miércoles, mayo 28, 2008

MIS ALUMNOS ME CRITICAN (y van 3)

Como todos los años hacia el final de curso vuelve el hecho. Como ustedes saben, cada año mis alumnos tienen la posibilidad de abrirse un blog y escribir allí sus comentarios -unos temas obligados por mí, otros libres si así lo desean- y de esa manera incrementar su nota. Y como ustedes saben, cada año, al final de curso, mis alumnos tiene que escribir una crítica sobre mis clases -¡ha dicho mis clases!, clama el psicopedagogo: sí, he dicho mis clases, contesta el profesor que está en el instituto con los alumnos-. En ella deben señalar qué les parece correcto y qué no. La idea es simple: si son usuarios pueden criticar. Y la idea es simple: no por criticar tienen que tener razón. Pero tienen derecho.

Pero este año la crítica tiene algo de especial. Todos los partidos políticos han decidido, entre unas cosas y otras, destruir la Ética de 4º de la ESO. Ahí están unidos, ahora sí, la presunta izquierda -con la ñoña Educación para la Ciudadanía y la nueva formación del espíritu nacional(ista) y progre- y la derecha de toda la vida –que aprovecha para reducir lo que nunca entenderá: la ética como algo más que las buenas costumbres y orden público-. A ellos y a esos trescientos cincuenta individuos en el congreso nacional y todos los de provincias que cobran estupendos sueldos por repetir las consignas como loros de sus jefes -¿qué se siente cuando uno no puede ni votar según su opinión?- va dedicada esta vez la cosa. Porque cada partido -y cada uno de esos trescientas cincuenta diputados nacionales y los de provincias que tienen nombre y apellidos pero no opinión propia- han logrado destruir la materia de Ética de 4º de ESO.

Aunque, por supuesto, no solos.

domingo, mayo 25, 2008

DE LA PROGRESISTA LOGSE A LA PROGRESISTA LOE (una cultura de emancipación)



Rodolfo Chikilicuatre, producto mercantil de la empresa El Terrat, da una conferencia en el Instituto Cervantes de Belgrado.

Nota: Rodolfo Chikilicuatre es el que está menos a la derecha. La otra es la ministra de Educación, Política Social y Deporte.

miércoles, mayo 21, 2008

lunes, mayo 19, 2008

MADRID: HUELGA EN EDUCACIÓN

Nota: el pasado día 7 de mayo y el próximo 21 hay convocada una huelga de profesores de la enseñanza pública en la Comunidad de Madrid. Este artículo busca presentar las razones por las cuales apoyo dicha movilización y yo mismo, por tanto, haré huelga.

Ya hemos hablado aquí sobre la idea de estado de Esperanza Aguirre:no queremos repetirnos. Sin embargo sí queremos hablar sobre este mismo hecho concretado en el tema de educación.

Es falso que Esperanza Aguirre desee eliminar los servicios públicos. Efectivamente, no es, en absoluto, esa su idea. Lejos de eso, y como ya dijimos, la idea básica de Aguirre es el estado contratista, un gigantesco ente que se dedica a subcontratar sus servicios a la empresa privada. Con ello se consiguen dos objetivos: por un lado la creación de una oligarquía empresarial que entra en una alianza, en cierta medida subsidaria pues debe su poder al supremo contrastista, y que apoya a éste; por otro, se mantiene la cobertura básica pero socialmente segregada satisfaciendo así la medración ideológica, que no efectiva, de las clases medias. Esta se libra de compartir su nicho con las clases bajas, fundamentalmente emigrantes en la actualidad, y al tiempo estos inmigrantes acceden a unos servicios que ni en el mejor de sus sueños pensaron. De esta forma, pues, todos contentos.


¿Dónde residiría entonces el problema si al final se mantiene el servicio gratuito y todo el mundo sonríe satisfecho? Precisamente en el modelo de estado. Porque al igual que también analizamos con Zapatero, el modelo Aguirre no es neutral ni su finalidad última es, por supuesto, satisfacer y generar ciudadanía democrática. Lejos de eso, lo que se pretende es la creación de un estado oligarca en que las grandes corporaciones por un lado -fundamentalmente las constructoras, las nuevas empresas de sanidad y la Iglesia Católica como empresaria de educación- y por otro la oligarquía política dominen y controlen la situación-con su modelo no en la Gran Bretaña de Thatcher sino en el actual estado de los Estados Unidos-. Así, la esperanza de Aguirre va más allá del ideal tatcheriano -al fin y al cabo liberal- y entra de lleno en el terreno neoliberal. Aguirre pretende un estado que tenga una alianza con la oligarquía financiera y empresarial y cuya realización concreta sea el conjunto de intereses de esa oligarquía unidos a los intereses de la élite política. Y la moneda de uso para sellar el pacto es el servicio público, imaginen la millonada, subcontratado por el estado.

