martes, febrero 25, 2014

HE VUELTO

Tras dos semanas escuchando las cosas increíbles que hacen compañeros en sus clases en las III Experiencias Docentes en Filosofía y reconciliarme con mi profesión, ya he vuelto.



Centauros del desierto (1956). Dir: JohnFord.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Llegué por casualidad a tu blog desde el de una alumna tuya, y he de decirte que es bien interesante. Además te limitas a hablar de cosas de las que un filósofo puede hablar, en lugar de decir tonterías sobre cosas de las que un filósofo no debe hablar. Es algo digno de reconocer en los tiempos que corren (y en cualesquiera tiempos, en realidad).

Por cierto, sería muy interesante que lo dicho en ese congreso, en la medida de lo posible, se publicara en algún sitio accesible de internet. Así los proyectos de profesor interesados por estas cosas podrían acercarse y ver ideas y formas diferentes de dar clase. Cuantos más referentes e ideas se tengan a la hora de saber qué hacer en el aula, mejor. Ya pasé por el aro del master de profesor, pero ya se sabe que no sirve para nada porque no es pedagogía real, es mucho más interesante ver cómo profesores de verdad tratan los problemas concretos del aula y se enfrentan a ellos. Y para quienes no tenemos la fortuna de vivir en la capital del reino sería provechoso que estuviera disponible en internet.

Sería interesante también saber qué piensas tú de tus propias clases o de la labor de profesor, así en general (en alguna entrada, quizá?). Ya sé que piensas que cada día estás más guapo, lo interesante sería lo demás :). Me he leído lo que dicen tus alumnos durante varios años, y me puedo hacer una idea de algunas de las cosas. Pero lo que dicen ellos es su punto de vista de receptores del mensaje, y es interesante también saber el punto de vista del emisor.

Y si no te apetece por diversos motivos, pues nada, pero sería interesante. Y vengo yo, con todo mi morro anónimo, a pedir estas cosas. Pero ya se sabe, en caso de que no consiga nada, estaré perdiendo el tiempo con la misma dignidad con la que lo pierdes tú.

Saludos