lunes, mayo 31, 2021

Y AHORA EN RADIOSOFIA/42: LA DEMOCRACIA

#Democracia: palabra griega que significa más de lo que pensamos. Es más que votar, es más que un procedimiento político, y por supuesto es más que la “libertad“ de poder irse de cañas.
Como siempre en #RadiCasares en #RadioSofía
#EPMesaLaVozIlustrada


lunes, mayo 24, 2021

LAS CLASES ONLINE EN SECUNDARIA Y EL PARIPÉ COMO IDEOLOGÍA

Hay algo en que coinciden el gobierno más progresista de la historia de España y las autonomías más cercanas al pensamiento neoliberal de la historia de España. Ese algo es curiosamente la idea de que la solución a la pandemia han sido las clases semipresenciales, añadiendo la transmisión de la clase por vía telemática a los alumnos que no están presentes en ese momento en el aula. Consiste en que el profesor da la clase normal, a los alumnos allí situados físicamente y que son la mitad del grupo, y a través de una cámara se transmite esa misma clase a los alumnos que en ese momento están en su casa. 

 Esto se presenta como si fuera una solución al problema de la pandemia. Pero, es un paripé.

Efectivamente, las clases online así realizadas no son más que un paripé educativo cuya finalidad no es que el alumno aprenda o que el profesor pueda desarrollar su tarea docente, sino mantener contentos a los padres y aparentar que se está haciendo algo en el campo de la educación. Y es un paripé porque resulta un imposible pedagógico y un imposible laboral para el profesorado.

 Es un imposible pedagógico porque o das clase presencial o das clase online: son dos cosas distintas. Intentar hacer las dos a la vez es, ha sido, tarea imposible. Efectivamente, una clase online no se puede dar como si fuera una clase presencial y, lógicamente, una clase presencial no se puede dar como una clase online. Pero, precisamente, es lo que se está haciendo a diario. Se trata así de pedirle al profesorado que realice algo imposible. Por eso, pedirlo es un paripé.

 Además, es un paripé, o diciéndolo más correctamente: una sobreexplotación, en relación al trabajo realizado por el profesorado. Efectivamente un profesorado sobresaturado de horas lectivas, que ya en sí mismas no se pueden preparar bien, se le exige que además doble la preparación de sus clases, doblando así su trabajo. De esta forma, los profesores estemos trabajando más que nunca y con resultados mucho peores que nunca en lo educativo.

Pero, si la educación telemática simultánea con la presencial resulta absolutamente inútil, ¿por qué se está haciendo?

El primer motivo es a corto plazo: para mantener la sobreexplotación horaria y laboral de los padres, que no pueden atender a sus familias en casa y por lo tanto de lo que se trata es de llenar o sustituir la vigilancia familiar de los niños. Es la escuela como aparcamiento. La idea básica así es que mientras los padres han tenido que ir a trabajar, ya saben: o economía o salud, los niños debían estar vigilados de alguna forma y esto es lo que cumplen las clases presenciales como paripé. El viejo y real “Gran Hermano te vigila”.

 El segundo motivo es la preparación para un nuevo modelo educativo que cada vez que puede anuncia la inútil ministra de Educación. Se trata de ese modelo en el cual van a desaparecer las materias concretas y los contenidos culturales en aras de una serie de competencias, cuya única finalidad real es convertir a los alumnos en sujetos perfectamente adaptados a las nuevas condiciones del mercado laboral y del mercado de consumo. Las competencias educativas así, como explicamos en uno y dos, son en realidad nada más que un proceso para la creación de un nuevo sujeto del nuevo capitalismo. Y las clases online lo que están haciendo es servir como prueba para después generar inmensos grupos de alumnos que los profesores tengamos que atender, unas veces de forma  presencial y otras telemáticamente, aumentando radicalmente la ratio, ahorrándose una cantidad ingente de dinero en la educación y al tiempo generando un nuevo modelo educativo alejado de la tradición académica y cercano a la conformación de una modelos adaptativos. El poder lo llama hiperaulas, en realidad es almacén.

 Pero, ¿se podía haber hecho otra cosa?

Por supuesto, del mismo modo que en Infantil o en Primaria se han reducido los grupos, se podía haber hecho en Secundaria y en Bachillerato. Y para esto hay espacios de sobra, porque se podría incluso haber doblado el turno viniendo unos alumnos por la mañana y otros por la tarde, aumentando la plantilla de profesores, y reduciendo de esta forma cada una de las ratios de las aulas. Y si esto lo he hecho así no es porque el Estado no tenga dinero, como demuestra que el Estado gasta el dinero allí adónde quiere y sin problemas como puedan ser por ejemplo en el rescate bancario, el rescate de las autopistas de peaje o la operación Castor, sino porque esto podría presentar un peligroso precedente en relación a la ratio del alumnado. Y esto se ha visto muy bien con el nuevo anuncio de que las ratios no se reducen para el próximo curso. Volvemos, pues, a la a-normalidad.