Sería ingenuo pensar que los funcionarios no son un grupo privilegiado en relación a otros sectores sociales. Incluso sería ingenuo defender que debe realmente existir una tan importante cantidad de estos –ya que no necesariamente la defensa de lo público implica la existencia de una clase funcionarial-. Ciertamente nunca hemos llegado a comprender el motivo por el cual un profesor, un médico, un conserje o un oficinista, y hay más casos, deban ser funcionarios. Sin embargo, la cosa está así planificada. También hemos hablado aquí de la escuela pública y desde luego ya hemos señalado que está muy lejos de la verdad señalar que el único responsable del desastre de esta sea, por ejemplo en Madrid, el gobierno Aguirre. Sin embargo, y a su vez, ese mismo gobierno es también responsable. Y está claro que para conseguir su modelo de estado debe, como en cualquier estrategia de mercado, eliminar al rival y, aquí, el rival son los servicios públicos directamente gestionados por la administración. Por eso hay una auténtica campaña, tanto en sanidad -más agresiva aún por haberse iniciado hace poco y tener que ganar el tiempo perdido- como en educación de descrédito de los servicios públicos. Y este proceso de acoso y derribo tiene un doble objetivo: por un lado, generar una mala imagen pública -como ejemplo vaya la campaña montada por el gobierno Aguirre y medios afines contra el equipo de Leganés o la idea generalizada de los institutos como lugares sin ley-: por otro, un empeoramiento progresivo de las condiciones de trabajo, tanto salarial como laboral, del funcionariado.

Pero, ¿con qué fin esta proletarización del trabajo funcionarial? Alguien podría pensar que ahí se trataría de justicia igualitaria y que, por tanto, la acción de gobierno es correcta. Sin embargo se nos vamos a permitir aburrir aún más al lector para aclarar esto. Lejos de una idea de justicia lo que subyace a la creciente proletarización del funcionariado en la ideología Aguirre guarda relación con lo dicho al principio. Efectivamente, me explico, la idea de Aguirre debe engarzarse en la creación de un estado contratista. Pero hay un problema con la mano de obra pues las condiciones laborales tanto en la sanidad como en la enseñanza pública son infinitamente mejores que las de la privada. Ello provoca que la mayoría de los profesionales prefieran buscar en el sector público empleo a pesar de tener que pasar una oposición, en realidad varias, para ello. Incluso el personal de la privada a la mínima oportunidad abandona, y con toda razón, su puesto de trabajo ante la posibilidad de una interinidad, es decir: un puesto eventual pero, en realidad, tan eventual como cualquier puesto en la privada. La exigencia pues de priorizar la empresa privada como subcontrata estatal pasa, necesariamente, por liberalizar su mercado de trabajo. O diciéndolo en lenguaje real: destruir las ventajas de un modelo, funcionariado, para hacer cautivo a los trabajadores del otro. Y una vez que las ventajas son mínimas para el tránsito de un modelo a otro y con ello se desincentiva el paso, generar un ejército industrial de reserva, eso sí, con licenciatura, que beneficie a la empresa educativa, aquí ya tanto concertada como privada, y a las nuevas industrias médicas. Interés de la oligarquía.

¿Quiero ganar más dinero? Sí, claro. Y lo quiero ganar, precisamente, porque soy un profesional. Pero uno siempre ha mantenido que las huelgas en los servicios públicos son cosa muy seria. Y precisamente por eso viene este texto, aburrido y sin consignas, para explicar mi posición. Porque lo que está en juego no son meramente mis condiciones laborales, que repito las considero privilegiadas enfrentadas al repugnante mercado de trabajo español, sino la lucha contra una idea de estado que mantiene, además por quien se postula como futura candidata a la presidencia del gobierno, una tesis básica: el estado sirve a la oligarquía porque es oligarquía.

jueves, mayo 15, 2008

¿CONFLICTO VASCO?


Definición: los de siempre asesinan, los de siempre mueren y los de siempre se benefician.

