domingo, diciembre 30, 2007

LIBERTY VALANCE: CON LAS FAMILIAS CRISTIANAS

Liberty Valance, al igual que Helios Guevara Castro, se ha hecho colaborador de nuestras páginas. ¿Pero quién es Liberty Valance? Ante todo un español. Y ustedes estarán pensando que al definirse así será de derechas. Porque si se hubiera descrito como ante todo un catalán, ante todo un vasco, ante todo un gallego o de cualquier otro pueblo o tribu sería de izquierdas, pero siendo ante todo español… Pues sí, Liberty Valance es un liberal en lo económico y en lo político: o sea, de derechas. Y ahora que vuelve la memoria histórica Liberty Valance es un fiel defensor de la misma:¡¡Rojos a Moscú!!.

Nuestro pastor nos ilumina.
Aquí, en medio de centenares, qué digo centenares, miles, qué digo miles, centenares de miles, qué digo centenares de miles, millones de personas, pero de personas buenas y cristianas y no de las otras, disfruto de la jornada por la familia cristiana.
Y transmitido claro por Telemadrid.
¡Ah, la familia cristiana! Un padre, una madre, unos hijos, muchos hijos: una sola idea para todos. Y esa niña ahí, tan escotada. Y esa falda tan corta…

Nuestro pastor nos ilumina.
Venía yo para acá con unos amigos. Viriles todos, de la amistad auténtica y masculina: ni un roce, unos eructos (aprovechando que no había señoritas de las de verdad), unas cervezas. En el camino nos cruzamos con una chica de unos quince años y minifalda.
¡Será guarra!
Provocando, siempre provocando. Y claro, el mástil arriba. Y de pronto que veo que uno que pasa por la calle disimulando y no la mira.
Pues maricón.
Entre todos lo cogimos y le dimos una paliza. Desecho social. Para que aprenda. Por él.
Y ahora eructo otra vez.
¡Joder con la niña esta que se acerca! Me está poniendo…

Nuestro pastor nos ilumina.
Aquí con todas las familias. En unión. ¡Qué ejemplo! Allí arriba los pastores, aquí abajo el rebaño. Escuchar y obedecer. Como debe ser. Si parece un mitin y todo. ¿O son los mítines los que se parecen a una misa? Ya no lo sé. Los designios del Señor son inescrutables pero solo para casi todos: ellos los conocen. Mírales, tan lejos.
Y sin embargo esta niña tan cerca. Y con la gente que hay pues nos tocamos. La avalancha.
Y claro, uno no es de piedra.
Y claro, eso provoca.
¡Guarra! Seguro que lo disfruta. Estoy de buen ver todavía. Y ella lo desea. Seguro. Su fantasía: alguien como yo…
Verás como se despisten sus padres…

jueves, diciembre 27, 2007

ALGO SOBRE EL ABORTO

Las recientes actuaciones policiales sobre ciertas clínicas donde se realizan abortos ha destapado un problema siempre presente. No tratamos aquí del problema legal sino otro algo más extraño. Nos vamos a hacer una pregunta sencilla: ¿es moral el aborto?

Analicemos primero la cuestión para no hacer trampas. Cuando nos preguntamos por la moralidad de algo nos preguntamos por dos cosas: primero, si es posible ejercitar un juicio moral sobre ese hecho, es decir calificarlo moralmente de bueno o malo –por ejemplo, no es un asunto moral tener los ojos azules o marrones pero sí lo es matar ancianas aunque a veces todos hayamos tenido ganas de hacerlo-; segundo, y al hilo de lo anterior, nos preguntaremos, una vez que admitiéramos que el tema del aborto sí es un problema moral, si es moralmente aceptable, esto es: si es un acto bueno o malo moralmente.

Ya sabemos lo que alguno podría estar pensando: este tío es un reaccionario. Pero antes de juzgar es mejor siempre esperar a los argumentos.

¿Es el aborto un tema moral? Si analizamos el acto en sí mismo abortar significa cortar un proceso que acabaría, excepto en caso de accidente, en una vida humana. No pretendemos aquí prejuzgar ya el hecho, decir si está bien o mal, sino sólo plantear si ante esto podemos dotar al problema de categoría moral, de situarlo en un valor de bueno o malo por su importancia en relación a los seres humanos. Bien, parece que viendo la importancia de lo que trata, un hecho relacionado con la existencia misma humana, podemos calificarlo de problema moral. Y por eso mismo resulta absurda la pretensión de que el aborto es un asunto femenino como simplificaba aquel ridículo lema de nosotras parimos, nosotras decidimos. Daba cierta vergüenza ajena, aunque los políticos profesionales seguramente sean ya incapaces de sentirla, ver el otro día en el congreso debatir sobre el aborto sólo a mujeres e imaginamos que si algún día se trata algo sobre racismo tendrán que salir negros (o, como en cabalgata de reyes, algún prócer de la patria disfrazado de Baltasar) y si sobre derechos de los animales, tal vez, castores u ornitorrincos – aunque en el congreso quizás sería mejor un tunicado. Si el aborto es un problema moral, algo que vaya más allá de arrancarse las espinillas, el aborto es un tema universal e implica igual a hombres y mujeres pues es problema humano y un problema de primer orden.

Así, pues, ahora la pregunta, y es una gran pregunta, es si el aborto en sí mismo, otra cosa sería cada caso y cada mujer que abortase donde siempre habría ciertos condicionantes, es bueno o malo moralmente. Es decir: el aborto como problemática moral. Y se trata de un problema moral no reducible a una cuestión técnica sobre cuándo empieza la vida humana sino a algo de mayor calado: responder a la pregunta de qué es un ser humano. Quienes defienden el aborto como un derecho universal, dejado a la voluntad de la madre y no limitado a ciertos casos, señalan que el feto no es un ser humano. Así, se describe al ser humano como una entidad positivista: ser un ser humano es cumplir una serie de características concretas en un tiempo presente y actual. El problema de este sentido es enfrentarlo a ciertas enfermedades, como el alzheimer o los estados de coma, donde los característicos del ser humano, por ejemplo la autoconciencia y la idea del yo, desaparecen. Así, de seguir con rigor y coherencia estas ideas nos enfrentaríamos a una especie de eugenesia en la que aquellos sujetos que no cumplieran ciertas condiciones del sistema nervioso propias de la especie humana en el momento actual, e incluso con más razón cuando su pérdida es irreversible, no cumplirían precisamente ese ser humanos centrados en la visión positivista. Por ello, la vieja idea, y de carácter acientífico, que pretende a través de la comparación entre un adulto ideal, e inexistente, y un feto determinar su humanidad o no debe quedar desterrada. Un ser humano no puede medirse solo por su actualidad, por su presente.

Pero, igualmente, se debe rechazar la teoría reaccionaria de la adquisición de la humanidad por una entidad espiritual ajena al cuerpo físico. Admitirla sería precisamente negar la dignidad humana que se basa en la capacidad de ser sujeto, es decir: de actuar de forma autónoma. Al admitir el alma y que la persona lo es por poseerla, se sitúa al humano ante una realidad de esas que se denominan trascendentes y que significan que en verdad su ser procede de otro: el buen, es un decir, Dios. El ser humano es en esta visión humano por otro ser superior a él, al cual, en coherencia, debe rendir culto y sumisión: la dignidad humana se convierte en subsidaria de otro ser que concede o no las cosas a capricho y a quien en última instancia la propia vida individual le pertenece. Además, cuando se critica el aborto con razones espirituales relativas a la persona como ser con alma debería surgir la sonrisa ante el primitivo mito: ¿alma?, demuéstrelo. Porque una superstición que se repite incansable no por ello deja de serlo.

Pero, ¿qué es entonces un ser humano? Eliminemos la teoría supersticiosa definitivamente y volvamos un momento a la positivista: ¿es un feto de tres meses, o de dos, un ser humano? No, claro que no. Aún no lo es, pero lo sería. Es precisamente en la admisión de lo temporal donde el conflicto se vence. El tiempo, la temporalidad tal vez mejor dicho, es la clave del ser humano. Este se describe precisamente por esa característica: del mismo modo que el enfermo de Alzheimer es humano porque podría ser, hipotéticamente aún pero seguramente cierto en un futuro, curado y vuelto a su temporalidad, el feto es humano porque de dejarle ser llegaría a ser humano. La clave pues no está en sustancia espiritual alguna ni en la madre que decide sobre el hijo, pues eso sería tomar al sujeto como un medio para la biografía de ella y su propiedad privada, sino en que ese ser es humano porque podría serlo en el tiempo. Y esa es una diferencia muy grande con, por ejemplo, los embriones congelados utilizados en la experimentación de células madres, pues al ser algo que se iba a destruir implicaba que su finalidad era, ya antes de descubrirse la capacidad de estudio, su muerte. Y precisamente al utilizarles en el estudio de las células madres es la humanidad la tomada como fin y no como medio en el ideal de investigación.
¿Es moral el aborto? No, no lo es. Lógicamente, en ciertos casos, y los supuestos de violación, malformación y riesgo para la madre lo son, sería perfectamente asumible moralmente pero no puede serlo nunca el supuesto del aborto libre, como si la vida humana que es el feto fuera propiedad de la madre en la exacerbación de la propiedad privada. El feto es humano y por tanto es un fin en sí mismo no sujeto a la decisión de la madre. Y es humano porque su temporalidad es serlo, a diferencia de cualquier otro ser que exista en la naturaleza.

Estamos pues en contra del aborto libre porque es inmoral al tomar a un ser humano como un medio para conseguir un fin: el bienestar de la madre. Y lo estamos no porque creamos en la santidad, qué palabra, de la persona humana ni en su trascendencia sino por precisamente lo contrario: porque frente a quienes sitúan la dignidad en la eternidad o en lo actual nosotros la presentamos en lo temporal, en, en una palabra, el deber ser. Y esos fetos deberían ser niños.

viernes, diciembre 21, 2007

IDEA DE ESTADO/2: ESPERANZA AGUIRRE

Ya hemos analizado aquí la idea de estado de Zapatero. Toca ahora irnos al supuesto espectro contrario de Esperanza Aguirre. Pero, en primer lugar, ¿por qué Aguirre y no Rajoy? Bueno, pues porque Aguirre es en realidad el futuro del PP como se verá en marzo cuando Rajoy, merced entre otras cosas al impagable trabajo de zapa de Acebes y Zaplana, pierda la elecciones.
La idea tradicional de estado liberal es el estado mínimo. El acuerdo alcanzado entre los ciudadanos busca un garante de fuerza y ese garante es el estado (la aportación de Hobbes), pero, a la vez, dicho estado está por debajo del pacto, no es actor del mismo sino sólo vigilante arrmado, y por tanto no puede limitar la libertad de dicho pacto (la aportación de Locke que contradice al poder omnímodo del Leviatán). Independientemente de su carácter ideológico, en cuanto a falsa conciencia, el liberalismo presenta así un estado con una clara función: es guardián del pacto intersubjetivo, pero no puede intervenir en él. El auténtico liberal señala así que el estado es árbitro de acuerdo al reglamento del pacto que los propios individuos se han dado y cualquier intervención en otro sentido sería una intromisión en contra de la libertad de los individuos: el estado no es actor y el drama se desarrolla entre los sujetos. El estado liberal es, como se puede concluir, un estado mínimo que no puede interferir en la libre concurrencia (social, política y, especialmente, económica de los individuos) porque ello implicaría la limitación de la libertad personal.

