viernes, marzo 30, 2012

MEMORIA HISTÓRICA (encima,...)

Hoy, hace dos mil sesenta y ocho años, 15 días y algunas horas y minutos era asesinado Julio César en las escaleras del Senado. Un silencio cómplice intenta que no hagamos memoria -histórica, por supuesto-.
Sin embargo, los pueblos que olvidan su historia están condenados a repertirla.

jueves, marzo 29, 2012

VIDA INTERIOR/93: EN HUELGA

¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará. Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser feliz



29M: ni maletín ni corbata -aunque, huelga decirlo, con mi elegancia habitual-.

lunes, marzo 26, 2012

RAZONES DE UNA HUELGA GENERAL/y 2

1.- ¿Hay razones para hacer huelga general el día 29? Sí, las hay. De hecho, este escrito pretende presentar los motivos por los cuales yo voy a hacer huelga. Empecemos.

2.- La reforma laboral es uno de los aspectos del proyecto de precarización social de una parte de Europa -aquí un análisis más detallado de la reforma y de dicho proceso 1 y 2-. Este proceso, no obstante, no es una necesidad del capitalismo como sistema económico sino un interés de rapiña de la oligarquía económica que busca con su consecución un aumento de sus beneficios. Es decir, es un proceso reversible desde la mera reforma política -pronto, una propuesta de izquierdas para derrotarlo-.

3.- El hecho de que la reforma laboral implique un modelo social determinado, y no un mero cambio en la legislación laboral, hace necesaria a su vez una respuesta general. Es decir, el proyecto de precarización social, del que la reforma es parte, implica a toda la sociedad y no solo a los trabajadores asalariados pues no es un cambio sectorial sino global: lo que está en juego no es un modelo de contrato, sino un modelo de sociedad futura.

4.- Por eso, quienes tengamos interés, parcial en nuestro caso en cuanto a defender el mal menor o total en otros casos, en mantener y defender el modelo social que se quiere destruir -al que llamaremos aquí en aras de la simplificación estado del bienestar- debemos actuar. Y como primera táctica de lucha -nota: utilizamos aquí este término lejos de la ridícula grandilocuencia pseudoépica característica de la autoproclamada izquierda- hay que comprender que un problema global debe tener una respuesta general.

5.- Aunque alguien sin duda podría plantear que puesto que es un proceso global la respuesta de un solo día de huelga general resulta timorata. Y se equivoca. Porque la huelga general no debe plantearse como la respuesta a esto, sino como una demostración, también sin ánimo épico, de fuerza. Es decir, quienes vamos a hacer huelga el 29 no pretendemos parar con ello todo el proceso de precarización europea, pero sí hacer ver, desde perspectivas muy diversas -y seré políticamente incorrecto pero lógico- y solo la mía válida, que nos negamos a la aceptación de ese modelo. El día de huelga general es un día de protesta y no un día de construir modelos alternativos y, por ello, podemos unirnos quienes en la respuesta al modelo nos situamos, sin embargo, en las antípodas: no siempre uno tiene que buscar su protagonismo personal. Y hay algo más lo que tenemos que buscar aquellos que nos sentimos de izquierdas no es derribar gobiernos a golpe de huelgas o del poder de eso que se llama la calle, sino ganar elecciones.

6.- Pero, ¿es lo mejor para el país una huelga? El problema aquí radica en la definición de país: ¿de qué habla usted cuando habla del país? Si el país es la mayoría de la población y la defensa de una democracia como modelo social, y no meramente legislativo, la agresión que implica la reforma laboral debe ser parada. Es decir, España debe hacer huelga general porque el país lo necesita. Sin embargo, si como España se entiende el interés de la oligarquía europea, que no solo nacional, en precarizar la situación social de la mayoría de la población, entonces en buena lógica el país no debe hacer huelga. Un problema de vida interior y sentimiento profundo -ah, la patria: soy español, soy catalán, soy vasco,...- es, otra vez, un frío problema conceptual.

