jueves, abril 30, 2009

1 DE MAYO: HACIENDO AMIGOS

Una vez me dijeron que me fuera a comer con ellos. Y yo dije: aún puedo elegir con quien como. Comí solo.

He ido a los últimos 1 de mayo.
Ahora, los sindicatos están muy callados. Demasiado callados: no ver, no hablar, no oír. ¿Callados? Ah, ¿pero hay sindicatos?
Ahora Zapatero ha dicho que se siente muy cerca de los manifestantes del 1 de mayo.

Ahora, aún, puedo elegir con quien me manifiesto.
Mañana, en definitiva, no voy.

Hay cosas peores que comer solo.

martes, abril 28, 2009

DÉFICIT PÚBLICO

Con la reciente crisis económica se habla mucho de gasto público. Unos, para criticarlo sin matices y estableciendo que todo gasto público, menos generalmente sus propios sueldos en la administración pública, son un escándalo; y, otros, para defenderlo sin matices y tirar de él a la mínima como garante de la cohesión social y todas esas cosas, pero en realidad sólo para defender sus bastardos intereses y su permanencia en el poder. Precisamente, el presente texto, que será un ladrillo plagado de argumentos de esos que ya no hay que leer nunca porque todos tenemos todo muy claro, trata de reflexionar sobre la diferencia entre gasto público legítimo y gasto público ilegítimo y de cómo al no establecerse esta diferencia se está haciendo un juego a la derecha política, el PP entre otros, y a la derecha sociológica, el PSOE y la autoproclamada izquierda.

Empecemos definiendo. Podemos entender gasto público como aquel que realiza la administración pública en lo que sea. Este gasto público no implica siempre déficit público pues únicamente se puede hablar de déficit público cuando las administraciones públicas, y no necesariamente sólo el estado, gastan más de los que recaudan. Pero incluso, entonces, hay que hacer unas salvedades que se pueden considerar básicas y aquí sí cualitativas. Estas salvedades son que claramente, y por tanto, cuando hay gasto público por encima de los ingresos todo es déficit público, pero que no todo es necesariamente malo, como clama la derecha, y pero que no todo es necesariamente bueno, como clama la autoproclamada izquierda. Hay que pensar fuera de las consignas.

La derecha, desde una concepción falsamente liberal, clama contra el gasto público. Su deseo por tanto debería ser la eliminación del estado o al menos llegar a un estado mínimo. No obstante, y como ya hemos analizado en su más preclaro ejemplo que es Esperanza Aguirre, no es esta la idea de la curiosa corriente liberal española sino la creación de un estado contratista que da servicios sociales pero a través de una cadena de empresas privadas subarrendadas para ello, por ejemplo la Iglesia en educación, consiguiendo así un lobby de apoyo al partido gobernante. De esta forma, la derecha española ejerce el gasto público de forma notoria pero, como la autoproclamada izquierda, para la compra de voluntades y apoyos para su poder. Y sólo clama contra el gasto público cuando este se convierte en gasto social -es decir, en la mentalidad de la derecha- cuando el estado lo ejerce directamente a través de unas redes propias y no de los lobbys interesados y se usa además como principio compensador.

Pero entonces ya piensan que, sin duda, deberíamos estar de acuerdo con esas grandilocuentes ideas de Zapatero, mientras mira al infinito demostrando tener su mirada ida, sobre la salida de la crisis como salida social –y es que le quedó tan bien, cómo decirlo,… tan de izquierdas!-. Nada más lejos de la realidad porque nada más lejos está Zapatero de esas mismas ideas. Zapatero -de quien también hemos analizado aquí su idea de estado ha hecho suya la bandera del gasto público. Pero siempre detrás de sus palabras existe la falacia de que gasto público es igual a gasto social. Precisamente desenmascarar esta falacia hubiera sido una tarea de esa misma izquierda política pero ésta anda demasiado ocupada hablando aún de la Iglesia -cuya única importancia social es precisamente para los políticos profesionales porque uno no conoce a nadie que siga sus dictados (¿y usted?)- y por tanto deberemos hacerla aquellos que estamos en nuestra torre de marfil de intelectuales y, ni tan siquiera, cobramos por ello un suculento sueldo.

Analicemos. El gasto social público en España es de un 21% mientras que en Europa es de media el 27%. Así, sorprende cuando menos ese aire socialdemócrata que quiere ahora sacar Zapatero cuando en su gobierno no se ha mejorado para nada ese porcentaje estando sin embargo, y según él mismo, en la champion league nuestra economía. Por tanto, cuando Zapatero habla de logros sociales se refiere a los logros estructurales conseguidos por los gobiernos de Suárez, en cuanto que inició la universalización de los servicios sociales en España, y González, en cuanto que la desarrolló y fundamentó, pues ni Aznar ni él han generado grandes cambios en ese sentido excepto maniobras ideológicas no acompañadas de subidas reales del gasto social -aunque sí del público-. De esta forma, Zapatero es políticamente un conservador y no el muchacho bienintencionado y progresista que se nos quiere presentar. Y además, y aquí viene un tema fundamental, es un peligro para la propia permanencia de ese escueto gasto social por su propia falacia.

