración. Pero, como lo hizo de un modo tan extraordinario y ajeno a lo la tradición, de él mismo y cualquier otro gobierno (desde que el ministro del interior señalara la autoría en apenas dos horas sin género de dudas hasta que el presidente de gobierno convocara un manifestación pasando por la condena, la primera vez en la historia, de la ONU o las llamadas telefónicas a los medios de prensa) resultaría absurdo pensar que esas acciones podían ser predecidas. E incluso, cabría añadir que si fue una conspiración, acorde a la teoría de El Mundo que sin embargo nunca explicita, ha sido la conspiración más chapuza de la historia pues al involucrar a tanta gente que encima no tienen intereses comunes solo cabía pensar en que tarde o temprano estallaría. Así pues, toda la historia del 11-M no es más que una repugnante manera de vender periódicos que se cae desde el a tesis principal hasta cada uno de los detalles (que se aferran a una vieja tradición: la permanente chapuza).
Sigamos con otra tesis. Los días que pasaron entre el 11-M y el 14-M fueron bochornosos al demostrar la catadura moral de la inmensa mayoría de nuestros principales políticos y los medios de comunicación. Desde un gobierno que se dedicó a mentir hasta una oposición que organizó manifestaciones “espontáneas” en fechas prohibidas para aprovechar la coyuntura, desde unos medios que corrieron a ponerse al servicio del gobierno hasta otros incapaces de distinguir opinión e información. Todos, en definitiva, como los animales de carroña buscando la parte más apetitosa del gran cadáver. Y esta parte era el poder.
Y vayamos ahora a la pregunta: ¿por qué el PP se ha apuntado a la teoría de la conspiración del 11-M? Si esta resulta absurda para cualquier persona con dos dedos de frente, ¿por qué sin embargo los dirigentes populares, que se imaginan uno que buscan el poder, han pretendido mantenerla?
Veamos.
El PP apoya la teoría de la conspiración sin duda alguna. Todo el paripé montado en torno al deseo de investigar es bastante falso: la derecha popular ya ha llegado ala conclusión, incierta, de que el 11-M hubo una conspiración para apartarles del poder, su poder. Así, la tesis del PP, luego veremos de no todo el PP, es que el resultado de las elecciones sería ilegítimo y, con ello, todo lo posterior a ellas. Pero, ¿por qué o para qué defender esta postura? Otras veces hemos analizado aquí a los partidos políticos como meras instituciones de poder: su finalidad última, independientemente de las ideologías, es conseguir cuota de poder. Parecería pues, de suyo, que la estrategia del PP buscaría esto: conseguir desbancar al PSOE y ganar así las siguientes elecciones. Sin embargo, parece claro que la estrategia es errónea pues el PP no se carca por ella al PSOE en intención de voto, y por lo tanto la conclusión sería que los del PP son tontos (y bastante) ya que se han empecinado en una estrategia inútil y, además, peligrosa.
Aunque, también habría otra solución y además más satisfactoria para todos: todo nuestro maquiavelismo es falso y los partidos políticos tienen profundas convicciones políticas: así, el PP está luchando por lo que cree la verdad, al igual que el resto de los grupos, y ello, oh que hermoso, a pesar del fracaso electoral que ello conllevaría. Así, nuestros partidos políticos tendrían profundas convicciones. Pero, esta hermosa teoría sólo tiene un problema: no es sostenible por los hechos pues el cambio político de opinión, ya se sabe: la esencia de la democracia es la cintura, es perpetuo.
Por tanto algo hay con ese deseo de poder que escapa. Y debemos volver a nuestra hipótesis, los partidos políticos como órganos de y para el poder, para poder explicar bien la estrategia popular con respecto al 11-M.
La estrategia del 11-M es una estrategia de poder. Pero una estrategia no encaminada a la conquista del poder estatal, el gobierno, sino a mantener el poder del partido por parte de los restos de la etapa Aznar esperando su futuro desembarco. Efectivamente, si analizamos al PP veremos dos bandos fundamentales: los que actualmente copan el poder del partido que provienen de a etapa Aznar (desde Rajoy, cordero para el sacrificio como ahora veremos, pasando por Acebes y Zaplana); y el sector que busca el poder, enfrentados entre sí, pero más enfrentados aún si cabe con los anteriores que les impiden cualquier ascenso (en concreto el sector de Esperanza Aguirre y, por otra parte, Ruiz Gallardón). Así, si se observa se verá como la estrategia del 11-M es una estrategia exclusiva del núcleo aznarista, de hecholiderada por su medio de prensa que es El Mundo, pero que en los otros sectores del partido (diario ABC como ejemplo) no solo no es seguida sino que incluso es vista de manera negativa.
¿Pero que pretende el sector aznarista? Única y exclusivamente mantenerse en el poder del partido a la espera de tiempos mejores, encerrados en su fortaleza ante el envite de los nuevos valores. Y esperar que en las próximas elecciones autonómicas y locales pierdan Madrid pues eso aseguraría su defunción como alternativa nacional. Pero, ¿por qué para eso defender la conspiración del 11-M? Pues sencillamente porque es un suicidio político tomar así e poder en el PP, defendiendo dicha postura, y eso evita el deseo de desembarcar a los que el núcleo aznarista considera advenedizos. Ni Esperanza Aguirre ni Gallardón, independientemente de lo que opinemos sobre ellos con demasiado instinto político, piensan por ahora mover un dedo para buscar una mayor cuota de poder pues hacerlo implicaría aceptar la tesis conspirativa, lo que implicaría de facto su derrota en las generales, o bien tendrían que negarla explícitamente enfrentándose así al núcleo duro y a un sector de su propio electorado. Así, la estrategia del 11-M no es más que el castillo aznarista en medio del desierto en espera de los refuerzos y que como en aquella maravilla que era Beau Geste es defendido por los muertos. Pero, ¿cuáles son estos refuerzos? En el mejor de los casos, para ellos, en las próximas elecciones autonómicas se pueden eliminar a los dos futuros candidatos de Madrid y, luego, en las generales, y salvo hecatombe como por ejemplo, ironías del destino, atentado de ETA 4 días antes de las votaciones, podría eliminarse a Rajoy por perder de nuevo. Así, la vuelta de Aznar se presentaría como una necesidad y sus dos fieles perros de presa, Zaplana y Acebes, podrían ocupar de nuevo, y para mucho tiempo, el máximo poder. Y que en medio de todo esto haya 192 muertos es algo que carece de valor en la estrategia, ojo tanto para ellos como para los otros, pues de lo que se trata es de conservar ese poder.

