¡HALA MADRID!
¡HALA MADRID!
¡HALA MADRID!
Se sigue destruyendo empleo en el primer trimestre del año.
Ah, socio del Real Madrid número 11.042.
"Ilustración es la salida del hombre de su culpable minoría de edad."
martes, abril 29, 2014
domingo, abril 27, 2014
2x1 EN ELVATICANO
Hoy se celebra un solo acto en el Vaticano, pero una doble canonización.
Es un 2x1. Como en el Carrefour.
Parte mala: no se puede elegir el sabor (pasa como en el pack de yogures)
Parte buena: aguantas una homilía y te llevas dos santos (casi como en el pack de yogures).
Pero, ¿cuál es mejor?
De todas formas,no hay que frivolizar con las cosas.
Especialmente, si son cosas serias.
D. Hilarión, en La verbena de la Paloma, también tiene ese problema: una morena y una rubia.
Es un 2x1. Como en el Carrefour.
Parte mala: no se puede elegir el sabor (pasa como en el pack de yogures)
Parte buena: aguantas una homilía y te llevas dos santos (casi como en el pack de yogures).
Pero, ¿cuál es mejor?
De todas formas,no hay que frivolizar con las cosas.
Especialmente, si son cosas serias.
D. Hilarión, en La verbena de la Paloma, también tiene ese problema: una morena y una rubia.
jueves, abril 24, 2014
RIQUEZA FAMILIAR (superando la crisis)/1
Según el Banco de España, las familias españolas han aumentado su riqueza en un 25%.
Ante esto caben dos opciones:
1.- Alguien se está forrando y no soy yo.
2.-Yo no soy español. Pero siendo antitaurino, eso no es extraño como diría Esperanza Aguirre.
Ante esto caben dos opciones:
1.- Alguien se está forrando y no soy yo.
2.-Yo no soy español. Pero siendo antitaurino, eso no es extraño como diría Esperanza Aguirre.
lunes, abril 21, 2014
UCRANIA (hacia el valle de la muerte cabalgaron los seiscientos)
1.-
El tema Ucrania es una lucha de poder
interna entre dos grupos oligarcas: no hay más. Dos oligarquías internas y dos
intereses internacionales, Rusia y la Unión Europea, se enfrentan sobre los
habitantes de Ucrania. Esto es el resumen del análisis de izquierdas.
Pero,
hay un hecho curioso: la derecha española que clama contra las manifestaciones
aquí, sin embargo celebra que allí una manifestación derroque a un gobierno
elegido en las urnas y defiende que la UE lo reconozca; la autoproclamada
izquierda, que aquí rodea el congreso, condena que una manifestación derroque a
un gobierno, pero sólo en Ucrania, y defiende
la intervención rusa.
Que
la derecha sea hipócrita no nos preocupa; que la izquierda sea imbécil, sí.
2.-
La extinta URSS era un estado totalitario –a veces, conviene recordar lo
evidente-. Anclada en una producción en declive, la economía soviética era
incapaz de revertirse socialmente en dos aspectos fundamentales: por un lado,
en la mejora de las condiciones de vida de la población; por otro, en la formación
de un grupo social que, independiente al Partido Comunista, pudiera tener
relevancia social y ánimo de cambio. Efectivamente, una sociedad permanentemente
depauperada en lo económico, social y cultural no era capaz de generar un grupo
que pudiera prosperar económica, social o intelectualmente ajena al interés del
PCUS. Por tanto, toda innovación intelectual o
social era reducida de inmediato al fenómeno del partido. Y lo último
que quería el partido, oligarquía en el poder, eran innovaciones.
3.-
Pero, el cambio vino y fue por la fuerza externa lo que provocó aún más el
caos. A diferencia del posterior modelo dictatorial chino, que aprendió del
fracaso del PCUS, el partido comunista soviético fue incapaz de liderar el
proceso y tampoco supo, como oligarquía, gestionarlo. Así, desapareció el PCUS y
en la lucha darwiniana por la existencia solo sobrevivieron determinados
individuos. Si la URSS había sido el paraíso de la nomenclatura, la nueva Rusia
será el paraíso de los condotieros:
Yeltsin fue uno, Putin es otro. Gente venida de la antigua dictadura que sin
ideología clara, fuera del populismo, luchan para adueñarse del estado. Y todo
lo anterior no hace referencia solo a Rusia sino, con alguna excepción en su
parte más occidental, también a las antiguas repúblicas, las colonias soviéticas.
