domingo, septiembre 25, 2011

CAPITALISMO E IDEOLOGÍA/ 1

Para encontrar la idea tradicional de ideología debemos remontarnos a Marx (por cierto, aquí un resumen resumido de su pensamiento y perdón por la casi autorreferencia). Para este autor, la ideología tiene una doble característica: por un lado, es una falsa conciencia, una idea errónea que pretende engañar a la gente; por otro, este engaño busca servir para mantener el status quo social y reafirmar la dominación de una clase sobre otra. El interés de este artículo es, precisamente, explicar si este concepto de ideología sigue siendo aplicable a la realidad del nuevo capitalismo o no. Y para ello actuaremos en dos partes. En la primera, desarrollaremos y explicaremos lo que, a nuestro juicio, Marx, y con él el marxismo clásico, ha entendido como ideología. En la segunda, ya en otro artículo, veremos si ese concepto puede aplicarse tal cual al capitalismo actual. Así pues, en este texto lo que vamos a presentar es lo que pensaba Marx, en una generalización que en ciertos matices será algo grosera, y no lo que pensamos nosotros que hoy en día ocurre. Avisados quedan antes de aburrir.

¿Qué entiende Marx por ideología? Este blog no tiene interés en ser exhaustivo y académico, por lo tanto intentaremos ser comprensibles. Para Marx, como todo el mundo sabe y si no pues ahora lo aprenderá, toda sociedad se puede dividir, para analizarla, en dos componentes básicos: base económica y superestructura. La base económica sería, grosso modo, los factores económicos propios de esta sociedad: aquellos elementos que realizan la producción material. La superestructura sería, a su vez, los factores culturales -entendidos en un sentido amplio como el conjunto de ideas, creencias, folklore, etc, propios de una sociedad-.

El problema, sin embargo, se complica porque entre ambos factores existe una fuerte relación mutua, una influencia, que Marx define como dialéctica. Esta relación es dialéctica porque al influirse una y otra, siempre según Marx, necesariamente aparecen nuevas cosas que pueden servir para superar el momento histórico concreto al generar una contradicción -esta última expresión se la tienen que aprender muy bien para impresionar como buenos marxistas: hace cuarenta años se ligaba mucho-. Es decir, la sociedad va generando los hechos e ideas que van permitiendo su propio cambio. Así, la relación entre las ideas sociales y la producción económica existe y por eso se puede explicar hechos del pensamiento con referencia a factores económicos. Por ejemplo, la idea de libertad toma auge a partir del comienzo y expansión del capitalismo porque es necesaria para el contrato y el trabajo asalariado, pero, al tiempo, genera todo un pensamiento que entra en contradicción con el sistema entonces vigente e incluso con el que está ayudando a crear. De esta forma, hay una relación dialéctica, que posibilita algo más allá que el momento actual, entre base económica y superestructura.

Pero: ¿esto no lo cree todo el mundo? Hoy en día sí, sin duda, pero en época de Marx, seamos justos, era algo relativamente novedoso. Y además Marx añadió algo nuevo -que por cierto, nosotros también creemos- como que “es el ser social el que determina la conciencia”. Y aquí hay que tener cuidado con algo al interpretar la frase: creer que la base económica impone la superestructura. La base económica determina, pero curiosamente no impone.

¿Ah, qué hay diferencia? Sí. La base económica es la condición necesaria de posibilidad de la superestructura y por eso la determina, por ejemplo sin capitalismo no habría marxismo o sin burguesía ilustración, pero no la impone en el sentido de que toda creación cultural sea un reflejo, y con ello un apoyo, del sistema económico. La obra de Miguel Ángel solo fue posible en su época por las condiciones materiales, económicas, del momento, pero no se puede explicar solo desde un análisis económico de su época. Así, hay una prioridad de la base económica, sin duda para Marx, pero no un automatismo. Y así también surge, por fin para ver si esto se acaba pensarán ustedes, la ideología.