7.- Vale, ¿pero debemos la gente que siempre hemos alardeado de independientes hacer el juego a los sindicatos? Indudablemente, el papel de los sindicatos en la legislatura del peor presidente de la democracia, Zapatero, ha sido ridículo. Pero hay algo importante aquí. Los sindicatos convocan huelga general porque son los que pueden hacerlo, pero en una huelga no se apoya al convocante, sino que se ataca al objeto de la convocatoria. Es decir, vamos a la huelga contra la reforma laboral no apoyando a los patéticos sindicatos. No hago huelga por UGT o por CCOO, la hago porque el modelo social subyacente a la reforma laboral es terrible.

8.- Sale así un aspecto muy curioso sobre la independencia política y personal. La independencia auténtica es aquella en que el individuo hace lo que él cree; la falsa es, típica de la adolescencia, aquella en que cuenta qué hacen los otros para ver qué hago yo. Así, del mismo modo que uno puede estar a favor de medidas del PP y estar contra el PP, uno puede apoyar la huelga a pesar de los sindicatos. La identidad auténtica se construye desde dentro, no contra fuera: pero eso otro día.

9.- ¿Y cuál será la utilidad de la huelga? Ante esto hay un problema extraño. En primer lugar, lo inútil es lo que no cambia nada y lo que es seguro es que no hacer huelga es inútil: la reforma laboral, y el proyecto de precarización, continuarán. En segundo lugar, hay precedentes históricos de la importancia inmediata de una huelga general. Hasta ahora todas las huelgas generales, excepto la última que fue un fracaso por su bajísima participación propiciada por la acción de los sindicatos, acabaron impidiendo las medidas contra las que luchaban. Por tanto, los precedentes son de éxito. Y no cabe duda de algo, una huelga exitosa sería un serio problema contra el gobierno. Y más, con los resultados electorales de Andalucía y Asturias. Y cuando hablamos de serio problema para el gobierno queremos decir una oportunidad para negociar o, al menos, de obligarles a que cumplan su programa electoral: no abaratar el despido.

10.- Pero cabe considerar también la legitimidad de una huelga a un gobierno que ha ganado hace escasos cuatros meses unas elecciones con mayoría absoluta. ¿Acaso la gente no votó estas medidas? Pues la realidad es que no. La huelga es no solo legítima sino que el gobierno ha actuado en este punto, y algún otro, de forma ilegítima. Efectivamente, las dos medidas fundamentales del gobierno del PP han traicionado no solo su programa electoral, sino también sus repetidas promesas de campaña: no subiremos los impuestos y no abarataremos el despido. Y al hacerlo habiéndolo negado se convierten en medidas democráticamente ilegítimas en cuanto a la coartada de las elecciones. Por eso, cualquier ciudadano que en su legítimo derecho haya votado al PP -y aquí no hay una gota de ironía porque desgraciadamente a veces hay que recordarle a cierta gente que es perfectamente legítimo votar al PP- no solo puede hacer huelga sino que debe hacerla: le han traicionado su confianza en solo cuatro meses.

y 11.- Volvemos a 5: ¿y solo un día de huelga general? ¿No habría que hacer algo más contundente? ¡Claro que sí, compañero/camarada/excelso revolucionario!: ganar las elecciones. Pero, no solo ganarlas sino realizar un programa realmente de izquierdas que sea posible y progresista. Por eso, lo próximo es explicar la principal medida que debe tener esa nueva izquierda. Pero eso, luego.

sábado, marzo 24, 2012

¡¡¡OLÉ!!!

Voy en el metro y veo en las pantallas del vagón -es chulo el metro, ¿eh?- que la Comunidad de Madrid ha creado el Premio de Cultura en Tauromaquia para reconocer la fiesta nacional.
¡¡¡Olé!!!

Y que está dotado con 18.000 euros.
¡¡¡¡¡Ooooooooooléééééééééé´!!!!!