Y una última aclaración. Aquí no importa que los individuos sean buenas personas o no e incluso si lloran por la noche pensando en la injusticia del mundo, sino en la forma en que las estructuras objetivas sociales de dominio, en este caso los partidos, funcionan y en como la individualidad ha aceptado la disociación, tan querida por cierto por la propia política progre, entre la vida pública, sin ética, y la privada cuajada de hechos piadosos y ofrendas a diversas ONG que luego, en el mágico cierre del círculo, desgravan a Hacienda y sirven como marketing.

lunes, septiembre 18, 2006

EL PAPA Y EL ISLAM o YO TAMBIÉN SOY EL PAPA (sin acento)

Una vez más un individuo, en este caso el supuesto vicario de Cristo en la tierra nada más y nada menos, ha corrido a pedir perdón a un grupo de salvajes que creen que un arcángel se le apareció a un señor en el desierto y le subió al séptimo cielo, lo cual ya es creer, por cierto y también. Pero hasta aquí la anécdota que no pasaría de ser a ver qué ser supremo la tiene más grande, y uno apostaría por el dios cristiano que al menos es mucho más interesante que el musulmán, si no fuera porque la historia se repite incansablemente y, salvo excepciones, los occidentales ceden ante las presiones de los islámicos.
O sea, cede la libertad de expresión frente a la censura. Y todo, encima, con la sonrisa cómplice e idiota, como si tuviera otra, de la autodenominada izquierda siempre genuflexa ante la barbarie musulmana.