En 1961, en su discurso de despedida, el presidente estadounidense Eisenhower alertaba sobre la cada vez más creciente influencia del complejo militar industrial en la propia estructura del estado norteamericano. Comenzaba así un aviso sobre lo que podía acontecer: un estado cuya finalidad fundamental era satisfacer no la demanda de los ciudadanos o mantenerse en una estructura mínima dejando a los individuos actuar en su libre concurrencia sino una administración cuya inversión servía para mantener una estructura industrial y allegados bajo la falsa amenaza del poderío militar del enemigo. Así, el gobierno estadounidense se convertía en un inmenso contratista y la influencia de las empresas que buscaban hacer negocio se convertían en fundamentales a la hora de perfilar la política: Irak sabe algo sobre ello. El estado liberal desaparecía y surgía un estado oligarca: el interés del estado es el interés de las corporaciones.

¿Y Esperanza Aguirre? Situada en el contexto de un estado europeo sería absurdo pretender que Aguirre pretende generar un estado contratista con respecto al armamento. No es esa la idea concreta pero sí la general. La idea clave de todo el mandato de Aguirre, y con ella del futuro PP, es la idea de un estado, al igual que el americano, contratista pero en el caso español fundamentalmente en cuatro hechos: sanidad, educación, ocio/urbanismo y construcción. Se trataría de la idea de un estado que no acaba con los servicios públicos, algo impensable en Europa, sino que los deja a la gestión de la empresa privada quien crea sus oligopolios. Así, el estado soñado por Aguirre es un estado poderoso que distribuye millones en contratos para las empresas que trabajan en estos sectores. El estado se transforma así en contratista máximo incidiendo fundamentalmente en la economía nacional: es el principal contratista en obras y servicios y con ello el principal agente económico. Al tiempo, las empresas contratadas adquieren un mayor poder de influencia que las convierten en lobbys que presionan por la política del estado. Unas corporaciones buscarán esta influencia únicamente para su negocio económico, otras pretenderán además, como la propia iglesia católica con intereses financieros fundamentales en educación, ONGs y sanidad, expandirla a prácticas políticas. Así, el estado soñado por Aguirre tiene una inmensa presencia social, pero al tiempo no tiene función pública. Tiene presencia social porque impregna, fuera de cualquier ideal liberal, la vida socioeconómica del país al convertirse en el elemento fundamental de la economía pues es el gran contratador: contrata a empresas privadas todos los servicios que como estado de función pública debería ofrecer él mismo. Pero, a su vez, renuncia a la susodicha función pública ya que su finalidad no es la de satisfacer las necesidades de sus ciudadanos, entendidas como derechos, sino cubrir las demandas de las corporaciones económicas y convertir así dichos derechos en mercancía ofertada. Así, surge un estado oligarca: el estado y las corporaciones gobiernan como en un consejo de administración de una empresa privada y su única finalidad es mantener el beneficio de dichas corporaciones. Todo derecho que no cubra beneficio será o desterrado o bien minimizado al asumirlo el estado, aquí sí mínimo ya, con función social. La finalidad última del estado es el beneficio de las corporaciones.

El sueño del estado de Esperanza Aguirre es parecido al orteguiano en cuanto a su espíritu aristocrático, pero más realista en la forma. Si Ortega en el fondo soñaba con una República romana donde la aristocracia del espíritu -o sea: aquellos individuos de la clase burguesa que la División Social del Trabajo había decidido colocar en la universidad, gobernarían a la chusma (Ortega, que era más fino, los llamaba masa)- Aguirre sueña con un inmenso consejo de administración donde el reparto de beneficios de la oligarquía financiera e industrial (que consta de bancos, industrias y entidades sociales y sobrenaturales incluso) implica lo mejor para la plebe. Su idea de estado es ese consejo de administración oligarca que al ocuparse de sus asuntos se ocupa, por derivación, de la satisfacción de los individuos pues ese es precisamente su negocio. El esquema empresa-cliente da la idea de estado alejada absolutamente del sueño liberal para quien la única función del estado era, precisamente, garantizar el libre pacto entre los ciudadanos independientes de los poderosos a priori. El estado gigante de Aguirre, máximo elemento económico y social del país, es así el estado de la oligarquía.

DESDE EL LECHO DEL DOLOR

Acosado por los dolores propios de la peligrosa intervención de la que he sido objeto y habiéndole dicho a una enfermera, tras intentar cuatro veces encontrarme una vía por medio del viejo sistema de la prospección petrolífera,
me he quedao con tu cara
he vuelto (otra vez).
Dolorido y aún curándome el deber me llama. Y yo acudo raudo, aunque cojeando y sujetándome las tripas, a su llamada.
Y acabo de estornudar y me he hecho un daño…

martes, diciembre 11, 2007

LA PREGUNTA DE LA SEMANA/19

Pues ando yo estos días dándole vueltas a un tema. Verán, explicaba yo una cosa en clase sobre seres humanos y simios y me hice una pregunta relativa al tema, pero en voz baja. Y ahora, aprovechando la cultura y conocimientos de ustedes, la hago en voz alta: ¿por qué los seres humanos que no tenemos pelo en el cuerpo sin embargo lo conservamos en axilas, genitales y cabeza?
Como siempre, gracias.

lunes, diciembre 10, 2007

EDUCACIÓN BASURA/1: CRETINOS Y CRETINAS

El reciente informe PISA tiene varias lecturas. Por supuesto: ninguna positiva para España. Intentaremos ir analizando la causa de que la educación española sea un desastre. Pero, hay veces en que las anécdotas, como es bien sabido, son la categoría.

El mismo día que aparecía el informe PISA, el Ministerio de Educación, comandado por Mercedes Cabrera que tanto se ha preocupado en su vida por el sistema educativo y por eso fue nombrada ministra – lo cual, por cierto, no quiere decir nada sobre sus méritos como historiadora pero sí plantea la cuestión la cuestión de su nombramiento- presentaba en el BOE, palabras mayores, los Premios a la Innovación Educativa –aún, más mayores-. La educación española es una basura y parecería de recibo que los Premios a la Innovación - ¡Dios!, a la innovación- se preocuparan de ello: que los niños aprendan algo aunque sea a pesar de pasar de curso con tres, o cuatro en bachillerato, suspensas que luego en realidad son cinco o seis porquenadiequiereproblemas. En fin, que todo esto, que devora millones, sirviera para algo.

Pero la sorpresa -¿sorpresa?, mentira- es interesante. El BOE del 4 de diciembre de 2007, página 50084, en la ORDEN ECI/3514/2007, de 2 de noviembre, por la que se convocan para el año 2007, los Premios Nacionales de Investigación e Innovación Educativa dice textualmente en el artículo 4.5 lo siguiente:

En la redacción de los trabajos y de los resúmenes se tendrá en cuenta favorablemente el uso de un lenguaje no sexista.

Y eso y esa me alegra y me alegro. Porque iba e ibo yo y ya a presentar algo y alga para y paro el susodicho y susodicha premio y premia. Y ahora y ahoro lo y la tengo y tenga más y mós -¿con acento? y ¿can acenta?- claro y clara. Porque por fin la educación triunfa y triunfo. Y ya y yo veo y vea ya y yo la superación del fracaso y fracaso educativo y educativa con esto y esta.

Cretinos y, ahora y ahoro, cretinas.

miércoles, diciembre 05, 2007

VOLVEMOS ENSEGUIDA

Mi ordenador ha muerto.
¿Soñaran los ordenadores con un dios cibernético?
Pero ya tengo otro.
¿Será el cielo como El Corte Inglés pero a lo bestia?
¿Habrá semana fantástica?

Mientras, les dejo con algo.
Unos minutos musicales:

Cham, chan, chan, chan, chan
Chan, chan
Chan, chan
Chan, chan, chanchanchan
Chan, chan, chan, chan, chan, chan
Chan chan, chan chan
Chan chan chan chan chan
Chan chan chan
Charachanchanchan
Churunchurun
Charachanchanchan
Chunchumchunchum
Churuchumchuchummmmmm
Chuchuchummmmm
Tararalalala
Parapum.

lunes, noviembre 26, 2007

¿PARA QUÉ SE ESCRIBE?

Hay un texto terrible de Kant: terrible por su sinceridad. Como todos saben, Kant propuso que había que actuar por deber y sin esperar nada más: solo por deber. Pero, a diferencia de tantos, Kant no estaba encantado de haberse conocido. Y junto a la ética más hermosa y humana que jamás se ha propuesto, comprendió no la imposibilidad de su realización, sino algo mucho más triste: la imposibilidad de saber que se estaba cumpliendo. En efecto, Kant señala lo terrible: nunca sabremos si al hacer algo lo hacemos para cumplir con nuestro deber o por alguna otra causa oculta egoísta y, por ello, inmoral. El bueno nunca podrá estar convencido de serlo.

En este tiempo, permitan que les cuente algo personal, en que he faltado a esta cita con el blog he pensado, poco bien es cierto, en estas cosas. ¿Para qué escribir? Es evidente que hay en todo esto un egocentrismo. Es evidente que uno mismo, y cualquier otro, ha soñado con llegar a algo: la gloria. Tal vez la historia fundacional de occidente sea la guerra de Troya. Y en ella se da algo que tiene que ver con esto: Aquiles, ante la contienda, debe escoger entre quedarse y vivir feliz una larga vida muriendo desconocido por todos o bien morir joven pero con gloria inmortal en Troya. Eligió lo segundo. Y algo de ello hay -en una clave ridícula como corresponde a tiempos de esperpento y no de épica, aunque esos tiempos épicos también es cierto que nunca existieron- en la elección de escribir un blog: buscar la gloria.
Siquiera, entrar en Google.
Pero ya estoy en Google.

Felicidad hoy es ideología. Pero la cosa se complica cuando uno comprende que infelicidad es también ideología y comprende que hay mucha felicidad en la idea de la propia infelicidad. Hay un texto de Larra genial en el que el autor intuye que su propia melancolía no forma ya parte sino del espectáculo: en la pista central el repugnante sufro mucho mucho ante lo real porque soy muy sensible. Resulta así inmoral la idea que la superioridad intelectual encarna en su presunta capacidad de sufrir en eso que la pequeña burguesía llama vida interior mientras que en la vida real se han aceptado todas y cada una, porque no puede ser de otra forma, de las condiciones del desarrollo de la totalidad: la primera de todas ser catalogado como maldito y antisistema -¡uy, qué miedo!-.

Hablar sobre uno mismo tiene algo de repugnante y falso a la vez y por ello, tal vez, la poesía ya ha muerto. Repugnante porque resulta inmoral pretender que uno es bueno y de especial sensible frente al resto de la gente siempre dispuesta a venderse –y desgraciadamente nunca dispuesta a comprar lo que nosotros vendemos como nuestras obras-. Falso porque cuando el desarrollo del Capitalismo como sistema totalitario ya ha convertido la vida en sucesión temporal de tráfico de mercancías es ingenuo pretender que la propia existencia presenta tal valor que podría servir de ejemplo. La propia vida es una mercancía más en el inmenso mercado que constituye ya la Realidad Ontológica. Y con tal hay que jugar.

¿Para qué escribir? Cuando el mar hace naufragar un barco su inmensidad no puede evitar sin embargo algo: los restos del naufragio que flotan durante un tiempo como la huella de lo que hubo ahí y de las esperanzas perdidas. El Capitalismo desarrollado tiene más inmensidad que cualquier océano y nosotros menos presencia que un barco. Pero hay algo en la Historia de la Filosofía que nos lleva a pensar que todo el empeño no debería, lo que no quiere decir que no quede, en vano. Mantenemos la escritura como los restos del naufragio que un día, puede ser, aparecerán en la playa.