Y yo me pregunto, ¿lo puedo ganar un toro?

viernes, marzo 16, 2012

FILOSOFÍA PRÁCTICA: EL SILOGISMO Y AGUIRRE

1.- El interino es alguien que entró a dedo.
2.- El Ministerio de Economía nombra asesor al hijo menor de Esperanza Aguirre.

Luego,
el hijo menor de Esperanza Aguirre es interino.

jueves, marzo 15, 2012

VIDA INTERIOR/92: OBTENIENDO UNA BIOGRAFÍA

¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará. Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser feliz



Va Facebook y me propone: obtén la biografía. Y a mí, a estas alturas, ya me da pereza

martes, marzo 13, 2012

BOLLO SUIZO

Como todo el mundo sabe, Suiza acaba de votar en contra de que haya seis semanas de vacaciones al año. No es, sin duda, el momento de criticar este bello país y su solidaria contribución al mundo a través del secreto bancario. Es momento, algo mejor, de hacer un homenaje a esa impresionante película que es El tercer hombre.




El tercer hombre, Carol Reed, 1949.

sábado, marzo 10, 2012

GALLARDÓN Y EL ABORTO o IZQUIERDA Y DERECHA EN EL COSMOS

Hay algo muy divertido en todo el asunto de las declaraciones de Gallardón. Es cómo si el mundo se hubiera vuelto al revés y la derecha, Gallardón, utilizara argumentos de la izquierdas y la izquierda, presunta, argumentos de la derecha.

Vamos a presentar el argumento de Gallardón sobre el aborto. Señala que hay una violencia estructural que lleva a las mujeres a abortar y especifica entre esa violencia estructural al mundo empresarial. Es decir, un liberal reconoce que existe un chantaje por parte de los empresarios para impedir el libre desarrollo de las personas y que frente a ello el estado debe actuar para garantizar ese libre desenvolvimiento. Pensamiento de izquierdas de toda la vida. Y lo es tanto en la idea general, la función del estado no es neutral entre las partes sino activa en favor de los más débiles socialmente pues se niegan sus derechos, como en la particular, el trabajo asalariado está sujeto al chantaje que atañe incluso a la vida privada y no es un mero acuerdo entre partes libres. Los empresarios no son empleadores sino chantajistas que impiden a la mujeres desarrollarse como personas.

Y ahora viene la tonta izquierda a responderle. Y, lógico teniendo en cuenta quienes están por ahí, lo hace mal. Porque el argumento principal esgrimido en contra de Gallardón es que las mujeres son libres de abortar o no. O dicho de otro modo, no se permiten ni reconocer la violencia estructural del empresariado pues al pensar, ideológicamente claro, tan libre a la mujer para abortar la trascienden de cualquier escenario social. Pura ideología liberal: el mundo laboral es un contrato entre dos partes libres. Pero además, se añade en tono radical -y tan radical es que su raíz es de extrema derecha- que las mujeres pueden resolver libremente su maternidad, eso parece, porque su cuerpo es suyo. Y aquí está el segundo hito de derechas: la propiedad privada extrapolada hasta tal punto de que el hecho que algo ocurra dentro de dicha propiedad implica necesariamente que eso sea de quien posee el medio de producción. O sea, como dice la ñoñería feminista: nosotras parimos, nosotras decidimos. O como dice el magnate de Eurovegas, y sin necesidad de gritarlo, yo contrato yo decido.

Y ahora, lo que habría que hacer desde una izquierda seria.

Cuando Gallardón haya dicho eso en el Congreso pides la palabra y le felicitas efusivamente al explicarle que estás de acuerdo con lo que ha dicho porque ha dicho eso que está arriba explicitado. Y que te alegra que haya un ministro del PP que aplique esquemas interpretativos tan de izquierdas a sus opiniones. Y le preguntas, muy en serio porque esto es clave, que si no le parece que la reforma laboral aprobada por su gobierno forma parte también de esa violencia estructural, que por cierto es absolutamente real, al limitar los derechos de las madres. Es decir, le demuestras que el PP forma parte de esa misma violencia estructural, junto con los empresarios, que impide a las mujeres decidir libremente si son madres o no. O dicho en plata: es usted un hipócrita.