sábado, septiembre 16, 2006

INMIGRANTES/3: DERECHOS Y DEBERES

¿Cómo integrar a los inmigrantes? Antes de nada debemos contestar a una pregunta previa: ¿por qué hay que integrar a los inmigrantes? Porque la respuesta a esa pregunta es la clave de la integración. Es decir, primero habría que contestar si hay que integrarles o no, si tienen dicha obligación ellos además, y luego dar la razón de esto.
En primer lugar pues habría que ver si debemos integrar a los inmigrantes, es decir, socializarles en nuestro modelo. Si se defiende un multiculturalismo no se entiende muy bien por qué habría que integrar a alguien pues todas las culturas tendrían el mismo valor. Así pues, desde la perspectiva de una ideología multicultural no cabría la imposición de la integración pues tan válida es una como otra cultura y cualquier intento de integración no sería sino una especie de imperialismo encubierto. O diciéndolo de forma directa, la cultura del islamista es tan valida como la del occidental y no se entendería muy bien, por tanto, la necesidad de su integración (que siempre implicaría, necesariamente, la pérdida de esos valores culturales propios). Por tanto, el multiculturalismo, cuyo referente filosófico sería hoy el relativismo cultural tan en boga entre la autodenominada izquierda, no podría ni querría exigir al inmigrante que se integrara.
Una segunda opción, y ya partidaria de la integración, es la de que los inmigrantes deben integrarse por respeto a las costumbres propias del país de acogida. La idea clave sería la de la idiosincrasia nacional, cuya parte fundamental sería precisamente la costumbre, que se supone esencia de la forma ser (catalán, vasco, español,…).
Sin embargo, estas dos posturas aparentemente enfrentadas tienen un mismo fundamento pues en ambas no se sitúa el valor en la racionalidad o no de las culturas y costumbres sino en la idiosincrasia del pueblo y demás zarandajas pseudorománticas. Así, se cumple, en ambas, la falacia naturalista: lo que es es lo que debe ser. Si la costumbre es esa, por ejemplo hacer castillitos humanos absurdos con niños en lo alto o bailar levantando la pierna izquierda en lugar de la derecha, es porque la costumbre debe ser esa en ese territorio y por lo tanto los seres humanos que allí viven deben cumplirlas. Y por ello, ambas teorías, tanto la multicultural como la nacionalista, tienen un marcado carácter totalitario pues es el hecho social, independientemente de cualquier otra condición, la que se impone sobre los individuos.

No obstante, nosotros también defendemos no solo el derecho sino la obligación, así de fuerte, que tienen los inmigrantes de integrarse. Pero, no sería por supuesto desde la visión, tal y como pretenden los nacionalistas, de la costumbre y la idiosincrasia de un pueblo (patochada que no esconde nada más que la barbarie paleta). ¿Entonces por qué deberían según nuestra opinión integrarse?
Nosotros vivimos en, con todos sus defectos, una sociedad democrática. En ella, la palabra clave no es súbdito, ni patriota, ni compadre ni tribu sino ciudadano. Y creemos que eso es no solo un término legal sino, y esencialmente, un término moral. Ser ciudadano es moralmente superior a ser súbdito o miembro de una tribu y la democracia es superior moralmente a cualquier otra forma de gobierno actualmente existente. ¿Quiere esto decir que la democracia occidental es perfecta? No, por supuesto pero sí que es moral, intelectual y en cuanto a forma de progreso humano superior a las otras formas de gobierno existentes en la tierra –y por ello, paradójicamente, más responsable y culpable del estado del mundo-. La sociedad capitalista occidental, así de claro, es moralmente superior al resto porque es la única que encierra en sí una promesa que ni ella misma cumple: la libertad humana. MIentras que en el resto de sociedades la promesa de la libertad ni existe, subyugada por el colectivo cuando no por memeces religiosas, el capitalismo desarrollado la lleva traicionada. Y además, ofrece las condiciones de desarrollo para cumplirla. Precisamente los inmigrantes tienen la obligación de integrarse por eso, es decir: porque tienen la obligación moral, como cualquier otro ser humano, de buscar conseguir su autonomía y uno de los motivos que frena dicha búsqueda es su cultura, por llamarla así, anterior. Las culturas, sociedades, de procedencia de los inmigrantes son inferiores a la nuestra por la sencilla razón de que no son potencialmente democráticas y es este el auténtico discurso de izquierdas.
Así, no se debe hablar por tanto de la posibilidad de la integración sino de la obligación moral de los inmigrantes de integrase en democracia porque lo que se quiere para los hijos blancos se debe desear, a no ser que uno sea racista, para cualquier otro ser humano. Así el inmigrante tiene la obligación de integrarse en una sociedad democrática y esta tiene el derecho y el deber de exigirle esa integración pues se trata de un problema moral, no de costumbres, donde podemos decir que se debe obligar a ser libres. Y este ser libres implica romper con ciertas costumbres barbáricas, que pasan desde la ablación hasta el velo musulmán, y pasa por la obligación del estado de no respetar bajo ningún concepto aquellos comportamientos que van contra la libertad y contra la democracia. Por ello, cabe exigir la superación de las mal llamadas cultura gitana, si no inmigrante sí barbárica donde la tribu sobre el individuo, islamista o sudamericana. Si se cree realmente que los inmigrantes son iguales que nosotros, e imagino que se cree, no se puede permitir que sus hijas sean humilladas con el velo, que conduzcan sin seguro o que hagan de un parque una aldea barbárica de mercadillos varios. Porque lo que está en juego no es algo así como nuestras costumbres, sino la pervivencia de la esperanza que la Ilustración trajo para un mundo libre. También para ellos.