Efectivamente, el gasto público como vemos no es necesariamente social y además no lo es de hecho con el gobierno conservador que tenemos. Este está dispuesto a aumentar el déficit sólo en aquellas partidas que implican mantenerse en el poder pero no en aquello que implicaría un aumento del gasto social en la extensión de derechos. Así, desde los famosos 400 euros hasta la bilateralidad con la oligarquía catalana, y se acerca con cualquier otra oligarquía regional, la primacía del gasto público estatal no es el servicio al ciudadano sino la compra de voluntades políticas que implican mantenerse en el poder como sea. Por ello, el gobierno ya ha asegurado que no aumentará ningún tipo de prestación social pero, al tiempo, no pone tope alguno a la avaricia de los reinos de taifa -aquí hay que leer autonomías- o bien promete eliminar la publicidad de TVE manteniendo su presupuesto para beneficiar a los mass media privados: unas veces el gasto público es rígido, otras es flexible. De esta forma, todo el gobierno, habiendo renunciado ya a cualquier tipo de acción contra la crisis y de ahí su marcado carácter de mercaderes -léase ahora perfil político-, ha decidido utilizar los fondos del estado con la finalidad exclusiva de la permanencia en el poder: hay que resistir. Pero con el dinero de otros.

E incluso habrá algo más. El gobierno sabe que el déficit público que está generando, y que no es por el gasto social, es inasumible e inhabilita las cuentas públicas en algunos años. Pero, y aquí va la predicción científica, tiene un plan con una doble previsión. Si la crisis acaba antes de su legislatura, primera posibilidad, señalará que el futuro hipotecado fue por el esfuerzo social y solidario de antaño y bla y bla –pongan a los creadores culturales aquí haciendo algún vídeo-, con lo que hará una política restrictiva con una fuerte carga ideológica, tal vez un ministerio de vegetarianismo, que permita recuperar el déficit al menos en parte. Sin embargo, algo más probable, si la crisis subsiste y es plausible perder el poder por ella, cercano a las elecciones el gobierno comenzará a lanzar el globo sonda de un alargamiento solidario del subsidio de desempleo que la derecha nunca podría asumir, ni nadie en realidad tras esquilmar las arcas públicas, y presentarse por tanto Zapatero como un buen izquierdista. Prometió el pleno empleo y negó la crisis, al tiempo que la autoproclamada izquierda se postulaba para ministro, y ahora no tendría tapujos en prometer un subsidio más largo.

Así, el gasto público español es excesivo e ineficaz y provoca un déficit público no por el gasto social, ridículo y vergonzoso en cuanto a nuestro nivel económico, sino porque se utiliza para ejercitar el caciquismo y el control político. Pero resulta que ese control político es la finalidad última de un gobierno. Y resulta también que ese gasto público beneficia a una clase política, independiente a su ideología pero dependiente a su condición objetiva social, que lo usa a su antojo para mantenerse en el poder. Y resulta también, y van tres pero la redundancia aumenta el efecto dramático sin duda, que ese gasto público beneficia a grupos empresariales determinados a través de subvenciones o recortes a lo público. Y así, la falacia de unión entre gasto público y gasto social es perfecta pues permite cuando la cosa va bien aumentarlo –pero no el social- y cuando va mal recortarlo –y ahora sí el social-.

Es en definitiva un sistema por el que todos están contentos. ¿Todos? Sí, porque ese todos incluye exclusivamente a los que cuentan.

miércoles, abril 22, 2009

ALGO DE TECNOLOGÍA


Nota: lamento no poder dar información mayor sobre este genial vídeo.

De mañana y yendo a trabajar. Barruntaba yo algo en el pasillo del metro. Había puesto en el título del artículo-ladrillo sobre Bolonia: intentando ser objetivos. Y pensaba ahora que ser objetivos no implica ser neutral porque son dos cosas diferentes. Muy diferentes. Y pensaba yo ahora que era un error ese título. Y sufría, pero poco.

