lunes, enero 20, 2014

ETA Y MAQUIAVELO

1.- Maquiavelo es un autor fundamental. Lo es por ser el primero en analizar el interés no como un factor coyuntural de la política -tal y como lo hicieron griegos y medievales al situar la tiranía como una forma de gobierno- sino como un factor esencial de la misma. Para Maquiavelo no se puede analizar completamente un poder personal o de grupo, sin tener en cuenta su interés. Por supuesto, dentro de ese grupo podrá haber gente altruista, son la carne de cañón, pero el interés como tal grupo -y no necesariamente  como cada individuo que pueden incluso creer realizar una acción generosa- es clave para la comprensión sociológica y política. Así, un análisis social requiere siempre una perspectiva maquiavélica.

2.- Empecemos por  la evidencia: ETA ha perdido. Y esto ha sido básicamente fruto de la brillante acción policial que ha derrotado sin ningún género de dudas militarmente, permítase la expresión, a ETA. Y esta derrota del terrorismo etarra se puede analizar cronológicamente en tres pasos fundamentales. En primer lugar, el fin del refugio francés;  en segundo lugar, la definitiva ruptura del apoyo de todos los elementos sociales relevantes, excepto los propiamente etarras, a partir del asesinato de Miguel Ángel Blanco; por último, y fundamental, la asfixia económica producida por la ilegalización del entramado político legal de la banda terrorista, primero Batasuna y luego otras marcas. Por ello, quienes creemos en la democracia debemos alegramos por la derrota de uno de sus enemigos.

3.- Y entonces, ¿ya está? No, no está porque la derrota militar de ETA ha traído como consecuencia un hecho –hecho que por cierto no es novedoso en la historia-: todo el aparato político cuya activada anteriormente se reducía a cumplir órdenes de los terroristas  busca ahora su propia supervivencia. Es decir, el barco se hunde y las ratas lo abandonan.

4.- Efectivamente, la supervivencia de una parte del entramado de ETA es el punto fundamental de este problema. Ya no se trata un problema de ideales -pues los etarras idealistas o están en la cárcel o muertos y las peticiones de ETA nunca llegarán a cumplirse- sino de un problema de interés propio. Todo ese sector que vivía del entramado ETA, una industria hacendosa, ve como su medio de vida se desmorona y temen un ERE sin indemnización alguna. Porque toda su relevancia social no era por sus brillantes discursos, interesantes análisis socioeconómicos o generando estilismo con sus cortes pelo: era exclusivamente porque eran ETA y la gente les veía como ETA. Cada voto a Batasuna, y marcas afines, era, y es, el voto a la 9 mm parabellum.

6.- Así, surge el problema. Y, curiosamente, el máximo problema es para ETA. La estrategia básica de ETA siempre ha sido la de negar legitimidad al estado -tal y como se decía, y aún el núcleo duro dice, en los juicios-. De esta forma, en épocas mejores y cuando podían matar y asesinar, la opción política solo era una tapadera pues no eran legítimas las instituciones. Sin embargo, los heroicos gudaris -o sea, los más borregos y tontos- ven como los aprovechados zorros –es decir, la nueva élite política abertzale- empieza a ocupar puestos en las propias instituciones del estado al que decían no reconocer. Y empiezan, incluso ellos tan vascos, a plantearse algo: ¿y yo?

7.- De esta forma, surge entre los luchadores de la patria vasca encarcelados una elemental pregunta: ¿qué hay de lo mío? -y si esto cotiza para la pensión- . ETA se ha hundido, las ratas han abandona el barco  en busca de otro trasatlántico, que se llama “Proceso de paz”, y la tonta orquesta sigue tocando en el salón. Y encima solo pueden tocar el chistu y el tamboril, lo que hace aún más patética su música. El preso bailarín –y vasco-vasco- levanta la pierna en pleno éxtasis de raíces tradicionales mientras ve a Bildu en las instituciones antes ilegítimas y vuelve a pensar: ¿y lo mío?

