"Ilustración es la salida del hombre de su culpable minoría de edad."
jueves, diciembre 30, 2010
INTERNET Y LA PROPIEDAD
martes, diciembre 28, 2010
viernes, diciembre 24, 2010
VIDA INTERIOR/72: (que sí, que) FELIZ NAVIDAD
El apartamento, de Billy Wilder (1960)
jueves, diciembre 23, 2010
CREADORES (de mercancías)
Más aburrido.
Menos romántico.
martes, diciembre 21, 2010
BLAKE EDWARDS: UN RECUERDO
Blake Edwards perteneció, como tantos otros, a esa categoría de director.
jueves, diciembre 16, 2010
A VECES ACIERTAN
martes, diciembre 14, 2010
WIKILEAKS Y EL ASUNTO DE LA LIBERTAD
Empecemos por un tema al parecer al margen pero muy curioso. Como todo el mundo sabe, Assange, el propietario de la página Wikileaks, se acaba de entregar en Londres tras ser buscado nada menos que por Interpol y acusado, otra vez nada menos, que de un delito como es la violación, según cuenta la prensa. Sin embargo, todo es distinto –y este todo es muy importante-. Si leen esto, donde se cuenta de forma bastante objetiva el caso, verán qué ocurrió realmente y empezarán a sorprenderse. Pero aún más. Porque resulta que a raíz de dicho terrorífico delito, hay que leer el enlace anterior para entender la ironía, las empresas de pago, con las que cualquiera puede comprar cualquier cosa en el mundo o donar a cualquier asociación incluyendo cualquiera –otra vez, obsérvese la ironía-, han montado en cólera moral y han decidido suspender toda relación, y eso incluye donaciones, con la página web. Es decir, de pronto Assange se ha convertido en el enemigo público número 1. Pero curiosamente por nada, al menos en la apariencia, relacionado con las filtraciones diplomáticas. De eso no se le acusa. Al final, Assange, detenido por violación como dicen los titulares, es peor incluso que los controladores aéreos –nota: por cierto, a este paso entre la autoproclamada izquierda y la derecha sin autoproclamar les nombran víctimas-. Y claro, cuando se arma una así surge la pregunta: ¿qué importancia tienen los papeles desvelados por Wikileaks para que a Assange le hayan acusado de violación?
Vayamos respondiendo a cada idea.
Primero contestemos a los que defienden que la publicación de los papeles es un mal pues esa gente lucha por nuestra libertad. La idea aquí es electiva. No cabe duda, de que algunos de los implicados pensaran que es una lucha, efectivamente, por la libertad. Sin embargo, no cabe duda, también, que los papeles refuerzan, pues sería ingenuo pensar que la idea sale de ahí, la idea contraria. Parece claro que la diplomacia americana, y por lo visto igual las otras, está lejos de pretender, siquiera, un estado mundial de extensión de libertad. Podríamos hablar de los EEUU, pero mejor hablemos del propio gobierno español que nos pilla más cercano por nuestra nacionalidad. ¿Por qué el gobierno de Zapatero apoyó un golpe de estado en Mauritania que acabó con la incipiente democracia? Por intereses estratégicos. Es decir, el gobierno español actúo en contra de la libertad de los habitantes de Mauritania. ¿Defensores de la libertad? Defensores del acuerdo de pesca. La libertad acaba, pobres mauritanos, en el lomo, bien rico sin duda, de una pescadilla. La Alianza de las Civilizaciones era esto.
Segundo, la situación de nuestra política nacional. Resulta curioso que un PP empeñado en ir contra el gobierno ante cualquier situación, incluyendo huelga de controladores o actuaciones policiales frente al dopaje, sin embargo haya silenciado cualquier referencia a las revelaciones filtradas. El gobierno es un mentiroso compulsivo en política exterior –“necesitamos un gobierno que no nos mienta”, ¿se acuerdan?- pero el PP aquí no entra: es que no mete la pata ni González Pons. Y la pregunta es por qué. ¿Por qué? Porque si algo enseñan los papeles de Wikileaks, mejor lo reafirman, es que la politica exterior de un estado no es sino la política exterior de los intereses de la oligarquía de ese estado. Y en eso están de acuerdo PSOE y PP. Así, cuando Wikileaks señala la vergonzosa actuación del estado español defendiendo a diestro y siniestro dictaduras, aunque hablando mal de ellas, lo que hace no es sino defender las inversiones económicas de las empresas españolas realizan en esas dictaduras por encima de las ideas votadas. Y eso, lógico, también lo hace el PP. Y así, ambos partidos y los demás, cuando hay un interés nacional de los ciudadanos reflejados en la urnas y el interés nacional de la oligarquía económica reflejada en las inversiones en el extranjero no dudan en su elección. Por cierto, ¿de qué viven los partidos políticos?
¿Pero y el malvado imperialismo americano? Si ven el punto anterior verán que lo más sorprendente de las revelaciones de la web es que tal imperialismo solo se diferencia de la diplomacia española en su capacidad de poder y no en sus deseos. Incluso es más. Si uno compara la acción estadounidense, en relación a su capacidad de influir, y la de varios países europeos asiste atónito al hecho de que los americanos aparecen incluso como pánfilos idealistas frente a la defensa de las oligarquías efectuadas por la diplomacia europea en, por ejemplo, todo el norte de África. La hipocresía española, como caso que más nos atañe, es mucho mayor que cualquier acción americana. Eso sí, el problema surge que mientras nuestros ministros insultan ellos bombardean. Pero eso es solo una distinción de medios, no de deseos aunque también importante.
La fuerza de las revelaciones de Wikileaks, y por eso su persecución, ha sido así terrible. Ha demostrado el doble juego inmoral de nuestros partidos políticos que se presentan con una cara y en realidad tienen otra. En el fondo, y en la forma, Wikileaks ha puesto en jaque la diferencia existente entre las promesas electorales en política exterior y la realidad de estado. Todos ya sabíamos las diferencias entre esas promesas y la realidad nacional –de hecho, el último ganador de nuestras presidenciales negaba la crisis- pero la política exterior, por la poca atención prestada salvo en caso de guerra, escapaba a ello. Ahora no puede. Así, las revelaciones han puesto al descubierto que también aquí el poder político es una falsificación de la soberanía popular. Uno vota, ¿para qué? Esa es la pregunta que lanza Wikileaks.
Pero hay algo más. ¿Cómo los periodistas, ese gremio, no han corrido a proteger a Assange? Porque Wikileaks ha demostrado algo más: que los medios de comunicación actuales no son sino apéndices de la propia oligarquía económica y política. Lo que Wikileaks ha hecho no es más que periodismo de toda la vida, desnudar al poder, pero que ya nadie hace. Así, Wikileaks ha mostrado a su vez cómo la prensa está domesticada. Y esta responde diciendo que assange está acusado de violación.