Hay una historia que refiere Primo Levi en Si esto es un hombre cuando habla de su reclusión en el campo de exterminio. En ella, el recluso Levi ve como cada mañana uno de los prisioneros se afeita y se acicala como si no estuviera en el campo de concentración, perdiendo así valiosas energías escasamente recompuestas con un alimento escaso. Y al preguntarle por qué lo hace, el motivo de tal comportamiento, el prisionero responde que cada día se acicala y afeita porque precisamente a los nazis no les gusta que lo haga pues ellos pretenden eliminar su dignidad y en esa situación, allí en el campo de exterminio, afeitarse y lavarse es mantenerla. Nada más, pero también nada menos, que por eso.

domingo, noviembre 18, 2007

PERDONEN

Lo sé, falto mucho. Pero estoy cambiando de proveedor de internet, estoy liado y el ordenador no se arregla: compraré al final otro. Mientras les dejo aquí la lista de próximos títulos: para crear audiencia.

HACER EL INDIO

FASCISTAS Y (¿ANTI?)FASCISTAS

PRESUNTA VIDA Y ARTISTAS PRESUNTOS

LA IDEA DE ESTADO DE ESPERANZA AGUIRRE

Y la joya de la corona: CAPITALISMO, EXPLOTACIÓN Y POBREZA.

Ya verán, cuánto interés...

lunes, noviembre 12, 2007

ÉLITES CATALANAS Y LLORONES

Las élites tienden a mantener sobre todas las cosas su poder. La idea clave de las mismas para analizarlas no es, precisamente, el contenido de su poder sino la perseverancia en él. Da igual bajo qué concepto sean élites, pues lo importante es que ellas buscaran mantenerse en la posición privilegiada y, si es posible, aumentar su capacidad de dirección. Y esto es independiente a los individuos concretos que las conformen. La élite es una realidad institucional y social que supera el mero factor subjetivo del que se siente partícipe o no de ella. Tal vez lo que más ha envejecido de la filosofía de Marx sea la teoría de la lucha de clases, teoría hoy ya no cierta, pero ello no es óbice para que precisamente sea cada vez más cierto que con el desarrollo de la nueva sociedad del capitalismo avanzado las élites van adquiriendo una cada vez mayor independencia y control social que desean mantener e incrementar. Y Cataluña es un buen ejemplo de ello.

Analicemos desde una perspectiva distinta al nacionalismo y su ideología los hechos acaecidos en Cataluña últimamente. Es más: seamos científicos y del mismo modo en que el entomólogo se acerca a la colmena acerquémonos, sabiendo el final de la historia por ahora, a Cataluña. Para ello centrémonos en los propios argumentos del niño malcriado y llorica: nada más y nada menos que el presidente, honorable además, de la generalidad y un jefe de, ¿averiguan?, empresarios. Ambos en muy poco espacio de tiempo han dado el argumento: desarraigo. ¡Pobres! Una España insolidaria frente a Cataluña. ¿Frente a Cataluña?, obsérvese como políticos y empresarios, élites que dudamos cojan trenes de cercanías, se transforman en Cataluña. Y claman, llorones, por el desarraigo.

Volvamos a la colmena. Lo mejor para comprender a las abejas, lejos de Mandeville, no es juzgarlas de acuerdo a lo que sea verdad o no sino de acuerdo a su propia percepción del mundo. Por ello, vamos a admitir como cierto, que no lo es en absoluto, que efectivamente Cataluña haya sido malignamente abandonada por el estado central –de tal forma que incluso el Barcelona perdió la última liga de fútbol y, no se lo van a creer, de baloncesto. Pero no solo eso: las ganó, las dos, el Madrid-. Admitamos, pues, la propuesta falsa: Cataluña ha sido abandonada por el estado frente al gran auge reconocido de construcción de nuevas autopistas y líneas férreas, incluyendo AVES, en Extremadura o en Canarias, por ejemplo. Venga, lo admitimos (como admitimos n aras de la investigación otras veces que Irak tenía armas de destrucción masivas o que era aliada de Al Qaeda o que Otegi era hombre de paz). Y ahora, a la colmena a ver a la hormiga reina, a los zánganos y al resto de las abejas que trabajan.

Empecemos por la élite política: los zánganos siempre en nuestra inocente parábola apícola. En 2003 llega al gobierno de Cataluña la autodenominada fuerza de izquierdas y catalanista -lo mejor, lo segundo: ¿se imaginan un gobierno que se autodenomine de izquierdas y españolista? ¿O uno de izquierdas y madrileñista?-. Cualquiera esperaría que ante la gravísima situación de Cataluña ninguneada malignamente por el estado central -ya saben todo el dinero va para Extremadura, Canarias o, ¡Dios mío!, a Madrid: esos vagos- los políticos de izquierdas y encima catalanistas –que debe ser doblemente de izquierdas- se dedicaran con fruición a luchar por las infraestructuras catalanas en beneficio del pueblo al que aman, aprecian y sirven. Sin embargo, lo que hicieron los políticos profesionales fue dedicarse cuatro años a luchar por un nuevo marco legal que, curiosamente, les concedía más poder a ellos mismos como políticos regionales. No obstante, alguien podría decir que lo hicieron en aras de una mejoría de la vida de los ciudadanos. Pero aquí remitámonos a los hechos: entre 2003 y 2007 la vida diaria en Barcelona, la zona más habitada de Cataluña, ha empeorado y no solo por temas coyunturales y esporádicos como pudiera ser un accidente aislado, sIno por la falta de previsión absoluta en varios frentes. Es decir, los representantes populares habían tenido ya al menos cinco años de plazo, en realidad más pues CiU no puede ser liberada de este tema, para haber solucionado el caos que ahora está presente y, sin embargo, no lo hicieron. Pero sí gastaron ese tiempo en generar una nueva legislación que concluía en un mayor poder para ellos: la elite se autoalimenta. O, en plan cuaderno de campo, anotación: el zángano trabaja para sí fundamentalmente.

Pero, ¿y la élite empresarial? Resulta claro que la elite industrial catalana ha oído la voz de alarma: se acabó el chollo de una Cataluña rica y una España pobre (Cataluña rica forjada también en la realidad de la dictadura franquista, por cierto, al igual que la riqueza del País Vasco, Navarra o Madrid). Además, ya no sólo la lucha es con Madrid, que ya la supera, sino que incluso en su pequeña ensoñación del mundo mediterráneo idílico -donde ese ya de por sí pequeño mar aún se convierte en más provinciano al empezar en Gerona y acabar en Tarragona con algún almogaver por ahí perdido- se presentan nuevas competidoras: Valencia y Andalucía. Así, la queja de la élite catalana empresarial es en realidad la queja de quien pierde poder ante la pujanza del nuevo mercado. Y del mismo modo que el fabricante de zapatos exige que no entren zapatos chinos para que paguemos más caros los zapatos españoles de la misma o peor calidad, el empresariado catalán llora al estado para mantener el estatus privilegiado que considera intrínseco, como élite que es, a su situación. O dicho más fácil: las leyes del mercado sirven para los otros (por ejemplo, para el mercado laboral donde se ofrece la chusma) pero no para nosotros que queremos ganar en los despachos gubernamentales lo que no podemos ganar en la libre competencia que exigimos a nuestros empleados.

Las élites se unen cuando su esfera de poder no entra en contradicción y se consideran complementarias. Cataluña es ahora el mejor ejemplo de esa sociología por la cual las élites se juntan para mantener, de forma exclusiva e independiente al daño que puedan causar o ya hayan causado a los habitantes de esa región, el control social. Bajo la bandera ridícula y reaccionaria de la catalanidad, ¿qué es eso?, las élites sociales han encontrado un cómodo espacio para reivindicar su posición social ante la amenaza externa: en un caso, los políticos profesionales -que no son la política- para fortalecerla; en otro, los empresarios, para mantenerla al menos. Lo triste, lo verdaderamente triste, es que para defender cono élite la piscina, que es realidad lo único que se defiende, se utilice una palabra que alguna vez, hace ya tiempo, significó algo. ¿La palabra Cataluña?, no; la palabra izquierda.