4.-
El fin de toda esta oligarquía exsoviética es, y aquí como el fin de toda
oligarquía incluyendo la occidental, mantenerse en el poder. Pero hay una
diferencia con la oligarquía occidental: mientras que en el capitalismo el
precio a pagar para mantenerse en el poder es la innovación permanente y la
aprobación de un mínimo de democracia, en el sistema exsoviético es mantener
las circunstancias del anterior sistema y no desarrollar una democracia compatible
con la europea. Es decir, y esto es clave, la oligarquía exsoviética desea lo
mismo que la occidental, mantenerse en el poder, pero su circunstancia económica
le lleva a ser mucho más conservadora.
Mientras que esta vive cómoda en la democracia porque su ganancia proviene del intercambio
de mercancías –y esto es clave aunque no podamos explicarlo ahora-, aquella tiene
un problema con el sistema democrático porque su única ganancia es el gas y el
petróleo, el aprovechamiento de los recursos naturales.
5.-
Y esto, el conservadurismo de la oligarquía soviética ya sea rusa ya sea
ucraniana, se ve reflejado en el poder de la iglesia ortodoxa, que ha venido a
sustituir hegemónicamente al partido comunista. Efectivamente, resulta extraño
que una oligarquía procedente del comunismo le haga tanto el juego a los popes,
pero no lo es si mantenemos nuestro análisis: la iglesia ortodoxa es el
guardián de la tradición. Y tradición para la oligarquía exsoviética es poder.
Y,
unido a esto, algo que ya había en el antiguo sistema: el nacionalismo. Pero aquí
no se trata de un fenómeno solo ruso sino de la izquierda en general: de pronto
la izquierda descubre la patria y la unidad de destino en lo universal. Inmersa
en una crisis de discurso, solo así parece dispuesta a enfrentarse al nuevo
capitalismo. En breve, y si no al tiempo, surgirá la espiritualidad.
6.-
Gas y petróleo. Ese ha sido el gran legado de la gloriosa Unión Soviética a su
pueblo y a la causa de la emancipación: algo que sucedió hace millones de años
y que el PCUS no pudo estropear. Gas y petróleo -bueno, y no conviene olvidar
la formación de un ejército de ocupación- es todo el éxito de la economía
soviética comunista. Y al igual que en todos los países que basan su riqueza en
los productos naturales –los árabes, por ejemplo- la oligarquía ex soviética
busca mantener ese statu quo que la mantenga al margen de las innovaciones no
necesarias para mantener su control social. No hay que olvidar que la gran contribución
de Rusia a la tecnología en los últimos 40 años ha sido el Tetris. Y ya no se
exporta –por cierto: ¡cómo molaba el tetris!-
7.-
Ahora, por fin, tenemos las herramientas para comprendar lo que ha ocurrido en Ucrania:
una lucha de oligarquías para mantenerse a la sombra del gas y del petróleo. En Ucrania ha ocurrido lo
mismo que en la madre Rusia. Unas oligarquías cuya base es el inmovilismo, pues
no necesitan cambio para mantenerse en el poder, y procedentes del partido
comunista han chocado como tales oligarquías.
Y lo importante es señalar esto. Tanto el sector europeísta como el prorruso no
deben definirse por estas cualidades sino por ser oligarquías. Es decir, lo
primero ha sido la lucha de oligarquías y lo segundo la búsqueda de aliados,
Rusia o Europa.
8.-
Pero resulta algo más: la amenaza de la
fracturación hidráulica como método de extracción de gas y petróleo.