miércoles, septiembre 13, 2006

LA PORTADA

EL PAÍS, MIÉRCOLES 13 DE SEPTIEMBRE DE 2006

INTERIOR PONE EN MARCHA ESTA NOCHE LA REPATRIACIÓN DE CIENTOS DE SENEGALES
El Gobierno ofrece un pacto nacional al PP
Merkel compromete la ayuda de Europa
Bruselas elogia al PSOE por negarse a nuevas regularizaciones



y yo añado lo que falta:

¡VIVA ZAPATERO!
UNA,
GRANDE,
LIBRE,
Y PLURINACIONAL (NUNCA MEJOR DICHO)
Al 6º mes del proceso de PAZ

martes, septiembre 12, 2006

SE ACABÓ LO QUE SE DABA/ Y 2


Queridos niños, queridas niñas y público en general. Nos hemos reunido hoy aquí para aprender algo nuevo y ya sabéis cuál es nuestro lema: algo nuevo aprenderéis a poco que escuchéis, aunque solo sea a perder el tiempo con la dignidad con la que yo lo pierdo. Y lo he perdido.
El final ha venido.
Debe de ser duro estar ocho años en un instituto y no sentir nada especial por la marcha. Ni tan siquiera una cierta melancolía. Pero es así.
Aunque echaremos de menos algunas cosas,
A las conserjes,
El bar,
A las señoras de la limpieza ,
Al personal administrativo,
A algunos profesores.
Pero especialmente echaremos de menos a los alumnos.
Porque son lo mejor del instituto.
Sin duda.
Así que:
que la Fuerza os acompañe.

Y el próximo día, más.

domingo, septiembre 10, 2006

INMIGRANTES/2: ¿DERECHO AL VOTO?

Recientemente la polémica, aunque no tanta, ha surgido: ¿deben los inmigrantes tener derecho a voto? Igualmente, y ante los recientes acontecimientos de Londres, donde un grupo de insurgentes como diría la prensa socialdemócrata, pretendía volar aviones en pleno vuelo, surgió de nuevo al polémica sobre la integración de los inmigrantes y, en la prensa socialdemócrata incluso se llegó a analizar que occidente, así de grande, había fracasado en la integración de los inmigrantes. Por ello, opinamos sobre esto.
¿Deben poder votar los inmigrantes? Nuestra respuesta es clara: NO. Y ahora cabe la pregunta doble: en primer lugar, qué entendemos por inmigrante y, en segundo, por qué confesamos que no deben tener derecho al voto.
Cuando se habla del voto inmigrante se habla de aquellas personas que no cuentan con un pasaporte de la UE. Se podría excluir, por motivos obvios que en realidad se reducen a económicos, a los ciudadanos de los países ricos con lo cual, y para ser sinceros, al hablar de inmigrantes en realidad hablamos de habitantes de países pobres que vienen a España a buscar un medio de vida.

