Si hay una consecuencia estructural de la crisis económica no es el agotamiento del Capitalismo, como cuenta la autoproclamada izquierda, sino su aprovechamiento por la oligarquía económica para un nuevo, y nefasto, proyecto europeo en su exclusivo interés. Este proyecto, como ya hemos analizado aquí (1 y 2), consiste fundamentalmente en la división de Europa en dos sectores: uno, con un alto nivel de vida, consumo y asistencia social -aquello que ha sido característico hasta ahora del bienestar europeo-; y otro, localizado básicamente en el sur y el este, precarizado y con una disminución sustancial de derechos sociales. Además de esto, y como fase previa y necesaria de este proyecto global, se produce una reducción extrema de la democracia política europea porque este proyecto dual se está realizando directamente desde Bruselas y a través de instancias alejadas de la soberanía popular y blindadas frente a ella. Por ello, de ser cierta nuestra hipótesis sobre el futuro de Europa, su efecto nos lleva necesariamente a la cuestión sobre el estado nacional y su importancia pues un proyecto supranacional se impondría sobre cada país dejando sin sentido la política nacional. Y, como consecuencia, surge la necesidad de realizar una propuesta sobre este tema desde un programa de izquierdas.
Nuestra tesis fundamental para solucionar este problema es sencilla: la única medida efectiva para evitar ese proyecto europeo de precarización y falta de democracia es tener como horizonte a medio plazo, y casi a corto, que Europa sea un único país, con un solo gobierno y un solo estado. Por ello, nuestro desarrollo buscará ahora explicarlo.
El proyecto europeo actual es la precarización de una parte de Europa y el mantenimiento de otra con el nivel actual. A su vez -no nos cansamos de repetirlo porque para una idea que tenemos, que luzca- el capitalismo actual necesita para desarrollarse una sólida base de consumo pues no se basa ya en la explotación exclusiva del trabajo sino en la explotación de la vida humana como producción de beneficio incluyendo trabajo y consumo -si se desea ver como se argumenta esto se puede ver en los artículos sobre el análisis del Capitalismo-. Sin embargo, ahora, se podría pensar con coherencia que esta necesidad resultaría contradictoria con el proyecto de precarización, pues si se empobreciera una parte de Europa lógicamente se reduciría ese mismo consumo. Pero, este proyecto, también lo hemos señalado, es posible económicamente porque la parte de consumo perdida en Europa viene a ser sustituida con creces por la población con poder adquisitivo de los países emergentes -sin hacer falta superar el 20% de esa misma población-. Así, el proyecto es económicamente viable y beneficioso para la oligarquía social porque una parte de sus beneficios -derivados del consumo- los mantiene y otra -el coste en la producción y por tanto el beneficio de su explotación en Europa- los aumenta: la oligarquía gana.
Pero, si bien resulta beneficioso para la oligarquía económica, ¿cómo será posible políticamente? La respuesta es que el proyecto está planificado para escapar al control democrático de los votos. Efectivamente, la oligarquía política nacional europea -es decir: de un país concreto- tiene manos libres para exigir sacrificios y precarización a las poblaciones de otros países porque ese voto nacional no cuenta para seguir siendo oligarquía y además así satisface a la oligarquía económica. Para poner un ejemplo, Merkel puede precarizar el sur de Europa porque su privilegio social proviene de Alemania y no de ese mismo sur donde nadie la vota. Así, la alianza entre oligarquía económica y política se facilita por la fragmentación nacional y el proyecto de precarización europeo puede ser llevado a cabo sin perjuicio para una y otra. Y las dos contentas.
Resumamos por tanto. Hay un proyecto de la oligarquía económica europea, no una necesidad del Capitalismo, para precarizar socialmente a una parte de la población de Europa. Este proyecto busca un beneficio económico para esa misma oligarquía y es posible, política y socialmente, por la fragmentación nacional de Europa.
Y aquí viene la propuesta de una verdadera izquierda. El proyecto de precarización en Europa se basa, ya lo hemos visto, en dos pilares. El primero es que la población precarizada, que permitirá mayores beneficios de rapiña a la oligarquía económica en la producción, podrá ser sustituida en el consumo por los países emergentes. El segundo, es que la población de estos países europeos precarizados está limitada en su propia defensa frente al proyecto global por su constitución como estados nacionales. Y esta fragmentación nacional es la clave de todo.
Imaginemos ahora que Europa fuera un solo estado. Y cuando decimos esto no lo hacemos en sentido figurado sino muy concreto: un único estado como hoy lo es Francia, por ejemplo. Y al ser un único estado sería un único mercado, primera clave, y, aquí está la segunda clave, un único cuerpo electoral. Y esto implicaría la inmediata suspensión del proyecto de precarización o, cuando menos, su máxima dificultad ¿Por qué?
Primero, analicemos el único cuerpo electoral. Esto implica, pues se trata de un solo estado, un único gobierno y parlamento nacional que depende del voto de cualquier ciudadano europeo. Así las cosas, esa oligarquía política estaría unida a toda Europa y no solo a su interés parcial actual: Merkel ya no depende solo del voto alemán. Y además ese gobierno respondería electoralmente ante todos los ciudadanos europeos. Con esto, primero, ya se elimina el déficit democrático actual en la toma de decisiones, pues la Bruselas no representativa sería ahora un gobierno europeo elegido en elecciones libres: primera consecuencia progresista.