miércoles, noviembre 07, 2007

11 SOBRE 11(-M)

1.- Por supuesto que la verdad judicial no es necesario que coincida con la verdad. De hecho, creer lo contrario sería algo así como defender la infalibilidad de la judicatura y con un personaje infalible en el mundo ya, creo, tenemos suficientes. Puede haber juicios injustos, por supuesto. Otra cosa bien distinta es que nunca sea posible que coincidan la verdad judicial y la real. Pues habrá casos en que sí y casos en que no. Y en el caso del 11-M va a ser que sí.
2.- ¿Hubo conspiración? La respuesta clara y definitiva es, siempre ha sido, que no. Y no la hubo en un doble sentido. En primer lugar ni ETA, ni los servicios secretos marroquíes ni, por supuesto, el PSOE participaron de conspiración alguna; en segundo lugar, el objetivo del atentado no era desalojar al gobierno y dar un vuelco electoral. A Al Qaeda le importa poco quien gobierne porque su enemigo no es el gobierno de España sino la misma existencia de España. Los enemigos de Al Quaeda somos usted, yo y todos. Y, fundamentalmente, la Ilustración y el progreso.
3.- ¿Y por qué se dio entonces ese vuelco electoral? Porque ante el atentado se dieron dos estrategias de marketing con finalidades distintas y, por tanto, solo podía ganar una. Empezó, y esto es muy importante a la hora de culpar, el gobierno que vio el cielo abierto –recordemos que entonces la única discusión sobre el resultado electoral era si habría o no mayoría absoluta- ante la posibilidad de un atentado de ETA que podría utilizar para alcanzar ese triunfo definitivo. Cuando comenzaron las dudas sobre la autoría, el PSOE, a través del grupo PRISA en algo que Zapatero tuvo muy en cuenta luego pero de forma paradójica, inició su campaña. Posteriormente, se precipitaron los acontecimientos desde engañar a la ONU hasta las manifestaciones espontáneamente planificadas. Como sólo podía ganar uno, ganó solo uno. Pero no fue el atentado la causa, sino la actuación del gobierno: vean sino Nueva York y Londres.
4.- ¿Y por qué surgió la teoría de la conspiración? La inventó, en su sentido literal, El Mundo. ¿Causa? Sencillo. Lo que está en juego en el futuro es de una capital, de nuevo observen la palabra, importancia: el control de las nuevas formas de información (televisión digital e internet) y eso lo va a hacer fundamentalmente el gobierno de turno a través de leyes. El Mundo le ofreció así al PP ser su grupo periodístico, a imitación del (antiguo) tándem PRISA/PSOE o del nuevo MEDIAPRO/ZP, construyéndole una invención de la que pudiese sacar rédito electoral y salvar los dirigentes la cabeza. La teoría de la conspiración fue así el pliego de condiciones que se entregó al PP para convertirse en su aliado y no la búsqueda de ninguna verdad. EL Mundo hacía una oferta y el PP la aceptó.
5.- ¿Y por qué el PP apoyó la teoría de la conspiración? Ya hemos hablado de ello en otro sitio. En realidad la teoría le vino muy bien al PP, resumimos lo dicho, por dos motivos: por un lado, porque públicamente se presentaba su derrota no por motivos de torpeza interna, con lo que la cúpula debería dimitir, sino como una trampa hábilmente planificada -nota: tan hábil resultaba que unos periodistas la desenmascaran en dos ratitos pero engañó a todo un gobierno de gente muy preparada (son liberales y ya se sabe que siempre el de arriba está muy preparado)-; por otro, porque afianzaba en el poder a esa cúpula dirigente frente al asalto de los nuevos. En el fondo para Zaplana, Acebes y Rajoy la teoría de la conspiración era la única manera de presentarse ante la opinión pública no como inútiles o mentirosos, escojan ustedes: yo prefiero mentirosos e inútiles, sino como víctimas. Y el poder es apetecible. Sin duda porque cada noche se acuestan pensando en hacer el bien y lo necesitan para ello.
6.- ¿Y El Mundo? Ya lo dijimos. Jugó a ser el grupo al cual el PP debería el poder. Y luego, el desarrollo legal por ese mismo gobierno de la nueva sociedad de información –por cierto, olvídense del internet que conocemos ahora: verán como se restringe- debería favorecer sus intereses empresariales.
7.- Pero, ¿entonces el grupo PRISA trabajó por la verdad? Al grupo PRISA le importaba tan poco la verdad como a El Mundo. Pero, al comenzar a tambalearse la versión electoral del gobierno del PP vio el cielo abierto. Es la misma estrategia de El Mundo pero, el grupo PRISA sabe más de esto, lo pensó antes. Si podía hacer que el PSOE ganara unas elecciones que tenía perdida de antemano el PSOE pagaría el favor. Y en juego, ya saben, la llamada sociedad de información (explotación de bandas electromagnéticas, o sea)
8.- Al menos, ¿actúo legítimamente el PSOE? Pues, tampoco. Avisado por PRISA aprovechó su oportunidad. Y montó una campaña de reacción, de nuevo obsérvese que fue de re-acción, ante las mentiras del gobierno para ganar las elecciones. Y su única finalidad, lejos de la verdad y de todo eso como ya había demostrado antes y mostraría después, fue esa.
9.- ¿Y, volviendo al atentado, entonces que buscaba Al Qaeda? Pues ni dar un vuelco electoral, primera mentira, ni reaccionar ante la guerra de Irak, segunda mentira. Al Queda, en eso se parece al nacionalismo vasco, vive en una ensoñación histórica y en ella España es culpable. La causa es que España es el único país que ante la expasión islámica –el imperio turco no es expansión del islam sino de un estado- la derrotó después de pertenecer a ella. O dicho de otro modo: España tiene como tal un pecado original que es que su formación guarda una estrecha relación con la derrota del Islam. Por eso Al Quaeda amenaza a España y cuando habla de Al Andalus no es un chiste: vuelan trenes por ello. Y va a morir más gente, tal vez nosotros o cualquier lector, por ello. Porque, no lo olvidemos nunca, los de Al Qaeda son una gentuza y son nuestros enemigos. Pero no sólo enemigos de España, Francia o EEUU sino enemigos de la libertad y la Ilustración. Y por eso último enemigos nuestros.
10.- ¿Es todo tan triste realmente? ¿Todos miraron por su interés de buscar el poder? Hay dos formas de analizar la política y la realidad. Una, que se impone desde los propios partidos y los medios, se basa en la individualidad de los sujetos y concluye con el culto a la personalidad -con Z de Zapatero o a lo Esperanza Aguirre y su de acuerdo en todo lo que diga Rajoy-; otra, la nuestra, en la objetividad de las instituciones y relaciones sociales. En la primera versión, la moral individual actúa como causa de las acciones; en la segunda, la responsabilidad moral es aceptar o no las condiciones que se imponen objetivamente y es, por tanto, consecuencia. Aquí no se trata de que los políticos o los periodistas sean malas personas y por eso actuaran así, aunque acabarán teniendo una responsabilidad moral a posteriori como individuos en su repugnante comportamiento, sino que en la lucha de poder deben comportarse de determinada manera, como miserables, o desaparecer al actuar como buenas personas. Es parecido al animal de carroña: quien sienta lástima por el cadáver y lo entierre se quedará sin almuerzo.
11.- Y una historia personal breve. El día del atentado me informó del mismo un, por otra parte excelente, profesor de matemáticas camino del trabajo. Y yo comenté: qué raro que ETA haga un atentado de ese tipo. Luego, Acebes dijo que quién dudara era un miserable. Lo bueno del tiempo, y aquí viene la responsabilidad moral, es que luego ha quedado claro quiénes eran y son los miserables.

lunes, noviembre 05, 2007

LOS BLOGS DE MIS ALUMNOS/2007-2008

Hoy es el día de san Crispín: el que sobreviva a este día y vuelva a casa sano y salvo, se elevará de puntillas cuando se nombre este día, engrandeciéndose ante el nombre de san Crispín. el que salga vivo de hoy y llegue a la vejez, todos los años, en la víspera de ese día, invitará a sus vecinos, y dirá: “mañana es san Crispín”; y luego se remangará y enseñará sus cicatrices. los viejos olvidan: todo quedará olvidado, pero él recordará, mejorándolas, las hazañas que hizo ese día. y entonces nuestros nombres serán familiares en su boca como palabras caseras: el rey enrique, Bedford, Exeter, Warwick, Talbot, Salisbury y Gloucester, todos seremos recordados de nuevo entre sus vasos rebosantes. este relato contarán los hombres buenos a su hijo: y jamás pasará el día de san Crispín, desde hoy hasta el fin del mundo, sin que seamos recordados en él nosotros pocos, felices pocos, grupo de hermanos; pues el que hoy vierta conmigo su sangre será mi hermano: por villano que sea, este día le hará de noble rango, y esos caballeros, que ahora duermen tranquilos en inglaterra, se sentirán malditos por no haber estado aquí y considerarán mísera su valentía cuando con ellos hable alguno de los que con nosotros estuvo el día de san Crispín
Shakespeare, Enrique V. Acto cuarto, Escena III
.


De nuevo. Luchando por la Ilustración y todo eso. Ya lo saben ustedes. Pero siempre -bueno: casi siempre- hay que dar una nueva oportunidad. Y otra vez mis alumnos han abierto su blog (esta vez, ya en nuestra página, y la suya, dedicada a la educación) para opinar. Y ahora, ya les contaré, encima pueden hacer un artículo para la wikipedia.

Y, por cierto, es en serio: estamos intentando hacer Ilustración.
Aunque perdamos.

jueves, noviembre 01, 2007

MI PRIMO DE ZUMOSOL: HUMOR ALEGRE Y HUMOR TRISTE

Ustedes que son como yo viejos, incluso alguno ya nacimos viejo, y se acordaran del anuncio: mi primo de Zumosol. Era el sueño de cualquier niño e incluso, por ejemplo, de la chica agredida por un macarra en el tren de Martorrrel: se lo diré a mi primo – pero la chica solo tenía al fiscal y al juez: el macarra anda libre-.

Sin embargo, resulta que Mariano Rajoy tiene un primo de Zumosol. Pero esta vez el primo no destaca por su musculatura sino, como buen catedrático de la prestigiosísima universidad española incapaz de poner a cualquiera de sus centros entre las 200 principales del mundo, por su presunta, pues a saber si el primo –a veces nunca mejor dicho- lo dijo, opinión y conocimientos profundos, desde su cátedra, sobre el cambio climático.
La ocurrencia de Rajoy, y de tal vez su primo, tiene un tripe análisis. Por un lado, un análisis sobre el humor y su uso (pues al final todo quedará en una broma). Por otro, un análisis sobre la propia ciencia y la idea que la sociedad tiene que ella y su trabajo -que habría que relacionar con la reciente sentencia de un juez británico sobre Una verdad incómoda-. Y, en tercer lugar, sobre un hecho que resulta sorprendente y al que casi nadie ha prestado atención: ante la estupidez del líder sale el perrito faldero –Esperanza Aguirre, quien en realidad busca ocupar el puesto de macho alfa- para decir una frase que debería estar en la puerta del museo de los horrores: que comparte todas y cada una de las opiniones del líder (no especificó si incluso, cual buen perro faldero, antes de escucharlas). Pero, hoy nos interesa lo primero.

Hay un humor alegre, cómplice con la realidad. Hay un humor triste, desgarrado ante el mundo. No se trata, no se crean, de que el humor triste sea un humor menos gracioso. Está lejos de eso. Tampoco es el humor triste un humor de contenido político concreto sino de algo más complejo: de intención intelectual. El humor alegre está encantado con la realidad, el triste, no. Torrente, la burla frente al débil, es humor alegre; los hermanos Marx, triste.
El humor es una cosa muy seria. Nadie debería ampararse en él para decir tonterías. Precisamente, la diferencia entre el humor y la tontería es clave: es diferencia en su conciencia. Quien dice una tontería no es consciente de estar haciéndolo, quien hace humor, bueno o malo, sí. Pero, además, el humor no está exento de la ideología, de la política, de la moral. Es falso pretender que el humor no toma partido, pues lo hace tanto en su contenido –de qué se ríe- como en su forma –cómo se ríe-.

Así, lo interesante del chiste de Rajoy, la bromita como diría la futurible, es que es claramente conservador, es humor alegre, en al menos dos aspectos: contenido y forma. En el contenido, se trata de una broma que trata de minimizar un problema real para los más débiles, quienes preferentemente sufrirán el cambio climático, a favor de los más fuertes. Eso, es humor conservador. Lo que buscaba Rajoy con el chiste era negar la evidencia -¿cuántos informes puede citar el primo de Zumosol, o el propio Zumosol, que nieguen el cambio climático y la intervención humana en él?- a favor de la duda conservadora y los lobbys industriales: con una gracieta. Pero, ¿la diferencia entre un humor alegre, conservador y cómplice con la situación real y un humor triste, denunciador de lo absurdo de lo real es sólo de qué se ríen? ¿Acaso hay temas tabús en el humor? No, sino lo contrario. La clave no está en el tema sino en la forma de enfocarlo. Mientras que el humor alegre, conservador y cómplice, busca acallar la conciencia del desastre, el humor triste, la denuncia del absurdo, pretende gritarla.

Hay, al menos, dos célebres bromas sobre el hambre en el mundo: la de Jonathan Switf, ya nos hemos referido a ella más veces, y la de María Antonieta. En la primera, el autor de Gulliver propone que la mejor manera para aliviar el sufrimiento de los niños pobres y para que estos dejen de representar una carga para sus padres y la propia sociedad es fácil: cocinarlos y comérnoslos. En la segunda, la reina propone que los que no tienen pan y se quejan coman pasteles. En una surge la culpa; en otra, que acabó en una cabeza cortada, la bromita. Precisamente, la idea de Rajoy ha sido minimizar el problema del cambio climático con un chascarrillo en la taberna del señorito andaluz. Y para ello, no menos importante, ha utilizado una fórmula determinada, una forma humorística concreta: el argumento de autoridad donde la burla proviene de que alguien con renombre social –ya saben, nada más y nada menos que catedrático de la prestigiosa universidad española- se mete con los contrarios y nosotros debemos ve ahí su gracia: en la superioridad. Efectivamente, la idea de sacar a un primo, tal vez nunca mejor dicho repetimos, catedrático de un centro de investigación tan prestigiosos como cualquier universidad española -una clave de cualquier gag es su repetición- se presenta en la cabeza del conservador como argumento de autoridad: lo dice un catedrático. Así, la clave del humor está en que el poderoso se ríe del débil. La idea de Rajoy es simple: ¿pero no ve usted ignorante que quién habla es catedrático de universidad? Ja, ja. Es así el humor de los poderosos, donde la posición social previa y no discutida da la razón y el control. El humor alegre es el que se ríe de los débiles sin denunciar nada con su risa. Cómplice de la situación del mundo.

