La
presencia masiva del voto de clase obrera a políticas de extrema derecha o de
populismo de extrema derecha, como está ocurriendo en Europa y acaba de ocurrir
en Estados Unidos, no es algo absolutamente novedoso en el ámbito de nuestras
democracias. Efectivamente, la clase obrera fue partícipe importante en el
alzamiento de los fascismos del siglo XX. Sin embargo, es cierto que a partir
del final de la Segunda Guerra Mundial la clase obrera, al menos en Europa,
había sido básicamente un fortín de los planteamientos izquierdistas. Por ello,
es conveniente preguntarse qué ha ocurrido para que los llamados cinturones
rojos de las distintas ciudades europeas se hayan convertido poco a poco en
cinturones azules, negros o incluso pardos.
Lo que
vamos a analizar aquí es lo que creemos son los motivos fundamentales para que
la clase obrera vote a la extrema derecha. Por supuesto con esto no queremos
identificar estos planteamientos de extrema derecha con el fascismo, pues son
dos cosas no necesariamente iguales. Por
tanto, cuando hablemos aquí de extrema derecha vamos a presentarla como el
conjunto de medidas políticas que implican un alto conservadurismo moral, una
fuerte presencia de los elementos nacionales y tradicionales en el discurso y
en la iconografía, un discurso económico proteccionista y antiglobalización y,
por último, una crítica hacia los sindicatos de clase tradicionales de la
izquierda y hacia las figuras de los políticos considerados como una élite
ociosa. Igualmente, estos grupos políticos tienen como característica la
defensa de una pérdida de las libertades democráticas y sociales en beneficio de la idea de la seguridad nacional.
La pregunta,
por tanto, es ¿por qué la clase obrera está votando a estas ideas que en realidad
no hacen sino perjudicarla? O dicho de otro modo, ¿por qué la izquierda ha
perdido el voto de la clase obrera?
Creemos que para explicar esto
debemos centrarnos en dos aspectos fundamentales. El primero de ellos va a ser
un aspecto económico y sociológico donde analizaremos qué ha ocurrido con la clase obrera en
Europa en los últimos 40 años. El segundo, será un análisis ideológico, donde estableceremos qué ha pasado
con el discurso político de la izquierda en esos mismos últimos 40 años. Nos
situamos en 40 años, aproximadamente, porque fue en la década de los 70, con la
crisis del petróleo, cuándo empezó a resquebrajarse el ideal del Estado del
Bienestar y cuando comenzó el triunfo neoliberal en el Reino Unido con Margaret Thatcher y el comienzo de
la decadencia de la izquierda como organizaciones de poder.
Comencemos por la parte sociológica
y económica.
El suceso más relevante que ha
ocurrido en relación a la clase obrera ha sido la atomización de esta.
Efectivamente, el modelo industrial anterior a la crisis del petróleo, como modelo ideal, era
el de grandes empresas y garantía de trabajo de por vida en una de ellas. Como
consecuencia, la clase trabajadora tenía un grado de cohesión muy alto pues
además estaba la existencia de barrios obreros donde todos los que habitaban
pertenecían a dicha clase e incluso podían llegar a trabajar en las misma
empresa o en la misma cadena de empresas. Unido a esto, la existencia de los
sindicatos como arma fundamental de esta misma clase, incluso más allá de los
partidos políticos, generaba a su vez un aumento de la cohesión tanto afectiva
como intelectual generando el orgullo de pertenecer a un colectivo social
reivindicativo y al tiempo eficaz en su trabajo y en su contribución social.
Así, la clase obrera socialmente se presentaba como un grupo prácticamente
homogéneo donde sus intereses eran a su vez fundamentalmente únicos y se
referían a un mayor grado de Bienestar Social, a la práctica de ciertas medidas
laborales que garantizarán un mayor tiempo de ocio, y a un incremento de su nivel económico
a través de subidas salariales. Incluyendo esto, la idea de la clase obrera de
que sus hijos iban a prosperar más allá de la propia situación de los padres,
fundamentalmente a través de la educación pública y gratuita, llevaba a un
colectivo perfectamente cerrado y cohesionado con intereses comunes. Y esto, a su vez, implicaba que las
propuestas políticas podían ser globalizadas pues los intereses de la clase
obrera eran fundamentalmente uniformes.
Sin embargo, la crisis del petróleo
de los años 70 inicia un nuevo proceso en el Capitalismo que va a ser el de la globalización y la aparición
del Nuevo Capitalismo. Esto implica
la existencia de un nuevo mercado mundial que se va extendiendo hasta la fecha
con límites antes insospechados y que incluye a todo el planeta. Con ello, y
con la aplicación fundamental de las tecnologías al proceso industrial, la
figura fundamental del Nuevo Capitalismo pasa de ser el trabajador a ser el
consumidor y, como consecuencia, se produce un resultado social que es la
pérdida de la relevancia de la
clase obrera como elemento fundamental del sistema económico.