La libertad de expresión es curiosa. Es el único derecho que se debe defender para que puedan perjudicar a uno. Por eso, tal vez, sea una de las bases de la democracia. Y con la persecución a Assange y Wikileaks está en peligro. No se trata de que Wikileaks sea la libertad de expresión. Se trata de que si no lo es también queremos leerlo.
miércoles, diciembre 08, 2010
EN APOYO A WIKILEAKS
viernes, diciembre 03, 2010
OTRA HUELGA (ni eso) DE SEÑORITOS (pero más gentuza)
jueves, diciembre 02, 2010
POLÍTICA (inter)NACIONAL/y 2
miércoles, diciembre 01, 2010
martes, noviembre 30, 2010
LA NECESIDAD DE LOS SINDICATOS Y YO/ y 2 (presentándome a elecciones sindicales)
1.- Las organizaciones suelen tener, ya lo hemos dicho en varias ocasiones, una tendencia a su propia conservación que puede ser independiente o no a la voluntad individual de sus miembros. Es decir, lo que importa a las organizaciones, constituidas como sujetos, es mantenerse. Por eso, es importante permanecer vigilantes ante ellas, evitando que esa tendencia acabe imponiendo. Hay que evitar, en efecto, que lo que se originó como instrumento social acabe teniendo como único objetivo su propia existencia, que puede implicar el privilegio, y como objetivo secundario aquello para lo que fue fundada o ideada. Así, por ejemplo, la iglesia católica como institución tiene ya como única finalidad mantener su condición privilegiada, y con ella la de sus miembros, frente al mensaje, equivocado o no, evangélico, y está dispuesta para ello a sacrificar, siempre momentáneamente cuentan, sus propios principios. Del mismo modo, los partidos políticos. Igual, por supuesto, los sindicatos.
2.- La labor de los sindicatos en los últimos años ha sido vergonzosa y miserable. Vendidos descaradamente al gobierno de Zapatero –desde siempre la UGT, especialmente a partir de Toxo CC.OO.- no fueron capaces de reaccionar en ningún momento ante la situación que se veía venir desde hace mucho. Incluso, cuando lo hicieron fue con tibieza, haciendo la primera huelga de la historia a plazos de vencimiento, convocada en junio y realizada en septiembre- como si tuvieran miedo de perder los privilegios de los que gozan: sobra el “como si”-. No se trata, no se malinterprete, de que sean unos individuos malvados sino de que la propia institución, como sujeto social,ha acabado siendo una realidad objetiva que se impone sobre lo humano –que siempre es individual-. Es parecido a como los empresarios ponen a gente en la calle y dicen: no es nada personal. Lo peor es que es verdad. No hay nada personal en una cosa ni en la otra.
3.- O sea, no estoy de acuerdo en absoluto con la labor sindical realizada durante los últimos seis años. Se ha permitido una tasa de temporalidad espeluznante, se ha permitido una clase trabajadora donde la baja cualificación no era un problema. Se vivió feliz, en fin, cuando el cuento de hadas estaba claro que era un cuento. Y un sindicato tenía que haberlo visto. Pero no lo vieron aunque fueron altamente recompensados. Quizás no sea “aunque” lo que había que poner.
4.- No hay cosa más idiota que un fanático. Militante y fanático, por desgracia, ha acabado siendo sinónimo. No hay cosa más triste que ver a alguien defender algo en público para que luego en privado te diga que no está en absoluto de acuerdo. No se trata ya del caso del que llega a un pacto y por tanto ha logrado algo y ha cedido algo, aún comprensible, sino de aquel que habiéndolo perdido todo en el resultado final lo defiende porque la organización ha decidido. El borreguismo es peligroso. La militancia ciega, ahora y siempre, también. La disciplina aquí no es más que el silencio del borrego.
5.- ¿Y yo? Me dijeron que si quería presentarme a delegado sindical. A la persona que me lo propuse el mandé un correo poniéndole unas condiciones. Como son públicas las copio aquí:
1.- Si bien me presento bajo CCOO, sindicato al que estoy afiliado, no me comprometo a defender todas sus ideas ni propuestas. Sí me comprometo a informar de ellas pero no a defenderlas y me reservo el derecho, por tanto, a expresar públicamente, incluso en mi papel como representante, opiniones en contra de las mismas.
2.- Me comprometo a informar y asesorar a mis compañeros de instituto sobre los problemas que pudieran tener. Este compromiso viene determinado por el apoyo que me preste el sindicato aunque no descarto, por supuesto, el trabajo personal.
3.- Por supuesto me reservo el derecho a expresar mi opinión sobre las acciones del sindicato en cualquier campo e igualmente a no participar en ellas y criticarlas.
4.- Asimismo, y por último, en términos generales mi libertad de expresión y de acción estará determinada por mi conciencia y no por las órdenes del sindicato al cual considero como un elemento importante de lucha por mis derechos laborales y los de mis compañeros, por eso me afilio, pero no como la razón última de mi pensamiento.
No es que yo sea un tío guai, es que soy, solo eso, un tío y no un borrego.
6.- Pero esto tampoco está exento de problemas. Porque seamos sensatos, la gente no me vota a mí sino a CCOO. Es verdad, y sería absurdo pedirle a los futuros votantes que se leyeran todos los escritos de todos los candidatos hasta el 132 para conocer mis opiniones. Y por eso las expuse ante la organización antes de decidir. Ellos dijeron sí.
y 7.- Sigo dudando si esto es información, crítica o solamente afán de protagonismo.
UNA NOTICIA TRISTE: MARIO MONICELLI
sábado, noviembre 27, 2010
CATALUNYA TRIOMFANT/y 2: BARÇA-MADRID
El domingo, como toda España sabe, se van a celebrar las elecciones en Cataluña. Es también, ese fin de semana, cuando debía celebrase, como todo el mundo sabe, el partido entre el Barcelona y el Madrid. Pero ahora, el partido se pasa al lunes. Y resulta por ello que podemos sospechar que hay algo fundamental en ese acontecimiento, el partido de fútbol no las elecciones, que implica tal importancia que lleva al cambio de fecha. Porque si no fuera importante, si solo fuera, que realmente debería serlo, un partido de fútbol, no habría habido cambio. Entonces, ¿qué hay detrás del partido?
Si analizamos las presuntas causas por las cuales el partido no podía ser durante el fin de semana empiezan las sorpresas.
Primero resulta que el Barcelona señala que no puede jugar el sábado porque ha jugado el miércoles liga europea. Bueno, es una excusa más o menos correcta que todos sabemos, sin embargo, que si no hubiera sido un partido contra el Madrid no se habría dado. Pero enfrentada a la tontería siguiente es sin duda una razón sensata. El Barcelona no quiere darle ni una ventaja al Madrid, un día más de descanso, y por eso no quiere jugar en sábado. Está bien, es comprensible dentro del fútbol.
Entonces, que se juegue el domingo. Eso parecería la solución normal. Sin embargo, no se puede jugar el domingo. Y la excusa dada es la seguridad: la policía no puede garantizar la seguridad en las elecciones y al tiempo en el partido (de fútbol). Curiosa policía la catalana incapaz de hacer dos tareas a la vez que en el resto de España se hacen sin problemas, pero estando dirigida por el inefable Saura puede ser una razón cierta –no por los policías sino por Saura que igual se lía-. Sin embargo, resulta que al menos hasta en dieciséis ocasiones han coincidido jornada de fútbol y elecciones entre autonómicas y nacionales, y nunca ha pasado nada. ¿Tan inútil es la policía catalana? Creemos sinceramente que hasta una policía dirigida por el tripartito puede hacerlo sin problemas.
Entonces, ¿por qué? La oligarquía catalana ha generado una imagen de eso que se llama Cataluña como un paraíso de civilización y cultura frente al terrorífico territorio aún sin civilizar que es el resto de España. Así, la imagen exportada, y que seguramente ellos mismos creen, es la de un lugar -la oligarquía lo llama nación- donde están los empresarios serios y honestos, los políticos con visión de estado, la sociedad ilustrada y culta y, ahora también lo sabemos, el único lugar de España donde se pagan impuestos. Cataluña es un paraíso, piensa la oligarquía, amenazada por los bárbaros de allende las lindes de la civilización. Y felices con la imagen crean el mito nacional de un lugar serio y europeo –lo de europeo que no falte- frente a una España del subdesarrollo. En Cataluña no pasa lo que ocurre en el resto de España. Aunque pase.
