jueves, octubre 27, 2005

¿QUÉ QUEDA DEL MARXISMO?/2

Conviene siempre al iniciar una polémica tratar de definir, o al menos delimitar, el concepto de la misma. Por ello, en este primer artículo de la serie, pues lo anterior fue introducción, pretendemos delimitar qué entendemos por marxismo. Pero, también, pretendemos hacerlo de un modo fuerte. Es decir, mantendremos a lo largo de nuestra serie que si el marxismo no define auténticamente el capitalismo y, por otra parte, no puede asumir la tarea que le pretendemos asignar está efectivamente muerto.
En primer lugar el marxismo es filosofía. Por lo tanto no pretende una explicación de ciertos aspectos parciales del capitalismo (el salario, la plusvalía, las clases sociales…) sino una explicación total del mismo. El marxismo es metafísica del capitalismo o no es nada. Por eso, el marxismo señala lo que es el capitalismo y no sólo lo que es esta o aquella forma, el estado del bienestar o la liberal, del mismo. Cuando decimos, pues, que el marxismo es filosofía queremos decir que tiene pretensión de desentrañar no el modelo concreto del sistema sino la esencia del propio capitalismo y, por lo tanto, si la esencia del capitalismo no es la que se señala en el marxismo este es falso.
Pero, en segundo lugar, esto no quiere decir que el marxismo tenga el dogma de lo que dijo Marx. No nos importa lo que dijo Marx, al menos literalmente, sino el análisis del capitalismo. Por ello, la pregunta no es si se es fiel o no a Marx, como si hubiera que serle fiel, sino si se hace un análisis marxista.
Por ello, tercero, lo importante es saber qué condiciones marcan un análisis marxista. O dicho de otro modo: qué es lo indispensable del marxismo, cuáles son sus hipótesis, pues quedaría su demostración, sobre el capitalismo. Y, al menos, lo indispensable es:

a)Un criterio de verdad fuerte. Como toda filosofía moderna, frente a la posmoderna, el marxismo cree que existe la verdad y que su análisis sobre el capitalismo es el verdadero. El marxismo pues no cree que es otro análisis más sino el único que puede desvelar auténticamente el capitalismo.
b)El análisis marxista entiende al capitalismo como una totalidad que determina las relaciones entre las personas. Esto no quiere decir, ya lo discutió Engels, que cada acto individual se explique por el marxismo sino que los principios básicos de la forma de existencia humana en la actualidad guardan relación con la estructura capitalista. O de otro modo: el capitalismo no es solo un sistema de producción económica sino una forma de producción de vida.
c) Una idea clara de que cualquier forma de vida anterior al capitalismo es inferior a éste. No se trata de volver a formas sociales primitivas, como defendería por ejemplo el indigenismo en Sudamérica, sino de “superar” el capitalismo.
d)La idea de que existen forman objetivas, y objetivables teóricamente, sociales. La sociedad no es la suma de los individuos sino una realidad ajena a la mera unión de sus voluntades.
e)El capitalismo es una estructura totalitaria. No es sólo que el capitalismo sea imperfecto o que haya injusticias en él sino que el capitalismo es injusto por sí mismo. No hay reforma posible del capitalismo.
f)Unido a lo anterior, existe una idea de sujeto fuerte y lo que realmente traiciona el capitalismo es dicha idea. El sujeto debería humanizar el mundo, el capitalismo domina sobre él y lo convierte en mero reproductor del sistema económico. El verdadero mal del capitalismo no es que produzca desigualdad, pobreza o cualquier otra injusticia social. El capitalismo podría llegar a realizar un mundo sin hambre, por ejemplo y tal como ha hecho en occidente, pero nunca podría llegar a realizar un mundo de sujetos emancipados. Este es el auténtico mal del capitalismo.
g)Todas las realizaciones sociales de los individuos en el capitalismo acaban siendo falsas. No existe una auténtica vida en el mismo porque la propia realización humana, la praxis, solo sirve en tanto en cuanto perpetúe el sistema. Esto no quiere decir que los sujetos no sean sinceros en sus actos, en referencia a ellos mismos, sino que es imposible realmente mantener una vida plena en la estructura capitalista. Así la felicidad que sienten los sujetos no es más que ideología.

No pretendemos, por tanto, defender aquí una versión suave del marxismo o que ciertas realidades del marxismo siguen siendo válidas sino al marxismo como filosofía. Tampoco, huelga decirlo imaginamos, pretendemos defender las dictaduras comunistas, hoy la cubana por ejemplo, que tan queridas les fueron a una gran mayoría de los intelectuales occidentales. Lo que pretendemos es desarrollar, abusando de la paciencia de ese lector que aún nos debe quedar, los temas expuestos y defender que el marxismo, tal y como lo desarrollaremos, no sólo sigue vivo sino, recogiendo una frase anterior, es la metafísica del capitalismo.

1 comentario:

Daniel Lobo dijo...

Quedan lectores...

Un saludo,

Daniel