Y ya algo más, que nadie lo olvide:

1.- El tema del aborto es un problema moral importantísimo que no se resuelve con chorradas feministas de exaltación de la propiedad privada tipo mi cuerpo es mío. La verdadera pregunta, y que es también muy compleja para resolverla con chorradas supersticiosas sobre el alma, es qué es un ser humano y si un feto lo es o no (aquí mi opinión).
2.- La izquierda tiene la obligación de defender el derecho a las mujeres para no ser madres, que no es lo mismo que el derecho a abortar necesariamente, pero también tiene la obligación de defender el derecho de la mujeres a ser madres cuando así lo deseen y que el estado las apoye.
y 3.- Una mujer, como un hombre, puede desarrollarse como persona perfectamente sin necesidad de tener hijos, pero también puede desear tenerlos. Y es cierto que el mercado laboral español imposibilita a las mujeres esto último. Y es cierto, por tanto, que hay una violencia estructural.


martes, marzo 06, 2012

LA DEMOCRACIA Y LA CALLE

1.- La voz de mando suena: ¡tomar la calle ante la derecha! -¿antes no gobernaba la derecha?-. Esta voz debe diferenciarse de la mera manifestación. Quien se manifiesta expresa una protesta personal con otras personas, quien toma la calle pretende algo más. La voz de mando pretende asumir la conciencia social y hacerla suya independientemente de las personas que la hayan votado o se manifiesten: por eso se manifiestan los estudiantes -no estos estudiantes-, los trabajadores, el pueblo o la calle. Tomar la calle pretende ser, utilizando el concepto de Rousseau, llevar adelante la voluntad general.

2.- Rousseau, a pesar de todo, es importante. Y lo es por, al menos, tres conceptos: contrato social, soberanía popular y, el más conflictivo de todos, voluntad general.

3.- El concepto de voluntad general es muy difuso. Podría traducirse como la expresión de la voluntad social entendiendo esta no como el sumatorio de todos y cada uno, como preconizó el liberalismo, sino como la voluntad de la sociedad en cuanto sujeto único. Es decir, Rousseau indica que la unidad social no es la suma de voluntades sino algo independiente a estas y propio: la voluntad general es lo que la sociedad como unidad desea. Para la sociología como ciencia fue un paso adelante sin duda.

4.- Pero también es un concepto peligroso. Efectivamente, ¿fácticamente quién decide la voluntad general de forma explícita? Es decir, admitiendo que la idea sea correcta y haya una voluntad general, ¿cómo saber qué opina la sociedad como sujeto general? La pregunta era importante pues si la izquierda pretendía representar a la sociedad era porque admitía el concepto de voluntad general y se sentía su representante. Y este problema era político y de primera magnitud.

5.- Rousseau lo solucionó uniéndolo a la soberanía popular: el pueblo como soberano se expresaba en la voluntad general a través de las leyes. Marx lo hizo señalando la objetividad pura del sistema: el capitalismo en su realidad económica había convertido al proletariado en una contradicción al sistema y un sujeto colectivo de lucha para la emancipación. Pero Lenin, quien más influyó curiosamente en la izquierda, lo resolvió con un concepto pragmático y elitista: decidía el partido, la vanguardia del proletariado.

6.- Lenin. Esa es la clave. Efectivamente, para Rousseau y Marx la voluntad general procede del universal sin mediación posible entre este y la acción: imposible para la acción política concreta -¿o no?-. Eso busca solucionar Lenin planteando algo novedoso: la existencia de una élite que conoce la voluntad general y actúa desde ella. Y esta categoría no es solo táctica sino estratégica y filosófica porque implica la conversión del sujeto revolucionario y, con él, del sujeto político principal.