Pero, ¿por qué defendemos que los inmigrantes no deben poder votar? Pues precisamente, por su excesiva homogeneización de intereses. Efectivamente los inmigrantes, por sus características tienen unos intereses comunes y básicos generales que les hacen fácil presa del voto cautivo y caciquil. Precisamente por eso, los partidos, excepto ciertas formaciones nacionalistas como luego analizaremos, están de acuerdo en pedir su voto: se trata de un voto fácil de manipular porque las promesas a realizar son colectivas y específicas. Y, a su vez, fáciles de incumplir pues la propia dinámica social se encargará de hacerlas realidad para un bloque importante de esa población que creerá, sin embargo, que su mejora se debe a la intervención y preocupación política. Así, cuando los partidos, como elementos oligárquicos aunque no los únicos oligárquicos, deciden pedir el voto inmigrante lejos de su integración piensan en generar un clientelismo. Clientes con voto cautivo, ya se hace en varias autonomías, que votan al partido político reconvertido en cacique que ha donado graciosamente un derecho al pueblo.

Ahora bien, ¿y por qué CiU, por ejemplo, está en contra? Pues por la misma razón, pero al tiempo la contraria. CiU, como cualquier partido nacionalista, sabe que su voto tiene un fuerte componente paleto de afecto al terruño y que esa razón les aleja de los inmigrantes, que amarán su terruño también pero que resulta ser otro. Además, hay un problema en la política lingüística, siempre hábilmente explotada por los partidos nacionalistas como se puede verse en la colocación en la administración pública y cuya última tontuna ha sido pedir como requisito imprescindible saber gallego para apagar incendios, que aleja de ellos el voto inmigrante pues esto bastante tienen con socializarse en español como para aprender otras lenguas. Así, para los partidos nacionalistas el voto inmigrante es muy difícil de conseguir, pues serían ahora votos de primera generación, y por lo tanto no tenderían hacia el nacionalismo (ya veríamos en la segunda o tercera, pero ya estarían nacionalizados). Pero lo que importa aquí es que tanto a partidarios como detractores les mueve esa idea del voto uniforme y, por ello, fácil de manipular. Y por so, y solo eso, están a favor o en contra.

Ahora bien, ¿si no les damos el voto cómo integrarles? Porque aquí, según los voceros, se trata de integrar a los inmigrantes. Y es más, ¿no estaremos, al no darles el voto, condenándoles a una permanente posición social inferior? En primer lugar, si el análisis anterior es correcto el dar el voto al inmigrante sería desastroso para él pues precisamente se le da por su condición de no integrado y, por tanto, interesaría mantenerle en dicha disposición. Así, la concesión del voto inmigrante no sería sino, como en varias comunidades autónomas del país, una especie de voto cautivo que hay que conservar. Y para ello sería obligatorio, precisamente, conservar sus características, es decir: su marginalidad y no integración para que siga siendo, de manera perpetua, una masa uniforme en intereses concretos. Por todo ello, el voto inmigrante no es la respuesta a la integración sino, precisamente, su definitiva negación.

Pero ahora bien, ¿y la integración? Eso, pues esto ya es muy largo y la respuesta a su vez lo será, para otro artículo.

lunes, septiembre 04, 2006

PANFLETO ANTIPEDAGÓGICO/3

Antes de nada, una nota. Desde ahora, cuando hablemos del Panfleto antipedagógico nos referimos no al libro, que no hemos leído, sino al documento en PDF que circuló en Internet y que agradecemos desde aquí que su autor colgara. Por ello, todas las citas y textos pertenecen a dicho documento.
Continuemos con la Introducción. Veamos, según el autor, dónde debe estar la clave de la enseñanza: “debe haber una enseñanza en la que cada uno pueda demostrar su valía, su inteligencia y su capacidad de trabajo” (pág. 3)