Pero, habría una segunda consecuencia progresista relacionada con esta. Al estar el gobierno y el parlamento europeo -nota: hablamos de un parlamento real no la actual payasada- elegidos por sufragio universal de todos los ciudadanos del continente, los intereses de la oligarquía política y los de la económica no se identificarían con tanta precisión. Efectivamente, en la actualidad esta identidad es posible porque a la hora de precarizar los políticos nacionales afirman obrar de acuerdo al principio de obediencia debida a Bruselas y no se sienten, no se presentan, ante el electorado como responsables. Sin embargo, Europa como un único estado implicaría un único cuerpo electoral que responsabilizaría directamente a sus políticos y a su, único, gobierno nacional de las medidas tomadas. Y esto provocaría una inmediata ruptura de intereses entre la oligarquía económica, interesada siempre en su rapiña, y la política, relacionada ahora con un cuerpo electoral único y con un interés ya no coincidente porque se juega su cuota de poder. La identificación entre oligarquía económica y política se ha roto.
Pero incluso económicamente, y vamos a esto, que Europa fuera un solo país beneficiaría a la población por la formación de un único mercado de consumo y un único mercado laboral.
Efectivamente, ahora Europa es un único mercado de circulación de mercancías pero no de consumo por su estructura nacional. Esto implica que se pueda minimizar la presencia del consumo en una o varias unidades, un país o países, si en la balanza global se les sustituye por otros -los países emergentes-. Sin embargo, de ser una única unidad no cabría dicha precarización como objetivo: la precarización regional programada en la capacidad adquisitiva no es posible. Así, la no fragmentación política del mercado de consumo -y nada más que un lugar específico de mercado es una nación para quienes somos realmente de izquierdas- impide su fragmentación económica como proyecto. Porque ahora la unidad de consumo resultaría indivisible y por ello rentable su mantenimiento: la oligarquía puede prescindir de 100 o 200 millones, pero no de 500 -la población total de la Unión Europea- de golpe.
Y lo mismo ocurre con el mercado laboral. Un único mercado laboral europeo implica una inmediata mejora presente de toda la Europa ya precarizada y de futura precarización. Esto sería causado por dos motivos: el primero, porque el marco legislativo europeo tendría que cubrir tanto a un holandés como a un español; el segundo, porque la unidad de consumo europea -Europa como un solo país- no produciría beneficio con su precarización pues la pérdida global de poder adquisitivo tendría como primera consecuencia la bajada del consumo en ese mercado de 500 millones.
De esta forma, Europa como país es una solución progresista que impediría la precarización programada en el continente. Pero además, no solo lo sería para su propia población sino para la política internacional al convertirse en una potencia mundial en la diplomacia exterior. Pero, esto ya lo desarrollaremos en otro escrito.
Sin embargo, ya lo sé, todo esto no se hará. Y no se luchará no por su posibilidad, esto no es una utopía, sino por lo que perdería la propia oligarquía política de izquierdas.
Efectivamente, parece claro por qué no interesa a la oligarquía financiera que perdería parte de su capacidad de rapiña. Pero, sorpresa, tampoco interesaría a las organizaciones de izquierda por su pertenencia a la oligarquía política. Efectivamente, el creciente auge del nacionalismo entre organizaciones de izquierdas no solo hay que entenderlo desde el espíritu paleto, que también, sino desde el interés corporativo. Las organizaciones de izquierda y sus profesionales defienden el nacionalismo porque la fragmentación multiplica el mercado laboral de los políticos. No se trata, por supuesto, de que cada político sea malvado y piense así, pues lejos de eso la mayoría de los políticos son honrados y creen en lo que dicen -lo cual resulta sorprendente y habla de su capacidad intelectual-. Se trata de que las organizaciones se estructuran y objetivan de acuerdo a reglas propias y no a la suma de voluntades de sus miembros. Y como tales organizaciones, las políticas viven de la fragmentación de su mercado. O sea, dándole un nombre noble a esa política laboral, la Europa de los pueblos -y si es posible de las aldeas y villorrios-. Así, a la oligarquía política europea le interesa también esa fragmentación.
En 1863 en su discurso de Gettysburg -no nos cansamos de decirlo: el mejor discurso de la historia- Lincoln comprendió algo: el futuro de la Unión como un solo país formaba parte también del futuro de un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo: la democracia. En 2012, quizás alguien comprenda que la formación de Europa como país es la única salvación de ese mismo gobierno.
Nuestra tesis fundamental para solucionar este problema es sencilla: la única medida efectiva para evitar ese proyecto europeo de precarización y falta de democracia es tener como horizonte a medio plazo, y casi a corto, que Europa sea un único país, con un solo gobierno y un solo estado. Por ello, nuestro desarrollo buscará ahora explicarlo.