8.- Así, todo este autodenominado proceso de paz  no es sino un plan de recolocación y empleo de la izquierda abertzale, harta ya de sus mayores, los asesinos etarras, a los que considera –acertadamente sin duda- unos fracasados. La nueva élite abertzale –de mejores formas que la anterior- quiere seguir cobrando dietas y salarios –no acabar como Otegui, el hombre de paz-  y para ello no duda en vender, ya política ya mediáticamente como en el entrañable acto de los presos, a la ETA militar. Ya no hay espacio para los viejos perros asesinos y toca la llegada de una nueva camada de zorros. Los perros son animales fieles y, seamos sinceros, bastante tontos; los zorros no dudan, sin embargo, en ser astutos. El ideal de la patria vasca pasó por el sacrificio personal –desde la ilegalidad al espantoso corte de pelo- pero ahora cotiza en una nómina y un plan de pensiones de las ilegítimas instituciones españolas. En breve, un nuevo look más cercano al vasco-vasco del futuro.

9.- Pero, por supuesto, a este proceso de adaptación al nuevo tiempo de la derrota se le añaden una serie de actores secundarios que dan vida a la comedia.
Tenemos una Asociación de Víctimas del Terrorismo que, tras echarse en la pasada legislatura en brazos del PP, ahora se siente traicionada porque el gobierno no hace la política antiterrorista que a ella le gusta. Así, confunde permanentemente el estatus de víctima con el de tener que reconocerles una opinión de privilegio sobre el tema que no solo debe ser escuchada, que debe serlo, sino necesariamente cumplida. Como consecuencia, lo que debía ser una Asociación de Víctimas, y que tuvo un papel importante en la derrota de ETA,  se ha acabado convirtiendo en un partido político en el que discrepar de él ,es decir: tratarle como tal partido, es rápidamente calificado, por ellos mismos y su coro, de ser un etarra.
Tenemos un gobierno que sigue en la oposición en sus actos públicos y resulta más bambi que Zapatero en sus actos privados -incluyendo sospechosas filtraciones que antes hubieran provocado un escándalo en la prensa de derechas, a la que por cierto se la echa de menos en sus críticas-.
Y tenemos a la típica izquierda folclórica que, viendo que todos los de ETA militar están en la cárcel y ya no pueden matar, vuelve a la defensa y comprensión del interesante discurso anticolonial del Mau Mau, indudablemente adaptable a las circunstancias de la España del siglo XXI. Cada día más ñoña, la autoproclamada izquierda - perdida en Maya, y hablamos de la abeja no de los velos aunque en realidad sean lo mismo- hace un relato sobre ETA y el llamado proceso de paz donde conviven la estupidez y la típica grandilocuencia. Y donde se echa mucho en falta a Maquiavelo.

10.- ¿Y entonces? ETA está muerta. Sus heroicos gudaris han cambiado de sueño: ahora se movilizan para alcanzar un sueldo vitalicio y una pensión. Pero sin embargo su totalitarismo sigue ahí. Su cambio político no es fruto de una reflexión sino de la derrota militar de ETA y el deseo del colectivo político, que hasta hace poco era palmero de los crímenes, de mantener su sueldo del estado ilegítimo: el dinero no conoce el euskera. Si la VISA no acabó siendo VISOAK ni la MASTERCARD concluyó en MASTERCARREGUI –lo sé, qué poco respetuoso con la pluralidad, en breve igual asesino a alguien- entonces debe ser uno, por más vasco-vasco que sea, el que debe cambiar. Pero por si las circunstancias vuelven a ponerse interesantes hay que guardar las pistolas. Nunca se sabe a quién se puede acabar matando por insistir en ser demócrata.