Y la sociedad vasca-vasca, siempre con alguna excepción, mira hacia otro lado mientras comenta: como se vive aquí, en ningún otro sitio, oye tú…

martes, mayo 13, 2008

PIENSA EL CHIKI-CHIKI

La broma es ruptura del orden. En ella debe haber algo que fracture la expectativa cotidiana y la diaria realidad para que pueda considerarse como tal broma: que surja lo inesperado. Efectivamente, desde la broma más elemental, la flor en el ojal de la cual sale un chorro de agua cuando uno se acerca a percibir su aroma, hasta la más elaborada, y pedante, como La Gioconda con bigotes, la burla tiene ese sentido de subversión, ya inocente ya crítico. Por eso mismo el humor, ya lo hemos dicho aquí en otra ocasión, puede ser alegre, cuando resulta una apología de lo existente a través de la simpatía, o bien triste, cuando en su germen está la amargura ante el mundo. O diciéndolo de otro modo: los nazis bromeaban sin duda en los campos de exterminios ante la ducha de los judíos. Y seguramente con gracia.

Uno, el breikindance.
La presunta broma, e incluso crítica feroz a algo como se ha querido presentar, de la presencia del Sr. Chikilicuatre en Eurovisión es rápidamente desmontada por los hechos.
Primer hecho, Chikilicuatre es un producto de factoría, en concreto de una gran empresa de comunicación –cercana además a los actuales círculos de poder- que busca realizar con él una campaña de publicidad.
Segundo hecho, Chikilicuatre es un actor que por contrato, retengan esta palabra, solo puede hacer, retengan esta frase, de Chikilicuatre: friki profesional y a sueldo o el friki unidimensional.
Tercero, toda Europa manda ya a sus payasos a este festival: sus propios frikis profesionales.
Cuarto hecho, un programa de noche, el de Buenafuente, engrosa sus arcas publicitarias con la, ya lo saben y sin duda, feroz crítica: no sólo en el politono, feroz crítica de nuevo, sino en el anuncio de colonia o de coches para el intermedio.
Y quinto: ¿se quería ser crítico por parte de Buenafuente –ese feroz, y accionista, crítico del sistema-? Que hubieran enviado a la orquesta sinfónica nacional a interpretar el último movimiento de la novena de Beethoven y su oda a la alegría. Creo recordar es el himno de la Unión Europea y hubiera sido, ahora, más crítico y gracioso.

Dos, el crusaito
Friki procede de la palabra inglesa freak que se traduce por fenómeno. Pero este fenómeno no es algo positivo en su término sino que a su vez se refiere a lo monstruoso, a lo que escapa al orden racional: la mujer, y aquí no podemos poner y el hombre lo que demuestra nuestro machismo sin duda, barbuda, los siameses, el sorprendente tronco humano... Toda la Modernidad, y con más énfasis a partir del Romanticismo, tuvo fascinación por el monstruo y le presentó como lo humano que no podía desarrollarse. Los personajes literarios, y luego cinematográficos, surgidos incitaban a la compasión en su deseo de humanidad: el monstruo no quería serlo. Y en ese querer ser humano se descubría, al tiempo, la ausencia de una humanidad general en quienes reían, sin esa compasión, ante el fenómeno y le perseguían hasta la muerte. El monstruo éramos todos buscando nuestra humanidad aún no encontrada.

Tres, el maiquelyason
La conversión del monstruo en friki es la conversión de lo humano en una forma de ser. Efectivamente, la admisión simpática del friki y su éxito social guardan relación con la desaparición del discurso ilustrado sobre lo que es humano. No se trata ya de que el comportamiento del friki sea ridículo, que sin duda lo es, sino de la desaparición de ese discurso de ideal humano que mantuvo la Ilustración. Incluso la reflexión que ahora muchos lectores se están haciendo -¿y quién es este idiota para decir cómo debemos llevar nuestra vida?- es, paradójicamente, el triunfo definitivo de la apoteosis de la sociedad totalitaria pues parte del supuesto previo de que esto que tenemos es vida individual: un yo digno de vivirse. Efectivamente, la apoteosis de la forma de vida implica la creencia en una realidad donde el individuo se vive ya como tan pleno que encuentra su realización en la vida privada, en ese repugnante principio de la vida interior. Pero lo que no comprende es que esa misma vida prístina no es sino pura mercancía y que como tal lo único irremplazable en ella no es el contenido sino la propia estructura como mercancía no importando su nombre sino su producción y consumo. Así, el friki es un monstruo que se encuentra a gusto en su deformidad que le niega lo humano. Y así, a su vez, toda vida -la suya señor lector y la mía también- es friki.