Ahora volvamos al partido y a las elecciones. Recordemos que el problema fundamental de la oligarquía catalana, el estatuto, no logró movilizar en su referendo ni a la mitad de los votantes. Recordemos a su vez que este estatuto, algo fundamental para la oligarquía, resulta importante para el 0,2% de la población –ya se sabe que la oligarquía es limitada-. Igualmente, vaticinan las encuestas de todo signo que en las elecciones autonómicas se puede volver a no llegar al 50% de participación o sobrepasarlo por poco. Pero hay más. Si en España en general los políticos son el tercer problema, como lo leen en el informe del CIS arriba vinculado, en Cataluña, hecho diferencial, son percibidos como el segundo: una parte de la oligarquía regional es percibida no como solución sino como problema.
Y ahora viene la imagen terrible: un Camp Nou lleno hasta la bandera el domingo de un público enfervorizado y preocupadísimo con el desarrollo de ese máximo acontecimiento cultural y emancipador; unas urnas semivacías. Y en justa correspondencia el lunes, cosa que ya ocurre, se empieza toda información con el partido, y luego se dice: y por cierto, en las elecciones catalanas gano…
Oh, Cataluña es España.
Las oligarquías tienen sueños de territorios puros y superiores. Mientras sueñan es importante que la gente que habita su finca duerma: que no se despierten es fundamental para mantener el dominio. Unos así sueñan felices con visiones de gloria y realidades de poder; otros solo duermen. Y entre medias, cuando algo de la triste realidad se cuela entre fase del sueño y fase del sueño, se entona la salmodia sobre Catalunya o sobre un Barça reconvertido por fin, los delirios de gandeza se reparten bien, en algo más que un club.
jueves, noviembre 25, 2010
CATALUNYA TRIOMFANT/1
Ya hemos hablado aquí de que todo nacionalismo es en el fondo un sentimiento paleto ideológicamente sofisticado. Es, también, una forma que tiene la oligarquía de manetener su poder. Este domingo día 28 de noviembre hay elecciones en Cataluña –si no escribo London por Londres, ¿por qué escribir Catalunya?-. Y lo más importante de las mismas no es si saldrá un partido xenófobo o no, ahora que por fin el PP también ha demostrado que lo es con respecto a los que no sean castellanos viejos y el resto de partidos lo demostró hace tiempo con el Estatuto, sino que la oligarquía catalana ha llegado a un punto de ridículo seguramente sin precedentes en España – y la lucha es dura- y es posible que en toda Europa –y eso ya es la champion-. La misma oligarquía que se cree por encima del resto del país.
Dos cosas: una, resulta que a la policía regional se la presenta incapaz de atender a la vez a un partido de fútbol y a las elecciones, es duro no ser multitarea, y por tanto el partido entre el Barcelona y el Real Madrid, es curioso que sea este partido, se debe trasladar al lunes cuando en toda España se puede jugar la liga en elecciones; dos, la oligarquía decide ya incluso qué debe presentarse en el desayuno a la gente que visita lo que sin duda dicha oligarquía considera como su finca.
Mañana analizamos lo del partido, sin duda lo más surrealista y paleto que ha ocurrido en España en los últimos tiempos, pero hoy nos quedamos con la primera comida del día. Si usted va a Cataluña tendrá en su desayuno, obligatorio para el hotel que quiera tener cuatro estrellas, pan con tomate. Se trata de productos de proximidad (sic), aunque tal vez la fábrica de los cereales esté más cerca que la empresa del tomate triturado.
Y no es anécdota, es categoría. Ellos lo llaman ser catalanistas. Nosotros, más apegados a la realidad y sin duda sin patria ni raíces –lo que nos distingue a su vez de la espantosa vida vegetativa- lo llamamos ser paletos.
miércoles, noviembre 24, 2010
DE PROMOCIÓN: DIGNIDAD HUMANA nº 1
Por cierto, perdonen la autopromoción y seamos claros sobre la obra: es un poco -¿un poco, dice el tío?- rollo.
lunes, noviembre 22, 2010
LA NECESIDAD DE LOS SINDICATOS Y YO/1 (presentándome a elecciones sindicales)
Lo mejor siempre es dejarse de florituras y hacer una pregunta directa: ¿son necesarios hoy en día los sindicatos? Al centrarnos en esta pregunta no queremos hacer trampas. Vamos a hablar ahora de la institución, los sindicatos en abstracto como asociación de trabajadores, y luego ya hablaremos de los actuales sindicatos, centrándonos en los denominados de clase.
¿Son necesarios, en general, los sindicatos? La respuesta es sin duda sí y, curiosamente, más aún con la crisis ideológica de la izquierda. La lucha por los derechos civiles, y una parte fundamental de ellos son los laborales, es imprescindible mantenerla. Y lo es con un criterio claro y sencillo: mejorar el nivel de vida de la parte de la población que vive de su trabajo asalariado. No se trata así de ínfulas revolucionarias como la lucha de clases o la dignidad de la clase obrera sino de algo simple: los asalariados queremos vivir con una cierta comodidad económica y social. Y en eso son imprescindibles los sindicatos. Pero, ¿por qué?
Resulta claro que la forma más simple, a corto plazo al menos, para desarrollar y aumentar el beneficio empresarial -o sea: lo que gana un empresario con su empresa que para eso la monta y no para generar empleo- es la reducción del coste laboral especialmente en una economía productiva de bajo nivel tecnológico y de formación como la española. Además, y acompañando a esto, hay una tendencia creciente en los gobiernos a adelgazar los sistemas de protección social desde la sanidad hasta la educación. Es decir, hay una creciente acción –nota: por cierto, que nadie le llame ofensiva neoliberal que un día explicaremos que los neoliberales no tienen nada que ver con esto- para generar una estructura social parecida a la estadounidense donde los individuos asalariados, no así por cierto los sectores adinerados por su trabajo o el de papá y mamá, dependen exclusivamente de las fluctuaciones del mercado. Por ello, los sindicatos son imprescindibles como contraparte que busque evitar eso. Se trata, sencillamente, de una organización que actúa como presión frente a los gobiernos y otros poderes y que busca generar opinión pública defendiendo a ese sector que vive de su salario para crear condiciones sociales perdurables, desde sanidad o educación y pasando fundamentalmente por las condiciones laborales y sociales que vayan más allá de la individual ante las fluctuaciones del mercado de trabajo. Diciéndolo rápidamente: los sindicatos son hoy muy necesarios porque ante un mercado mundial, esto no lo olvidemos, se puede tener una mano de obra no consumista, es decir: sin salarios elevados, pues el producto se consumirá en otro lugar. Y cualquier país del tercer mundo como China -¡cielos!, China del tercer mundo a pesar de que su población vive en condiciones que ningún occidental aceptaría: ¡qué simpleza!- demuestra que el empresariado por sí mismo no hará nada por aumentar el nivel adquisitivo sin una lucha organizada. Bueno, y también lo demuestra la propia historia europea. Y más la española. Es simple.