7.- Efectivamente, el sujeto político leninista deja de ser el pueblo o el proletariado, independientemente de si realmente lo fue alguna vez, y pasa a ser la organización y su élite: el partido comunista, en realidad sus dirigentes. Y ello tiene al menos tres consecuencias. La primera, que la toma del poder no implica ya a la mayoría sino a la minoría selecta. La segunda, que la conciencia de esa mayoría pasa a un segundo plano, pues ya no importa ni como elemento de lucha ni como debate intelectual: de hecho, se puede hacer después de la revolución. Y, la tercera, la incompatibilidad con la democracia como ideal social y que solo se admitirá como táctica en la toma de poder.

8.- La revolución es ahora, como se ve en los bolcheviques, un golpe de estado.

9.- Hace tres meses hubo elecciones generales en España. Ganó, como todos saben, el PP. Y perdió, se mire como se mire, la izquierda. Por supuesto, todas las promesas electorales del PP están siendo sistemáticamente incumplidas. Es cierto, y es muy cierto, que los programas electorales carecen ya de valor, y eso es un terrible déficit democrático, pero también lo es que la gente conoce al partido de la derecha porque en varios lugares lleva ya tiempo gobernando y haciendo cosas aún peores que las de Rajoy. La voluntad general parece clara, aunque no nos guste.

10.- ¿Y entonces? ¿Qué se quiere decir cuando se anuncia que los estudiantes, los trabajadores o en general la calle están protestando? ¿Qué se pretende al grito de tomar la calle? ¿Qué voluntad general está en la calle?

11.- Volvamos a Lenin: la voluntad general es la conciencia de la vanguardia: de la élite. Así, es posible la defensa de una organización que, a pesar de no contar con apoyo tangible -es decir: electoral- puede creer sin embargo que representa hasta la verdadera voluntad social de los que votan a la derecha. Así, el grito de tomar la calle no pretende ser una táctica de concienciación, mostrarnos para que otros nos pregunten y nos sigan, sino de epifanía religiosa -esto quedo bien, ¿eh?-: la voluntad general se hizo carne porque la voluntad general somos nosotros.

12.- De esta forma, la clave de todo el movimiento de masas de izquierdas desde Lenin es esta: epifanía religiosa. Desde la uniformización de la presencia personal, cada día más acentuada, hasta la simpleza de la consigna, la protesta no pretende convencer sino solo representar la conciencia satisfecha de sus integrantes: la identificación pura con ellos mismos. La idea totalitaria permanece así porque la protesta no se hace para expresar la queja individual y consciente ante algo sino para mostrarse como representantes de la voluntad general: quienes estamos aquí somos la auténtica sociedad. La democracia sobra como proceso de elecciones y lógicamente debe ser desacreditada como formalidad sin sentido: no nos representan. Pero al tiempo, y curiosamente, el movimiento de masas -¿de masas?- se ampara desde las organizaciones del status quo, partidos políticos y sindicatos, porque en ellas se legitiman como rebeldes.

13.- Legitimación, esa es la clave del movimiento actual. Perdidas las elecciones de forma vergonzosa, debiendo responder la mayoría de la autoproclamada izquierda social de su beneplácito en las dos últimas legislaturas de desastre total, con dos sindicatos mayoritarios desaparecidos entre las jugosas subvenciones mientras el número de parados subía sin fin, las movilizaciones a la carrera son para estas organizaciones una operación de marketing rebelde. No hay nada detrás de ella, ni nada pervivirá, más que el mantenimiento de unas estructuras curiosamente inmovilistas que sin embargo se presentan como espontáneas. Un flash mob rebelde.

14.- Y al tiempo que cada asalariado de la política o del sindicato, pues resultaría insultante llamarles políticos o sindicalistas, salva su puesto, la presentación de un discurso social atrayente para la mayoría de la población va perdiendo peso. Los autodenominados radicales ganan terreno -en realidad son los que se andan por las ramas- mientras que la inmensa mayoría de la población vota al PP. Pero, piensan satisfechos, la inmensa mayoría de la población no son la sociedad: la sociedad somos nosotros.