Curiosamente, el presidente ucraniano anterior, Yanukovich, había firmado un acuerdo poco antes de
su defenestración para que empresas occidentales comenzarán la extracción por
fracturación hidráulica de gas en Ucrania. Así, esta nueva técnica resulta
peligrosa para Rusia cuya potencia gasística y petrolera es clásica. Es decir,
Rusia necesita hacer que su gas y petróleo sigan siendo vitales para Europa y,
especialmente, para sus ex colonias. Y ahí es donde entra el temor ruso al
fracking (la fracturación hidráulica) y a cualquier alternativa energética. Y
ahí es donde están las famosas minorías rusas amenazadas: la propia oligarquía
rusa que teme perder el control de la ocupación.
9.- Y tenemos el resumen.
Los dos bandos enfrentados en
Ucrania, cuyas figuras son dos individuos de la catadura moral de Timoshenko y
Yanukovich, no luchan por la libertad ni por dos modelos sociales contrapuestos
sino solo por sus propios intereses como oligarquías: conseguir la mayor parte
del pastel en futuros contratos.
Rusia, es decir la oligarquía rusa,
que no defiende los derechos humanos ni civiles de los ciudadanos rusos en su propio
país, no piensa tampoco defenderlos para la población de origen ruso en
Ucrania. La intervención rusa en Ucrania no es más que la defensa del interés
de esa oligarquía. Por eso, cuando Putin habla de los intereses de la madre
Rusia en realidad habla de sus intereses. Y en un doble sentido: primero, para
que se mantenga el statu quo actual; segundo, para evitar que Ucrania, o sea su
oligarquía, se independice de Rusia, o sea su oligarquía. El pasaporte ruso
repartido graciosamente es la muñeca chochona de las ferias: siempre gana el
feriante.
Y la UE y EEUU tampoco luchan por la
libertad. Tan idiota es pensar que Putin defiende algún derecho como creer que
esta UE piensa en términos de derechos ciudadanos. Aquí lo que hay es intentar
contrarrestar el poderío ruso en la zona como respuesta a la creciente acción
exterior de Rusia y su posible subida a la parra en el tema del gas. E
igualmente, buscar continuar con el fracking en Ucrania para conseguir gas más
barato, como ha hecho EEUU, mientras ecológicamente se prohíbe en Europa. Se
trata del toque de atención de una mafia a otra.
10.-Pero lo más triste de todo no es
que las oligarquías se enfrenten sobre la gente, sino la respuesta de la
autoproclamada izquierda (o al menos de una parte sustancial de ella en las
redes sociales) ¿Por qué la izquierda no analiza el hecho desde la perspectiva
anterior, o desde otra perspectiva pero con contenidos clásicamente
izquierdistas, y se dedica a defender a
Putin y a sus secuaces?
La
respuesta es sencilla: ausencia de discurso ante la nueva situación económica,
la expansión del nuevo capitalismo, y sus consecuencias a nivel mundial. Y esta
ausencia de respuesta tiene una consecuencia fundamental. Como no hay un nuevo análisis
político de la nueva economía globalizada la respuesta es la resistencia
primitiva: la vuelta al pasado. Así, la izquierda recoge el discurso de la
guerra fría frente al imperialismo americano, y que todo lo que vaya contra él
es bueno, y el nacionalismo como redención ante la globalización del
capitalismo. Recoge, curiosamente, el mismo discurso que Putin aunque por
motivos distintos y ello le lleva a defender coherentemente a Putin. La
izquierda no está ya a sueldo de Moscú, es que desgraciadamente es tan reaccionaria
como Moscú.