Cuatro, el robocop
Kant apenas levantaba metro y medio del suelo. Cuentan que era cabezón, de pecho hundido. A su vez se dice que su mirada era fascinante. Nunca se casó y murió célibe. Era rutinario y metódico, especialmente en su vejez. En 1784, con sesenta años, publicó un artículo: Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?. En él señalaba el lema de ese movimiento que pasó a convertirse en la esperanza de lo humano:
Sapere Aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento!

Han pasado algo más de doscientos años. Cada vez que en la pizarra de clase inició una numeración
uno,
dos,
tres,
cuatro,
comienza la risa callada. Y aparece en la conciencia el nuevo lema:
perrea, perrea.

viernes, mayo 09, 2008

AHORA QUE YA NO LOS QUEREMOS: ALGO DE INMIGRACIÓN

Cuando el gobierno, después de las elecciones y con crisis económica, ha descubierto que los inmigrantes son, según él, demasiados –al insinuarlo Rajoy era un xenófobo, ahora lo dice uno de la autoproclamada izquierda y es realismo- sólo una consideración –pero plagada de enlaces-.

Igual vienen por esto.

Que me explico: ¿para cuándo -fíjense lo que digo: ¡uy!, qué poquito de izquierdas, ¡uy!, qué poquito de derechas- intervenimos militarmente en África? ¿O es que el petróleo ya es suyo -y no, precisamente ni de la gente de África ni de la gente del mundo occidental- y la vida humana ya tiene allí un precio definitivo y tan bajo que ya no interesa como mercancía?

lunes, mayo 05, 2008

MINISTERIO DE IGUALDAD Y ÉLITES

Hay una tendencia natural en las élites sociales a percibirse a sí mismas como genéricas de lo humano y a presentar sus problemas como los problemas universales de la humanidad. Ellas mismas se consideran a su vez como alejadas de cualquier privilegio y así se sitúan permanentemente en una conciencia de la queja pues la extensión de dicho privilegio se concibe como derecho inalienable en el desarrollo del progreso humano -que curiosamente coincide con su interés de grupo social-. Esto se ve con grupos privilegiados -en relación a las condiciones del resto de la sociedad- como los estudiantes, los becarios, los funcionarios y ahora, y es de lo que trata el presente artículo, las mujeres que perteneciendo al grupo social relevante, la llamada inadecuadamente ya clase dirigente, pretenden acceder a un puesto acorde a dicha relevancia social ya sea en el ámbito público o en el empresarial.

La reciente creación de un Ministerio de Igualdad, que en realidad solo trata de una desigualdad y dentro de ella incluso de un subconjunto, es un buen ejemplo de ello. Efectivamente, el primer elemento a analizar sería por qué la palabra igualdad ha quedado reducida a una parte de su contenido, la igualdad hombre y mujer, en el discurso social. O diciéndolo de otro modo, por qué desaparece del discurso la idea de igualdad social entre clases, por ejemplo, y ya únicamente se utiliza en su significado de referida a un grupo sexual (y además falseado como vamos a intentar demostrar).

La respuesta a esta cuestión viene dada precisamente por el interés del grupo privilegiado concreto. Ha surgido una nueva élite social, mujeres en torno a los cuarenta años hijas de la clase media y alta y con una alta cualificación académica, que necesita realizar un discurso legitimador de su propia posición y ambición social. Efectivamente, este nuevo grupo de poder está unido no por un deseo universal de emancipación, a pesar de lo que pueda pensar bondadosamente cada uno de sus integrantes de forma individual, sino por sus propios intereses como élite y de ahí que al hablar de igualdad el discurso se constriña a lo pretendido por ese mismo grupo: la participación en el poder social sin cambiar ese mismo poder. De esta manera, y por la cuestión que luego veremos, el objetivo no es priorizar la lucha en la defensa de derechos sociales sino en la propia conquista del poder por el grupo.