 Y ya acabamos. Todo este modelo educativo actual, donde lo que menos importa es que el alumno aprenda y lo que más interesa es que se conforme como individuo adaptable, va a ser el modelo educativo del futuro. No se cansa de advertirlo la inútil ministra de Educación en cada uno de sus tuits con tono profético a la par que festivo y pensamiento positivo barato. La idea, efectivamente, es la destrucción de la escuela como transmisora de conocimiento y su sustitución como un método de coaching, o sea: adiestramiento, para la conformación de un nuevo modelo de individuo adaptable perfectamente a todo el proceso social.

 En 1984, George Orwell imaginaba un mundo totalitario basado en el control absoluto a través de cámaras donde el Gran Hermano lo veía todo. Las cámaras han venido para quedarse y cada instituto se parece cada día más a esa distopía. Pero mientras que 1984 se presentaba a sí mismo como tal horror, en nuestros institutos se presenta como un modelo cargado de luz, aulas diáfanas y actividad innovadora atendiendo a las competencias. Puro dominio totalitario de los individuos para el desarrollo del sistema capitalista.

miércoles, mayo 19, 2021

Y AHORA HUME: DESPERTANDO DEL SUEÑO DOGMÁTICO (soy un clásico)

 Queridos niños, queridas niñas y público en general...
"Con Hume y su Empirismo ni sé si soy yo mismo"
Y aquí lo tienen ustedes para que lo comprueben y despierten del #SueñoDogmático.
#MiProfesorMiHéroe
Esta es una serie dedicada a la presentación de la Filosofía de Hume. En ella se presentan los principales rasgos de su pensamiento, siempre desde una perspectiva divulgadora. Todo lo dicho aquí, está reflejado en los apuntes de la La Lechuza de Minerva (http://lalechuzademinerva.es/historia...). 
Su orden es: 

lunes, mayo 10, 2021

Y AHORA EN RADIOSOFÍA/41: LOS EXPERTOS

 Lo sé, lo sé, me esperaban...
Pues aquí de nuevo en #RadioCasares con #RadioSofía, ahora eso del #PensamientoPositivo.
¿De verdad piensan que la felicidad es solo mental y no algo que necesita una sociedad justa?
Ya saben, #EPMesaLaVozIlustrada

domingo, mayo 09, 2021

LA NUEVA PEDAGOGÍA Y LA CONSTRUCCIÓN DEL NUEVO SUJETO DEL CAPITALISMO/y2

En el artículo anterior veíamos como el fin del Capitalismo Industrial y la aparición del Nuevo Capitalismo, había dejado fuera el modelo educativo anterior. Por lo tanto, para la adaptación de los sujetos a este Nuevo Capitalismo era necesario realizar a su vez un nuevo modelo educativo. Y precisamente de explicar las características de este modelo trata la segunda parte de este artículo.

La primera característica general de la innovación educativa es la negación de los contenidos y la memoria. Es, según estos presuntos rebeldes del sistema, ir contra la educación enciclopédica. El argumento es que todo está en internet y ya no tiene sentido aprenderlo pudiendo buscarlo. 

Por supuesto, y ya en un primer vistazo, destaca la falsedad. Google será un inmenso cementerio cultural que nadie visitará y, además, esta cultura desaparecerá del simbolismo colectivo, quedando reducida al conocimiento de la clase social alta y sus vástagos que serán, por la propia distribución desigual del conocimiento que ya la escuela no paliará, los únicos que conocerán esa cultura. Pero además, lo que se pretende no es solo mantener la ignorancia. El triunfo del Capitalismo es la conversión de todo en mercancía. Lo importante de la mercancía no es su contenido concreto, sino ser una mercancía: tan mercancía es una poesía, una salchicha o el propio dinero. La conversión de la persona en mercancía implica, por ello, la eliminación de contenidos estables y concretos. Y eso implica también la nula importancia de los contenidos culturales. La vacuidad absoluta, y más de contenidos culturales que podrían mostrar una diferencia entre lo que las cosas son y lo que deberían ser, implica la adaptación perfecta. El sujeto vacío en sí mismo, sin memoria ni contenidos culturales, es sencillo de dominar. Además, la cultura podría presentar una alternativa, un pedir algo más a la propia vida vacía del individuo, y por ello debe ser eliminada. 

La segunda característica propia de la innovación pedagógica oficial y dirigida es el canto a la interdisciplinariedad y al trabajo en grupo: los proyectos, la colaboración y la ahora famosa hiperaula ¿Por qué? 

Primero porque la escuela se concibe ya como modelo y adiestramiento para el futuro laboral. Lo que se está haciendo es entrenar a los alumnos en el nuevo modelo productivo, donde el trabajador deberá ser capaz de adaptarse a los distintos sectores productivos a lo largo de su vida laboral precaria y de ahí la importancia de lo interdisciplinar, que en realidad quiere decir aquello que no implica la profundización. Segundo, porque el trabajo en equipo, la actual cadena de montaje camuflada en el entorno chachi de la cooperación, es la nueva forma de acción de las grandes empresas. 