La ideología forma parte lógicamente para Marx -ya veremos que esto cambia luego y que incluso Marx algo barruntó en su obra El Capital- de la superestructura pero no es toda la superestructura necesariamente. Efectivamente, lo que difiere entre la ideología y el resto de la superestructura es en primer lugar la función específica de aquella y, en segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, su contenido concreto. Efectivamente, y siempre según Marx, la finalidad de la ideología, ya sea voluntariamente o de forma involuntaria, es engañar al colectivo social mostrándole una realidad distinta a la realmente existente, un espejismo, y con esta manipulación facilitar la continuidad del status quo social. Así, la ideología no es todo pensamiento producido en la sociedad, sino solo una parte del mismo que sirve para ocultar o para reproducir las condiciones sociales injustas. Además esta ideología tiene un interés de clase, pues presenta los intereses de la clase dominante, según Marx, como los intereses generales de la sociedad. Es decir, la ideología busca hacer universal el interés de la oligarquía, con lo que engaña a la gente, para seguir siendo oligarquía.

Resumamos. La lectura clásica de Marx, y que no creemos errónea en su época, es que la ideología es un conjunto de elaboraciones culturales generadas, voluntaria o involuntariamente pues esto da igual, para defender el interés social de la clase dominante. Así, la ideología tiene un contenido concreto y esto es lo que puede demostrarse falso en ella. Efectivamente, la ideología se define en Marx como el conjunto de ideas concretas, por ejemplo la religión o el nacionalismo, que en su contenido pretenden engañar a la gente para que crea cosas cuya única finalidad es mantener a la clase dominante en su puesto preeminente. La ideología es, por tanto, una elaboración cultural, en primer lugar, y, en segundo lugar, con un contenido concreto que es falso ante la realidad.

Sin embargo, ¿es esto válido ahora? ¿Podemos señalar que la ideología actual, si la hubiera porque no podemos darla por supuesto en una investigación que pretende ser filosófica, es igual que la antigua? Y si no lo es, ¿qué ha cambiado? Eso, en el siguiente artículo de la serie.

jueves, septiembre 22, 2011

(Por favor) FIRME (si está de acuerdo) POR LA PROPUESTA


Hemos subido nuestra propuesta a la página web de Actuable (aquí) para recabar firmas de apoyo y mandarlas a la Comisión de Educación de la Asamblea de la Comunidad de Madrid. La idea es que la reciban todos los portavoces de todos los partidos de dicha Asamblea y se entre en una negociación sobre ella. Por favor, si está usted de acuerdo con esta propuesta, firme en la página web ya citada porque consideramos que es muy importante defender los servicios públicos de calidad.

domingo, septiembre 18, 2011

UNA (posible) PROPUESTA DE ACUERDO EN LA EDUCACIÓN MADRILEÑA

Nota: esta propuesta ha sido publicada en Actuable (aquí está el vínculo) con el fin de recabar firmas para negociar sobre ella. Por favor, si está usted de acuerdo con la misma, firme dicha propuesta y difúndala.

Existe un conflicto en la educación madrileña que es un conflicto por un servicio público esencial: la educación. El gobierno Aguirre pretende presentarlo como la lucha de un grupo de privilegiados por no trabajar dos horas más. Sin embargo, nosotros creemos que es una lucha por los derechos democráticos. Por ello, exponemos lo siguiente.

PROPUESTA DE ACUERDO EN LA EDUCACIÓN MADRILEÑA

Resulta evidente que existe una crisis económica y que esto conlleva disponer de menos recursos. A su vez, resulta evidente que los servicios públicos de calidad, como la educación, son irrenunciables por tratarse no solo de prestar un servicio sino también de garantizar los derechos democráticos. Así, se produce una aparente contradicción: si hay menos recursos parece imposible no solo mantener sino aún mejorar la educación pública. Precisamente esta propuesta lo que pretende es superar esa contradicción aparente proponiendo una serie de medidas.