Tengo una agenda electronica, un pocketpc o como ustedes quieran llamarlo. Al principio, como todo buen snob, pensé que qué estupidez, nunca tendré una. Ahora también la uso como móvil -¿dijeron aquello de nunca tendré un móvil?-. La llevo siempre conmigo. Y muchas veces escribo los artículos del blog en el transporte público o leo libros en ella (lo último, El jardín de los cerezos, por algo que ya les contaré). Pero ahora era algo nuevo por hacer: entré con mi agenda y con la tecnología 3G en internet y llegué a mi blog. El metro avanzaba bajo tierra (esta parte es la que pretende darle emoción a la cosa). Me introduje cibernéticamente (ni así tiene emoción) en mi panel y a través de mi agenda cambié el título: intentando informar. El metro llegó a su destino y yo me bajé para meterme en el tren de cercanias. A Fuenlabrada. Cualquier persona en cualquier lugar del mundo podría leerme (total unos 30 lectores, pero a uno siempre le ha ido el delirio).

De vez en cuando uno oye imbecilidades sobre vivir conforme a la naturaleza como si no sirviera de nada que hace 150 años Darwin publicará aquello. De vez en cuando, uno escucha estupideces sobre la vida sencilla y el idiotismo del campo. De vez en cuando uno tiene que soportar a alguien contándole una ñoñería sobre el latín enfrentado al materialismo de la técnica. E incluso de vez en cuando uno tiene que soportar, aunque al menos más inteligente, a Heidegger.

Y por eso de vez en cuando uno debe hacer un homenaje a la tecnología entre otras razones porque quizás por ella sigue uno, o tal vez también usted, vivo. Y hacerlo, sin embargo, sin fidelidades absolutas. Con desconfianza intelectual y, al tiempo, con admiración. Porque lo que es seguro es que gracias a ese proceso tecnológico uno se leyó, entre otras cosas, El jardín de los cerezos, de Chejov.

lunes, abril 20, 2009

EL PLAN DE BOLONIA/2: INTENTANDO INFORMAR

Pero qué se pretende con Bolonia y qué es Bolonia. Normalmente cuando hay una protesta sobre algo, ya sea a su favor o en su contra, es pertinente antes de nada informarse de ese algo. Por supuesto estamos más que convencidos de que tanto los estudiantes rebeldes como los políticos conformes dominan el tema que vamos a tratar, y de ahí que opinen. E incluso sabemos que cualquier tertuliano sabe de esto -bueno, de esto y de todo incluyendo su valiosa opinión sobre un acelerador de partículas o sobre la economía en la Gran Depresión-. Pero a su vez estamos con la certeza de que haya quizás veinte personas en España, incluso con diez nos contentaríamos como bien dijo el bondadoso Yavhe antes de arrasar Sodoma y Gomorra, que puedan reconocer, pero en voz baja, que no saben exactamente qué significa Bolonia y qué cambiará en la universidad si se da paso al plan así denominado. Y como nosotros mismos no nos habíamos informado convenientemente tampoco, al menos para dejarlo por escrito y por tanto tampoco le habíamos dedicado nada hasta hace poco, creemos que es conveniente escribir primero sobre lo que sea tal proceso. Y redactar haciendo algo que ya no se estila en periódico alguno, aun cuando no seamos periodistas: informando y describiendo el hecho sin pretender hacer juicios de valor sobre el mismo.

¿Cual es la pretensión final de Bolonia? La pretensión última del proceso de Bolonia es homologar los títulos universitarios en la UE, es decir, que se reconozca de forma automática el título universitario y permita trabajar a su poseedor en la zona de Europa que se adapte a Bolonia (que se pretendería fuera toda Europa) y todo ello sin necesidad de largos trámites burocráticos. Para ello, y lo primero, todas las carreras universitarias deben tener una estructura similar que se ha decidido que sea en dos ciclos: grado y postgrado, en orden a su titulación académica. Pero alguien podría pensar, y con razón, que nada aseguraría que las carreras aún con nombre similar fueran iguales. Por ello, y siempre estamos hablando informativamente, surge el llamado crédito ECTS. Éste ya no sólo mide las horas de clase, como antaño era lo más habitual, sino que sería el trabajo completo: así se pasa deun crédito de 10 horas a valer 25-30 -pues debe incluir la clase, el estudio, la preparación,…-. Con esto, cada año de carrera implicaría 60 créditos y un grado, la nueva licenciatura, tendrá un total de 240 créditos, 4 años (excepto en ciertas carreras ). Así, a través de un sistema homogéneo de créditos, es decir: de carga de trabajo, se puede valorar a cada grado y homologarlos unos con otros.