La
pérdida de discurso de la izquierda ante el desarrollo del Capitalismo ha
producido una izquierda reaccionaria. Si hay una nueva situación, sustancialmente
distinta, utilizar el discurso anterior del antiimperialismo o del nacionalismo
descolonizador –que de por sí ya no eran discursos progresistas- acaba en lo actual: reacción pura y dura. Así,
la autoproclamada izquierda revive discursos en que coincide con un individuo
como Putin y habla de naciones, derechos históricos y demás parafernalia de la
reacción.
y
11.- En 1854, Tennyson, ante la locura de una carga de caballería contra
cañones en la guerra de Crimea y donde murieron cientos de pobres soldados,
escribió el poema La carga de la brigada
ligera. En su estribillo se repite: hacia el valle de la muerte cabalgaron los
seiscientos. La autoproclamada izquierda defendiendo al autócrata Putin tiene
la misma imbecilidad épica que Tennyson, pero le falta su potencia poética –sí,
todo documento de cultura es a la vez un documento de barbarie, como decía
acertadamente Benjamin- . Pero, ello no significa que no cabalgue también, rodeada
de la fanfarria hortera y no del verso, hacia
el valle de la muerte.
domingo, abril 20, 2014
sábado, abril 19, 2014
SÁBADO DE GLORIA
Muy interesante.
Antonio Piñero nos deleita, por tercera vez, con su conocimiento desde una perspectiva puramente histórica sobre triunfo de la visión de San Pablo en el Cristianismo.
Conferencia: El clamoroso éxito de Pablo
viernes, abril 18, 2014
VIERNES SANTO
Muy interesante. Antonio Piñero nos vuelve a deleitar con su conocimiento desde una perspectiva puramente histórica sobre el Cristianismo en general y sobre Jesús.
Programa Mis enigmas favoritos: Preguntas sobre Jesús.
jueves, abril 17, 2014
JUEVES SANTO
Muy interesante.
Antonio Piñero nos deleita con su conocimiento desde una perspectiva puramente histórica sobre el Cristianismo en general y sobre Jesús.
Programa Mis enigmas favoritos: Jesús de Nazaret
miércoles, abril 16, 2014
EL GOBIERNO DEL PP Y LA FILOSOFÍA/8
El gobierno del PP ha eliminado la Historia de la Filosofía de la educación. Pero, ahí no cesa su programa oculto.
El gobierno del PP recuerda a Nietzsche que por cada vuelta del Eterno Retorno se pagará IVA.
El gobierno del PP recuerda a Nietzsche que por cada vuelta del Eterno Retorno se pagará IVA.
viernes, abril 11, 2014
CASTIGADO (no soy de izquierdas de verdad, pero lo intento)
Ser poco de izquierdas merece un castigo. Catalunya o Euskal Herria son sin dudas naciones (miren si no el frontispicio de La Haine, página rebelde donde las haya), pero el estado español es un invento de los explotadores. Yo me culpo de pensar y de defender que no hay naciones: yo no soy de la auténtica izquierda. Por eso, me arrepiento ante los que tienen una unidad de destino en lo universal y avergonzado escribo 100 veces.
Seré un
buen izquierdista: me reiré de España y defenderé a Catalunya.
Seré un
buen izquierdista: me reiré de España y defenderé a Catalunya.
Seré un
buen izquierdista: me reiré de España y defenderé a Catalunya.
Seré un
buen izquierdista: me reiré de España y defenderé a Catalunya.
Seré un
buen izquierdista: me reiré de España y defenderé a Catalunya.
Seré un
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izquierdista: me reiré de España y defenderé a Catalunya.
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buen izquierdista: me reiré de España y defenderé a Catalunya.jueves, abril 10, 2014
CATALUNYA TRIUNFANT (y van...)
Los nacionalistas piden votar sobre si el Barça pasa o no a semifinales.
La autoproclamada izquierda exige escuchar al pueblo catalán.
La autoproclamada izquierda exige escuchar al pueblo catalán.
lunes, abril 07, 2014
EL GOBIERNO DEL PP Y LA FILOSOFÍA/7
El gobierno del PP ha eliminado la Historia de la Filosofía de la educación. Pero, ahí no cesa su programa oculto.
El gobierno del PP señala que las críticas de Kant carecen de fundamento.
El gobierno del PP señala que las críticas de Kant carecen de fundamento.
jueves, abril 03, 2014
¿HABLAS CONMIGO?
Esperanza Aguirre defiende su libertad. Pero, solo por una multa de tráfico.