Pero ahora bien, ¿deben ser sindicatos de los denonimados de clase, como UGT o CCOO, o sindicatos profesionales y corporativos? Esta es una segunda parte. La tendencia actual del pensamiento de derechas es que los sindicatos de clase son una estructura antigua frente a los corporativos y profesionales –o frente a la dinámica y contemporánea estructura de la iglesia católica, por ejemplo- . Pero resulta justamente, una vez más, al contrario. Un sindicato de clase se diferencia de uno corporativo en que para el primero las mejoras parciales no pueden ir en detrimento del grupo social más amplio entendido como los trabajadores. Es decir, frente al interés parcial que defiende el sindicato profesional se supone, aunque no siempre sea así en la realidad, que un sindicato de clase tiene un interés social mayor o debería, por su misma definición, tenerlo. Y precisamente por ello, en realidad, es más actual que el otro. La globalización económica no es solo de un mercado exportador internacional -eso ya estaba en el germen del capitalismo decimonónico- sino, y fundamentalmente, una globalización social en un doble sentido. Primero, en cuanto a que los distintos sectores productivos se hayan estrechamente interrelacionados entre sí; segundo, porque la vida individual ya no pertenece a un solo sector sino a varios. Esto es lo que implica que los distintos sectores productivos están relacionados entre sí en su fase económica y también en su repercusión social. Así, al haberse situado la producción en una totalidad de fabricación/consumo todos participan de dicha producción de un modo directo en cualquiera de los dos procesos y sus intereses están interrelacionados: por eso no hay sectores privilegiados sino comunes. Esto se vio claramente, por ejemplo, en la reciente y salvaje huelga de metro de Madrid donde desde una perspectiva añeja, que es la corporativa, los sindicatos, con la mirada benevolente de la autoproclamada izquierda, actuaron en contra de los intereses del sector social mas humilde mientras Esperanza Aguirre ganaba lógicamente la batalla del pensamiento. Ella entendió lo que la izquierda debería saber.
Eso sí, los trabajadores consiguieron el 1%. Dignidad obrera.
Así, un sindicato no corporativo, de los llamados de clase, en realidad está en condiciones mejores para responder al nuevo modelo social pues su visión de la situación, debería ser al menos, más amplia: unifica la respuesta ante la realidad de la globalización. Pero esto tampoco quiere decir que no deban cambiar su estructura y organización, ciertamente anquilosada, actual.
Pero si está anquilosado, ¿por qué yo voy y acepto entrar en las listas de un sindicato de clase como CCOO? Aparte de un claro afán de notoriedad, hoy estoy el 132 pero igual llego al 127 y ya voto a favor del recorte de las pensiones y la reforma laboral o de la invasión de Iraq para mantenerme-¿me estoy liando?-, hay razones concretas en educación y en Madrid para ello. Y algo más, hay una idea, al aceptar ir en una lista electoral, contra el borreguismo de la disciplinada militancia. Porque entro, pero pongo condiciones -suena ridículo, ¿eh? Lo sé: puesto 132-
Pero eso, y comprendo que no les importe, en breve que aún da tiempo.
domingo, noviembre 21, 2010
viernes, noviembre 19, 2010
DIOS LO QUIERE
Pero es cierto que una parte de la población de esa localidad ha salido hoy a la calle en contra de retirar los crucifijos del colegio público. Al parecer, se informa, entre otras pancartas se señalaba que Cristo vive –curioso: el mismo error histórico adorna un tejado en la excelente Harry el Sucio- y alguien, D. Francisco Lamoneda se nos dice, ha explicado que el crucifijo no es un símbolo religioso sino socio-cultural. Bueno, sin duda la cruz gamada nazi -y que conste que no comparamos exactamente porque hasta hace más o menos 700 años el catolicismo fue un elemento progresista y hasta hace unos 300 lo fue el protestantismo- es también un elemento socioguióncultural. Y el canibalismo o los sacrificios humanos lo son. Eso, por tanto no es decir mucho a su favor.
Pero además ese alguien ha declarado, desde un conocimiento intelectual que yo le envidio pues no he leído tanto para poder asegurarlo con ese dogmatismo, que "cualquier antropólogo o sociólogo, por mínima que fuere su cualificación o dotación intelectual, no puede negar que arrancar la cruz de una pared de todos es pretender ingenuamente arrebatar el alma a nuestro propio ser, renegar absurdamente de nuestro patrimonio histórico-cultural más indiscutible". ¿Se habrá leído D. Francisco Lamoneda a todos los antropólogos y sociólogos, incluyendo a los de baja cualificación y dotación intelectual, para poder decir algo tan tajante? Como yo, sin duda menos culto y al tiempo menos informado, no me he leído a todos, no diré nada sobre esta opinión de experto.
Por supuesto, estaba, se informa en un genial último párrafo de la noticia, la representante del PP.
Sin duda, el cristianismo siempre tuvo cariño por la gente sencilla. Tan cariñoso fue con ellos que llenó los pueblos de iglesias donde les hacia repetir incansablemente las letanías de la fe y no fundó escuela alguna. Durante la época en que el cristianismo dominó Europa, desde el siglo IV hasta el XIX, cualquier confesión impulso la fe pero ninguna enseñó a leer masivamente a sus feligreses. Eso es, sin duda, el amor a la gente sencilla: el amor a los analfabetos. Y a los pobres de espíritu porque ellos heredarán el reino de los cielos al morir y cuando su alma inmortal se separe del cuerpo para ir al paraíso.
Y usted se lo cree, ¿verdad?
miércoles, noviembre 17, 2010
IGLESIA SOMOS TODOS (pero unos más que otros)
Iglesia somos todos, me decían a mí en el colegio de curas. Aunque unos más que otros, descubrí luego.
Sin embargo, me hicieron socio de pequeño de dicha empresa privada y hace tiempo que no participo del club, aunque no me dejan darme de baja. Así que señalo que creo que un comentario o actividad privada no constitutiva de delito no puede ser, salvo casos muy excepcionales en relación directa al trabajo realizado y que influyan en su ejercicio –por ejemplo: ser conductor de autobús y drogarse en horas de trabajo- motivo ni de despido ni de petición de despido. O sea, que defiendo que la vida privada, independientemente de lo que opine moralmente sobre ella, no puede limitar la vida pública. También lo creo, por cierto, porque el legislador igual mañana cambia y no vaya a ser que resulte, por ejemplo, que quienes no estemos casados por la empresa privada salvífica –se lee: iglesia católica- se nos prohíba dar clase: igual seríamos un mal ejemplo.
Es lo que tiene la moral frente a las leyes. Y la paradoja es que la moral es más importante que las leyes y por eso no se puede, otra paradoja, imponer para la convivencia social. Y encima, más paradoja, como kantiano sin duda pasado de moda, creo que la moral es universal. No es, pues, defender el relativismo sino defender la democracia.
lunes, noviembre 15, 2010
DUNAS EN EL SAHARA (esta vez me quedó poético)
2.- El pueblo saharaui. No hay cosa más repugnante, al menos desde una perspectiva de izquierdas, que esas ñoñas categorías esencialistas del nacionalismo sobre el pueblo ya saharaui, ya catalán, ya vasco o español. La idea importante no es el pueblo, ¿qué es eso?, sino los individuos. Vamos a decirlo otra vez: las banderas son trapos cuando representan a pueblos.
3.- Entonces, ¿qué? Entonces la lucha en el desierto del Sahara, y esto es importante de señalar para no irse por la tangente de los pueblos y el romanticismo de disfrazarse de beduino de película, debe ser la lucha por los ciudadanos concretos de ese territorio: por su nivel de vida, en una clave reformista, y por su calidad de vida, en una clave más amplia. No se lucha por la esencialidad del pueblo saharaui sino por las personas concretas.
4.- Por tanto, el problema cambia de perspectiva. No se trata esencialmente de una lucha por la independencia del Sahara sino de una lucha por los habitantes del Sahara. Tanto por los que actualmente habitan allí como por los refugiados que tuvieron que huir ante el acoso de las fuerzas marroquíes desde el principio de la descolonización española. Y por tanto, la cuestión es qué es mejor para que esta gente mejore sus condiciones de vida. Y por ello, la respuesta ya no es tan inmediata sino que precisa de reflexión. Los trapos coloreados, otros les llaman banderas, dejan paso al pensamiento.