¿Qué es un grado, qué es un master? Hasta ahora las carreras universitarias se dividían en diplomaturas y licenciaturas. Las primeras eran más cortas y se presuponía que más técnicas frente a las licenciaturas, con mayor carga teórica. Ello se veía además refrendado en que las diplomaturas generaban un título de nivel académico más bajo -diplomado frente a licenciado-. Lo que ahora se propone con el grado es un único título de una duración entre 180 a 240 créditos. Este título equivaldría a todos los efectos legales al de licenciado. Una vez cursado, los alumnos podrían o bien incorporarse al mercado de trabajo o bien continuar sus estudios en una especialización de rango superior que sería el Master -oficialmente reconocidos, hoy en día no lo están- cuya finalidad seria la especialización para el mundo laboral o bien académica, fundamentalmente para hacer la tesis doctoral. Este Master tendría entre 60 y 120 ECTS, uno o dos años.

¿Pero no le costaría más dinero al estudiante este sistema? A ver, los costes de la universidad pública en España tienen una horquilla que publica el ministerio y que aplican, en concreto, las comunidades autónomas. Ahora mismo, los precios no difieren sustancialmente de los de las licenciaturas antiguas y por lo tanto los de los grados no van a subir de forma escandalosa. Son, repetimos, precios públicos y los marca el estado.

¿Y los masteres, eh listo (homenaje a estudiante antisistema)? Pues resulta que también son públicos y que tampoco están costando lo que se ha llegado a decir. De nuevo nos remitimos a los públicos, los privados son otra cosa, y la subida no resulta escandalosa. Otra cosa sería la posible, aunque a nosotros nos parece con bastante sentido, queja de que a partir de Bolonia va a ser casi obligatorio, al menos para conseguir un buen trabajo, estudiar un master aparte de la carrera cosa que hasta ahora, pero este ahora también admitiría matizaciones dependiendo de la carrera y el trabajo, no era preciso. Así, sí subiría el coste que un alumno debería realizar.

¿Pero no acabará Bolonia con las carreras de letras? Bueno, que yo sepa todas las universidades están, en el fondo, renovando sus estudios y si acaso creando nuevos pero no quitando. De todas formas, cuaqluier estudiante español que quiera hacer una carrera de letras puede hacerla (y si no, que se me diga cuál sería imposible) siempre y cuando esté dispuesto a trasladarse de localidad (lo cual también ocurre con siertas carreras de cienicas en la actualidad e incluso antes). Pero sería bueno que quiénes defienden que las letras van a desaparecer sacaran datos sobre el número de carreras desaparecidas, en el tránsito de la licenciatura al grado, hasta el momento.

¿Y no es esto de Bolonia en el fondo una claudicación al capitalismo? Bueno, la propia pregunta tiene su trampa. Si se refiere a la entrada de la empresa en las nuevas carreras se debería especificar qué carreras son esas y cómo se da dicha entrada. Por supuesto que las empresas, imagino y subrayo la palabra, van a subvencionar o patrocinar ciertos masteres que les interese pero eso no quiere decir que no se pueda dar otros de ciencia “pura”, por ejemplo. Sin ir más lejos, no creo que nadie se pueda quejar de la poca importancia que tiene la ciencia pura en EEUU, más sin duda que en cualquier país europeo, o las letras puras en ese mismo país o Gran Bretaña. Es por tanto carente de fundamento, salvo que se dé información concreta al respecto quer yo desconozco, que la entrada de la empresa en la universidad va ir contra la investigación fundamental entendiendola como aquella que no guarda relación directa con un beneficio económico.

Y:
1.- ¿Acaban aquí las preguntas sobre Bolonia? Creemos que sin duda no, pero consideramos que hemos contestado a las más importantes. No obstante, es este un artículo abierto donde, a manera de información, podríamos no solo contestar a estas cuestiones ya planteadas sino también a otras. E incluso donde esperamos más información.

2.- ¿Quiere esto decir que estamos a favor de Bolonia? No necesariamente, pero estamos hartos de la mentira y la ñoñería de una autoproclamada izquierda que aún analiza el capitalismo con categorías decimonónicas de empresarios malos y oligarquías sin comprender que el capitalismo hace mucho tiempo superó esa realidad. Por tanto, la crítica a Bolonia no puede ir por donde ha ido, al menos por donde ha ido en líneas generales, sino que debe ser más radical: desde la raíz del propio capitalismo. Pero eso será en el último artículo de esta serie.

miércoles, abril 15, 2009

VIDA INTERIOR/22 (los dos patitos): ACTUALIZANDO MI BIOGRAFÍA

¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará.Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser feliz

Unos viven la vida, otros solo la hacemos. Y, a veces, también la escribimos. Con lo que ha pasado no podíamos por menos que actualizar nuestra célebre biografía. Y lo hacemos contentos porque en el fondo nosotros también queremos ser felices.
Como usted
y usted
y usted.
Todos contentos, ¿o no?