1. Los profesores estamos dispuestos a aumentar nuestra jornada lectiva -que nunca se debe confundir con la laboral- tal y como han marcado las nuevas Instrucciones para el curso 2011-2012 y cumplir 20 horas lectivas como medida excepcional para este curso 2011-2012. Consideramos que es un esfuerzo ante la excepcional y peligrosa situación en que nos encontramos debido a la crisis.
2. Pero dicho esfuerzo lo realizamos para que repercuta directamente en la educación pública -y entendemos por ella exclusivamente la de titularidad pública y no la concertada-. Por ello, y como condición necesaria del anterior punto, exigimos lo siguiente:
2.1. El ahorro logrado con la medida anteriormente citada, que la propia Comunidad de Madrid ha cifrado en torno a los 80 millones, debe reinvertirse exclusiva e íntegramente en educación pública aumentando los refuerzos, desdobles, atención compensatoria, alumnos con necesidades educativas especiales y todas aquellas medidas necesarias para mantener la calidad del servicio, proponiendo como meta mínima el nivel que dichas medidas tenían en el curso 2008-2009. De esta forma, la reinversión del ahorro debe destinarse a la contratación del personal necesario para lograr unos mínimos niveles de calidad. Sin los recursos humanos pertinentes será imposible ofrecer un servicio público absolutamente necesario en tiempos de crisis, como estos, en los que la educación pública debe configurarse como la principal respuesta al incierto futuro de nuestros niños y jóvenes. El profesorado es uno de los pilares de la educación y por ello el ahorro previsto por el Gobierno de la Comunidad de Madrid en ningún caso debe suponer una pérdida en el número de profesores necesarios porque las consecuencias serían funestas.
2.2. La hora lectiva de tutoría en la ESO, si se quiere mantener un servicio de calidad, es irrenunciable debiendo reincorporarse al horario lectivo de profesores y alumnos.
2.3. Debe cumplirse de forma estricta la ratio profesor/alumno en el aula, tanto en la ESO como en el Bachillerato, no pudiendo excederse en ningún caso salvo decisión a favor del claustro de profesores del centro.
2.4. La contratación de profesores no debe suponer una privatización del servicio.
3. Resulta de todo punto ilógico que en época de crisis, y cuando la educación pública y el derecho por ella garantizado se ve amenazada, se destinen 90 millones de euros para financiar a los padres que deciden escolarizar a sus hijos en la escuela privada, lo cual no es una necesidad al existir una red pública. Exigimos, por tanto, que dicho dinero pase a invertirse en la educación pública para lograr las medidas anteriormente citadas.

Consideramos, efectivamente, que los profesores debemos hacer otro esfuerzo, pues ya hicimos uno salarial, en esta época de crisis. Pero a su vez defendemos que dicho esfuerzo debe ser para garantizar una educación pública de calidad. Por ello, proponemos las medidas anteriormente citadas cuya finalidad es la prestación de un servicio público de calidad y garantizar así los derechos democráticos de los ciudadanos. Porque consideramos que la lucha por la educación pública no es una lucha de la defensa del profesorado, sino por la defensa del alumno.

viernes, septiembre 16, 2011

TONTO DEL VERANO 2011 (un candidato)

Esta vez, sin duda, voy a caballo ganador.

D. Kepa Elortza Odriozola esperó diez meses para una colonoscopia al detectar sangre en sus heces. ¿La maldita lista de espera? No, qué va. D. Kepa exigía que su médico hablara vasco y si no, pues que no le pudiera hacer ninguna inspección. Suena feo en este caso, pero la lengua era lo importante.
Al final todo se arregló porque
pusieron un móvil en medio,
el médico hablaba en español,
un traductor lo volvía a decir en vasco,
D. Kepa contestaba en vasco
y el traductor lo volvía a decir en español.
Parecía el senado.
Por cierto, D. Kepa no hubiera esperado diez meses en Madrid: aquí el gobierno Aguirre hace trampas y la lista de espera solo espera desde que uno va al anestesista.