5.- Así, la perspectiva es distinta. Lo que se debe pedir, y lo que pedimos, no es la independencia del Sahara o no, da igual el color de un trapo u otro, sino la democratización, política y social, de la vida de los habitantes de la zona. Y eso incluye necesariamente la democratización para los habitantes de Marruecos y la superación de un régimen corrupto y dictatorial que vive de sus habitantes, ya se autodenominen saharaui o marroquíes.
6.- Pero, ¿no nos volvemos a perder en la torre de marfil y huimos de lo concreto? No solo no, sino que es al revés. Pedimos la democratización de Marruecos porque, aparte de que los pobres habitantes de aquel país como los de cualquier otro la merecen, es la única manera de mejorar las condiciones de vida de los habitantes del Sahara. Sin embargo, frente a esto quienes piden la independencia del Sahara no muestran sino su idealismo, y que conste que nunca hemos creído que el idealismo sea una virtud sino el fruto del dogmatismo.
7.- Efectivamente, ¿alguien puede creer que un Sahara independiente es viable? Pongámonos en el mejor de los casos: las presuntas riquezas naturales del Sahara son ciertas –desde el fosfato a la pesca- y el Sahara es una fuente de comercio y producción. Pero ahora analicemos su población. ¿Acaso alguien cree que la –presunta o no que ahora da lo mismo- riqueza natural del territorio podría ser gestionada por una población mayoritariamente analfabeta o con estudios tan limitados? ¿No serían, otra vez como lo es el continente africano, las presas de las grandes corporaciones internacionales? Independencia, entonces, ¿para qué?
8.- ¿No seremos unos malvados racistas? ¿No estaremos defendiendo que la población saharaui no puede ser independiente frente a por ejemplo la española? Que va. Lo que estamos defendiendo es que hay unas condiciones necesarias mínimas para la democracia, sociales fundamentalmente, que el Sahara en concreto no cumple. Por supuesto esto es debido, entre otros motivos, a la acción española primero y luego la marroquí. Pero curiosamente, estas condiciones sociales, sin embargo, ya se dan en Marruecos para iniciar un camino democrático y si no se cumplen es porque al régimen marroquí no le interesa, cosa fácil de entender, y porque Europa, fundamentalmente y Francia en particular, apoya dicha dictadura. Es decir, y yendo al terreno político concreto, del cual nunca hemos salido, es más factible un Marruecos democrático, con la mejora consiguiente para la población saharaui, que un Sahara independiente y democrático que mejore el nivel de vida de su población. El segundo saldría de la nada, el primero ya está en germen.
9.- Y aquí surge lo extraño para quien siempre, ideológicamente, quiso ver la crítica intelectual como ajena a la política concreta. Resulta que quienes piden la independencia del Sahara no viven en la realidad concreta sino en un sueño, subjetivamente hermoso pero objetivamente terrorífico por su significado histórico, donde la gente, por el mero hecho de ser gente, puede gestionar asuntos que cualquiera en su país de origen reconocería no saber gestionar sin una preparación específica y unas condiciones sociales muy concretas. Pero aunque estas condiciones no se den, ni por asomo, en el país extraño se defiende allí que sí serán capaces de realizar lo imposible. Por cierto, con hipocresía pues mientras la democracia sí vale allí y se usa la vara de medir democrática frente a esos regímenes, otros -desde Cuba para IU hasta Arabia Saudita para el PP- no merecen tanto respeto a los derechos humanos.
10.- ¿Pero como conseguir un Marruecos democrático? Primero acabando con la intromisión exterior de Francia; segundo, generando una política auténticamente exterior en la UE; y, tercero, no olvidando que lo que importa no son los pueblos ni las naciones sino los individuos concretos. Es decir, si existe la conciencia de generar un mundo más libre, el factor fundamental es precisamente la presión desde la Unión Europea para ello. No se trata de luchas independentistas tipo años 60 del pasado siglo, con el fracaso que supusieron y lo fácil que se lo pusieron curiosamente a las antiguas potencias coloniales para seguir colonizando pero más barato que nunca, sino de un concepto sencillo: el mercado europeo solo se abre para países democráticos o que puedan, de acuerdo a criterios objetivos y concretos, demostrar avances en su democratización. Y por democracia se entiende, fuera de payasadas, existencia efectiva de diversas fuerzas políticas y derechos sociales reales. Si esa idea política se presenta en los movimientos progresistas se haría más por el desarrollo de los países y sus habitantes, que son lo que importan, que banderitas y carnavales de beduinos.
y 11.- Y por supuesto esto implica injerencia en los asuntos internos de los países y renuncia a tonterías tipo Alianza de Civilizaciones. La Democracia es un régimen superior a cualquier otro y los derechos humanos, políticos y sociales, están por encima de tonterías como costumbres, folclores y demás ñoñerías.
miércoles, noviembre 10, 2010
ESCALANDO POSICIONES
¿Y si Bush no fue quien apoyó la invasión de Iraq, entonces fue Aznar el responsable? Es un salto: de bufón de la corte a líder del mundo libre. Ahora, por fin, entiendo la foto.
lunes, noviembre 08, 2010
PAPA ESTÁ DE VIAJE/1
Por todo ello, conviene antes de escribir una respuesta a la premoderna homilía papal en Barcelona, que señalemos, a modo de notas, una serie de principios para cuando tratemos las reaccionarias ideas declaradas en ese discurso no tener que explicitarlas. Es decir, buscaremos ir al fondo de la cuestión de los contenidos ideológicos de lo dicho y dejaremos estos accesorios. Aunque queremos advertir que no nos expresamos así por considerarlos menos importantes.
1.- Las ideas no están exentas de crítica nunca ni se las debe respetar, aunque las defienda el presunto hijo de Dios. Las personas son siempre merecedoras de respeto, por supuesto, pero las ideas no. De hecho, es más, a las ideas se las respeta al atacarlas: es una forma de considerarles importantes. La tolerancia democrática no es que las ideas estén fuera de la crítica, incluso agria a veces, sino que a pesar de ello las personas pueden defenderlas públicamente. Es decir, la tolerancia democrática va unida a la crítica: tú las defiendes y yo las ataco. Y esta crítica será respetuosa con las personas, no se trata de ridiculizar a nadie, pero no con las ideas: si las teorías defendidas son ridículas nuestro deber es demostrarlo.
2.- El cristianismo no tiene patente de corso. Se está generando un hecho curioso. Mientras que para una buena parte de la autodenominada izquierda el islam tiene siempre que ser salvado y matizado y el cristianismo estigmatizado sin especificaciones, sin embargo para la derecha el cristianismo es siempre salvado y el Islam estigmatizado. Bueno, pues ambos son barbáricos en la actualidad. Sin duda, los dos cumplieron un papel progresista en sus orígenes, y en esto el cristianismo por avatares históricos –en concreto por su enfrentamiento con una organización como el Imperio Romano y una ideología como la filosofía clásica- más, pero en la actualidad son deshechos históricos. Y lo son ambos. Y por eso no tenemos respeto ni hacia la religión musulmana ni hacia el cristianismo. Y otra cosa, ver punto 1, es que sí tengamos respeto y no estemos dispuesto a ridiculizar a sus fieles. Nuestras ideas, dejémonos de tapujos, pueden ser superiores moral e intelectualmente pero nosotros, como personas, no lo somos.