El proyecto europeo actual es la precarización de una parte de Europa y el mantenimiento de otra con el nivel actual. A su vez -no nos cansamos de repetirlo porque para una idea que tenemos, que luzca- el capitalismo actual necesita para desarrollarse una sólida base de consumo pues no se basa ya en la explotación exclusiva del trabajo sino en la explotación de la vida humana como producción de beneficio incluyendo trabajo y consumo -si se desea ver como se argumenta esto se puede ver en los artículos sobre el análisis del Capitalismo-. Sin embargo, ahora, se podría pensar con coherencia que esta necesidad resultaría contradictoria con el proyecto de precarización, pues si se empobreciera una parte de Europa lógicamente se reduciría ese mismo consumo. Pero, este proyecto, también lo hemos señalado, es posible económicamente porque la parte de consumo perdida en Europa viene a ser sustituida con creces por la población con poder adquisitivo de los países emergentes -sin hacer falta superar el 20% de esa misma población-. Así, el proyecto es económicamente viable y beneficioso para la oligarquía social porque una parte de sus beneficios -derivados del consumo- los mantiene y otra -el coste en la producción y por tanto el beneficio de su explotación en Europa- los aumenta: la oligarquía gana.
Pero, si bien resulta beneficioso para la oligarquía económica, ¿cómo será posible políticamente? La respuesta es que el proyecto está planificado para escapar al control democrático de los votos. Efectivamente, la oligarquía política nacional europea -es decir: de un país concreto- tiene manos libres para exigir sacrificios y precarización a las poblaciones de otros países porque ese voto nacional no cuenta para seguir siendo oligarquía y además así satisface a la oligarquía económica. Para poner un ejemplo, Merkel puede precarizar el sur de Europa porque su privilegio social proviene de Alemania y no de ese mismo sur donde nadie la vota. Así, la alianza entre oligarquía económica y política se facilita por la fragmentación nacional y el proyecto de precarización europeo puede ser llevado a cabo sin perjuicio para una y otra. Y las dos contentas.
Resumamos por tanto. Hay un proyecto de la oligarquía económica europea, no una necesidad del Capitalismo, para precarizar socialmente a una parte de la población de Europa. Este proyecto busca un beneficio económico para esa misma oligarquía y es posible, política y socialmente, por la fragmentación nacional de Europa.
Y aquí viene la propuesta de una verdadera izquierda. El proyecto de precarización en Europa se basa, ya lo hemos visto, en dos pilares. El primero es que la población precarizada, que permitirá mayores beneficios de rapiña a la oligarquía económica en la producción, podrá ser sustituida en el consumo por los países emergentes. El segundo, es que la población de estos países europeos precarizados está limitada en su propia defensa frente al proyecto global por su constitución como estados nacionales. Y esta fragmentación nacional es la clave de todo.
Imaginemos ahora que Europa fuera un solo estado. Y cuando decimos esto no lo hacemos en sentido figurado sino muy concreto: un único estado como hoy lo es Francia, por ejemplo. Y al ser un único estado sería un único mercado, primera clave, y, aquí está la segunda clave, un único cuerpo electoral. Y esto implicaría la inmediata suspensión del proyecto de precarización o, cuando menos, su máxima dificultad ¿Por qué?
Primero, analicemos el único cuerpo electoral. Esto implica, pues se trata de un solo estado, un único gobierno y parlamento nacional que depende del voto de cualquier ciudadano europeo. Así las cosas, esa oligarquía política estaría unida a toda Europa y no solo a su interés parcial actual: Merkel ya no depende solo del voto alemán. Y además ese gobierno respondería electoralmente ante todos los ciudadanos europeos. Con esto, primero, ya se elimina el déficit democrático actual en la toma de decisiones, pues la Bruselas no representativa sería ahora un gobierno europeo elegido en elecciones libres: primera consecuencia progresista.
Pero, habría una segunda consecuencia progresista relacionada con esta. Al estar el gobierno y el parlamento europeo -nota: hablamos de un parlamento real no la actual payasada- elegidos por sufragio universal de todos los ciudadanos del continente, los intereses de la oligarquía política y los de la económica no se identificarían con tanta precisión. Efectivamente, en la actualidad esta identidad es posible porque a la hora de precarizar los políticos nacionales afirman obrar de acuerdo al principio de obediencia debida a Bruselas y no se sienten, no se presentan, ante el electorado como responsables. Sin embargo, Europa como un único estado implicaría un único cuerpo electoral que responsabilizaría directamente a sus políticos y a su, único, gobierno nacional de las medidas tomadas. Y esto provocaría una inmediata ruptura de intereses entre la oligarquía económica, interesada siempre en su rapiña, y la política, relacionada ahora con un cuerpo electoral único y con un interés ya no coincidente porque se juega su cuota de poder. La identificación entre oligarquía económica y política se ha roto.
Pero incluso económicamente, y vamos a esto, que Europa fuera un solo país beneficiaría a la población por la formación de un único mercado de consumo y un único mercado laboral.
Efectivamente, ahora Europa es un único mercado de circulación de mercancías pero no de consumo por su estructura nacional. Esto implica que se pueda minimizar la presencia del consumo en una o varias unidades, un país o países, si en la balanza global se les sustituye por otros -los países emergentes-. Sin embargo, de ser una única unidad no cabría dicha precarización como objetivo: la precarización regional programada en la capacidad adquisitiva no es posible. Así, la no fragmentación política del mercado de consumo -y nada más que un lugar específico de mercado es una nación para quienes somos realmente de izquierdas- impide su fragmentación económica como proyecto. Porque ahora la unidad de consumo resultaría indivisible y por ello rentable su mantenimiento: la oligarquía puede prescindir de 100 o 200 millones, pero no de 500 -la población total de la Unión Europea- de golpe.