Taxi driver (1976), Dir: Martin Scorsese
Taxi driver (1976), Dir: Martin Scorsese
martes, abril 01, 2014
VINO CON CASERA: CAPITALISMO E IDEOLOGÍA
La
gastronomía es, no cabe duda, un hecho cultural relevante. En ella se puede ver
no solo los gustos culinarios de una sociedad determinada sino, buceando un
poco, algo más sobre esa misma sociedad. Efectivamente, la gastronomía de una
sociedad nos habla de su economía y nivel de riqueza a través de los productos
usados; su grado de igualdad o no, a través de los platos exclusivos de ciertas
élites o compartidos; sus relaciones internacionales, con sus comidas
exclusivamente regionales o asumiendo lo extraño; … y así una serie de elementos. Por eso, tratar
sobre gastronomía no es desdeñable para comprender a un colectivo humano.
Pero,
y esto no conviene olvidarlo, también la basura nos habla de todo eso. O los
excrementos, como los cropolitos fosilizados, nos pueden ayudar a comprender el
pasado. O la esclavitud, el arte, el infanticidio, la filosofía, los
sacrificios humanos,… Es decir, que algo forme parte de la cultura como
civilización no la hace un fenómeno sublime necesariamente.
Sin
embargo, no cabe duda de que hoy en día la gastronomía está de moda: se ha
convertido en gran cultura. Cualquiera conoce a alguien, incluso yo, que sabe
de vinos o de comida japonesa o de las diferentes maneras de servir un gin tonic.
Incluso, alguno argumenta sobre cocina deconstruida y vaporizada. Y aquí
empieza lo interesante. Porque, sin duda, los gustos culinarios parecen ser
libres y absolutamente subjetivos -hay un refrán tradicional que dice sobre gustos no hay nada escrito- pero
resulta que todo este hecho gastronómico va en contra de dicho refrán. Y esto
es curioso en una sociedad que presenta un discurso de la libertad individual
tan potente: parecería que todo es subjetivo menos, curiosamente, cómo servir
una ginebra con tónica. O que nadie puede gobernar mi vida excepto un cocinero
de moda que me dice qué voy a cenar para luego pagar un precio desorbitado por
ello. Así, lo que resulta hoy interesante del estudio de la gastronomía no es
tanto ella misma como recetario sino algo distinto: ¿por qué la gastronomía en
sí misma está de moda?
Nosotros
vamos a intentar desentrañar esto. Y lo vamos a hacer siguiendo aquel esquema
que creemos más correcto. Este esquema es, como nosotros mismos, simple. Para
entender el tema del éxito arrollador de la gastronomía hoy no hay que tener un
paladar exquisito o notar los suaves aromas de roble caramelizado en nuestro
vino –siempre con casera- sino analizar el proceso económico. En definitiva, y
ya al grano, vamos a defender que la importancia desmedida de la gastronomía es
un ejemplo de la ideología en el nuevo capitalismo. Más exactamente aún es un
ejemplo de la nueva ideología: la alienación negativa.
Pero,
para entender esto primero deberemos resumir las características de este
sistema capitalista. Brevemente -para más información ver columna de la derecha
con los artículos donde pone capitalismo- señalaremos estas características que
ahora, luego veremos otra fundamental, nos interesan.
Primero,
el nuevo capitalismo ya no se basa exclusivamente en la explotación del trabajo
sino de la vida humana como producción. Esto quiere decir, o sea lo de ahora es
lo mismo que lo de antes pero menos pedante, que el consumo ha entrado a formar
parte de la producción económica. Así, un ser humano produce mercancía cuando
trabaja y cuando consume: todo el tiempo de su vida. La vida humana, y ya no
solo el producto de su trabajo, es producción de mercancías y ella misma es
mercancía.
Segundo,
esta introducción del consumo en la producción implica la necesidad de una población
que gane lo suficiente para consumir de forma habitual, es decir: que vaya más
allá del nivel de ingresos de supervivencia –y antes de gritarme, por favor
mire esto sobre el actual proceso de depauperación-.
Así
las cosas, ya tenemos las piezas que nos van a permitir explicar la condición
de posibilidad del auge de la gastronomía y, después, la causa de su éxito.