Pero bueno, me atrevo a proponer a D. Kepa, si D. Imperialista me lo permite, como tonto del verano 2011. Y creo, sinceramente, que es insuperable.

jueves, septiembre 15, 2011

CHINA COMO (mal) EJEMPLO

La crisis económica es un hecho objetivo cuando se apunta a eso que se llama el crecimiento económico. La forma de salir de la crisis, en cuanto a qué hacer, sin embargo no lo es. No obstante, y curiosamente, tanto la UE como el resto de los países desarrollados, pero especialmente la UE, tienen una única forma de hacerlo. Y esta forma consiste en la pérdida de derechos sociales y la privatización de los servicios públicos -que podrán seguir siendo universales y gratuitos pero pasarán a ser realizados por empresas privadas-. En definitiva, la solución parece ser eliminar el llamado estado del bienestar. La pregunta es por qué esta curiosa unanimidad.

China es un estado terrorífico y, en apariencia, económicamente exitoso. Este éxito se basa, entre otras cosas y fundamentalmente, en el dumping social, el éxito comercial exterior a él unido, la intervención directa del estado en apoyo al crecimiento económico independientemente del desarrollo social y el férreo control político. Y todas estas características permiten una oligarquía extraordinaria y dotada de todos los derechos frente a una masa desposeída cuya finalidad directa es el desarrollo de esa oligarquía. Pero hay que afinar más el análisis para comprender la causa por la que China es el sueño de la oligarquía europea.

Ya hemos señalado en un artículo anterior que la característica principal del nuevo capitalismo es que los individuos son mercancía, con la transformación del consumo en producción económica, y no mera fuerza de trabajo. Por tanto, un país para tener un crecimiento económico fuerte y sostenido debe tener en cuenta esta realidad. Y esto implica que debe haber una población que tenga una capacidad económica determinada para poder desarrollar el mercado -o sea, comprar cosas, pero dicho como lo anterior suena más complejo-. Sin embargo, acabamos de decir que China funciona de acuerdo al dumping social, lo que impediría esta necesidad del nuevo capitalismo pues la población estaría lejos de consumir. ¿Cómo funciona entonces el nuevo capitalismo en China?

En parte, de acuerdo a la exportación y en parte de acuerdo a su alta población. China se ha convertido en el primer exportador mundial y por tanto la necesidad de mercancía humana viene sustituída por los consumidores,la mercancía humana, de otros países. Además, hay un rasgo específico de China: su gran población. Efectivamente, chinos hay tantos que hasta económicamente sobran. Con solo desarrollar en el consumo al 20% del total de su población, que serían unos 270 millones, ya en China se desarrollaría un mercado interno mayor que el de la UE o EEUU. Y además, este grupo social poco estaría interesado en defender la extensión de sus condiciones de vida ya que ello implicaría la pérdida de sus privilegios. De esta forma, sumando una cosa y otra, se pueden cumplir las necesidades mínimas del sistema como economía de mercado sin necesidad de convertir a toda la población como mercancía.
En segundo lugar, el gobierno dictatorial permite que los intereses de esa misma oligarquía sean sin diferencia alguna ni mediación los intereses nacionales: el estado chino es la oficina de intereses de esa oligarquía pues no debe rendir cuenta a otros grupos sociales. Así, la unión de la oligarquía se ve muy bien en la banca nacional china: el partido comunista convertido en entidad financiera. La dictadura comunista realiza, además, un férreo control político y social que impide que cualquier elemento democrático pueda desarrollarse y que lleva a la inexistencia de derechos sociales aplicables al campo productivo. No hay ni un resquicio en el control social.
Y a esto se une un tercer elemento fundamental. La cultura china conocerá mucho el taichí, el yin y el yang y el cerdo agridulce -nota: ya sé que no soy nada de izquierdas, o sea- pero carece en absoluto de una idea de sujeto y libertad. Así, la tradición cultural china -como se ve muy bien en la carta de Liu Xiabo- es una tradición de oligarquía exclusivamente.
Unidos, todos estos elementos generan un estado fuerte dictatorial que dirige toda la economía de acuerdo a los intereses oligarcas unificados. China es así el paraíso oligarca.