Y lo mismo ocurre con el mercado laboral. Un único mercado laboral europeo implica una inmediata mejora presente de toda la Europa ya precarizada y de futura precarización. Esto sería causado por dos motivos: el primero, porque el marco legislativo europeo tendría que cubrir tanto a un holandés como a un español; el segundo, porque la unidad de consumo europea -Europa como un solo país- no produciría beneficio con su precarización pues la pérdida global de poder adquisitivo tendría como primera consecuencia la bajada del consumo en ese mercado de 500 millones.
De esta forma, Europa como país es una solución progresista que impediría la precarización programada en el continente. Pero además, no solo lo sería para su propia población sino para la política internacional al convertirse en una potencia mundial en la diplomacia exterior. Pero, esto ya lo desarrollaremos en otro escrito.
Sin embargo, ya lo sé, todo esto no se hará. Y no se luchará no por su posibilidad, esto no es una utopía, sino por lo que perdería la propia oligarquía política de izquierdas.
Efectivamente, parece claro por qué no interesa a la oligarquía financiera que perdería parte de su capacidad de rapiña. Pero, sorpresa, tampoco interesaría a las organizaciones de izquierda por su pertenencia a la oligarquía política. Efectivamente, el creciente auge del nacionalismo entre organizaciones de izquierdas no solo hay que entenderlo desde el espíritu paleto, que también, sino desde el interés corporativo. Las organizaciones de izquierda y sus profesionales defienden el nacionalismo porque la fragmentación multiplica el mercado laboral de los políticos. No se trata, por supuesto, de que cada político sea malvado y piense así, pues lejos de eso la mayoría de los políticos son honrados y creen en lo que dicen -lo cual resulta sorprendente y habla de su capacidad intelectual-. Se trata de que las organizaciones se estructuran y objetivan de acuerdo a reglas propias y no a la suma de voluntades de sus miembros. Y como tales organizaciones, las políticas viven de la fragmentación de su mercado. O sea, dándole un nombre noble a esa política laboral, la Europa de los pueblos -y si es posible de las aldeas y villorrios-. Así, a la oligarquía política europea le interesa también esa fragmentación.
En 1863 en su discurso de Gettysburg -no nos cansamos de decirlo: el mejor discurso de la historia- Lincoln comprendió algo: el futuro de la Unión como un solo país formaba parte también del futuro de un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo: la democracia. En 2012, quizás alguien comprenda que la formación de Europa como país es la única salvación de ese mismo gobierno.
15 comentarios:
El proceso de deslocalización y precarización del sur de Europa es tan claro que es imposible que los partidos que se dicen de izquierda no se hayan dado cuenta. Pero, más que un interés de oligarquía, yo creo que aún no entienden la realidad actual y se basan en planteamientos de hace cincuenta años, cuando la situación era diferente, sobre todo a nivel europeo, donde no existía una unión monetaria ni política como existe hoy.
El modelo actual es una farsa democráticamente hablando; ochenta millones de personas (la población alemana) deciden por 500. Y es en eso donde los partidos de izquierda tendrían que centrar sus esfuerzos. Así que, totalmente de acuerdo con su artículo.
Cojonudo. Sólo una pregunta y un matiz:
1. No entiendo muy bien la diferenciacion que hace usted entre "desarrollo del capitalismo" y decisión de la oligarquía". El capitalismo va por donde la oligarquia económica decide, otra cosa seria dotar al capitalismo de voluntad propia como sistema, y suena un poco esotérico.
2.- El matiz es sobre la izquierda: yo creo que es usted injusto con eso que llama la "autoproclamada izquierda" -aunque bien es cierto que últimamente sus críticas son mucho menos dañinas-: la izquierda es muy plural, y no me refiero sólo a partidos, sino a personas y a cómo piensan las personas dentro o fuera de los partidos. Y la posición frente al capitalismo es igualmente plural. De hecho, creo que es un poco atrevido pensar que creemos que la consecuencia de la crisis es el agotamiento del capitalismo. Es más bien al revés...
Se me ocurre una idea acerca de eso del agotamiento del Capitalismo.
Quizá sí que estemos ante un agotamiento del binomio "democracia capitalista" (al margen de que esos dos términos puedan ser algo contradictorios ya de entrada).
Se habría llegado bien a un estado de las cosas, bien a una estrategia de las élites, en donde, siendo los dos componentes de la democracia capitalista capaces de vivir, de practicarse, por separado, no lo serían sin embargo unidos.
Esa situación o esa estrategia empujaría, pues, a una ruptura del binomio, quedando en pie uno de los dos elementos y excluyendo al otro. Las élites socioeconómicas optan, claramente, por quedarse con el Capitalismo. La mayoría de la sociedad entiendo debemos optar por la Democracia.