Observemos las palabras utilizadas: demostrar (por parte de alumno, claro), la valía, la inteligencia y la capacidad de trabajo.
Analicemos el conjunto.
En primer lugar obsérvese que el sistema educativo, la enseñanza, debe permitir en el sentido de aflorar, a uno algo. Obsérvese que no debe obligarle ni tan siquiera debe enseñarle sino permitirle llegar a ser lo que ya lleva dentro cual innatismo, nunca demostrado, de las capacidades. Es decir que el alumno se transforma en protagonista, en cuanto sujeto de acción, de la enseñanza. Y es esta una ironía. Porque resulta que eso mismo que lo que piensa la ñoña LOGSE. Efectivamente, en esa versión tonta, e ignorante, del constructivismo que escogió la ley pseudoprogresista, el alumno recibía la educación según sus intereses y capacidades y aquí, sorpresa, quien está en contra de la LOGSE repite prácticamente lo mismo. Es la vieja cantinela liberal: la igualdad de oportunidades para que, al florecer-permitir, salgan los mejores. Así, el sistema educativo no se postula como un proceso real de educación, de formación, sino de permanencia en el ser: los listos seguirán siendo listos y los tontos, tontos. Pero en el fondo, la única diferencia tal vez entre los teóricos pro y anti LOGSE es una diferencia por la profesión que se ejercita y, por tanto, dónde hay que hacer el corte. Mientras que los teóricos de la LOGSE, profesores universitarios, buscan eliminar a los alumnos justo en el Bachillerato para no tenerlos que soportarlos en la universidad -magníficas las quejas de los profesores universitarios sobre el nivel del alumnado en las carreras, como si los profesores universitarios tuvieran, en general, algún nivel-, los teóricos del Panfleto pretenden eliminarlos antes: durante la ESO. Al fin y al cabo son profesores de instituto. La defensa del privilegio, como siempre, guarda relación con la profesión concreta.
Pero, alguna diferencia entre unos y otros debe haber. Y la diferencia, que luego veremos no es tal, es en el uso de las palabras. Si se observan las palabras utilizadas por el autor del panfleto antipedagogico se verá, frente al espíritu cristiano y ñoño de la LOGSE, ese aire liberal típico que recoge dos cosas: la primera, la idea de competencia, la segunda, la idea de que las formas de relación social guardan estricta relación con el orden natural.
Efectivamente, el alumno asiste a un sistema educativo “para demostrar”. Es decir, la clave del proceso educativo no es educar sino que el alumno deba ser, y ya, sujeto de competencia que debe demostrar su valía. Así, la competencia propia de la realidad laboral capitalista se traslada a la educación que se transforma, aquí sí, en escuela de vida o, yendo a lo más real en mera formación laboral y supervivencia (por cierto, lean el preámbulo de la LOGSE: “la vida activa”). Además, como luego veremos en otro artículo, esta idea se impone en una selección cercana del alumnado que es, como el ganado, seleccionado por su valía, inteligencia y capacidad de trabajo. Y, segundo, la inteligencia, valía y capacidad de trabajo, ¿cómo se miden? Porque parece claro que la capacidad pueda tener un componente objetivo, en condiciones normales la realización o no de las tareas pertinentes, ¿pero la inteligencia y la valía? Uno no entiende, aunque está harto de verlo n cualquier junta de evaluación, bajo qué criterio rigurosamente científico se puede medir la inteligencia y la valía de alguien: ¿por qué no aprueba mi examen?, ¿por qué se aburre en mi clase? Eso podrá ser motivo de suspenso, y de hecho en lo primero debe serlo, pero no de juzgar algo que escapa a las capacidades propias de un profesor como es medir inteligencia y valía. Así, todo el entramado se construye sobre un prejuicio anticientífico.
¿Qué hay detrás de todo esto, como ya veremos? La propia estructura del modelo de empresa, al igual que en la LOGSE por cierto, pero aquí sin ese lenguaje ñoño de los buenistas y demás defensores del buenismo zapateril. Es, efectivamente, el modelo de empresa trasladado al alumnado, aunque curiosamente nunca se pida tal cosa para el propio profesorado liberado de cualquier competencia y demostración de valía, inteligencia y capacidad de trabajo gracias a su condición de funcionarios.

viernes, septiembre 01, 2006

CURANDERISMO Y PSEUDOCIENCIA

Creo que aquí ya lo he dicho. En este país -con LOGSE, LOCE o presumiblemente LOE- un alumno puede salir de la Educación Obligatoria sin haber nunca visto la Teoría de la Evolución. Pero ahora, gracias al gobierno catalanista, autoproclamado de izquierdas e ignorante, pero profundamente ignorante, será posible, de salir adelante su proyecto, que una administración pública financie a charlatanes de supersticiones diversas en el campo del curanderismo, como ya financiemos las diversas iglesias y demás. Efectivamente, el gobierno progre catalán ha decidido abrir la puerta a los curanderos. Y para ello, en estos momentos de multiculturalismo y, en realidad, pluribarbarie, ha publicado un proyecto de decreto sobre eso que los ignorantes llaman medicina alternativa y que no es ni medicina ni alternativa sino solo superstición.

Ante ello, nosotros, que todavía creemos en la Razón frente a la barbarie, ofrecemos esto.