3.- Como aquí hemos criticado el Islam pues criticamos el cristianismo. Es decir, es que lo acabo de oír en una cadena de televisión, que nadie venga a contarme que me atreva a decir esto de los musulmanes: ya lo he hecho.
y 4.- Pero hay un sin embargo. La respuesta crítica al papa nunca debe ser la que se está produciendo de forma generalizada porque ella implica, paradójicamente, la fe. Efectivamente, una parte importante de la sociedad española está respondiendo al papa desde una posición de autosuficiencia moral que, curiosamente, es la del mismo papa. Me explico: si ustedes leen la homilía papal verán que no hay argumento alguno sino solo principio de autoridad y citas evangélicas. Alguien podría decir que la iglesia católica no se va a poner a argumentar en una homilía. Pero curiosamente el no haberlo hecho nunca demuestra su desprecio hacia el ser humano al que se le pedía creer pero no razonar. Efectivamente la iglesia tuvo durante dos mil años –es una inexactitud histórica pero sirve para explicarnos- a la gente cada domingo encerrada durante una hora teniendo así la oportunidad de hacerles pensar: nunca pretendió hacerles razonar.
Solo les pidió una cosa: creer.
Y luego otra seguida: y ahora, obedeced.
Del mismo modo, cuando la izquierda responde a ello con la cómoda autosuficiencia moral del que está por encima repite el argumento. Se pide creer y obedecer: somos guays. Y por ello, tiene que haber una segunda parte para este artículo.
miércoles, noviembre 03, 2010
LOS BLOGS DE MIS ALUMNOS (sigue la aventura)
Esta es la presentación tipo LOGSE.
La real es que quien quiera mejorar su nota tiene que hacerse un blog. Y aquí estan todos. Por cierto, hay muy buenas ideas. Y esperamos que pronto haya más.
lunes, noviembre 01, 2010
VIDA INTERIOR/71: DÍA DE DIFUNTOS Y UNA VIDA
viernes, octubre 29, 2010
MARCELINO CAMACHO
Sin embargo, y como le pasaría a otro personaje claroscuro como es D. Adolfo Suárez, a D. Marcelino Camacho todos los españoles le debemos un agradecimiento. Hubiera sido muy sencillo oponerse a la transición, no firmar los Pactos de la Moncloa y haber quedado, sobre todo hoy en que tanto niñato cómodamente instalando habla de traición, bien consigo y su conciencia. Su conciencia: esa es la clave. D. Marcelino Camacho en un momento dado, como Suárez, decidió que su conciencia no era toda la realidad. Y alcontrario de lo que algunos puedan pensar ese fue, como en Suárez, su inconformismo y su rebeldía: la conciencia no autosatisfecha llevó a una conciencia progresista. En un mundo en que la gente ve la realidad de acuerdo a lo que quiere ver en ella, seleccionando el canal con el mando a distancia y eliminando las noticias contrarias, D. Marcelino Camacho situó la realidad como el objeto de pensamiento y sus ideas como sujetas a permanente revisión: hizo los pactos de la Moncloa y protagonizó la huelga general del 14-D. No traicionó su conciencia porque comprendió que el solipsismo de la coherencia y del idealismo lleva a Ben Laden o a Hitler. Se enfangó del lodo de la realidad para limpiar Y limpió buscando, ahora sí, más libertad.
Por ello, solo nos queda decir una cosa a D. Marcelino Camacho en la hora de su muerte: gracias, señor.
miércoles, octubre 27, 2010
COHERENCIA, POLÍTICA (¿)y un cargo(?)
Resulta que la Reforma Laboral sigue.
Resulta que Valeriano Gómez es nombrado ministro de Trabajo para llevar adelante la Reforma Laboral.
Resulta que Valeriano Gómez, acepta.
Y resulta que yo, que soy un simple sin duda, no entiendo a Valeriano Gómez. ¿Alguien me lo explica?
domingo, octubre 24, 2010
EL FRACASO DEL ARTE MODERNO/2
Sin embargo, el fracaso fue rotundo y el arte que pretendía ser universal acabó confinado en la galería de arte y en una élite. ¿Por qué? En esta segunda parte –pero no la última: esto es como los folletines que se extiende sin límite- pretendemos criticar la idea propia del arte moderno desde una perspectiva estética y sociológica. Y en una tercera parte analizar cómo este fracaso llevó al arte moderno a la galería de arte como su lugar natural. Pero antes, y que debido a nuestra torpeza seguramente no hayamos sabido expresar, queremos decir que por supuesto el valor concreto de las obras del arte moderno, las hay buenísimas y malísimas, no guarda relación con esta reflexión general. Aquí se analiza no un criterio estético academicista sino una reflexión sociológica y política sobre la función del arte moderno.
En primer lugar, el arte moderno fue como idea un fracaso antropológico basado en una concepción feliz e ingenua de la naturaleza humana, casi de tintes rusonianos. El arte moderno partía de una idea pura del ser humano que sin embargo, como en Rousseau, era una falsedad. Efectivamente, esta idea pretendía una naturaleza bondadosa y casi espiritual enfrentada a una sociedad corrupta y que por tanto exigía, como utopía, volver a esa realidad. Se trataba de recuperar, y no crear, lo humano: también el arte moderno vivió la falsa utopía de unas sociedades primitivas felices –como se ve en el aprecio al arte africano- enfrentadas al mundo actual, ahí sí de forma verdadera, desdichado. Sin embargo, y frente a esto, el arte no era natural sino que ya era el resultado de una mediación social -y aún más lo sería el arte moderno caracterizado por sus vanguardias-. Efectivamente, el arte no era algo genuinamente humano sino algo producido, en cuanto a condición necesaria, por la división social del trabajo. Podía ser cierto que la dimensión estética perteneciera a la naturaleza humana, creo que sí pero se podría discutir, pero el arte era algo más que esa actitud estética y por ello tenía un componente social indispensable. Así, el arte nació haciendo ya una clara distinción en su publico: no estaba pensado para las masas, cuya única función social era mantener el status quo al que también pertenecía el propio creador artístico, sino para las élites que eran mantenidas económicamente por esas mismas masas. Y sus códigos de producción e interpretación, por tanto, eran los propios de las élites. Y eso mismo se reconoce cuando se denominó arte popular, y no arte a secas, a las expresiones estéticas que generó esa masa: algo, y es verdad, alejado de la profundidad intelectual y formal del arte minoritario. Así el arte desde sus orígenes resultó alejado de la gran masa social e incluso llegó a ser autoconsciente de ello como se ve cuando a partir del Renacimiento buscó la separación de los artesanos. El arte como tal, en cuanto a expresión y disfrute, no era un uso popular sino de las élites. Lejos de ser lo genuinamente humano era una prueba máxima de la mediación social y su injusticia pues solo se podía disfrutar plenamente a partir de cierta posición social. El arte, como la misma Filosofía, pertenecía a un mundo ajeno a la necesidad, donde vivía la mayoría de la población, y existían en la cultura, cuya existencia solo compartían con las élites económicas y sociales. El arte, en definitiva, debía su existencia no al alma bella sino a la explotación social.
Pero había aún algo más peligroso como pecado original: la figura del propio artista. Fue el Romanticismo -nota: un movimiento imprescindible y un movimiento terrorífico- quien creó el mito del artista como la presencia de lo universal: era lo genuinamente humano. Así, el artista romántico, y es la idea que se extendió y se extiende a partir de entonces, era la representación de lo más humano frente a la sociedad y por eso se presentaba, lo que llevaría a la ñoñería de bohemias y malditismos, como enfrentado a ellas. El artista tenía una doble perspectiva: por un lado, era la privilegiada singularidad del genio; por otro, era por ello mismo la visión genuina de lo humano que alcanzaba el universal. Sin embargo, el genio era, a su vez, un producto social. Y su socialización, e incluso su aparatoso rechazo, no eran sino procedentes de una realidad social determinada.