Cordialmente,
P.D.: han eliminado de este modelo de página de comentarios la opción de suscribirse por correo a comentarios subsiguientes :-( Hay otros modelos de página de comentarios que lo conservan, como p.ej. el que muestra la ventana de comentarios incrustada al final de la columna con el escrito.
Fíjense. Aquí: http://www.nuevatribuna.es/opinion/autor/2012-04-01/-por-que-no-se-habla-de-la-reforma-empresarial/2012040115475900906.html
el profesor Navarro (economista, politólogo, médico) realiza en la primera parte de su artículo unos análisis muy parecidos a los que nos brinda el profesor Mesa.
Buenas fiestas señores.
No estoy PARA NADA de acuerdo, ni en la exposición, ni en el análisis, ni en las conclusiones, ni en las soluciones. EN NADA.
Y como discutir de todo ello seria largo y no se si se hacerlo en corto espacio (en corto tiempo evidentemente que no), quisiera empezar por meterle canya en un par de temas :
Dice Don E.P.:
Resumamos por tanto. Hay un proyecto de la oligarquía económica europea, no una necesidad del Capitalismo, para precarizar socialmente a una parte de la población de Europa. Este proyecto busca un beneficio económico para esa misma oligarquía y es posible, política y socialmente, por la fragmentación nacional de Europa.
¿Y eso?, no me han convencido NADA las explicaciones "politicas" que ha dado, creo normal Don EP, que si habla de capitalismo -UN SISTEMA ECONOMICO, no politico, le recuerdo-, realizara usted un análisis ECONOMICO de motivos/causas de lo que usted dice, pero no, hace usted -al igual que tantos otros eso si- un análisis político.......!!!
Don Ricardo dice:
De hecho, creo que es un poco atrevido pensar que creemos que la consecuencia de la crisis es el agotamiento del capitalismo. Es más bien al revés...
Ahí si que estoy de acuerdo, creo que Don Richard está en lo cierto y en una frase resume toda la crisis.
Primero es la economia, luego la oligarquia Don EP, ¿que la oligarquia intenta sacar tajada, evidentemente, evidentemente, pero eso, que es cierto, no condiciona en ningún caso el agotamiento o la supervivencia de un sistema económico, eso es una falácia (para mi claro).
Lo siento, pero no me creo sus argumentos, para mi no tienen base real. Pero con aquello que menos estoy de acuerdo y que más me distáncia de su exposición, es la afirmación de que un estado europeo -CENTRALIZADO supongo- seria la solución a todos los males porqué podria eliminar la resistencia alemana y la imposición de las politicas "Merkel".
¿Obligaria a la economia alemana a que pusiera los ahorros de sus ciudadanos al servicio de los que no tenemos ahorros y solo tenemos deudas?.
¿Y con que votos cree que contaria?.
Y en caso de que tuviese más votos ¿como evitaria que los alemanes huyeran de la UE? ¿por las armas?.
Y la UE sin Alemania ¿que?.
Según mi punto de vista INCREIBLE Don Ep, daria para mucha literatura lo que usted dice, no se de donde sale su análisis, me gustaria entenderlo aplicado a la realidad económica, pero me es completamente imposible comprender tanta "inconsistencia", lo siento.
Saludos a todos.
Veamos:
1.- D. Ricardo y D. Ateo: ambos insisten en la falta de análisis de alguna parte del artículo. Bien, apreciarán que se hace referencia a otra serie de artículos donde se explica y desarrolla lo que aquí se expone como resumen. Por tanto, decir como hace D. Ateo, que hay inconsistencia parece cuanto menos atrevido. En cuanto a la pregunta de D. Ricardo reconozco que merece una explicación más concreta, está al llegar, pero así para entendernos desde luego el capitalismo no se puede identificar con la oligarquía y sus intereses.
2.- D. SrM: yo creo que sí hay la posibilidad de que le envíe correos siguiendo los comentarios. Al menos, a mí me sale al final de la página. Y gracias por el enlace. Lo del binomio y su ruptura no lo veo tan claro. Si lo ve usted en su pureza, por supuesto la democracia es incompatible con el capitalismo desde siempre. Ahora, me parece una idea muy interesante.
3.- D. Dany: yo me mantego en las olirgaquías políticas de izquierdas. Las organizaciones son así.
Hola Enrique,
Estoy básicamente de acuerdo con su propuesta de solución (una democracia para Europa para acabar con la dualización del continente) pero no en una parte del análisis.
Según indica usted parecería como sí fuesen solo los países del sur de Europa los que van a ser precarizados y destruido su estado del bienestar. Alemania y los países centrales parecería que no van a tener ningún coste, y que los mismos políticos y mercados que aquí exigen una austeridad destructiva allí querrían el mantenimiento de la dispersión de renta con el objetivo de ser países consumidores.
Yo creo que este planteamiento es erróneo y contrario a las dinámicas de la globalización que vemos desde hace 20 años. La precarización del sur de europa no es más que un paso previo o más intenso de lo que le espera al continente.
Si analizamos el mercado laboral alemán veremos que está plagado de los famosos minijobs. En Alemania la diferencia entre ricos y pobres se está ampliando desde hace muchos años y la destrucción del estado del bienestar también se ha dado. Y esto es coherente con la época que vivimos porque ¿qué ha provocado la globalización? Que la dispersión de renta se reduzca en casi todos los países y que nos encaminemos hacia un mundo donde haya unas élites ricas en todos los países y unas masas empobrecidas en todos los países también.