lunes, abril 13, 2009

NUEVO GOBIERNO

1.- La ciencia es predicción certera. Su grandeza se basa, precisamente, en la capacidad de anteponerse al tiempo que aún no existe, el futuro, y decir qué va a ocurrir. Por eso, un conocimiento sin esa posibilidad no es ciencia aunque pretenda serlo en su nombre. Y es curioso que casi todos los estudios sobre la realidad han caído en el error de autodenominarse científicos y creerse tales solo cambiando el nombre: hay así una ciencia económica y, hasta, una ciencia de la información. Y también hay, cómo no, una facultad de ciencias, aún en plural suena más pedante, políticas. Precisamente todo lo que sigue detrás es un experimento crucial sobre esas mismas ciencias politicas. Pretendemos no solo explicar la causa del cambio de gobierno por parte de Zapatero, describir es siempre más sencillo, sino también pronosticar qué es lo que se busca con ello y, por tanto, qué va a ocurrir.

2.- La miseria moral de ciertos personajes no parece conocer límites. Zapatero es sin duda un gran político y con ello, sin duda, un gran mentiroso. Ello no quiere decir, por supuesto, que todo gran político sea un gran mentiroso pero sí condena aquella teoría sobre la estupidez de Zapatero. Zapatero será un miserable moral, lo es, pero no un estúpido -y por eso, precisamente, es un miserable-. De hecho, Zapatero es un ejemplo del político posmoderno –algo que ya inició Blair- frente a por ejemplo Aznar, que aún pretendía, como político antiguo, ser un estadista cuando a lo máximo que podía aspirar era a ser presidente de una comunidad de vecinos o alcalde de pueblo. Y esta diferencia entre uno y otro no se debe basar en el empleo de la mentira, Aznar mintió sin descanso, sino en otra cosa. No cabe intentar explicar a Zapatero de acuerdo a la idea política tradicional -ideas y proyectos basado en los llamados grandes relatos como la patria, el sentido de la historia o la emancipación humana- sino a una nueva forma politica que pasa por el uso que él mismo hace de la teoría de los estudios sociales que se trata de una sociología de la fragmentación. El marxismo hizo una división social sobre la base de la posesión o no del medio productivo, independientemente de las cualidades individuales, y cuyos intereses implicaban siempre a la totalidad. Sin embargo, para el estudio social, proveniente de la universidad de EEUU, no es tan importante la economía objetiva como la pertenencia a un colectivo determinado: mujeres, negros, hombres, vagabundos,… Se trata así de un cambio de paradigma importante pues lo que ahora importa no es tanto la condición objetiva social sino la sensación de pertenencia a un colectivo con intereses muy concretos que no implican el derrumbe de la totalidad: más fácil de manipular, más fácil de gobernar. Y Zapatero sabe que hay un colectivo importante en España que se considera, lo sea o no porque eso es otra historia de la objetividad, profundamente progresista. Da igual que luego sean y tengan un comportamiento social de derechas, porque lo que importa es que esa gente se siente en su interior –ah, el interior- progres. Y son un numero alto que Zapatero ha sabido movilizar muy bien de acuerdo a la estrategia de la confrontación: todo el que no me apoya es de derechas.

3.- La crisis económica es dura. Y lo es también porque el gobierno de Zapatero mintió hasta que ganó las elecciones asegurando que no había crisis y no tomó ninguna medida adelantada. Y lo es también porque el gobierno no sabe qué hacer. Cuando los niños tienen un problema usan una táctica sencilla tal vez objetivamente incorrecta, pero subjetivamente eficaz: olvidarlo y esconderse pensando que todo se arreglará solo. Cuando Zapatero excluye a Solbes del gobierno y lo sustituye por Salgado viene a decir que ya ha agotado su papel en la crisis económica y no piensa hacer más. Es decir: que imaginará cada noche que no hay crisis a la espera de que Obama y EEUU arranquen la economía. Y volvamos a entrar en la famosa champions.

4.- Se trata efectivamente de un gobierno con un claro matiz político, como no se ha cansado de repetir la prensa afecta. Pero lo interesante es interpretar qué significa esta expresión tan noble del matiz politco. Si observamos los nuevos ministros nos daremos cuenta de ello. Son o ministros del aparato del partido (José Blanco y Chaves) de los autodenominados creadores (González-Sinde) y de la universidad (Gabilondo), añadiendo a ellos ese personaje curioso, que ahora explicaremos su papel y que no es ajeno al partido, que es Trinidad Jiménez. ¿Por qué esto? Es una llamada de Zapatero a sus fieles, y bien recompensados, grupos sociales que de forma unívoca le han apoyado, en el caso de la universidad y el mundo de los autodenominados creadores, y una llamada de atención al partido avisándole de que si él, el presidente del gobierno, se hunde, el PSOE se hunde.