Una noche en la opera, humor triste y seguramente la mejor película cómica de la historia, tiene una escena -en realidad todas- genial, divertida y dramática: Groucho Marx conoce al tenor más grande del mundo, vestido para la representación de Polichinela, y ante la inquisitiva pregunta de éste sobre si quiere saber algo de él -imaginen: el tenor más grande del mundo, casi tan importante como un catedrático de universidad española- Groucho al tiempo que arranca uno de los botones del disfraz interroga:
- Sí, ¿cómo puede usted dormir boca abajo con unos botones tan grandes?

lunes, octubre 29, 2007

VOLVEMOS

No hemos arreglado nada, pero volvemos.
Aunque no sabemos si sirve para algo.
Pero, mañana más.

lunes, octubre 22, 2007

YO LO SIENTO (USTEDES IGUAL LO CELEBRAN)

La cosa empieza a adquirir tintes de absurdo. Ya he resuelto, momentáneamente al menos, mis problemas con el ordenador -gracias D. Pocholo, gracias D. Anónimo, ya tengo una versión de Ubuntu- y ahora vienen problemas con la conexión a internet. Resulta que hay páginas webs -y no sólo las pornográficas, no crean- a las que no puedo acceder y hay direcciones a las que no puedo mandar correos. O sea, que me explico, que yo entro en internet y visito lo que quiero pero de pronto una pagina en concreto me sale error (y está disponible como puedo demostrar). Que mando coreos amenzantes, ustedes me conocen, pero si quiero escribir a una dirección de yahoo, pues va a ser que no. Ya me pasó con la página de D. Ricardo hará una semana pero, por motivos evidentes, no le di importancia. Sin embargo, ahora ya me pasa con otras páginas y con correos y el misterio es grande.
¿Cómo, dónde, por qué?
En fin, que a ver si puedo centrarme. pero, por ahora, difícl alumbrar algo. Y mira que les debo cosas.
Por cierto, que hoy lo comentaba en clase y reconocía mi ignorancia: ¿las anémonas mueren de viejas? Es que he leído que no, que sólo morirían por muerte violenta y si no no lo harían y la cosa me resulta extraña. Y, por cierto, la clase era de Ética de 4º de ESO: en vez de pintar palomas de la paz...

viernes, octubre 19, 2007

SEÑAS DE IDENTIDAD

Cuenta Aristóteles que la Filosofía surgió de la admiración. Quien se admira, reflexiona el pensador griego, se pregunta y para la existencia de la Filosofía resulta fundamental ese cuestionamiento. Pero quien se admira, también y ahora reflexionamos nosotros, es porque mira desde fuera. Efectivamente, solo es posible admirarse cuando se está fuera de la realidad ante la cual uno se admira pues quien se identifica con ella, quien vive acostumbrado a la misma, podrá mirarla pero no desde luego admirarla. La identificación, como ante ese cielo siempre azul desde pequeños y aplacada así la sorpresa por la costumbre, lleva a no preguntarse algo fundamental: ¿por qué es azul?

Durante la semana anterior han pasado muchas cosas, pero, curiosamente y frente a lo que podía pensarse en un principio, unidas por un punto determinado. La memoria (selectiva) histórica, la loa a la bandera –túeresrojatúeresgualda- de Rajoy, el aniversario de la muerte del totalitario Che, la existencia de Público, la persistencia, cada vez más exarcebada, del nacionalismo… Aparentemente todas esas realidades corresponderían a una realidad diferente, merecerían un análisis distinto. Eso es cierto. Pero también lo es que formalmente, en cuanto a la estructura de la forma de pensar que delatan, podrían estudiarse conjuntamente. Pongamos un ejemplo: podemos estudiar cada animal como una especie distinta y sería cierto, pero, al tiempo, podemos fijarnos en alguna realidad estructural para ver sus características comunes: por ejemplo, la existencia de una columna vertebral. Del mismo modo, todos estos hechos son distintos pero podríamos buscar algo que les una: el proceso de pensamiento identitario, de mito.

¿Qué es un pensamiento identitario? Un pensamiento que no argumenta racionalmente sino que se remite, en identificación, a una realidad (la izquierda, la derecha, la nación,…) prefijada. Es un pensamiento cuyo peso argumentativo ya no se basa en una cadena de razonamientos sino en un prejuicio: esto es de izquierdas, esto es de derechas, esto de buenos españoles, esto de buenos vascos,… La identificación es el mecanismo de pensamiento más simple: se trata de un elemental proceso de mimesis, de imitación, con una estructura dominante. La identificación funciona por un mecanismo simple: yo me diluyo en un nosotros previo, mis ideas se adaptan a los prejuicios existentes y, así, no necesito explicarlas ni desarrollarlas: lo pienso porque sí, porque es evidente -¿evidente?-. Así, la definición, que resulta necesaria para iniciar con corrección el pensamiento pero no como su proceso último, se transforma en el fin del proceso identitario: la pertenencia a un grupo como finalidad siendo de derechas, de izquierdas, español o catalán. Desaparece la admiración pues ella es fruto de la extrañeza, de lo que no puede ser reducido al colectivo. La aceptación a priori del discurso, incluso antes de haberlo escuchado pues nunca se analizará, resulta así el resultado último y aparece el slogan y el símbolo. Ambos son el resultado último de la identificación pura, cuando el argumento intelectual ya sobra y la simpleza del análisis se impone: “orgullosos de ser españoles” acaba siendo lo mismo que “pueblo con 7000 años de historia”; “somos progresistas, somos de izquierdas” se asemeja a “somos iglesia”. Y ahí está el punto de unión entre unas cosas y otras.

Efectivamente, todos los elementos arriba citados tienen en común su categoría de símbolos, de pretender unir sin discusión posible a través de una cierta perspectiva de la realidad que resulta a priori incuestionable y quien lo haga será arrojado a las tinieblas exteriores. Así, la unión entre Rajoy abrazado a la bandera -como los borrachos que cantan el Asturias patria querida- y la autoproclamada izquierda abrazada a su historia de luchadores por la libertad –y la camiseta fuck Bush de la publicidad de Público- es en realidad el mismo proceso identitario: la comunión feliz de los elegidos por el prejuicio. La discusión y la argumentación queda postergada ante los hechos. Del mismo modo en que en las sociedades primitivas se venera el tótem, el pensamiento identitatrio moderno, basado en definiciones publicitarias que nunca se explicitan y por eso mismo funcionan, se reproduce en el prejuicioso “somos”: somos de izquierda, somos españoles,… Las palabras sustituyen a los conceptos y las consignas a los argumentos. Así, se pueden repetir argumentos que antes se han criticado para ahora usarlos a favor o viceversa: recientemente Mayor Oreja legitimaba la dictadura franquista, qué raro en alguien del PP, porque muchos españoles estuvieron con ella, pero anteriormente criticaba el argumento de que ilegalizar a Batasuna no era lícito pues implicaba ilegalizar una opción con muchos votos. Y viceversa: quienes utilizaban el segundo argumento antes ahora se llevan escandalizados las manos a la cabeza porque el número se considere juicio moral.

El pensamiento derrotado deja paso al lema :
fuck Bush en la camiseta
bandera de España en el balcón
siete mil años de pueblo vasco,
entre las sonrisas de complicidad de los llamados a la nueva eucaristía.

Lovecraft nunca tuvo el aliento poético de Poe, seamos sinceros. Jamás fue capaz de generar ese aire trágico que recoge los mejores cuentos del segundo: esa tristeza, ese destino que se ve en El gato negro, El corazón delator, La caída de la casa Usher, El hombre de la multitud y tantos otros. Sin embargo, en algo Lovecraft supera a Poe: en la presentación del horror. Y junto a obras muy interesantes que llenaron nuestra juventud de miedo escribió otra que releemos aún horrorizados por algo que no vamos a explicar, tan evidente. El extraño trata de algo terrorífico: un personaje que no pertenece ni a los vivos ni a los muertos, que no se puede identificar con nadie. Y por eso, sólo por eso, es extraño.

jueves, octubre 11, 2007

USTEDES ME PERDONARAN (y un homenaje a los viejos telegramas)

Serios problemas con mi ordenador STOP
Se reinicia constantemente STOP
Es que no puedo escribir STOP
Pero veran este fin de semana STOP
Espero haberlo arreglado STOP
Y escribiré sobre lo unidos que están Rajoy, Zapatero, IU, la (autoproclamada) izquierda y los nacionalistas... STOP
Esto asusta si no fuera porque es lo normal STOP

(Y en un telegrama de los antiguos hubiera salido carísimo. En internet, a través del correo electrónico, es gratis, todavía. Esta parte final es el homenaje a los tecnófobos: puros reaccionarios).

martes, octubre 02, 2007

NATURALEZA, ECOLOGISMO Y PENSAMIENTO TOTALITARIO

La naturaleza más que madre es madrastra. A ella -y hablamos de ella en cuanto constructo mental o sistema biológico no como, evidentemente, sujeto real y sin darle nunca una finalidad racional ni nada parecido- poco le importan los individuos y ni tan siquiera las especies. La única ley de la naturaleza es la selección natural: los más aptos, aquellos que por condiciones azarosas muestran una mejor adaptación al medio, sobreviven. La naturaleza, en cuanto sistema total de la vida, sobrevive así a costa de la muerte y del sufrimiento de los seres que la pueblan. Los nichos biológicos son crueles lugares donde sólo impera la ley de comer o ser comido, la ley del más fuerte. Por eso, vivir en armonía con la naturaleza es un absurdo. O, aún peor, una locura con ribetes totalitarios.

La idea de vivir en armonía con la naturaleza es siniestra. La naturaleza, aplicada a las sociedades humanas, no sería sino la eugenesia: la aplicación de la selección natural a la especie humana. La selección natural propuesta estaría bastante clara: primero caerían los enfermos, los niños deficientes, los débiles,... eso sería vivir en vivir armonía con la naturaleza. La supervivencia de la vida en la naturaleza necesita de la muerte de aquellos que amenazan a la supervivencia de las especie. El todo es prioritario sobre los individuos. Por eso, todos los regímenes totalitarios, y las religiones, han exaltado la idea de ser ellos mismos resultados naturales, de ser algo que procede o bien de una naturaleza general tomada como si fuera una madre o bien de una específica naturaleza humana propia de la especie en cuanto tal. El totalitarismo político, y su forma religiosa que es la mística, parten del supuesto de sistema –de la totalidad- como clave principal de su ideario y, con ello, y al igual que ocurre en el mundo natural, de la insignificancia de los individuos. Lo que importa es la supervivencia del todo –el estado, la nación, el sistema económico- como algo real del mismo modo que la ideología presenta a la selección natural permitiendo la supervivencia de la especie con la eliminación de los débiles. Además, en estos idearios y en la propia naturaleza, el sistema se pone por encima de los distintos individuos que sólo son perpetuadores de la situación y cuya finalidad última es integrarse en ese absoluto: reproducirse y luego morir. La imitación de la naturaleza, el seguir sus reglas, deja a los individuos desarmados ante la totalidad que los reproduce únicamente como medio de su propia perpetuación y no como fines en sí mismos.