Otra cosa distinta es que, por pura estrategia, esta destrucción del estado del bienestar se esté haciendo escalonadamente y se estén usando elementos nacionalistas para que las poblaciones de los países centrales piensen que esto es algo que no va con ellos. Pero sí va con ellos, cuando el sur de uropa se haya "latinoamericanizado" llegarán ajustes también a los países centrales bajo la espada de damocles de la deslocalización dentro de la propia unión.
Hoy se vende que hay que empobrecer a los países del sur porque somos vagos y poco productivos, pero mañana seremos países de mano de obra barata que servirán para amenazar a los trabajadores de los países centrales.
Esta es mi posición que creo, además, compartida por partidos como Die Linke que intuyen lo que se les viene encima cuando acaben con nosotros.
Saludos,
1- Ya me aparece lo de los comentarios. Debían de estar los chicos de Google Blogger haciendo cambios. En mi página, la cual tengo un tanto abandonadilla por falta de buen tiempo para poder publicar, también hay algunas opciones que funcionan sólo algunos días.
2- Lo del debilitamiento de la democracia capitalista como un todo donde cupieron durante unas décadas ambos componentes no tengo claro si es estrategia (neoliberalismo) o estado de evolución.
En sus escritos se habla de la pérdida de derechos por los ciudadanos (suelen ir acompañados casi inevitablemente del crecimiento de privilegios para las élites), de la pauperización... Ésa es la pérdida de la Democracia a la que me refiero en beneficio del funcionamiento capitalista. Usando el Estado de Derecho para acabar con la Democracia nos van quitando derechos económicos, laborales, civiles, humanos...
Hace nada hemos oído hablar de "reformar" (recortar) el derecho a huelga (PP, UPyD...). Desde CiU van más allá y han hablado de recortar el derecho de reunión.
3- Lo que dice Dº Ateo-Rojo-Masón es una cuestión que yo mismo me preguntaba hace un tiempo. Tras leerle a vd. comprendí o he creído comprender que el Capitalismo sí sería un sistema político-económico. No sería sólo económico ni sólo político.
En la educación reglada (muy mediatizada por el pensamiento dominante conservador-liberal o neoliberal) nos dicen que es sólo un sistema económico. Lo asemejan en su explicación a la Economía de mercado. Pero, a la que empezamos a indagar, vemos que el Capitalismo no es la Economía de Mercado, ni el Mercado, ni el Capital. Es más que eso. Esas cosas son elementos. Podemos tener Capitalismo p.ej. en una Economía de Planificación Central.
La base sería aquello de que todo es o debe ser mercancía, valorable y transformable en capital. Todo debe ser negociable, objeto de actividad económica-empresarial. El primer axioma de la sociedad capitalista es el ánimo de lucro, la rentabilidad financiera. Los demás principios, discutibles o no, vendrían después en importancia. Pero ése sería intocable.
4- Lo que le plantea Dº Ricardo y que vd. le promete para una próxima explicación me suena a algo que escribió una vez. Algo como que Dº K. Marx se había dado cuenta de que el Capitalismo era un sujeto.
Me sorprendió cuando lo leí y no acabo de comprenderlo bien. Según he entendido de sus escritos el concepto de sujeto sería, en su versión clásica, quien conoce (frente al objeto, que es la cosa conocida) y, en su versión moderna, quien conoce y transforma el Mundo, realiza un proceso de humanización para poder liberarse, emanciparse.
Visto así, el Capitalismo, como sujeto político-económico no podría ser ni sujeto "quien conoce" ni sujeto "quien conoce y transforma...". Sería en ambos casos un objeto.
Esto aún no he entendido por dónde iría.
5- Dº Pedro apunta algunas cosas que me han parecido muy interesantes.
Saludos,
Don EP: No se crea que no me he leido sus razonamientos (economico y politico) para afirmar lo que afirmo.
Admito que decirle que no lo ha analizado quizas no sea la mejor valoracion, le pido disculpas por ello :
No estoy de acuerdo en su conclusion economica ya que en una UE donde los paises que compran (los PIIGS) a los paises que venden (Alemania y Francia basicamente), dejaran de comprarles, puesto que su poder adquisitivo disminuiria, ¿que les ocurre a las empresas que disminuyen sus ventas?, ¿que les ocurriria a los alemanes y franceses y etc... si con motivo de un empobrecimiento del resto, disminuyeran sustancialmente sus exportaciones?.
¿Ha mirado cual es el ratio de PIB aleman que ocupa la exportacion?.
EL motivo de la crisis es economico y solamente economico, todos los paises pueden salirse del Euro cuando gusten, pero los PIIGS no quieren ¿porque?, pues porque nos costara mucho mas devolver la deuda solos y con una economia que caeria automaticamente a la mitad, con lo que nuestra deuda en Euros si tuviese que pagarse en pesetas, o en las monedas de cada uno de los paises, y sin el "paraguas financiero de la UE", pasaria automaticamente a ser impagable (de hecho, ya lo es ahora tambien en Eu) y a, obligatoriamente tener que declararnos en quiebra (DEFAULT que ahora se llama).