Pero, ¿qué tiene esto que ver con occidente? En occidente el nuevo capitalismo es una realidad extendida. Esto hace que la economía se vuelque en el consumo y la población necesariamente tenga que tener recursos económicos suficientes para mantener ese sistema -pase de ser mera fuerza de trabajo a mercancía, en nuestro pedante lenguaje-. A su vez, esto conlleva que haya usa serie de derechos sociales y políticos inexistentes en China. Además, Occidente no es tan paraíso de la oligarquía -en realidad tampoco un infierno-porque hay demasiados grupos sociales relevantes que de un modo u otro pueden presionar. Es más, incluso en la misma oligarquía, que en occidente se puede dividir grosso modo en económica y política, existen de hecho intereses contrapuestos. Por último, en occidente hay una tradición ideológica de libertad política y social.
Así ahora, ¿China como ejemplo para la oligarquía? A pesar de todo, sí. ¿Cómo?

La excusa de la crisis económica es la clave. Comencemos por el dumping social. Por supuesto, este dumping no va ser tan extremo como el chino, pero ya se ha perfilado en Europa con el pacto del euro. Efectivamente, la razón última del pacto -tal y como desarrollamos aquí- es la división de Europa en dos zonas productivas diferenciadas por sus derechos sociales: el norte, rico y con derechos; el sur y el este, con menos derechos sociales y nivel de vida. Y lo importante aquí es que ya no es fruto del desarrollo hisiórico sino algo planificado a escala continental, un dumping social buscado.

Pero, ¿buscado por quién? Hemos comentado antes que la oligarquía occidental se dividía en dos grupos no necesariamente unidos y a su vez estos se enfrentaban a grupos sociales no oligarcas pero relevantes. Lo interesante de la crisis es como ha simplificado intereses en relación a conseguir más poder en estas oligarquías generando un pacto. Primero, las oligarquías han visto como podían eliminar, o como mínimo disminuir, el poder de los grupos sociales que presionaban sus intereses fragmentando la respuesta social. Segundo, la oligarquía ha encontrado un botín a repartir en los servicios públicos. Pero, ¿qué gana cada oligarquía en concreto?
La política gana su permanencia como tal oligarquía pues es necesaria para legislar y a cambio legisla a favor de los grandes intereses económicos -como se ha visto hace poco con que el único pacto PP-PSOE en años haya sido el constitucional del déficit-. La oligarquía económica gana un campo mayor de acción: la privatización de los servicios públicos como expansión del negocio y la posibilidad de aumentar su beneficio productivo merced al dumping social. De esta forma, la reducción de derechos sociales y políticos se desarrolla para beneficiar a la oligarquía que a su vez une sus intereses. China se acerca porque ahora ya existe una oligarquía unida en un interés común: limitar la influencia de otros grupos sociales y repartirse el botín.