Incluso el capitalismo y su ideología liberal repiten el juego de la naturaleza. Por un lado, el sistema de libre competencia emula la lucha por la supervivencia de los distintos individuos en el mundo natural; por otro, al igual que ocurre con los sistemas totalitarios -porque el propio capitalismo lo es- lo que importa no es tanto la supervivencia de los distintos individuos, su vida personal, sino, precisamente, la del propio sistema como estructura. En realidad, y lejos de lo cree el bien intencionado, y por ello mismo errado, ecologista el problema consiste en que la armonía con la naturaleza en el capitalismo desarrollado está perfectamente integrada. Se podría decir, incluso, que el capitalismo actual es naturaleza realizada tanto en el sentido de estructura totalitaria -donde lo que debe prevalecer es la supervivencia de la misma estructura- como, en segundo lugar, en su conexión con las raíces biológicas de la especie humana y con ello con su naturaleza de primate. Alguien podría argumentar que, sin embargo, el desarrollo industrial está destrozando la naturaleza lo que demostraría que no es natural, pero es que ese alguien lo que no entiende es que para el desarrollo natural del capitalismo la única naturaleza es él, es decir: lo que hace el capitalismo no es sino aplicar a la naturaleza las propias leyes que la naturaleza ha creado: la selección del más apto (indudablemente, en una forma metafórica de hablar pues conocemos que la naturaleza, como tal, ni tan siquiera existe).

Así, el pensamiento emancipatorio, si lo desea ser realmente, no puede desarrollar sus tesis en la naturaleza o desde la naturaleza, sino sólo emancipándose, en todos los aspectos, de ella. Por eso, el ecologismo que pretende no ya el respeto al mundo circundante, indispensable como desarrollaremos a continuación, sino la vivencia en armonía con la naturaleza olvida que dicha armonía se basa precisamente en el sufrimiento de los individuos y su insignificancia. Precisamente, las sociedades conformadas de acuerdo a un pensamiento totalitario –y entre ellas están las orientales o las denominadas ahora, y tan valoradas por una izquierda analfabeta, indígenas- siempre han admitido esta armonía que, en términos de desvelamiento ideológico, no significa sino el dominio de unos sobre otros en un reino de necesidad.

Pero ello no quiere decir que el hombre deba destruir lo natural. El respeto al medioambiente es algo necesario. Y no lo es sólo a niveles egoístas, porque si acaso no se hace acabaremos todos, más tarde o más temprano, mal, sino por algo más profundo: por humanidad. El hecho de infringir el mínimo de sufrimiento posible, e incluso de no infringir ninguno, es una conquista del pensamiento humano emancipado, precisamente, de lo natural. Intentar evitar el sufrimiento y sólo permitir el necesario, y aún con idea de culpa cuando por ejemplo criamos animales para comerlos o los sacrificamos en experimentos, no es estar en armonía con la naturaleza sino al contrario: emancipado de ella. La naturaleza es sufrimiento, en ella el sufrimiento es una constante de la vida de los seres vivos. Y allí, en el mundo natural, a nadie le importa. La razón, ciertamente, es una realidad biológica, en cuanto a la evolución del sistema nervioso y del hombre, pero ella misma busca emanciparse de esa naturaleza que la hizo. Sólo la emancipación de lo natural -que incluye la propia liberación y superación del desarrollo capitalista que ha llegado a ser pura naturaleza en cuanto a que forma parte de toda la realidad, incluida la personal, y da razón a la naturaleza biológica humana- puede conducir a una emancipación de la humanidad y, por tanto, de los individuos en cuanto tales. Y se trata de una emancipación, con el desarrollo científico y técnico, real, material, y del pensamiento. Para decirlo con otras palabras: se trata, en definitiva, de pasar de la prehistoria de la humanidad a la historia de los humanos.

domingo, septiembre 30, 2007

ESTE AÑO, TAMPOCO.

Lo decía Antonio Gasset en Días de Cine (en TVE2): San Sebastián es una ciudad preciosa. Debe de serlo, ni lo dudo. Tanto paseo marítimo, tanta Concha, tanta clase… En fin, debe de ser un sitio de esos que la gente viajada llama precioso. Excepto, tal vez, para hablar de política. Entonces necesitas irte o tener escolta. Pero nunca dejes que semejante nimiedad estropee un festival de cine.

Nuestros actores son gente comprometida. Una barbaridad. A veces, incluso, pienso yo con asombro: ¡caramba, cuánto compromiso! Y lo pienso así, todo entre exclamaciones. Incluso, a veces también, proponen cordones sanitarios o algo parecido frente a aquellos que ellos consideran -en ruedas de prensa anunciadas y hechas, ¿dónde creen?, en Madrid- fuerzas no democráticas. Y es hermoso estar comprometido porque eso siempre llena el corazón de la gente. Sin embargo, hay excepciones para el compromiso. Porque semejante nimiedad nunca debe estropearte un buen festival de cine.

Todavía recuerdo la ceremonia de los Goya cuando la guerra de Irak. Tanto compromiso es inolvidable. Llega, si yo tuviera esa superstición, al alma. Toca, pero tampoco la tengo, la fibra sensible de cualquier persona progresista. Nuestros actores luchando por una causa justa: ¡tan hermoso¡ Así, otra vez con exclamaciones.

Este año ha vuelto el Festival de Cine de San Sebastián. Cada año vuelve. Y cada año, uno detrás de otro, se desarrolla con la normalidad característica de aquellas, deber de ser hermosas, tierras: asesinos, cómplices, cobardes, héroes sin escolta y héroes con escolta. Y luego, ya catalogadas en una de esas especies, gente del cine que opina que semejante nimiedad no debe estropearles un buen festival. Sobre todo en una ciudad que debe de ser muy hermosa para todo excepto para vivir en libertad.

jueves, septiembre 27, 2007

INTERÉS GENERAL Y
PRENSA autodenominada PROGRESISTA

El pasado miércoles, 26 de septiembre, El País, el diario progre de toda la vida para tantos, publicaba un artículo inexplicable dedicado al interés general. No era en cultura, no era en ciencia, no era, tampoco, una nueva limosna electoral: era en deportes. Y se mostraba indignado porque La Sexta no había transmitido el Sevilla-Español a pesar, aseguraban, de ser de interés general.
¿El Sevilla-Español?

La Sexta, que participa en Público –que es el nuevo diario progre para tantos-, hoy no ha podido retransmitir el partido del Madrid-Betis. Y su comentarista principal ha dicho que PRISA impedía el interés general.
¿El Madrid-Betis?

¿Cuál será al final el medio progresista?
¿Y el de izquierdas?
Pero, ¿tan de izquierdas?

lunes, septiembre 24, 2007

Principio de Causalidad: PRISA, La Sexta/MEDIAPRO y Zapatero.

Una de las claves del pensamiento racional es la causalidad: los hechos se generan en causa-efecto. O diciéndolo con Aristóteles: todo lo que ocurre tiene una causa. Sin entrar aquí a juzgar la problemática filosófica de dicho principio, vamos a intentar un juego de causa-efecto.

Soy suscriptor de El País. Hace tiempo, unos ocho meses tal vez, me llamó una empresa para hacerme una encuesta sobre este periódico en mi condición de suscriptor. Entre otras preguntas recuerdo ahora dos: mi adscripción política en una tabla entre extrema derecha y extrema izquierda (me fue muy difícil responder y estuve a punto de decir aquello de qué quiere usted decir cuando habla de extrema izquierda) y si creía o no que el periódico había bajado de calidad en este tiempo. Conteste que sí lo creía, me resulta evidente, y no le di mayor importancia. Este mes de septiembre se acababa mi suscripción a El País. PRISA siempre, durante los tres años anteriores, me había enviado un correo electrónico muy cortés para informarme de ello. Este año no lo ha hecho así, aunque bien es cierto que me ha llamado por teléfono pero yo no estaba. Total, que PRISA me ha renovado, es legal, la suscripción automáticamente por primera vez. Y me resultó raro: no encontraba el motivo.

Pero nada comparado con la bomba del pasado día cuando El País se rió, literalmente, del gobierno con su nuevo plan de vivienda. Era la primera vez, consulten hemerotecas, que este periódico se mostraba tan crítico con Zapatero, del cual había defendido hasta lo indefendible -lo cual en este caso concreto es casi todo-. Mi sorpresa fue mayúscula y como soy persona desconfiada no pensé en la libertad de prensa, en la racionalidad, en que no estarían de acuerdo, ni nada de eso. Busqué una causa distinta. Porque tenía que haber, un pequeño homenaje a Aristóteles, una causa.

Hará poco más de un año el gobierno de Zapatero decidió regalar una nueva televisión a un grupo amigo: La Sexta. Al principio me resultó extraño porque ya tenían el grupo PRISA y parecía como que la cosa era negativa para esté (aunque a ellos les regalaran Cuatro). No sabía qué pensar. Desconocía y buscaba, ansía de saber, la causa.

El grupo PRISA, y en concreto la Cadena SER, hizo un esfuerzo ingente para desenmascarar las mentiras del gobierno del PP el 11-M. Para ello no dudó a su vez en mentir buscando generar un estado de opinión que pudiera aprovechar el PSOE para, en una carrera contrarreloj, lograr el triunfo. Luego vinieron las manifestaciones tan espontáneamente dirigidas y la lucha entre poderes, inefable Telemadrid contraprogramando una película sobre ETA, para ver quién manipulaba más. Ganó PRISA: Zapatero supo que le debía el cargo. Esta vez el principal causante del triunfo estaba claro.

La denominada guerra del fútbol resulta el acontecimiento político por excelencia (aunque el nuevo director de Público ya nos ha dicho que no nos interesa y a callar todo el mundo). En él se la juega el grupo PRISA que observa cómo el gran negocio se le puede hundir por culpa de Mediapro y La Sexta (que curiosamente publicará Publico, que curiosamente fue una cadena regalo de Zapatero y qué curiosamente desconozco de dónde va a sacar tanto dinero para los contratos que está firmando). Pero además el grupo PRISA nota algo más: el gobierno aún no ha comentado nada al respecto. Lo único dicho ha sido por la vicepresidenta que se ha limitado a señalar que a ver si se ponen de acuerdo. Ni un apoyo ni una promesa de mediación. PRISA se queda solo en el mercado. Sólo Felipe González, el viejo PSOE, ha salido en su auxilio. Y piensan, y pienso, que tiene que ser por algo.

Y ahora aparece Público, el nuevo diario para la nueva gente (o algo así). El diario ya se autoconsidera de izquierdas y progresista (en otro momento hablaremos del diario este y su campaña). Los nuevos diarios han durado poco en España y Público aparece seis meses antes de las elecciones, sin tiempo a desaparecer hasta, al menos, marzo. Curiosamente, un problema del PSOE será la abstención y Publico -qué nombre, qué falsedad- se vuelca en el grupo social que presumiblemente se abstendría: jóvenes y con (autoproclamadas) ideas izquierdistas. Y lo financia el grupo al cual Zapatero le regaló, ya saben, una televisión. Y consigue vender, curioso, a la mitad de precio que los otros periódicos. ¿Dónde está la causa?