Pues eso, quien quiera quedarse en el paraguas del Eu (financiero basicamente), disciplina presupuestaria que hay que devolver la deuda.
El tema de la "doble velocidad", o su "division de Europa en dos sectores", es, para mi, algo irreal. El problema es la DEUDA, no el Euro y ese es el motivo por el cual los paises "mas endeudados van a empobrecerse mas para poder pagar su "hipoteca" y los menos endeudados pero que su economia dependa de la exportacion -Alemania- van a sufrir tambien este empobrecimiento, aunque estructuralmente su economia dispone de mecanismos para salirse mejor de la crisis.
Si en el futuro -ya presente creo yo- asistimos a un empobrecimiento superior de algunos paises con respecto a otros, es porque estos paises son "economicamente mas debiles", no por la existencia de unos intereses economicos oligarquicos, que existen evidentemente, pero a los que usted creo que valora demasiado.
En cuanto a su analisis politico, no entrare en el, porque si ya no estoy de acuerdo en sus conclusiones economicas, creo que las politicas caen por su propio peso, a mi parecer claro.
A partir de ahi, le hago las mismas preguntas que en mi anterior entrada.
¿Obligaria a la economia alemana a que pusiera los ahorros de sus ciudadanos al servicio de los que no tenemos ahorros y solo tenemos deudas?.
¿Y con que votos cree que contaria?.
Y en caso de que tuviese más votos ¿como evitaria que los alemanes huyeran de la UE? ¿por las armas?.
Y la UE sin Alemania ¿que?.
Ya se que me puede argumentar que la oligarquia no quiere eso, pero ¿como la oligarquia va a impedirlo?, ¿como impedira que los alemanes fuercen la salida del euro si ven que son ellos los que tienen que financiar, a fondo perdido ademas, la fiesta y el poder adquisitivo "excesivo" de los PIIGS?.
Y a la oligarquia inglesa ¿que le interesa?.
Lo siento, pero no puedo estar mas en desacuerdo con usted, para mi, que segun sus palabras, debo pertenecer a esa "autoproclamada izquierda", y tal como Don Ricardo dice, la crisis ECONOMICA que vivimos la ha ocasionado el agotamiento del sistema ECONOMICO -nada de economico-politico señores, eso no existe-, es el CAPITALISMO que ya NO da respuestas a los problemas y necesidades de la poblacion, es el capitalismo que debe ser substituido por otro sistema -que sera totalmente distinto- y que si las de.
Ademas es algo historicamente muy habitual, no se porque tanto miedo señores... solamente desaparecera una de las patas del capitalismo, EL CONSUMO como motor fundamental de la economia, y no como hecho de vida necesario.
Salut
Al leer sus “11 hipótesis sobre el Capitalismo”, una de las afirmaciones que primero se fijan es que si bien los productores (como decía Jose Antonio) en el siglo XIX eran sustituibles, si se estropeaba uno se tiraba y se ponía otro, en tanto que ahora, en el siglo XXI, son imprescindibles pues ellos son la mercancía, por lo que ya no se pueden tirar si queremos que el sistema siga funcionando.
Esto no casa, con su afirmación de que hemos sido sustituidos por productores de paises emergentes. O yo necesito releerle o Ud necesita reanalizar su hipotesis.
Creo que Don Güapo, hace un tiempo en un tema similar sobre los “nortes y sures” le contestaba que todas las naciones ya tienen su “norte y su sur” o sus “dos velocidades”.
Seguramente, el sur de un país del norte puede coexionarse socialmente con el norte de un país del sur. Por lo que, si esto es así, para que su comentario de una Europa del norte y otra del sur fuera acertado, habría que discriminar no por paises, sino por zonas y agruparlas en un nuevo mapa geoeconómico.
No me he molestado en comprobarlo y a pesar de ello afirmo con total seguridad de no equivocarme, que los sures socioeconómicos coinciden con los primeros puestos en los ranking de corrupción, despilfarro, fracaso escolar y consumo de cocaina.
No me atrevería a afirmar que fue primero, si el huevo o la gallina. Pero me inclino por la gallina.
Otra característica crónica de los sures y su condena a permanecer siendolo, es la deficiencia democrática al ser proclives al incumplimiento de las leyes, lo que genera inseguridad legal e impide la inversión en proyectos empresariales importantes. Incapacita para el progreso.
No hace mucho que ha rodado por los emails un artículo del New York Times sobre la fabricación del iPhone-4 en China. El objetivo era denunciar el que los trabajadores chinos trabajan 10 horas, viven en edificios contiguos a la fábrica y utilizaban un producto para la limpieza del cristal antichoque que afectaba a los pulmones.
Pero al leerlo, el artículo decía más cosas. Decía que si el iPhone no se fabrica en USA, no es por el costo de la mano de obra, que no es relevante ni decisivo en el precio final, daría casi lo mismo hacerlo en USA que en China. La diferencia estaba en la agilidad operativa de la empresa china y el anquilosamiento de la USA.