Pero, queda el problema objetivo y fundamental del nuevo capitalismo: ¿es posible que la UE llegue a ser China? Si en China esto era posible por el comercio exterior y la demografía, ¿cómo sería posible este dumping social y la reducción de derechos políticos en Europa dentro de las condicones del nuevo capitalismo?
El dumping social europeo es posible por tres motivos: primero, porque no olvidemos que puede haber una población en torno a los 300 millones -solo en China y sin contar otros países emergentes tipo India o Brasil- que se añada al consumo; segundo, porque el dumping social no será tan exagerado lo que seguirá permitiendo un consumo de la población; y, tercero, porque los servicios públicos privatizados serán una fuente segura de ingresos, pues el modelo sería que lo paga el estado a la empresa que lo ejerza.
Los recortes políticos, a su vez, serán posibles porque afectarán a cuestiones aparentemente técnicas pero fundamentales, como el ya citado pacto constitucional o las nuevas condiciones para poder presentarse a las elecciones, que sin embargo son fundamentales para negar nuevos derechos y el acceso de nuevos intereses sociales al campo legislativo.
Los recortes sociales, por último, serán la consecuencia de privatizar los servicios públicos, lo que no implicará su desaparición sino una imperceptible pero constante reducción de servicios especialmente para los sectores sociales más desfavorecidos.
Europa se pretende como China.

¿Se trata, por tanto, todo este proceso de una necesidad del Capitalismo? No exactamente: unido necesariamente al nuevo Capitalismo va la creación de los seres humanos como mercancía, pero aquí estamos hablando de algo más y de algo distinto. De lo que se trata aquí no es de la distribución del bienestar económico como necesidad de consumo del sistema -que es la nueva explotación- sino de regularizar este hecho en beneficio de una oligarquía y en perjuicio del colectivo social. Es decir, es algo posible de reformar sin tocar el sistema sustancialmente. Y la lucha por los derechos civiles es posible por tanto como hecho meramente político. Y les debo, la propuesta de un programa para hacerlo. Pero solo trabajar 20 horas, como diría Aguirre, es lo que tiene: que no doy abasto.



domingo, septiembre 11, 2011

11S

A veces cuesta hacer palpable lo evidente. Cuando Al Qaeda atacó Estados Unidos el 11 de septiembre, no atacaba a este país solamente. Lo que Al Qaeda atacaba era a occidente. Y no le atacaba por malvado imperialista o algo así, al fin y al cabo el imperialismo se reparte en los dos hemisferios. Tampoco iba contra el capitalismo. Ni siquiera contra el neoliberalismo. Iba contra el estado laico. Es decir, lo que atacaba Al Qaeda era al espíritu de la Modernidad. Lo que atacaba Al Qaeda era una sociedad que, afortunadamente, había dado la espalda a Alá. Y Alá es dios en árabe para acercar su discursos, aunque no sus actos, a otros santones. Al Qaeda mataba infieles que se atrevían a ir, incluso, sin velo.

Por eso, no se entiende que gente que presuntamente defiende la sociedad laica, entendiendo por ella aquella no gobernada por creencias religiosas sino por intentos racionales, minimice la importancia de los atentados del terrorismo integrista musulmán e incluso trate mejor a esta religión barbárica que a la cristiana, hace tiempo ya al menos domesticada en el uso de la violencia. No se entienden alianzas de civilizaciones ni multiculturalismos cuando esas ideas barbáricas violan permanentemente los derechos humanos. Y no se entienden porque todos esos musulmanes son, antes que musulmanes, seres humanos que deberían tener los mismos derechos que los occidentales.

Pero precisamente contra esa idea universal de lo humano iba Al Qaeda. Y por ese motivo cada muerto del 11S estadounidense es un muerto nuestro. Al menos de quienes creemos que lo laico es una condición necesaria, tampoco la única, de la democracia.


viernes, septiembre 09, 2011

OTRA VEZ EL (legal) ATRACO: ALGO DE SOLIDARIDAD CON LOS PADRES.

Cada año los padres deben comprar los libros textos y gastarse un dineral en ellos. Da igual que haya crisis o no, porque a ninguno de los profesores que los mandan se les ha ocurrido pensar en algo tan vulgar -tal vez, hasta ahora-. Da igual que sean pedagógicamente inútiles. Ya los hemos criticado aquí. Esto es solo un recordatorio de que este robo no sería posible sin la complicidad de un profesorado -justo es reconocer que no todos son así- que es incapaz incluso años después de estar dando clase de generar sus propios materiales: estarán mejorando su labor docente cada tarde y no tendrán tiempo para ello.