Decía Aristóteles, y luego y antes lo hemos dicho todos, que no hay efecto sin causa. Zapatero siente que PRISA, que lo ha tratado como su testaferro, es ya un estorbo para su dominio y, de acuerdo a una vieja consigna, ha ayudado a generar un nuevo grupo de poder que compita. Este grupo, La Sexta/Mediapro -y Público-, ha entrado con la finalidad de erigirse en el nuevo referente mediático no del PSOE sino exclusivamente del sector Zapatero, quien así busca a su vez independizarse del partido como aparato todavía gobernado por la vieja guardia (y por eso el otro día Felipe González saltó a la yugular). A su vez, La Sexta/Mediapro, cuyo auténtico interés es la televisión y en concreto el negocio del fútbol, hace un favor a Zapatero sacando un periódico cuya única finalidad, observen el atrevido vaticinio, será movilizar la abstención para que ZP gane las próximas elecciones y MediaPro se quede con el fútbol televisado –y pueda, seguramente, en un par de años ponerlo en PPV (pago por visión)-. PRISA conoce esto y comienza, a su vez y buscando un nuevo espacio, a desmarcarse del gobierno esperando ocupar un espectro crítico y de (autoproclamada) izquierda centrada. Y mientras tanto, para asegurarse un dinero, me renueva, que es legal, automáticamente. Y yo me gastó el dinero.

Pero, esto último no me importa tanto ahora que lo pienso porque confío en que el gobierno de aquí a las elecciones saque una ayuda para suscriptores de periódicos. O al menos, una desgravación fiscal.

viernes, septiembre 21, 2007

ZAPATERO, ¡DAAAAME ARGOOOOOOO!

En la compra de votos en la que se ha embarcado Zapatero veo que se ha olvidado de mí, lo cual me molesta en cierta medida. Teniendo en cuenta que yo también soy un ciudadano de la nación de naciones y él el presidente del gobierno de España propongo que tome en consideración las siguientes medidas financieras para comprar, y sin duda así lo conseguirá, mi voto:

- Ayuda para cerveza. Que me dé 300 euros al año para cerveza, independiente a la renta. Si lo quiere hacer por población puede hacer una desgravación fiscal por número de latas bebidas teniendo que presentar, por ejemplo, la chapita de apertura de todas las latas junto a la declaración de IRPF.
- Ayuda para licores de alta graduación. En concreto y en mi caso pacharán y ginebra Bombay Saphire. El sistema puede ser el mismo que antes: a lo Cataluña (cuanto más cara es la bebida que bebo y más dinero por tanto tengo, y la Saphire es carísima, más te doy) o bien a lo Andalucía (por número de botellas independiente de su precio).
- Ayuda para el abono y la cuota de socio del Real Madrid. El fútbol es caro.
- Que me paguen los taxis. Si bien yo soy una persona de metro fundamentalmente, de vez en cuando cojo un taxi y me da cosa pagarlo si lo puede pagar el estado.
- Ayuda para trajes. Voy siempre con traje a trabajar así que considero que ZP debería pagármelo. Soy, no obstante, una persona sencilla, no gasto más que trajes Emidio Tucci pero siempre se agradece un esfuerzo financiero solidario para costearlos entre todos.
- Y las corbatas. Aquí sí que no transijo. Ya que voy con traje tendré que llevar corbata –unas veces incluso de lazo-. Siempre seda natural.

Zapatero, yo también quiero vender mi voto.
Zapatero, mi voto cuenta.
Zapatero, ¡daaaaaaaaaaaaaaaame argooooooooooooooooooooooo!

jueves, septiembre 20, 2007

DESVERGUENZA Y CARGO

Rajoy es uno más para mantener el cargo. Por eso admitió a Acebes, el ministro mentiroso y miserable, y a Zaplana, el portavoz de la falsedad, como mediadores. Los políticos dicen que es una obligación para lograr sus objetivos, se hacen los mártires, los sacrificados personales. Pero mantienen el poder y el puesto: la fábrica de salchichas.

Acebes supera récords de inmundicia. El otro día acusó al gobierno de no hacer cumplir la ley porque la bandera de España no ondea en varios ayuntamientos de España. Y tendría razón. Claro que sí.

El español es un idioma complejo -si fuera nacionalista diría que extraordinariamente complejo, pero como soy una persona sensata y no conozco todos los idiomas del mundo, ni tan siquiera los principales, diré que me imagino que es tan complejo como cualquiera- así que hay ese tiempo verbal: tendría. Es curioso: no es tiene sino tendría. ¿Por qué tendría razón? Porque resulta que Acebes fue ministro con el PP, que por cierto gobernó España, y las banderas tampoco se ponían. Y el estado tampoco hacía nada: silencio. Se subía el cupo vasco -ahora el PP grita contra los estatutos insolidarios- y se hablaba catalán en la intimidad.

¿Debe ondear la bandera de España en todos los ayuntamientos? Sí.
¿Tiene derecho Acebes a decir algo? Tal vez lo tendría, pero ya no lo tiene, al menos con razón si no se arrepiente antes.

En los grandes almacenes hay varias plantas y cada uno está en la suya. Unos prometen pisos, otros dignidad: se acerca la semana fantástica.

Y, por cierto, no todos los políticos son iguales. Por eso unos nunca llegan a nada y otros, enseguida.

lunes, septiembre 17, 2007

CORTINA DE HUMO: EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

Se cuenta la historia de Alcibíades. Este, un político ateniense del siglo V a. C., tuvo al parecer ciertos problemas con las cuentas del estado. También tuvo, siendo un hecho así volveremos a decir al parecer, un perro famoso por su hermosura. Y ante los rumores del desfalco tomó una decisión política: le cortó el rabo a su perro y en Atenas ya no se habló de otra cosa.

En España hay en torno a un 30% de fracaso escolar gobernando quien gobierne. La educación es de bajísima calidad gobernando quien gobierne. Ese es el principal problema al que habría que encontrar causa y solución. Al que habría que dedicar análisis y sesudos artículos. Sin embargo, y hasta hace dos años, la mayoría de la opinión publicada sobre educación trataba un tema: la clase de religión. Hoy en día el gran problema educativo es la Educación para la Ciudadanía (EpC). ¿Por qué?

Cuando un problema acuciante y básico no se puede resolver la política convertida en marketing, que es ya esta, considera que debe ocultarlo. Y el mejor método para ello es desarrollar un conflicto nuevo que atraiga la atención: cortarle el rabo al perro y que hablen de eso. Y si además ese conflicto puede subvertirse en algo ideológico, y aquí la palabra está utilizada con marxista precisión, y con ello en provisión de votos resultará aún mejor: una división tonta entre la autoproclamada izquierda y la real derecha (aunque no única). Así, la cortina de humo se transformará en arco iris de progresismo.

¿Es Educación para la Ciudadanía (EpC) una cortina de humo? Ya hemos hablado de esta materia una y dos veces. El artículo de hoy es más concreto pues buscamos ver la importancia que el propio MEC, es decir: el gobierno que ha introducido la materia, le da a su propia creación. Analicemos datos numéricos y centrémonos en Secundaria. Los alumnos de la ESO – que cubre cuatro cursos- cursan un total, sin repetir, de unas 1050 horas por curso (a 30 horas semanales por 35 semanas de clase), lo cual hace un total de 4.200 horas aproximadamente para toda la etapa de secundaria. De ellas, el Ministerio de Educación (MEC) impone el 65% (más o menos unas 2730 sobre el horario total) si la comunidad no cuenta con lengua propia y un 55% si la tiene (al considerarse que debe haber horas para enseñar dicha lengua y de ahí que se deje ese 10%). Son, como vemos, muchas horas. El peso e importancia de una asignatura en el currículo para el legislador viene dada por su presencia horaria. Y de hecho la misma LOE, en el RD 1631/2006, art. 15.2, así lo reconoce al establecer que los alumnos podrán titular con dos suspensas o incluso tres, ¿por qué no cuatro o cinco?, si el peso de la materia (sic) lo permite (o sea, su importancia; o sea, su número de horas). Es decir, la propia ley reconoce que hay materias y materias, unas más importantes que otras. ¿Cuánto ocupa, cuál es el peso para el MEC de Educación para la Ciudadanía? El 2,56 % del currículo total de la Secundaria: de todas las materias del currículo –el conjunto de materias que lo comporta- la que menos horas tiene (Anexo III del mismo Real Decreto).

Pero como hemos dicho antes cada comunidad debe ahora hacer su currículo agregando el restante tanto por ciento y cabría la posibilidad de que aumentará dicha cantidad. Y así los alumnos cursarían una materia fuerte, que hiciera esperanzador el futuro de la ciudadanía y la democracia en España gracias al gobierno de España (que ahora se llama así).

Las comunidades gobernadas por el PP (Castilla y León, La Rioja, Madrid, Murcia y Navarra), como cabría esperar, se han limitado a cumplir el RD y han puesto las horas obligadas por ley y ni una más. Así, en ellas la media, pues añaden el 35 % restante, de EpC baja al 1,6 %. Pero, pensará el lector progresista, son la derecha.

Bueno, pues vayamos a las Comunidades gobernadas por, ¿cómo es?, ah sí: fuerzas de progreso.En las gobernadas por el PSOE, ya solo ya con sus socios -Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Extremadura, Galicia y contamos Cataluña que eliminó la Ética de 4º, ¿por qué?, pero ahora suma una hora de EPC e incluimos Canarias y Valencia que aunque esté el PP mantienen las dos horas de Ética de 4º- habrá tres horas en total divididas en dos cursos (1+2): un 2,5 % sobre el total de Secundaria, es decir: seis centésimas menos que en el MEC pues también ha aumentado el número de horas.

Sólo Ceuta y Melilla (territorio MEC) y Castilla-La Mancha suman dos horas más, hasta un total de cuatro, con lo que la cifra se dispara hasta el sorprendente 3,3 %.

Una materia básica y fundamental del currículo.
Una materia que introduce la ciudadanía en la escuela.
Y con mucho peso.

Pero aún hay más. De ese total de ciudadanía, la horquilla va de un 1,6% a un 3,3%, realmente sólo es nuevo contenido la materia del curso inferior pues en 4º ya existía la materia de Ética con un currículo idéntico al presentado para EpC ahora en ese mismo curso. Es decir, en realidad Educación para la Ciudadanía (EpC) sólo se aplica como materia nueva en un curso de la ESO, el inferior a 4º que será en 2º o en 3º. Y ahí ya la cosa adquiere máximo ridículo. Pues sólo en Ceuta-Melilla y en Castilla-La Mancha la materia tiene en el curso inferior dos horas mientras que el resto (PP, PSOE o nacionalistas) tiene una hora a la semana. Es decir, los contenidos nuevos suman un 1,6% del currículo (70 horas de EpC sobre un total de 4200 horas en Secundaria). Añadiendo a esto que cualquier profesor sabe que resulta imposible didácticamente dar de forma coherente una materia que tiene una sola hora semanal.