5.- Efectivamente, Zapatero ha decidido ligar su futuro al partido, o mejor aún, ha decidido ligar el futuro del partido al suyo. Hasta ahora, Zapatero había mostrado su desinterés por el partido al que consideraba secundario a la hora de las decisiones, como se vio al nombrar de vicepresidente, un cargo que se suele reservar a alguien del aparato, a la ínclita de la Vega. Sin embargo, la crisis económica y la presumible pérdida de las elecciones europeas le ha llevado a unir su suerte a la del partido para que nadie haga un movimiento en falso intentando ya una sucesión. Si Zapatero fracasa ahora fracasará el partido cosa que no hubiera sucedido antes pues el aparato siempre podía argumentar su escasa presencia en la toma de decisiones. Sin embargo ahora la incorparación de José Blanco, otro que no tiene un pelo de tonto, y especialmente de Chaves marca un nuevo punto de inflexión: el partido y yo, piensa Zapatero, vamos en unidad de destino. No se sabe si en lo universal, y viendo el ridículo de Kosovo ahí parece que no, pero sí al menos en lo local: la pérdida de mi puesto implica la pérdida de los vuestros.

6.- Y asimismo cabe entender así la llamada a la universidad y a los autodenominados artistas. Nombrar ministro de educación al jefe de los Rectores, Gabilondo, es una jugada estratégica que no hay que entenderla solo en sentido del proceso de Bolonia, algo que ya se va a hacer de una amnera u otra, sino en el de los favores recibidos. Efectivamente, debemos recordar que nada más llegar Zapatero al poder paralizó la ley universitaria que había creado el PP y contra la cual, casi unánimemente, había saltado el mundo del escalafón universitario. ¿Razón?, que aquella ley introducía un timidísmo recorte al poder de las familias y mafias universitarias que hasta entonces, y ahora, dirigían las universidades como si fueran las repúblicas independientes de su casa. Así, el mundo universitaria debía un favor y como en las viejas películas de mafiosos ha llegado el momento de pagar cuando las cosas van mal. Y no es vano que todo un metafísico, como lo fue Hegel quien al situarse como rector en Berlín corrió dialécticamente para declarar el espíritu absoluto realizado en el mismo estado que tan alto honor le concedía, corra ahora para ser ministro: pero, ya saben, aquí en plan local. Todo.

7.- ¿Y qué decir del mundo de los autoproclamados creadores? Normalmente no veo cine español: ni chino, ni italiano, ni americano, ... Sólo veo cine. Sin embargo, el cine español siempre lo pago. Y doy gracias a que la subvención del mismo permite el desarrollo cultural imprescindible de dicha industria: industria de la cultura como en el viejo chiste inteligencia militar. Pero lo que importa aquí es como un grupo que se ha significado sobremanera por su apoyo al personaje vuelve ahora gratificado. Y aquí no tanto por los favores especiales recibidos en su legislatura anterior como por los que quedan por percibir como promesa. Frente a la universidad, donde los favores recibidos pertenecen fundamentalmente al pasado, la industria de la cultura espera deseosa una ley que reduzca la libertad de internet y la domestique. Y al igual que ya apoyaron antes vuelven a estar, más que nunca, preparados para volver a defender sus privilegios.

8.- ¿Y Trinidad Jiménez? Si Zapatero sabe hacer algo es ideología: ocultar la realidad tras un manto. Recientemente, con el tema del aborto, ya se ha visto su labor: durante un mes la crisis desapareció de los titulares. A su vez, sanidad, en aras de la desastrosa competencia autonómica, es casi una cartera sin significado, en esto como educación, pero con un posible uso ideológico: Trinidad Jiménez, especialista en demagogía, será la encargada cuando queden pocos meses para las elecciones en presentar un proyecto que irrite a la reaccionaria Iglesia Católica -por ejemplo, algo sobre la eutanasia-. Y de nuevo la conciencia progre asistirá a votar con, tal vez, otros 400 euros pagados.

9.- Y cuando se habla de político es a esto a lo que se ha llegado.

y 10.- Y es triste.

viernes, abril 10, 2009

VIERNES SANTO: MISERICORDIA DE DIOS

Nazarin, Luis Buñuel, 1958.


Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. A la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: Eloi, Eloi, ¿lema sabactani? -que quiere decir- Dios mio, Dios mio, ¿por qué me has abandonado?

Evangelio de S. Marcos, 15 33-34

miércoles, abril 08, 2009

COSAS QUE MERECEN LA PENA

Hace doce años que di clase en el instituto Alameda de Osuna, de Madrid. Fue en los cursos 1996-97 y 1997-98. Este verano me llamaron mis exalumnos para quedar y así lo hicimos. Estuvimos hablando y ellos habían crecido mientras yo envejecía –pero, con apostura-.