Así este interés limitado a su propia característica definida de élite social es lo que mueve sociológicamente al colectivo concreto -aunque sus integrantes puedan pensar otra cosa-. Y así la injusticia cierta, y esto es sin duda, pero limitada al ámbito de una cierta realidad social se presenta como universal y al tiempo la liberación prometida -aunque lógicamente sólo afectará a los intereses limitados del grupo en cuestión- se mantendrá públicamente como una solución para todos y, claro está y en ese ridículo lenguaje de la nueva progresía, para todas. Por este proceso de ideologización el enemigo se presenta como el machismo en abstracto y no como, lo que sería lo real, los intereses del grupo competidor, hombres altamente cualificados académicamente en puestos de relevancia social que aspiran, y en este caso ya poseen, ese poder y buscan eliminar a los competidores. No se trata aquí de que el machismo no se dé socialmente -sólo hay que ver los programas de la tan progresista La Sexta, plagados de presentadoras con estupendos envoltorios carnales (mamachichos progresistas) para confirmarlo- sino que aquí el tema real por el que se combate no es ese. Y tampoco, claro está, la lucha social por los derechos efectivos de la mujer en cuanto a trabajadora de media o baja cualificación.

Efectivamente, debe observarse como la solución pretendida y la presión efectuada no es de orden social sino legislativo. No se exigen más guarderías, cambios en los horarios de trabajo o mejoras en el paupérrimo permiso por maternidad sino que la presión y la medida estrella es la cuota. Y esto tiene, al ser analizado, una doble característica social que refuerza la veracidad de nuestro discurso. En primer lugar, la cuota resulta inútil para los puestos laborales de cualificación media y baja pues estos puestos hace tiempo se convirtieron en igualitarios, es decir: el sistema productivo y el desarrollo tecnológico a él unidos los asexuó cuando no los hizo prioritariamente femeninos. Y así la cuota no soluciona el problema de todo ese inmenso grupo social de mujeres con media o baja cualificación sino sólo el de aquellas con una cualificación alta y que buscan, legítimamente en primera instancia, conquistar un puesto de élite ya en los consejos de administración ya en el mundo de la alta política. La cuota así no mejora el empleo femenino sino el de un sector muy concreto de mujeres.

En segundo lugar, el hecho de que el énfasis se ponga en lo legislativo y no en lo social retrata al grupo y contrasta positivamente de nuevo nuestra teoría. En efecto, esto es debido a que esta élite se puede permitir el acudir a la asistencia privada para el cuidado de sus hijos y el permiso de maternidad es un hándicap en su promoción social con lo cual cualquier lucha en este aspecto no se considera como prioritaria y por tanto queda meramente testimonial. Frente a esto, las reformas de carácter legislativo y obligatorio sí se corresponden con su interés inmediato y por tanto la pelea se establecerá allí. Así el máximo interés de la mayoría de las mujeres en cuanto a lo que les atañe específicamente -aunque no sea necesariamente lo más importante- a su sexo, la adquisición de unos derechos sociales relacionados con la vida familiar, no se transforma en prioridad social frente al interés de la élite. Y todo el juego se desenmascara. La élite femenina se presenta como la mujer, género universal, cuando en realidad no es sino la competidora mercantil de cierto puesto laboral muy concreto ocupado no por el hombre, falsa generalización de nuevo, sino por, curiosamente, sus propios maridos, amigos o vecinos de chalet o urbanización.

En mi anterior instituto -plagado, claro está, de mujeres funcionarias y progresistas- una de ellas montó una especie de exposición titulada Mujeres en la sombra. En ella se pretendía rendir homenaje a un grupo de mujeres de los siglos XVIII y XIX, creo recordar, sin cuyo trabajo, según se exponía, hubiera sido imposible la labor de otros científicos, de sexo masculino, más importantes. Yo sólo comenté una cosa, y algo simple sin duda: que siendo estas damas a su vez de la burguesía bien pudiera ser que debiéramos hacer una exposición de la exposición titulada Sirvientes en la sombra y dedicada a aquella parte mayoritaria de la humanidad, hombres y mujeres indistintamente, que con su esfuerzo absolutamente explotado y correspondiente a su pertenencia dentro de la división social del trabajo habían permitido que estas personas relevantes, las señoras y los señores, se pudieran dedicar a pensar. Pero nadie me contestó y nunca hubo tal exposición.

viernes, mayo 02, 2008

DOS DE MAYO

Años después era otro ejército francés, los Cien Mil Hijos de S. Luis, el que invadía España. Y ahí la historia no habla de invasión ni de independencia. Y unpueblounanación acudió ante el invasor, como ya había hecho ante el miserable Fernando VII, con un grito: ¡Vivan las cadenas!