El arte moderno así partió de un doble pecado original en su concepción filosófica. Nada en el arte era, afortunadamente, propio de la naturaleza de un primate. Todo era pura mediación social en la que el propio arte había tenido como condición de necesidad en su surgimiento la propia e injusta división social del trabajo. Sin embargo, y al tiempo, el arte era una reclamación de lo humano en su misma existencia, como la Filosofía de nuevo, porque pretendía precisamente convertirse en un lenguaje universal. La dialéctica del arte, como fruto de la injusticia pero al tiempo como presencia de lo más humano por ser lo culturalmente más sofisticado, no era así atendida.
Y, por último, había surgido también un problema formal: la fotografía. Hasta el siglo XIX, más o menos, la tarea de las artes visuales, de las que aquí estamos fundamentalmente hablando, había sido el intento de copiar la percepción humana. La pintura especialmente había progresado como forma buscando ser fiel al ojo en su captación de la realidad. Por ello, el dibujo mismo y la perspectiva habían reinado dejando a la luz y el color a su servicio. Las meninas serían así el exponente máximo de ese arte donde la ilusión de la tridimensionalidad era perfecta. Sin embargo, la aparición de la fotografía había herido de muerte esta perspectiva. La pintura ya no podía competir con la mera plasmación de la representación del ojo humano que era captado fielmente, al menos a simple vista y valga el dicho, por la nueva realidad tecnológica. Por eso, también, la pintura, y con ella la escultura, se lanzó a explorar nuevas realidades. Y por ello llegó a plantear el problema formal de la inmediatez de los humano que la fotografía, para la que era necesaria un hecho tecnológico, no podía plantear. Así, al querer separarse la pintura de la tradición formal del ojo humano no solo buscaba una forma técnica nueva sino también un discurso teórico –lo que, por cierto, tampoco era nuevo-. Y esta necesidad de un nuevo discurso sobre el arte implicaba una formulación conceptual que incluía lo aquí criticado y, luego, elementos concretos en cada movimiento. Surgía así un análisis intelectual cada vez más sofisticado que el gran público desconocía. Así, los manifiestos, cada movimiento con el suyo, mostraban el esfuerzo conceptual del arte moderno como paradoja de su presunta búsqueda de la inmediatez. Y así, el arte moderno se negaba, otra paradoja fue que lo hiciera con razón, a sí mismo.
De esta manera, el arte moderno no logró ni su inmediatez ni su popularidad. Pero no hay nada peor en un análisis pretendidamente histórico que hablar desde grandes conceptos que se pueden amoldar a todo. Por ello, en el próximo, y de verdad espero que último artículo para motivar al heroico lector que haya llegado hasta aquí, entraremos ya en concreto en la historia del arte moderno desde el Impresionismo hasta ahora. Y cómo su fracaso se expone cada año, o cada dos, en su mercado.
viernes, octubre 22, 2010
VIDA INTERIOR/ 70: COMO EN LAS NOVELAS DE GALDÓS
Pero, cosas del destino, me gustaba Jack London -nota: aún me gusta y su obra Martin Eden, me la volví en leer en verano, me parece una joya de la literatura-. Y no era literatura tan moderna. y había aún un vínculo. Pasó el tiempo y llevado por la obligación cultural leí Fortunata y Jacinta. Ya no era tan joven: no estaba mal. Además reconocía algo: la maravilla de sus últimas cincuenta páginas. Leí ese mismo año Doctor Fausto y, extraño, reconocí algo: ¿y esta pedantería?
Volvió a pasar el tiempo, a veces es lo único que pasa, y me hice, afortunadamente, mayor. Y por esas cosas de la carrera volví a Galdós: El amigo Manso. Me resultó increíble: Yo no existo, empezaba. ¿Hay alguna novela que haya empezado mejor? Y recuerdo, aún recuerdo, que siendo joven pensé que si pudiera haría sobre ella una película. Todavía tengo su final pensado. Aunque ya no haré película alguna.
Y poco después leí algo asombroso. Se llamaba, así solo, Miau: el maullido de un gato. Pero el maullido acababa siendo la vida humana. Y comprendí -¿se puede acabar mejor una novela?- que Galdós era un magnífico escritor. Y que lo moderno no residía en los signos ortográficos o de puntuación sino en algo más profundo. Como descubrí también a Dickens de Historia de dos ciudades.
Miau. El cesante Villaamil.
El otro día me acerqué a mi antiguo centro el IES Federica Montseny. De allí me echaron en un claustro, defendiendo sin duda la educación pública, la junta directiva y los compañeros profesores -tampoco todos, aunque es verdad que luego tampoco dijeron nada-. Fui ahora para echarme a mí mismo –como diría Homer Simpson: señor Burns, sé echarme solo-. He pedido el cese voluntario de allí y ya no soy de ningún sitio. Cesante.
Empezaba diciendo todo esto que yo era joven y pedante. He dejado, sin duda, de ser joven.
miércoles, octubre 20, 2010
UN RAYO DE ESPERANZA (o la desesperación)
lunes, octubre 18, 2010
TODO UN HOMBRE
Este es, nada menos, que todo un hombre y no los que gritaban Chile, Chile o exponían ofrendas a un dios. Porque a lo que debe aspirar un ser humano no es a una corral llamado patria o a un consuelo denominado religión, sino a su propia racionalidad.
Algo siempre muy difícil. Algo, por eso, verdaderamente humano.
viernes, octubre 15, 2010
EL PROTOCOLO Y LA DEFENSA
Ante los maleducados, en un minuto de silencio eso no se hace, abucheos y consignas del 12 de octubre, un protocolo para el desfile militar que los impida: está muy bien pensando. Y se me ocurre que debería incluir entre sus normas levantarse ante el paso de las banderas de otros países.
Que hay, siempre, que ser bien educados.
miércoles, octubre 13, 2010
RADIOGRAFÍA DE UN FRACASO/ y 3: ¿POR QUÉ NO TRIUNFÓ LA HUELGA?
¿Qué causas están detrás del fracaso de la huelga general?
En primer lugar una clara: la desafección que la gente siente ante el papel de los sindicatos. Pero, no tan evidente. Porque está desafección tiene un componente estructural y otro ideológico e individual. Frente a lo que se suele decir, la tasa de afiliación española al sindicalismo no es demasiada baja en comparación con Europa -un 25% de media en Europa y un 19% en España- y por tanto no cabe ahí la causa de dicho fracaso. Es más, la tasa española ha subido en los últimos años, es decir: se ha afiliado más gente que en el pasado- lo que quiere decir que cuando las anteriores huelgas generales triunfaron había menos gente afiliada a los sindicatos que sin embargo sí estaba dispuesta a hacer huelga. Por tanto, la desafección al sindicato no se da en su afiliación donde se le ve como un hecho útil –y por eso la gente se afilia-. E incluso sería interesante analizar cuánto afiliado, por cierto: en su derecho, no ha hecho huelga.
También es incierto que la sociedad, tal y como clama una izquierda acomodaticia, se haya derechizado –excepto claro está esa misma izquierda acomodaticia-. Si uno mira las encuestas del CIS -aquí aparecen desde enero de 1996 situándose en una escala del 1, extrema izquierda, al 10, extrema derecha- se verá como la gente se considera fundamentalmente de izquierdas o centro izquierda. Y es una tendencia que se mantiene. O diciéndolo más claro, la gente se percibe y autoproclama más de izquierdas que de derechas. O sea, la gente de golpe no se ha hecho neoliberal -nota: un día hay que escribir un artículo más pedagógico que otra cosa explicando qué es realmente ser neoliberal y que no se puede ser neoliberal y apoyar al Fondo Monetario Internacional o al Banco Mundial-. Por tanto, y llevándolo a nuestro campo, no es que la sociedad se haya derechizado pues la tasa de izquierdas, repetimos: en cuanto a la autoafirmación, permanece relativamente estable.