Pero, además, hay algo más y algo paradójico aparentemente: el Nuevo Capitalismo, y con él uno de sus referentes ideológico como es la nueva pedagogía y la innovación educativa, debe negar al individuo. La nueva sociedad capitalista no será individualista en la acepción moderna de la palabra. El individualismo moderno defendía que uno se construye a sí mismo y al hacerlo construye el mundo. Lo que está ocurriendo en la nueva sociedad capitalista es, frente al individualismo del liberalismo clásico, la idea de la exaltación de la singularidad:  uno ya es lo que debe ser. No es que haya que construirse como un sujeto fuerte, construirse a uno mismo, sino que se asume que lo que se ya se es es lo que se debe ser. Se niega la ruptura, clave de la Modernidad, entre el ser, lo que actualmente eres, y el deber ser, lo que podrías y deberías ser. Todo lo que hay, incluyendo mi yo, es lo que debe haber. Me asumo, en definitiva, como mercancía en cada selfie o vídeo que cuelgo en tik tok. Estoy encantado de haberme conocido. Soy guay, soy mercancía. Y en la cadena de montaje del beneficio capitalista cumplo mi función.

Tercero, la exaltación de la emoción ¿Por qué la nueva pedagogía exalta las emociones? Se trata de acabar con el discurso argumentado, racional, y sustituirlo por formas de expresión emotivas sin profundidad de análisis. Se renuncia a la racionalidad para eliminar la única arma que al enfrentarse a lo real puede descubrir aquello que no es aparente y se nos oculta, ir más allá de lo presentado social e ideológicamente como sombras de la caverna, y, segundo, plantear el problema de que lo que hay no es necesariamente lo que debería haber. Y así, frente al peligro de la razón se presenta como ideal lo emotivo. Es la exaltación de esa falsa subjetividad buscando la adaptación pura de estar a gusto: bien adaptado al mundo. Y es muy interesante observar que el auge de la nueva pedagogía coincide con el del pensamiento positivo y la autoayuda. La adaptación pura del sujeto, al que además se le culpabiliza si no la realiza, es la mayor emoción. Se trata, por tanto, de renunciar a la racionalidad frente a la emoción ¿Por qué? Porque la racionalidad se cuestiona de raíz el problema de la realidad frente a una emoción que lo único que hace es convivir con esa realidad y, de hecho, bajo ella.

En cuarto lugar, surgen las nuevas materias para la vida que deben sustituir a las materias excesivamente academicistas, se dice. Cada vez que se pide una nueva materia, no se pide por un contenido académico que haya que cubrir, sino que se exige un contenido ideológico. Desde una materia sobre feminismo, como pide Podemos, hasta la consabida educación financiera, como piden las grandes corporaciones bancarias, las nuevas materias lo que buscan es adoctrinar y amaestrar: no se trata que los alumnos aprendan contenidos culturales que les permitan tener herramientas para juzgar el mundo sino enseñarles a ser de una determinada manera. Es un catecismo. Y de hecho, y como paradigma, esa es la clave de la supresión, por parte del PSOE, de la materia de Ética en la nueva LOMLOE y su sustitución por Educación en valores éticos y cívicos: las materias de reflexión y contenidos deben ser sustituidas por un nuevo catecismo de formación del espíritu individual.

Y hemos dejado para el final el gran leiv motiv de la innovación pedagógica: la motivación y lo divertido. Hay que motivar, se repite. Hay que ser ameno, se dice ¿Qué esconde la motivación como criterio superior de la labor docente? La idea clave de la motivación es la idea de la desaparición de la voluntad personal y, con ello y como consecuencia, el que domina el estímulo motivador domina al otro sujeto. Hay que acostumbrar a los niños desde pequeños a responder a estímulos externos vivaces y cambiantes donde pierdan su voluntad de acción, que desarrollaría su voluntad, y se acostumbren a la heteronomía que es el control del estímulo por alguien ajeno: quien domina el estímulo va a someter al otro. El individuo en un entretenimiento permanente es controlado por el tratamiento del estímulo y su control. La finalidad de la clase ya no es dar contenidos sino pasar el tiempo: un consumo más. Un consumo para enseñar a consumir.

El panóptico de Foucault es la imagen favorita del educador autoproclamado progre. Te explica que eso es la educación clásica. Y añade con un guiño de superioridad moral: vigilar y castigar. Pero no entiende, o busca ocultar, que la realidad capitalista actual ya no es así. El auténtico símbolo, la edificación que mejor responde a la realidad del nuevo dominio capitalista es la oficina de Google. Se han creado, según dijo un portavoz de la compañía en el New York Times, con un solo objetivo: crear el lugar de trabajo más feliz, más productivo del mundo. Felicidad productiva. 

El panóptico se ha vuelto innecesario en su dimensión disciplinaria, la oficina Google es la nueva disciplina: el lugar feliz que promete también aulas llenas de niños y de niñas sonrientes, hiperaulas diáfanas, para ser falsamente felices pero auténticamente productivos. Se trata de construir el Nuevo Capitalismo: el lugar más (falsamente) feliz y más productivo del mundo. Es la destrucción, en una palabra, del sueño ilustrado que una vez prometió que la tierra sería un paraíso.