Porque son dos cosas distintas. Desarrollemos.
La
condición de posibilidad se refiere a que la gastronomía como industria solo es
posible cuando la población con recursos es tan amplia que permite comer más
allá de la mera supervivencia y gastar dinero en escoger el alcohol que nos
emborrachará. Así, la industria de la gastronomía, aunque no la artesanía a la
que bastaba una clase ociosa, solo ha sido posible con el nuevo capitalismo
porque solo con ella ha adquirido una clientela suficiente. De esta forma, la
condición de posibilidad de la gastronomía es el propio capitalismo donde el
consumo se ha generalizado. O dicho de otra manera: la industria gastronómica
es, como el mercado del arte o la industria de las armas, producción
capitalista.
Sin
embargo, esto no explica su auge. Porque al igual que ha surgido la gastronomía
podía haber surgido cualquier otra industria: por ello, hay que explicar algo
más. Hay que explicar la causa de que haya sido la gastronomía y no, por
ejemplo, la paleografía medieval o la filosofía kantiana lo que se haya puesto
de moda aparentemente perdurable. ¿Por qué la gastronomía y no otra cosa?
En
algunos artículos hemos hablado ya de un concepto al que
hemos bautizado como alienación negativa.
Con él, nos referimos a un hecho absolutamente novedoso en la ideología del
nuevo capitalismo. Todas las ideologías anteriores, incluyendo la alienación en
el trabajo clásica del marxismo, consistían en la integración del individuo en
la dinámica social perdiendo su subjetividad. Sin embargo, la alienación
negativa se presenta, y aquí esta palabra es importante, como lo contrario.
Efectivamente, la alienación negativa consiste ya no en la integración social
sino en la sublimación, falsa, del yo frente a la sociedad. La alienación negativa –como decíamos
en el artículo citado-
implica que el individuo se siente absolutamente desligado de la sociedad -que en realidad le da la forma como
lo que realmente es, pura mercancía- y presenta su yo ante los otros y ante su conciencia como algo
absolutamente alejado de
la esfera social: algo prístino. El yo vive, presuntamente, independiente a la estructura social y se
percibe a sí
mismo por
encima de ella. Surge así la nueva alienación negativa: el sujeto gana su
individualidad quitándole a la objetividad la verdad de su componente. Es una
ensoñación que hace a cada individuo creerse irrepetible cuando en realidad
está colocado como mera mercancía en la estantería del supermercado
real. Es negativa porque lo que resalta es la individualidad, frente a la
anterior que perseguía la totalidad, pero es alienación porque el
individuo realmente no supera la heteronomía de su existencia ganando autonomía:
su única razón suficiente, jugando con el lenguaje filosófico y significando
con ello la condición que le hace ser lo que es, es ser mercancía.
Pero,
¿y todo este rollo para qué? Porque ahora corresponde -¡por fin!- explicar el
auge de la gastronomía como ideología del nuevo capitalismo. Efectivamente, la
gastronomía cumple a la perfección ese modelo de alienación negativa que
acabamos de presentar.
En
primer lugar, la gastronomía, ese sumiller aficionado, es una exaltación del yo
como aventura elitista. Efectivamente, la gastronomía consiste en convertir un
acto cotidiano, alimentarse, en un presunto arte. Así, el gastrónomo entra idealmente
en una élite de quien come de otra manera frente al común de los mortales que tragamos
sin saborear las excelencias de un producto. De esta forma, la pertenencia a
una élite garantiza el elemento de la distinción necesario para sentir la
supremacía del yo.
En
segundo lugar, esto se realiza de forma frecuente. El gastrónomo puede
alimentar su ego cada día y en lo cotidiano. Tanto tratándose de la comida en
sí como de la conversación informal frecuente sobre la misma, aquel puede
destacar con frecuencia y de forma social. Su distinción es, así, habitual.