Hasta hace tres años di clase en el instituto Duque de Rivas, de Rivas Vaciamadrid (Madrid). Fue entre los cursos 1998-1999 y 2005-2006. Este lunes quedé con exalumnas que me habían llamado para ir a cenar. También habían crecido y yo seguía envejeciendo –pero, con apostura-.

Seguramente, eso espero, me vaya -aunque la expresión correcta sería que me echan- este año del instituto Federica Montseny, de Fuenlabrada (Madrid). Y tal vez, quien sabe, dentro de algunos años quede a cenar con mis exalumnos porque me llamen. Y ellos habrán crecido y yo ya estaré viejo –aunque hay gente que nacimos ya viejos-.

Y es que frente a la miseria moral de tanto funcionario de la educación hay cosas que merecen la pena.

lunes, abril 06, 2009

EL PLAN DE BOLONIA/1: UNIVERSIDAD BASURA (la actual)

De todo el sistema de enseñanza español sin duda alguna el peor es la universidad. No se trata, no crean, de una opinión subjetiva e infundada. Mientras que las enseñanzas medias nos sitúan en una triste y ridícula zona media baja de la OCDE, según las últimas estadísticas, no hay un solo informe internacional de evaluación que no sitúe a la presunta élite educatica superior en el furgón de cola. Y dicho furgón de cola se ocupa además sea cual sea el análisis sobre la actividad universitaria: ya sea por su pésima docencia –si se ponen a pensar en los mejores profesores que tuvieron veran como muy pocos son de la universidad cuando en ella se dan las condiciones idóneas para que fuera lo contrario- como por su ridícula investigación -salvando por supuesto las excepciones que lo son a pesar de la propia institución-. Así pues, la universidad española es, resumiendo, una porquería. Pero lo interesante no es sólo describir, sino enunciar causas. Y este artículo, primero de una serie, pretende eso mismo: explicar el motivo que lleva a que la universidad española sea tan, y tan, mala.

Todo este preámbulo viene al caso cuando se analiza el tema de Bolonia. Efectivamente, creemos que el célebre proceso de Bolonia está siendo manipulado por la mayoría de los que se declaran fervientemente a favor del mismo como por esos otros que, en nombre de la sociedad y la cultura, se declaran en contra. No se trata, no crean y volvemos a lo de siempre, de que se obre de mala fe por su parte, sino que el grado de corrupción moral y educativa ha llegado a tal punto en la universidad, siempre estuvo en ella, que los intereses sujetivos y coorporativos han pasado a ser los intereses institucionales. Y por tanto la defensa de la institución tal y como existe en la actualidad, y es algo que ya también empieza a ocurrir en la enseñanza pública media, es idéntica a la defensa de estos intereses coorporativos del funcionariado. Así, para hablar de Bolonia hay que hablar primero de la universidad española actual y situarla y su contexto y luego analizar si Bolonia va a mejorar o no esa situación. Pero tampoco hablar solo de eso.

La actual universidad española no está al servicio de la sociedad. Tampoco, claro está, al servicio del saber o la cultura. Sólo está al servicio endogámico de sí misma. Pero hay que explicar este sí misma para no caer en la oscuridad. Y en este sí misma hay un agente interno y uno externo. Analilemos primero el interno.

La clave para entender la institución universitaria española es, como ya hemos señalado, el mandarinato del funcionariado. Y no debe entenderse solo el docente sino también el administrativo. Toda la universidad está montada efectivamente sobre la base de los privilegios de este funcionariado concebido como élite social desde su horario diario -hace poco los administrativos de la Universidad Autónoma de Madrid iniciaban una severa protesta contra la idea de hacerles fichar e impulsaban a cambio la petición, increíble pero cierto, de un plus de puntualidad- hasta el calendario oficial –con, por ejemplo, un adelanto de la selectividad en Madrid que ha ocasionado una pérdida de horas lectivas fundamentales en 2º de bachillerato- pasando por la vergonzosa selección del profesorado a través de la formación de grupos privados de intereses que entre favor recibido y favor dado, van imponiendo a sus candidatos no por su mérito, aunque casualmente puedan poseerlo o no, sino por su pertenencia a la familia: el candidato de la casa. Así toda la institución no está pensada como servicio sino como medio de conservación de dichas élites funcionaliares. Del mismo modo, pero con menos razón, que los parques naturales conservan linces incapaces de adaptarse a las nuevas condiciones de su hábitat, las universidades conservan funcionarios de élite y reproducen sin descanso esa especie. La universidad española de esta forma y actualmente tiene como misión principal servir a los intereses de sus ilegítimos dueños, el profesorado fijo y el resto de funcionarios, y toda ella, desde los alumnos y los becarios que aguantan lo que sea con tal de llegar a su sueño de una plaza hasta el rector, se mueven de acuerdo a dicha realidad.

