"Ilustración es la salida del hombre de su culpable minoría de edad."
miércoles, abril 03, 2013
SOBRE LA IGUALDAD
Resulta que a un imputado se le llama Iñaki.
Resulta que a otro imputado se le llama Doña Cristina.
Resulta curioso.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
No se le pasa nada a Ud.
Seguro que tiene razón. Si todos somos iguales ante la Ley, a Ud le tenía que llamar “Quique” a la infanta “Tina” del mismo modo que a Urdangarín no le citan como Don Ignacio.
En cualquier caso queda evidenciada la superioridad ética de la Monarquía frente a la República, queda más que evidenciada.
Durante la II República y tras los sucesos de Casas Viejas (1933), se inicio un procedimiento judicial consecuencia de las declaraciones de militares que participaron en aquel crimen de estado. Un jurado popular declaró al gobierno republicano como responsable, por lo que se tramitó una acusación contra Azaña, Indalecio Prieto, Largo Caballero y Casares Quiroga ante el Tribunal de Garantias Constitucionales. Pero ninguno de aquel hiperdemocrático gobierno de la idílica II República Española, se sentó delante del juez.
No sólo no pasaron por el juzgado, faltaría más, si no que se ocuparon de asesinar a los militares que declararon y al juez que llevó el caso junto con parte de su familia.
En el caso de la infanta, no creo que se guillotine al juez Castro ni a su familia, para ser tan progres como los republicanos. Me sentiría muy decepcionado como facha.
1 comentario:
No se le pasa nada a Ud.
Seguro que tiene razón.
Si todos somos iguales ante la Ley, a Ud le tenía que llamar “Quique” a la infanta “Tina” del mismo modo que a Urdangarín no le citan como Don Ignacio.
En cualquier caso queda evidenciada la superioridad ética de la Monarquía frente a la República, queda más que evidenciada.
Durante la II República y tras los sucesos de Casas Viejas (1933), se inicio un procedimiento judicial consecuencia de las declaraciones de militares que participaron en aquel crimen de estado. Un jurado popular declaró al gobierno republicano como responsable, por lo que se tramitó una acusación contra Azaña, Indalecio Prieto, Largo Caballero y Casares Quiroga ante el Tribunal de Garantias Constitucionales.
Pero ninguno de aquel hiperdemocrático gobierno de la idílica II República Española, se sentó delante del juez.
No sólo no pasaron por el juzgado, faltaría más, si no que se ocuparon de asesinar a los militares que declararon y al juez que llevó el caso junto con parte de su familia.
En el caso de la infanta, no creo que se guillotine al juez Castro ni a su familia, para ser tan progres como los republicanos. Me sentiría muy decepcionado como facha.
Un Oyente de Federico
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