En
tercer lugar, este yo del individuo cree alejarse del entramado social
productivo, de eso que se llama infantilmente consumismo, que se identifica con la comida rápida. Efectivamente,
la comida rápida, rápidamente
demonizada, ocupa en la mentalídad ideológica de los individuos la esfera del
sistema social de producción capitalista enfrentada a los artistas de los
fogones como concepto artesanal y, con ello, angelical. Así, toda la industría
capitalista de la gran cocina no se percibe como tal sino como un grupo
aficionado y altruista de resistencia a una pérdida de valores tradicionales y
bondadosos. Con ello, la influencia de este lobbie de intereses económicos se
presenta como un asunto de interés público llegando a hechos patético como, por
ejemplo, prohibir las aceiteras rellenables en los restaurantes en aras de una
presunta autenticidad porque el lobby del olivo, hipersubvencionado, así lo
decide para su beneficio. De esta forma, el sumiller aficionado piensa que su
accion escapa del ámbito mercantil, que él identifica erróneamente solo con la
industria de la comida rápida, y se aleja de la esfera productiva para formar
parte de la espiritualidad -este concepto tan repugnante-.
Así,
y por todos estos puntos, el individuo ya ha cumplido con la alienación
negativa. Por un lado, su gusto presuntamente excelso y altamente cultural no
es más que consumo y con ello producción capitalista. Pero, al tiempo, y por
otro, se le presenta subjetivamente como una sublimación suprema de su propio
yo sobre la realidad que le rodea. Efectivamente, el sumiller aficionado exalta su yo frente a todos esos que comen en
las cadenas de comida rápidas, se alimentan de congelados o incluso i Dios mío!
le echan casera al vino.
Ya
acabamos, pero hay una última cuestión ¿Por qué la gastronomía y no el
pensamiento de Kant?
Hay tres respuestas. La primera, es por su sencillez. Para ser un sibarita no hace falta una preparación cultural previa que sin embargo sí se necesitan para Kant -que por eso se reserva para las élites-: es una conformación ideológica de masas. Además, segunda ventaja, la gastronomía implica exaltar lo cotidiano del yo, cada día se come, frente a la cultura que resulta temporalmente extraordinaria. Por último, y tercera ventaja, la gastronomía en sí misma, y como contenido, nada puede aportar como conciencia de la propia situación social. Así, la gastronomía será siempre más fácil para la alienación negativa que la propia cultura, pero eso nunca implicará que el consumo cultural no sea, a su vez, alienación negativa -ser listo mola- sino que en ese contenido objetivo de la cultura aún puede haber algo diferente.
Hay tres respuestas. La primera, es por su sencillez. Para ser un sibarita no hace falta una preparación cultural previa que sin embargo sí se necesitan para Kant -que por eso se reserva para las élites-: es una conformación ideológica de masas. Además, segunda ventaja, la gastronomía implica exaltar lo cotidiano del yo, cada día se come, frente a la cultura que resulta temporalmente extraordinaria. Por último, y tercera ventaja, la gastronomía en sí misma, y como contenido, nada puede aportar como conciencia de la propia situación social. Así, la gastronomía será siempre más fácil para la alienación negativa que la propia cultura, pero eso nunca implicará que el consumo cultural no sea, a su vez, alienación negativa -ser listo mola- sino que en ese contenido objetivo de la cultura aún puede haber algo diferente.
La
exaltación de la gastronomía es un ejemplo perfecto de la alienación negativa.
Por supuesto, no se trata de que cada individuo haga conscientemente esto, no
se duda de su sinceridad, sino de que la función social objetiva es esta. La
alienación negativa en sí misma es independiente del objeto de consumo concreto
en que se realiza. Es decir, la alienación negativa es formal y significa el
consumo mismo. Así, hay un cambio fundamental con la idea de ideología clásica.
En la marxista pura la ideología se define por su contenido concreto; en la
ideología actual, la alienación negativa, la ideología no es un contenido sino
la forma en que se presenta socialmente todo. Consumir vino o leer a Kant o
llevar un blog extremadamente crítico son ideología porque su función social
objetiva es generar esa misma alienación descrita. La vida es ideología.
Y
ahora sí acabamos.
Me
voy a tomar vino con casera para sentirme yo frente a la sociedad.
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