Y es también una forma, nos aprovechamos de ello, de decir que La Lechuza de Minerva este fin de semana publicará, otro año más, sus nuevos temas para Filosofía. Y puede que no sean maravillosos, pero seguro que son gratis para cualquiera que quiera descargárselos.


martes, septiembre 06, 2011

PARECIDOS (i)RAZONABLES

1.- Stéphane Hessel señala una máxima de eso que se llama sabiduría de la vida: Amo la vida, las mujeres y las ciudades.
2.- Julio Iglesias canta: Me gustan las mujeres, me gusta el vino...

En definitiva: soy un truhán, soy un señor.
Ah, y se añade: la, la, la, la...


lunes, septiembre 05, 2011

FUNCIONARIOS, DEMOCRACIA Y HUELGA INDEFINIDA (en educación ahora)

España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho
Artículo 1 de la Constitución de España.

En un artículo anterior, pretendíamos analizar la legitimidad de una huelga indefinida de la educación en Madrid. Manteníamos, vamos a resumir por ser algo siempre necesario cuando los artículos son tan aburridos como en este blog, que no considerábamos la posibilidad de la huelga indefinida en educación porque era estratégicamente inútil y moralmente nefasta. Sin embargo, es cierto, tal vez no desarrollamos convenientemente esta última parte. Precisamente, este artículo pretende explicar la razón que nos lleva a pensar que una huelga indefinida, da igual de toda la semana o de tres días, en un servicio público es inmoral y por qué yo, y perdonen que hable personalmente, no la pienso hacer aunque la haga todo el mundo.

¿Qué es un servicio público? En democracia un servicio público debe ir unido a la idea de que los ciudadanos tienen derechos. Y que estos derechos son esenciales a la propia sociedad democrática. El usuario de este servicio público así no es un mero cliente, porque en ese caso su derecho estaría limitado a su posibilidad económica de pagar el precio del servicio, sino un ciudadano: ese servicio desarrolla algo que se considera esencial en la sociedad y por ello no se basa en la capacidad económica. Así, por poner un ejemplo, la educación o la sanidad responden a una exigencia de derechos democráticos. Es decir, no son una concesión del estado, una caridad pública, sino que deben ser una necesidad, algo que no puede no ser, de la democracia.

Por ello, la democracia auténtica no solo debe recoger los derechos de los ciudadanos, sino también debe garantizar los servicios públicos que cumplen esos derechos independientemente de la posición social de los individuos. La democracia, así entendida, ya no es solo un mero régimen político sino que es una forma social de convivencia: un estado social y democrático de derecho. Votar cada cuatro años no es solo democracia; el día a día con la garantía de los derechos, sí lo es.

Y al tiempo, algo que se olvida con frecuencia, los ciudadanos deben ser responsables en el uso de estos servicios porque no se les da como clientes -a un cliente se le debe exigir educación pero no deberes- sino como algo con un contenido político y por ello moral: ciudadanía. Un servicio público puede exigir, efectivamente, ciudadanía: que los derechos vayan unidos a deberes. Y así, para poner un ejemplo extraño hoy en día, se podrá exigir a un estudiante universitario que vaya a clase y estudie porque la sociedad subvenciona su educación superior como un derecho y por eso la mayoría de su tiempo no deberá pasarla en la cafetería o de botellón sino en la biblioteca o en el aula.

Y a esto se añade algo. Los servicios públicos así concebidos no son por tanto poseídos por la administración, en cuanto al partido gobernante determinado, sino que pertenecen al marco propio de la convivencia democrática. Es decir, un partido no puede suprimir los servicios públicos que garantizan los derechos porque eso sería atentar contra la democracia. Y tampoco puede pretender adueñarse de ellos convirtiéndolos en una empresa privada. Los servicios públicos pertenecen al estado en cuanto este debe ser el garante de la democracia y no al gobierno de turno.