15.- Al final todo esto no hará sino alejar aún más a la mayoría social -que sí, que eso no es la voluntad general, la voluntad general es usted y su grupito de progres- de la opción política favorable a los derechos sociales. Porque la clave aquí no es hacer una organización de gente vanguardista y encantada de ser muy, pero que muy, rebeldes sino reconstruir un discurso de izquierdas en que la mayoría de la población se reconozca para constituirse en opción clara de gobierno. Y curiosamente, eso es lo que nos enseña la historia. El estado del bienestar no se consiguió con anarquistas poniendo bombas y matando reyezuelos sino cuando la mayoría social comprendió que su interés personal, no la solidaridad y esas zarandajas, estaba en el discurso de izquierdas. Pero eso implicaría reconstruir el discurso. Y tal vez irse a casa.

Y 16.- Marx sigue presente. Una frase suya conocida es que la historia se repite dos veces: una vez como tragedia y la otra como farsa. En España, la idiosincrasia nacionalista a veces prima, sería una vez como sainete y otra como esperpento. Fraga dijo: la calle es mía. D. Alberto Ordoñez recientemente, en los incidentes de Valencia, explicó que había que tomar la calle a sangre y fuego. Todo cursi, todo ridículo. Y mientras, el PP con mayoría absoluta. Pero, por supuesto, usted tranquilo.
La sociedad es de izquierdas.
Y usted, la voluntad general.

domingo, marzo 04, 2012

VIDA INTERIOR/91: INTROSPECCIÓN

¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará. Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser feliz

Cospedal ha dicho que, aprovechando semana santa, podemos volver a reencontrarnos con nosotros, porque eso es un lujo. Recomiendo a todos introspección para saber lo que tiene cada uno dentro y sacarlo fuera.

Hago introspección y sé lo que tengo dentro y los saco fuera: 35.837 euros al año.
Hago extropección y conozco lo que tiene Cospedal dentro y lo saco fuera: 223.597 euros al año.

Es sin duda un lujo reencontrarse con ella.

sábado, marzo 03, 2012

MANIFESTACIÓN EL 11-M

Primero: que no se puedan convocar manifestaciones un día determinado del año porque hace tiempo ocurrió algo y se debe respetar a las víctimas es una ñoñería y, objetivamente, una falta de respeto espantosa al propio sufrimiento de la humanidad. Efectivamente esta prohibición presuntamente moral, como le pasa a la tonta memoria histórica, consiste en olvidar que la historia de la humanidad es hasta ahora la historia de una tragedia cotidiana donde la inmensa mayoría son víctimas: no hay día del año sin su presencia pasada y actual.Cualquiera que se sienta humano debe sentir el mismo respeto racional, aunque sea comprensible que no sea así sentimentalmente por la cercanía, por todas. Si el homenaje a las víctimas incluyera la paralización del presente, la humanidad hace tiempo hubiera dejado de actuar: las víctimas cubren el calendario. Resulta ya aburrido tanto sentimentallismo ñoño al hablar socialmente.

Segundo: que unos sindicatos hasta hace poco tan calladitos se pongan reivindicativos de golpe resulta sin duda sospechoso. No es que este mes hayan surgido cinco millones de parados y una tasa espantosa de temporalidad sino que creo hace tiempo estaban. Pero, eso ahora tampoco les quita la razón. Sin embargo, lo mejor de todo este espectáculo hipócrita por ambas partes, y lo que señala su carácter reivindicativo real, es que la elección de la fecha del 11-M para protestar, estando el 18 domingo libre, se debe a que las fechas posteriores presentan problemas.

Es cierto que el 25 hay elecciones en Andalucía. Comprensible.
¿Y que pasa el 18? ¡Hombre!, el 18 es puente.

Hay una frase en La Internacional que dice: los nada de hoy todo han de ser. Al menos, son ya excursionistas.