¿Por qué entonces, para este parto de los montes, no se añadió una hora a Ética de 4º y se solucionó el problema si tanto interés había en ese campo? Pues porque el gobierno necesitaba propaganda y como que se mantuviera la religión (que ocupa como mínimo un 4,16%, es decir: siempre más que cualquier currículo de EpC) ya era un problema suyo y por lo tanto ese tema ya no valía pues ningún perro tiene dos rabos que cortar tuvo que inventar otro distinto que ocultara el auténtico desastre educativo que no sabe solucionar o no se atreve a hacerlo. Surgió así Educación para la Ciudadanía como la cortina de humo perfecta: ocultaba los problemas de la educación y generaba un ridículo debate (entre unos de derechas y otros aún más de derechas). Pero además tenía una nueva virtud: esta vez la cortina de humo era, efectivamente, solo humo.

sábado, septiembre 15, 2007

ESTAR QUEMADO: OTRA VEZ POR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Que un grupo de gente se reúna en Gerona para quemar el retrato del Rey -no se sabe si esperando con ello en su ignorancia que se cumpla alguna conexión causa/efecto de contenido mágico, tal vez extendida creencia en una región donde la Seguridad Social estudia cubrir la homeopatía y la acupuntura- forma parte de una protesta política legítima. Al fin y al cabo si protestan contra lo que ellos consideran una potencia invasora resulta lógico que la figura del monarca, como jefe de estado, sea repudiada. O dicho de otro modo, la gente tiene derecho a manifestarse contra el estado y, por ello, contra el Rey: les ampara la libertad de expresión que es precisamente la libertad de hablar del que no está de acuerdo con nosotros. No entendemos el revuelo armado y desde aquí apoyamos el derecho que tienen los independentistas catalanes tanto a manifestarse como a quemar, con cuidado eso sí y tomando precauciones indispensables no vaya a armarse un incendio, retratos del monarca, banderas de España o escudos del Real Madrid.

Pero no es este el motivo de este artículo, ya hemos dejado clara nuestra opinión sobre la libertad de expresión otras veces, sino señalar dos cosas muy interesantes.

Una, que la misma Fiscalía que ha corrido por segunda vez a defender la imagen real, sin embargo actúa por omisión permanente en el País Vasco como se ha visto en el caso de la alcaldesa de Lizartza y en tantos otros –aunque ahora se moviliza más pues quedan 6 meses para la elecciones y el proceso de la autodenominada paz ya no da votos-.

Dos, y aún más sorprendente, que el hecho de que los manifestantes cortaran calles luego o lanzaran huevos contra la policía, tal y como informa la prensa, no lleva a la Fiscalía a adoptar posición alguna, cuando a uno le parece más grave cortar el libre tránsito de los ciudadanos o agredir a la policía que quemar esfinges y retratos. Porque ahí no se está en terreno de libertad de expresión sino de violencia callejera que sí debe resultar perseguible por la Fiscalía. O dicho de otro modo: que la Fiscalía mima al Rey y desprecia el orden público que afecta a los ciudadanos. Aunque eso, seamos justos, también ocurre con una derecha indignada con la quema y poco atenta a nada más.

Pero, ¿por qué estas actuaciones de la Fiscalía? Pues porque las encuestas deben ir peor de lo que estamos creyendo y el gobierno, de pronto españolísimo en redundancia, ha decidido irse girando hacia posiciones patrioteras. Así, entre las medidas demagógicas de “hondo calado social” (donde ya casi salimos a dos por semana para que Solbes no pueda criticarlas) y las defensas patrias del gobierno de España -¿y de dónde habría de ser si no?- se pretende arrancar el puñado de votos necesarios para ganar en marzo. Que al fin y al cabo es la finalidad de la empresa y sus directivos.

jueves, septiembre 13, 2007

BANDERA DE LIBERTAD

Es una escena, una más, de Casablanca. En ella unos militares nazis se ponen a cantar una canción de exaltación en el bar de Rick. Y de pronto aparece Victor Lazlo, checo, y pide a la pequeña orquesta -una orquesta de variedades, una orquesta de café- que toque la Marsellesa. Podía haber sido una parodia, podía haber ido una escena cínica: es sólo una escena que representa la libertad. Suena y todos la cantan. Y al hacerlo no entonan el himno francés, sino algo más. Porque en ese momento la Marsellesa es una canción de libertad.
La bandera de España es la bandera de la libertad en el País Vasco. Y el otro día, por fin, doña Regina Otaola, y aquí el don no es gratuito, la izó en el ayuntamiento de Lizartza. Todo ello le ha conllevado una amenaza de muerte por parte de un miembro de ANV –aquellos que debían de ser también hombres de paz, sin duda- y el silencio de la Fiscalía, que tan rápido corrió contra El Jueves y aquí lleva esperando ya, si es que todavía hace algo aunque seguro que sí porque ahora hay elecciones, cinco días para actuar.
No me siento español. Pero tampoco madrileño, nacionalista o, eso tan cursi, ciudadano del mundo. Sólo me siento extraño.
Sin embargo, hoy izo la bandera de España en mi espacio junto a doña Regina Otaola como si estuviera en el café de Rick mientras Victor Lazlo, y yo mismo, cantamos la Marsellesa.

martes, septiembre 11, 2007

PAYASO TONTO, PAYASO LISTO

La pregunta:
Señor presidente del Gobierno, ¿qué reflexiones personales le han llevado a concluir que el Gobierno de España debe ser llamado "Gobierno de España"?

La respuesta, mañana en el Senado.

Y decidiremos quien cumple esta vez cada papel en ese inmenso y triste circo.

domingo, septiembre 09, 2007

IDEA DE ESTADO/1: ZAPATERO

La idea de estado de la socialdemocracia es el estado garante en un doble sentido. Por un lado, y eso lo comparte con el estado liberal, es la garantía de los derechos políticos de los ciudadanos y del cumplimiento de la ley emanada del parlamento. Pero, y ahí se diferencia del ideal liberal, hay una segunda garantía que se ofrece en la socialdemocracia: los derechos sociales. En la socialdemocracia, al contrario que en el liberalismo, la economía no es un libre mercado sino un mercado vigilado donde deben prevalecer los derechos sociales de la ciudadanía. Así, sin venir ahora al caso ni el origen de esto ni analizar su realidad social, queremos subrayar como en una teoría socialdemócrata el estado es garante de derechos políticos y sociales que pertenecen al ciudadano en sí y, por ello, el estado socialdemócrata los garantiza pero no los concede: se consideran propios del individuo. Efectivamente, se considera que el estado es garante porque dichos derechos no son concedidos por él, no son una gracia, sino que, en su filosofía política, pertenecen y surgen de la persona y la sociedad. Así el estado es árbitro entre el Capitalismo como economía y la sociedad como clave de progreso -de hecho una crítica a la socialdemocracia sería esa idea de capitalismo como mero sistema económico- y en su arbitraje tenderá a defender esos derechos. Y por eso la socialdemocracia tiene una política económica determinada y propia que no sólo afecta a la creación de una estructura estatal concreta, el estado del bienestar, sino también al modelo industrial, financiero, laboral y fiscal que busca ese estado.

Hasta aquí la teoría política, vayamos a la práctica. ¿Es esta la idea de estado del presidente del gobierno?

Primero analicemos la política económica. ¿Tiene el actual gobierno una política económica socialdemócrata? No, no existe diferencia fundamental en este aspecto entre PP y PSOE, y tal vez porque ya no puede haberla. Efectivamente, los cuatro pilares clásicos del modelo económico (modelo industrial, fiscal, laboral y financiero) son similares entre uno y otro partido. Primacía de un modelo industrial basado en la construcción y en los servicios –y no en la gran industria con su desarrollo tecnológico como en la socialdemocracia-; política financiera y fiscal de aire liberal –bajada de impuestos y grandes corporaciones bancarias pero no industriales-; y, por último y consecuentemente, un perfil laboral eventual y poco cualificado debido a los modelos anteriores. Así, el modelo socialdemócrata no se da en la política económica del gobierno Zapatero.

Pero, ¿y la política social? Se podría aducir que Zapatero sí mantiene una política social de derechos y por tanto es, al menos en parte, un socialdemócrata. Es esto lo más interesante de todo y que merece una detallada, y tal vez aburrida, reflexión. Efectivamente, el interés social parece una característica de ZP y a su vez de la socialdemocracia. Parecería ahí, por tanto, que hay un punto de unión. Sin embargo, es importante recordar lo bicho anteriormente: en la socialdemocracia la asistencia social se entiende como un derecho ciudadano. ¿Cómo lo entiende Zapatero? Cada nuevo curso político ZP da un mitin en el que anuncia una nueva medida social. Generalmente, además, estas medidas guardan relación con sectores sociales determinados y repetidos anualmente: los pensionistas de renta baja y los trabajadores con empleo poco cualificado y que cobran el salario mínimo (aunque la subida del SIM luego pueda afectar a otras por convenio, esto no se presenta nunca en la propaganda). Interesa aquí esto por dos motivos: primero, es el mismo presidente en un mitin quien lo presenta, no el gobierno o el Parlamento; segundo, es con los sectores más débiles socialmente, lo que conlleva la sombra del voto cautivo. Uniendo estos dos hechos comenzamos a barruntar que ZP no considera estas medidas como derechos sino como concesiones que él, personalmente, hace. Incluso, como ha ocurrido recientemente con la demagógica propuesta de la Junta de Andalucía –por cierto, lean el titular de los periódicos y el artículo de la ley porque no dicen ni por asomo lo mismo- se entra en colisión entre la política económica y la concesión efectuada con lo que parece que ésta última no es sino un esfuerzo del presidente y ciertos políticos y no un hecho del estado. Así, ZP es, diciéndolo de forma elemental, el bueno que se esfuerza en conceder cosas a pesar de la propia política económica de su propio gobierno. ¿Contradicción? No, populismo. El ideal de ZP no es la socialdemocracia, que precisa de una estructura estatal y una planificación económica para existir, sino los movimientos populistas sudamericanos tipo peronismo y, sobre todo, este norteamericano, el PRI.

¿Exageramos? Veamos más. Hablamos de un estado socialdemócrata. Un estado socialdemócrata se sustenta precisamente en esa idea de estado del bienestar, es decir: la estructura del estado tiene una finalidad nacional clara que subyuga las administraciones inferiores. Así, la mutua interdependencia en el estado, ya federal o no, se sustenta en la consecución del objetivo a nivel nacional (y no federal): las partes están al servicio del todo que es el estado del bienestar. Sin embargo, en los movimientos populistas, el PRI por ejemplo, la clave es la comunión de intereses de un determinado grupo social y con ella el clientelismo. Las distintas partes no se relacionan en un fin común sino de acuerdo a sus intereses como tales partes. La relación del gobierno con los nacionalistas es así en este caso: Zapatero sabe que los necesita para gobernar y por ello no duda en la concesión permanente ante ellos, como se ve en las sucesivas reformas estatutarias. A su vez, la clase política nacionalista sabe que su límite es precisamente su región, lo que ellos llaman rimbombantemente nación y esas cosas, y entran en el juego guiados por ese interés caciquil de adquirir poder. La telaraña establecida sólo responde a los intereses propios y genera el clientelismo de los nuevos reinos de taifa (como ocurre en México con los gobernadores). Pero aún hay algo más que se asemeja. Del mismo modo que el PRI vivió durante años impidiendo la existencia de un partido con posibilidades de poder, está la campaña del PSOE de cercar al PP de cualquier posible coalición –campaña, por cierto, hábilmente refrendada por el propio PP- impidiéndole su acceso a la Moncloa por falta de apoyos: si este me da más, ¿para qué irme con el otro?

¿Quiere esto decir que Zapatero no es demócrata? Por supuesto que no. Zapatero es un demócrata pero su idea de estado es el caudillismo americano del PRI. El estado es una máquina que no se diferencia del gobierno y éste, a su vez, es quien dicta en el partido. Esta legislatura no es sino el inicio de este modelo que se desarrollará en la próxima si gana. Lejos, muy lejos, de la socialdemocracia.

¿Votar entonces al PP? Pues en un próximo artículo analizaremos la idea de estado de Esperanza Aguirre, olviden ya a Rajoy, y verán que el miedo es el mismo. ¿Estado liberal? Y un cuerno. Pero, eso en otro momento que ya nos hemos aburrido bastante.