Efectivamente,
en primer lugar desaparecen las grandes industrias o dejan de ser fundamentales
en el tejido productivo occidental, desplazándose a los países emergentes en
busca de mano de obra más barata o
siendo sustituida la mano de obra especializada por la robótica. En segundo lugar, la atomización de la clase obrera se
incrementa al desaparecer los puestos de trabajo de por vida, propio de las
grandes corporaciones, e inaugurarse un proceso absolutamente selvático de
búsqueda de trabajo temporal y de pérdida del empleo indefinido. En tercer
lugar, los barrios obreros van perdiendo sus características sociológicas de
mundo homogéneo con la aparición de nuevos trabajadores, especialmente
inmigrantes, que no pertenecen culturalmente al modelo dominante anterior,
generando un corte absoluto en cuanto a los intereses finales en la convivencia
de esos mismos obreros. En cuarto lugar, la llegada de los países emergentes
con su vasto mercado de consumidores –con que solo consumiera el 20% de su
población ya superarían a la Unión Europea-
permite precarizar los salarios de los trabajadores occidentales, hasta
entonces intocables por necesidades de consumo, y con ello reducir su nivel de
vida. Y, en quinto lugar, y ante todo este proceso, los sindicatos comienzan
una crisis, producto también de un feroz ataque, que les hace incapaces de
responder a las necesidades de la clase obrera.
Podemos
concluir ante esto que el Nuevo Capitalismo tiene como consecuencia dos
elementos fundamentales para nuestro análisis. Primero, que el foco de atención
de la producción capitalista pasa del trabajador al consumidor. Segundo, que
los intereses de los trabajadores ya no responden a algo colectivo, un interés
de clase, sino a algo individual. La nueva clase obrera ya no existe como tal
clase homogénea sino como un conjunto de individuos que buscan llegar a ciertos
niveles de consumo, buscan ser consumidores que es el nuevo ideal social. De
esta forma, la clase obrera actual es un colectivo social heterogéneo, con
intereses muchas veces contradictorios entre sí, con unas formas de vida no
similares y sin un representante social reconocido.
Y así es como
las características de la clase obrera han cambiado fundamentalmente desde la
revolución industrial hasta nuestros días. La pregunta ahora es cómo ha
respondido la izquierda a estos cambios y si ha sido capaz de darle una respuesta
a la nueva clase obrera para, primero, explicarles la situación y, segundo, dar
respuesta a sus nuevas necesidades.
Pero, eso otro día.
1 comentario:
Cómo disfruta con esto de dejar con las ganas, sepa que no es bueno…jajaja
Pienso en el pobre Kant…en el lema de su blog (más de 200 años y seguimos igual…bueno no, peor)…y en lo bien que se está si se tiene dinerito para satisfacer los caprichos, esa hipnosis del consumo…
-¿que más se puede pedir? diría alguno, -pues mantener esa situación…contestaría otro…y en esas estamos.
¿Qué puede haber más biológico que un proceso de competencia entre individuos, y que alguien te ofrezca la “seguridad” de eliminar a los otros?
Eso es lo que ofrecen esos partidos…desde mi simpleza (esto de ver la Biología en todas partes es lo que tiene…)
Lo curioso es que es una biología lamarquiana (que no exenta de compentencia, claro)…los partidos generan la necesidad para luego “vender” la solución.
El capitalismo/mercado creó la necesidad de comprar bienes, solo para autoperpetuarse, no por el interés de mejorar la calidad de vida de nadie (algo, que por otra parte, también es negocio), y así creó ese órgano, esa maquinaria ya no metálica, ahora de carne y hueso…que sin embargo, lejos de alcanzar su autoconciencia (y lograr la emancipación que Kant deseaba) y entender que solo se les trata como parte del engranaje, son felices, felices con la conformidad del consumo logrado…les basta…
Pero ese propio movimiento de globalización abrió las puertas no solo a las mercancías materiales, también a las personas (que en el fondo para este sistema son igualmente mercancía)…
Y el problema es que esa globalización también atañe a la información…frente a la heterogeneidad territorial que permite la deslocalización de las empresas, para obtener mayores beneficios a costa de los salarios reducidos en los países emergentes, la información, el saber que en lo países consumidores los salarios son más altos, la calidad de vida mayor, etc…surge el temor de que deseen tener lo mismo, salarios dignos, capacidad de compra…así que por un lado surge la posibilidad (para algunos) de trasladarse a ese mundo idílico de consumo...o, por otra parte, la de reclamar para ellos lo mismo desde su lugar de origen…lo que llevaría a una homogenización, los vasos comunicantes se igualan, el negocio cesa al desaparecer la desigualdad que permite la existencia del mercado…
Cualquiera de las dos opciones supone una “agresión” al modelo capitalista, de modo que se “vende” como una amenaza a la propia sociedad de consumo, tendréis competidores…pero aquí estamos nosotros y os defenderemos…
Nosotros (esa derecha de la que habla) constituimos el nuevo órgano que atiende a vuestra necesidad de mantener lo que creéis que es calidad de vida…os creamos la necesidad, y nos ofrecemos como única alternativa (órgano) capaz de ayudaros en vuestra supervivencia…
Mi capacidad de desvariar es elevada, así que mejor corto (por cierto, retomando a Kant…aquel Artículo secreto en su Paz Perpetua en el que los Estados consultan a los Filósofos…deberían consultar a los Biólogos pero como nos ignoran…al punto de que con Trump el cambio climático ha huido… lo mismo tenían Uds. más suerte)
Bueno, espero su siguiente capítulo con impaciencia…
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