Y este espeluznante panorama no solo no ha cambiado desde los tiempos del franquismo, donde tuvo su origen, sino que se ha acrecentado con los reinos de taifas que han acabado siendo las autonomías. La clase política española autonómica, otra élite, ha generado universidades en cualquier lugar de la geografía, lo que no tendría que ser malo, y cuanto más paletas -léase en lenuaje correcto: con más identidad nacional- mejor. La finalidad de stas universidades no eran los estudiantes ni la mejora de la calidad de la enseñanza superior sino generar una red de control institucional a costa del presupuesto público. Era una cuestión de prestigio que toda autonomía, y sus principales ciudades, tuviera una universidad independientemente de su necesidad o no. Pero también era un proceso, especialmente en las autonomías con lengua propia y nacionalismo, de hegemonizacion y control social y político. Efectivamente, se trataba de expulsar a los desafectos al nuevo régimen nacionalista e impedir la entrada de aire fresco del resto del estado. Así, el requisito imprescindible era el idioma regional –uy, lo que he dicho- lo que se imponía al profesorado, especialmente al que quería llegar a serlo, y al alumnado. Como consecuencia, resultaba más dificil a un estudiante del resto de España irse a estudiar a Cataluña que a un país extranjero y cualquier profesor debería preocuparse más de estudiar catalán que de comprender a Kant. Así, las autonomías generaron una universidad que lejos de servir de motor de modernización fue un elemento político al servicio de los caciques: la propia clase política autonómica y la funcionaral.

De esta forma, la universidad española nunca estuvo al servicio de la sociedad o de la cultura, por ejemplo ha sido incapaz de generar un solo premio nóbel, sino solo al doble interés, desde la época de la dictadura, del funcionariado privilegiado de la misma y, con las autonomías, de una clase política que la ha usado para sus intereses homogeneizadores. Pero, ¿quiere esto, por otra parte tan obvio, decir que Bolonia será bueno porque ya nada puede estropear la universidad? ¿Quiere decir que Bolonia necesariamente deberá mejorar esto? Pues no necesariamente. Pero ya queda para otro día.

viernes, abril 03, 2009

VENGA, MEMORIA HISTÓRICA

EB-IU se ha puesto, de pronto y por fin, muy digna sobre la situación política del País Vasco. IU también. No se puede consentir, aseguran, un pacto entre el PSE y el PP. Y los blogueros de IU, cercanos a IU o propiamente de la autodenominada izquierda transformadora se unen a ellos. Nosotros lo sabemos por D. Ricardo.

Ha estado EB-IU gobernando con el PNV muchos años. Pero el PNV no es de derechas.

Ha gobernado EB-IU con los proetarras en ayuntamientos hasta que mataron a uno del mismo pueblo. Y entonces, mil víctimas después, se escandalizó la izquierda transformadora y rompieron la coalición: era una desfachetez que con toda España para matar lo hicieran justo en ese bonito paraje del País –que querían solo- Vasco.

Y si aún hoy miran la página web de EB-IU, como ayer, verán que ETA no existe: pero sí la solidaridad, ¡oh la solidaridad!, con el pueblo palestino.

Es lo malo de perder el sillón. Y lo malo de ver que, por primera vez, gobernarán los que llevan escolta. Es, en definitiva, un lema clave en EB-IU: dignidad, siempre dignidad.

Cantando bajo la lluvia (1952), dirigida por Stanley Donen.
Con Gene Kelly y Donald O´Connor

miércoles, abril 01, 2009

BOLONIA Y EL PROBLEMA

Hay gente para la que le es sencillo decir sí o no a algo. Y cuanto más complicado es ese algo, más fácil es su consigna a favor o en contra. Los partidos políticos son expertos, como las empresas para vender sus productos, en hacer algo así: una sencilla lista de lemas. Sin sombra como las religiones. Y mítines como eucaristías.

Hay sin embargo otros que necesitamos explicarnos a nosotros mismos y al resto. Porque no es sí y no es no. Porque, tal vez, es una negación mayor. A partir de mañana, espero, intentaremos explicar nuestra posición sobre el denominado proceso de Bolonia, esto es: sobre la reforma universitaria. Y queremos huir, tal vez no lo consigamos, de fáciles pancartas. Porque Bolonia, como todo, no se puede analizar desde palabras fetiches ni rechazos de monjitas bienintencionadas sino desde un análisis de la realidad de una institución universitaria que nunca estuvo al servicio de la sociedad y que tampoco en Bolonia se busca que esté.
Pero eso luego.

Ahora sólo queda un final iluminado. Fue Marx el que señaló que había que ser radical. Y añadió: tomar las cosas desde su raíz. Y luego se encerró en la biblioteca del Museo Británico.
Para estudiar.