Entonces, ¿qué? Ya hemos analizado en el artículo anterior causas estructurales del mercado de trabajo que impiden la huelga, desde el aumento de la temporalización hasta el temor al paro. Sin embargo, no creemos que esas sean las causas fundamentales. Curiosamente, el desarrollo del capitalismo ha logrado que las causas objetivas, en cuanto a ajenas a la conciencia subjetiva e individual, no sean solo las primordiales a la hora de analizar un fenómeno, sino que haya que prestar un interés fundamental hacia las ideas de la gente, su conciencia. Y ahí está, en este aspecto, la clave.
Pero, acabamos de decir que al prestar atención a la conciencia subjetiva nos encontramos con una sociedad mayoritariamente de izquierdas. Resulta así una casi paradoja: un amplio espectro social se considera de izquierdas o centroizquierdas pero sin embargo una huelga tan justa como esta fracasa. Pero ampliemos el espectro: el PSOE se desploma en intención de voto pero IU no recoge ese desplome. El fracaso de la huelga se enmarca así en algo más amplio que incluso se da en Europa: los partidos conservadores triunfan, incluyendo el ejemplo de la socialdemocracia que fue Suecia. De esta forma, el fracaso de la huelga se enmarca en el fracaso de la izquierda. La gente se siente de izquierdas pero carece de un discurso que le haga actuar de acuerdo a su conciencia en la realidad social. Ocurre, curiosamente, igual que con la religión católica: una mayoría se declara católico pero sólo el 14% asiste a misa. Así, la conciencia existe como realidad subjetiva sin carácter social. Las ideas políticas se subjetivizan hasta formar una vida personal alejada de la acción social. El discurso desaparece y se vive la emoción de ser de izquierdas. Pero, ¿por qué?
La superación por parte del propio Capitalismo de su fase de explotación de clase ha dejado a la izquierda sin discurso. Pero que nadie crea que es, como canta la derecha, porque ya no haya explotación -en realidad esta se ha acrecentado al explotarse la propia vida en su totalidad y no solo las horas de trabajo- sino porque la forma de esta ha cambiado. Y es esto lo que la izquierda aún no ha entendido viviendo en el capitalismo de la producción industrial de la primera mitad del siglo XX. Pero este vivir en ese capitalismo produce un resultado determinado que es vivir en una ilusión y no en la realidad. Y así se ve, ejemplificando, en los dos grandes proyectos izquierdistas de la izquierda más chachi española: la memoria histórica, sobre el pasado, y la república, sobre un futuro idealizado. Nada social, nada económico. La izquierda no vive el presente sino en su propia mitología. Y por eso la izquierda política tiene su problema no tanto en la respuesta a dar sino en la pregunta a hacer. Y de esta manera lo tienen los sindicatos y especialmente los denominados de clase. Su función ha quedado clara en el pasado pero nadie la comprende en el presente. Salvo una buena opción de compra de viviendas o un viaje a Cuba.
Y es ahí donde volvemos a lo concreto. Como la izquierda no tiene discurso presente hizo lo que en fútbol se llama resultadismo: si Zapatero gana su discurso es bueno. Y así el personaje pasó a ser la ideología. Y al convertirse en esta unió su destino al del discurso izquierdista mientras durara. De esta forma, la izquierda fue Zapatero. Y este, como buen peronista, agradeció, salvando del descalabro económico a UGT y financiando espléndidamente tanto a esta organización como a CCOO. Pero no estaba ahí lo fundamental, como quiere hacer pensar la prensa de derechas, sino precisamente en que la ausencia de un discurso de izquierdas coherente condujo a presentar al oportunista como líder. Y la cosa hubiera funcionado -entre Educación para la Ciudadanía, Memoria Histórica, leyes de igualdad, guiños a ETA y arrumacos con la oligarquía regional- si la realidad en forma de crisis económica no hubiera irrumpido. Al fin y al cabo, durante muchos años, pero fundamentalmente seis, la izquierda española no fue más que la corte milagrosa del presidente del gobierno. Y quede claro que la culpa no fue del presidente que nunca obligó a ello.
Por eso, cuando la realidad llegó nadie era capaz de analizarla. Desde el ridículo del fin del capitalismo hasta la crisis definitiva, la izquierda solo pudo echar mano de sus clichés para el análisis: todos eran falsos. Y la conciencia de izquierdas se fue subjetivando por su propia ausencia de discurso-aparte de por el propio desarrollo del proceso capitalista en lo referente a la personalidad- hasta convertirse en una característica personal pero no social. Cuando se quiso hacer una huelga, por parte de los mismos que estaban en el cargo antes y rieron las gracias, la gente actuó con la coherencia de la izquierda creada: la realidad no existe, la huelga no se hace.
Cuando la burguesía llegó al poder definitivamente cambió la imagen de D. Quijote y la convirtió en un romántico soñador –luego incluso sacaría su quijote de bolsillo con Cyrano-. Curiosamente, en el original D. Quijote solo es un pobre imbécil enfrentado a una realidad que le puede permanentemente. Y la grandeza de la obra no está en su romanticismo lírico sino, contrariamente, en su realismo: la realidad vence destrozando lo humano.
lunes, octubre 11, 2010
TONTO DEL VERANO 2010
viernes, octubre 08, 2010
DOS ACIERTOS
Como no he leído a Vargas Llosas lo suficiente para juzgar o no la justicia de su nobel –nunca llegaré a tertuliano de la radio o de la televisión- ahí me callo.
Y hay un segundo elemento de alegría. El Premio Nobel de la Paz parece que últimamente acierta bastante y este año se lo han concedido a Liu Xiabo. Este es el momento en que yo debería declarar que he seguido de cerca su trayectoria, pero sería mentira –no llegaré a tertuliano de la televisión o la radio nunca-. Sabía cosas vagas sobre él pero si alguien me hubiera dicho su nombre nunca le hubiera identificado. Tampoco había leído la carta 08. Pero hoy la he leído. Liu Xiabo es públicamente el máximo responsable de dicho documento. Y por ello el gobierno chino le encarceló. La carta 08 es un documento ilustrado en la China dictatorial del partido comunista. Y tiene absoluta vigencia –porque todo documento ilustrado hasta que no se cumpla lo sigue teniendo-. Y además, no solo es valiente sino profundamente progresista en un aspecto que a mí personalmente me sorprendió: su alejamiento de la tradición oriental, totalitaria, y su acercamiento a la ilustrada, emancipatoria. Por ello, me alegra su premio Nobel. Y me alegra que el gobierno español, en una nota a escondidas que acaba de publicar y no diciéndolo a la cara, pida su libertad. Pero me entristece que este gobierno de izquierdas -¿se acuerdan de aquellos tiempos en que al criticarlo éramos esbirros de la derecha? ¿Dónde están ahora los que rieron las gracias del peronista Zapatero?- no sea capaz de universalizar el derecho –algo tan ilustrado- y pedir la libertad de todo el pueblo chino. Aunque sean tantos. Y con su sufrimiento paguen la deuda del estado español.
La idea de Tertuliano sobre el papel de la Filosofía suele resumirse en una frase: philosophia ancilla theologiae (la filosofía es sierva de la teología). Igual, así visto, tampoco es tan malo no llegar a tertuliano. Aunque sea nunca y nunca sea mucho tiempo.