y 11.- Ninguna de las víctimas de ETA, asesinadas por heroicos gudaris, que no dudaban en matar a niños, volverá a cumplir años. En diciembre de 2013 un grupo de asesinos etarras posaba contento en una foto mientras calculaban cómo conseguir una base imponible satisfactoria para alcanzar una pensión que les permitiera, tal vez, viajar a Benidorm y bailar allí, con recio estilo euskaldún, Paquito el chocolatero. No es, sin duda, el final soñado por tanto gudari asesino –ellos soñaban con una Euskal Herria de txapela y chistu y vaquitas mugiendo en vasco: muuuuuoak, muuuuuuuoak- pero, sin duda, es una nueva gloria para el análisis de Maquiavelo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ellos, en su magín, esperaban llegar a las calles de San Sebastián como aquellos guerrileros de Sierra Maestra cuando entraron en la Habana, y simplemente han salido por la misma puerta que Miguel Ricart

Don Güapo dijo...

Ayer leí su texto. Me parece muy acertado.

Hoy leo en la prensa el beneficio que para Colombia está teniendo el fin de las FARC.

El IRA no existe.

Actualmente tampoco ninguna guerra entre países. Los conflictos que podrían haber sido, como los de Siria o Irán, no lo han hecho.

Conflictos clásicos, como el de los Balcanes o el del Cáucaso se encuentran hibernados y encapsulados. El israelí-palestino igual.

Una sugerencia: quizá debiera desarrollar más el punto segundo de su entrada para encontrar otras razones, además de las más evidentes e inmediatas, de la derrota de ETA.

Anónimo dijo...

Con alguna excepción como la de Anguita (que Dios guarde muchos años), la izquierda situaba a los asesinatos de ETA en el contexto de una guerra.
La guerras o se ganan o se pierden pero no se empatan. Dice Ud. que ETA ha perdido. Según sus cuentas, puede ser. Pero lo que está mucho más claro es que nosotros no hemos ganado.

Su derrota consiste en que nos hacen el favor de no matarnos. Nuestra derrota es muy evidente, casi el 50% de sus asesinatos quedan impunes. Han lobotomizado las conciencias de los ciudadanos y han conseguido cosificar a sus víctimas.
ETA asesino a un empresario cuando iba, una mañana, al bar a jugar la partida de mus y la prensa publico la foto de un sustituto jugando, esa misma mañana, en el puesto del asesinado. A otro le dispararon dentro de su coche y murió sobre el volante haciendo sonar el claxon, los vecinos se quejaron de que tuvieron que aguantar el sonido más de media hora. La red puede arder porque Camps sale absuelto de la acusación de aceptar el regalo de tres trajes. Pero ni una linea por la excarcelación de asesinos como Bolinaga. Y si a los familiares de las víctimas se les ocurre rechistar: son unos fascistas y están politizados.

Han generado una ciudadanía cobarde, salvo muy pocas excepciones, que, desde el jovencito a viejo, ha aceptado autoconvencerse de que los asesinos son héroes, para ahorrarse la violencia y marginación que les acarrearía disentir en conciencia.

Hemos conseguido unos ciudadanos para los que la vida humana, ya sea dentro de su madre como fuera, no signifique nada a no ser que lo haya matado un judio o Aznar.

Sería muy facil cuantificar en euros el valor de una vida según el interes que despierta entre los “éticamente superiores” un asesinato de ETA, comparándolo, por ejemplo, con la indignación provocada por una factura de Urdangarín.

Si ellos han perdido ¿Quién ha ganado... y el qué?

Don Güapo, ahora mismo hay 40 conflictos armados en el mundo. Sólo en uno de ellos no interviene el Islam, que es el de Colombia, y todo ellos van en crescendo (Si es cierto que Cisjordania esta mas dedicada a prosperar que a guerrear, pero Gaza esta enfrentada a los militares golpistas de Egipto y exportando muyahidines a Siria, Líbano, Yemen...) incluido el de las FARC que sólo están cogiendo aire para reorganizarse tras la muerte de Chaves, su mecenas.

Un Oyente de Federico