Por eso, también, los servicios públicos no pertenecen a los trabajadores que los desarrollan. No pertenecen a los trabajadores que los desarrollan es aquí una frase fundamental para el tema. La educación de mis alumnos es un derecho democrático de ellos y no una acción meramente laboral por mi parte de la que pueda disponer libremente y como me plazca: no puedo hacer en clase lo que me plazca. Porque mi jefe, como servicio público, no es un empresario con intereses económicos -por cierto, legítimos en el orden actual de cosas y por lo mismo por lo que yo trabajo: ganar dinero- sino que mi jefe es la propia existencia de los derechos democráticos. Por eso, la responsabilidad de los trabajadores de los servicios públicos es inmensa y por eso su importancia es fundamental: por eso, somos funcionarios y no contratados meramente. Porque nuestro trabajo es garantizar el día a día de la democracia que es mantener la prestación de los servicios que los derechos ciudadanos exigen. Los funcionarios no solo trabajamos laboralmente sino que hacemos algo más: defendemos el estado democrático en el día a día. Los funcionarios somos tales porque damos fe del estado y en democracia de ese mismo estado democrático. Somos, o debemos ser, en frase tal vez pretenciosa, los garantes de la democracia.

Y ser estos garantes implica algo terrible: nuestras condiciones laborales no responden a la lucha de intereses típica entre contratados y empresarios sino que añade un elemento nuevo que es los ciudadanos. Efectivamente, los funcionarios no estamos inmersos en esa dicotomía simple sino en una mayor complejidad: en medio están los ciudadanos. Y al estar los ciudadanos están necesariamente sus derechos que son la democracia. ¿Podemos perjudicar los funcionarios los derechos democráticos de los ciudadanos? Sí, sin duda y seguramente lo hemos estado haciendo hasta ahora cuando no hemos cumplido con nuestras obligaciones de servicio público amparándonos en nuestros derechos laborales para trabajar poco. ¿Debemos hacerlo? No, sin duda.

Una huelga indefinida en educación implica necesariamente la abolición de los derechos democráticos de los ciudadanos (en este caso, de los alumnos). Es paralizar, en este caso concreto, el derecho a la educación de aquellos alumnos que no pueden alcanzar la enseñanza concertada -que se paga a través de las cuotas extras- o la privada. Es, en realidad, hacer lo mismo que Esperanza Aguirre: despreciar el derecho a una educación de calidad para los sectores sociales más desfavorecidos. Nadie nos obligó a ser funcionarios pero al hacerlo, nos guste o no, adquirimos algo que estaba en el cargo: no solo tener un puesto fijo sino desarrollar la democracia.

Esperanza Aguirre sin duda pretende la conversión de la enseñanza pública en algo de caridad: lo llevamos presentado hace años en este blog y el programa de bilingüismo sería el mayor ejemplo. Por ello, hay que presentarle batalla y contundente. Porque lo fundamental que está en juego aquí no es las dos horas más o los 3000 interinos que entrarán al paro -siendo muy grave lo segundo- sino la idea de educación como derecho y la propia idea de democracia. Pero el problema es que una batalla que desprecia el derecho democrático y decide dejar a los alumnos sin clase, como es una huelga indefinida, no es sino repetir la misma idea de fondo de la derecha: los servicios públicos no son derechos inalienables sino caridad estatal que se pueden quitar o poner según los intereses oligarcas ya sea del gobierno o de sus empleados.

Pero entonces, ¿qué hay que hacer? Hay algo falso en ampararse permanentemente en la pureza de la crítica para no dar soluciones que puedan estar, incluso, equivocadas. Por eso, hay que tener un gran respeto a la política, sobre todo cuando hoy en día es tan fácilmente vilipendiada por los espíritus más puros. En breve, esperamos que esta misma semana, una respuesta a cómo los profesores deberíamos actuar.