Los chinos tardaron 1 día en hacer las primeras muestras del corte del cristal antichoque, miestas en USA lo hubieran demorado meses. En USA reunir los más de 3000 técnicos de grado medio necesarios para controlar la producción hubiera costado muchos meses, en China fue semanas.
El sur no nace, se hace.
Un Oyente de Federico
Ateo-rojo-masón dice que el Euro no es el problema, que el problema es la deuda, pero no estoy de acuerdo.
La potencia del Euro y las restricciones obvias que pone el BCE (imitación del bundesbanck, producto a su vez de las paranoias alemanas de que la inflación puede llevar de nuevo al nazismo) ha hecho mucho daño a países del sur.
Igual que al dolarización mató a la economía argentina el euro está matando a los países del sur de europa, que se están desindustrialziando. Y ante la desindustrialización no podemos hacer una política de devaluaciones competitivas.
No es sólo esto ciertamente, también son las aplicaciones de todas las directivas europeas durante años, y también fundamentalmente las pocas restricciones de los países terceros. Alemania puede por ahora protejerse de China sin política proteccionista, España no.
Saludos,
Llego a tu blog de la mano de don Ricardo y me parece genial la propuesta pero desgraciadamente utópica porque precisamente a la derecha económica no le interesa y cuando llegue el caso utilizara el nacionalismo patriotero.
Miren ustedes, estaba contestándoles a todos -así, que yo soy muy hombre- pero me sale bastante largo y no quiero hacerlo breve porque las objeciones que ponen son muy interesantes. Por eso si me los permiten, voy a hacer un artículo para contestarles que a ver si puedo publicarlo el lunes. Creo que hay estas objeciones básicamente:
1.- Según D. Ricardo y D. Ateo, que el Capitalismo se ha agotado.
2.- Según D. Ateo y D. Oyente, que mi idea de consumo es contradictoria o errónea.
3.- Según D. Ateo y D. Pedro, que hay un tema de deuda y moneda única.
y 4.- Según todos, que es una medidad utópica.
En cuanto al tema de que, en mi opinión, el Capitalismo no se puede identificar con la oligarquía lo dejamos para otro artículo porque es un tema más, si se quiere, filosófico.
Comparto la descripción de coyuntura, pero no comparto la propuesta de solución -o, mejor dicho, no comparto que sea una solución realista en el sentido de la introducción a la serie "Un programa de izquierdas"-. No es medida realista porque empieza la casa por el tejado. Como la famosa "renta básica", estamos con una propuesta de marco institucional "realista" que si fuera practicable no sería necesario, y si parece necesario no es practicable -los mismos males que lo hacen necesario impiden que se evolucione hasta él-. La propia mención que se hace en el escrito a "la actual farsa del parlamento" muestra el obstáculo: ¿acaso la oligarquía política que ha llegado a la situación que se denuncia va a preferir un marco en el que pueda responder directamente ante los votantes, y adoptará medidas en consecuencia? Se necesitarían grupos políticos que estén dispuestos a defender a la mayoría de la población frente a la oligarquía económica: y esos, lo mismo pueden obrar en una Europa como país que en defensa de su terruño, y tampoco tienen más garantía de éxito por obrar en un contexto europeo -partidos capaces de obrar en contexto tan amplio, por cierto, necesitarían una estrcutura tan burocratizada que acabarían siendo muy apetitosos para quienes tengan vocación de oligarca-. Parece un rodeo excesivo que una organización incluya en su programa la defensa de un marco formal favorable a las medidas contra la precarización, en vez de defender directamente las medidas de ese tipo que sean viables sobre el terreno.
Casi nada. Ha sido leer esto y recordar el título de su artículo "Europa como país".
" (...)
¿Cómo podría revitalizarse la democracia en la UE?
Con un cambio muy profundo, que debería incluir varios elementos, tales como, por ejemplo:
1) un gran protagonismo del Parlamento Europeo, que hoy no tiene apenas influencia en las reformas que se están realizando en la UE y en la Eurozona;
2) una Comisión Europea que cambie su orientación neoliberal y que rinda cuentas ante el Parlamento Europeo;
3) un Banco Central Europeo que sea un Banco Central, que deje de ser un lobby de la banca y que dependa y rinda cuentas ante el Parlamento Europeo. Y que adopte, como así lo hace el FRB en EEUU, un compromiso de facilitar el alcance del pleno empleo además de controlar la inflación;
4) facilitar el establecimiento de bancas públicas que garanticen la disponibilidad de crédito;
5) europeizar la deuda pública de los Estados, protegiéndolos de la especulación financiera;
6) fijar las condiciones legales para establecer convenios colectivos a nivel de la UE y de la Eurozona;
7) cambiar el Pacto de Estabilidad para flexibilizarlo y hacerlo también Pacto de Crecimiento, lo que no es, a pesar de su título, añadido a posteriori al de Estabilidad;
8 ) facilitar la existencia de referéndums a nivel de la UE;
9) establecer criterios sociales como condición de permanencia. Por ejemplo, exigir que el desempleo no pueda superar un 6%;
y 10) garantizar derechos universales, con legislación laboral que asegure la protección social, incluyendo el establecimiento de un salario mínimo europeo.
(...) "
en http://www.vnavarro.org/?p=8402
Saludos.
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